Reflexión: Cenizas
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Reflexión: Cenizas
Acá les dejo lo último q escribi, como dice el titulo, es simplemente una reflexion
Una vez que las llamas se han extinguido el calor se va disipando poco a poco; pero pareciera no sentirse contento con esa realidad. Intenta atrapar cada bocanada de aire que puede para mantenerse ardiendo, pero no obtiene ningún resultado.
El incontrolable paso del tiempo termina por apagarlo todo; o al menos eso parece bajo la mirada superficial que hacemos pues nos da pánico descubrir que esa feroz llama es más persistente de lo que somos capaces de admitir.
Basta con una pequeña brisa para que se reaviven las llamas y salgan a la superficie aquello que creíamos enterrado bajo las cenizas. Un libro, un dulce, una flor, un aroma o una canción, pueden ser certeras flechas de oxígeno que vuelvan a encender el fuego que con tanto esfuerzo y disciplina luchamos por apagar y mantenerlo de esa forma.
Es desconcertante como algo que supo ser tan magnífico abrigo y brindarnos tan hermosa luz puede de un momento a otro quemarnos con tan severa intensidad. Si bien la primera quemadura que nos produce es dolorosa, el mayor mal radica en la herida que deja y no en el dolor que causa el mero contacto. A diferencia de otros males, para este no hay remedios. Con la impaciencia propia de quien desea sanar debemos esperar a que el tiempo haga su labor; y en el proceso tratar de que se formen el menor número posible de cicatrices que pudieren enturbiar una futura experiencia pues nadie debe cargar con los miedos que otros nos han provocado.
Una vez que las llamas se han extinguido el calor se va disipando poco a poco; pero pareciera no sentirse contento con esa realidad. Intenta atrapar cada bocanada de aire que puede para mantenerse ardiendo, pero no obtiene ningún resultado.
El incontrolable paso del tiempo termina por apagarlo todo; o al menos eso parece bajo la mirada superficial que hacemos pues nos da pánico descubrir que esa feroz llama es más persistente de lo que somos capaces de admitir.
Basta con una pequeña brisa para que se reaviven las llamas y salgan a la superficie aquello que creíamos enterrado bajo las cenizas. Un libro, un dulce, una flor, un aroma o una canción, pueden ser certeras flechas de oxígeno que vuelvan a encender el fuego que con tanto esfuerzo y disciplina luchamos por apagar y mantenerlo de esa forma.
Es desconcertante como algo que supo ser tan magnífico abrigo y brindarnos tan hermosa luz puede de un momento a otro quemarnos con tan severa intensidad. Si bien la primera quemadura que nos produce es dolorosa, el mayor mal radica en la herida que deja y no en el dolor que causa el mero contacto. A diferencia de otros males, para este no hay remedios. Con la impaciencia propia de quien desea sanar debemos esperar a que el tiempo haga su labor; y en el proceso tratar de que se formen el menor número posible de cicatrices que pudieren enturbiar una futura experiencia pues nadie debe cargar con los miedos que otros nos han provocado.
marianitensg- En su primer caceria...
- Cantidad de envíos : 39
Fecha de inscripción : 12/02/2010
Re: Reflexión: Cenizas
Sabés que creo?
No hay que temerle a esas cicatrices. Te recuerdan que te jugaste el todo por el todo y, aunque hayas perdido, lo importante siempre es jugar. No puedo imaginame una vida más aburrida que una que transcurra sin correr riesgos...
Esas cicatrices son como huellas que las personas dejan en nuestras vidas, y aunque sean malas, cuál es el problema? Si te mirás y no ves ninguna, quiere decir que realmente no viviste. Si antes las veías y ya no, quiere decir que no aprendiste nada.
Las cicatrices están ahí para recordarte cada día que tenés la fuerza para cerrar tus heridas.
No creo que las cicatrices puedan afectar relaciones futuras, aunque creo que sí pueden hacerlo heridas que aún siguen abiertas. Aunque, de todos modos, creo que la persona que te ame, va a estar encantada de ayudarte a sanar.
Y ahora, en vez de una herida abierta, vas a tener una nueva cicatríz, una nueva huella, que te recuerda una vez más que sos fuerte, y que tenés al lado a la fuente de esa fortaleza, que te ama, y que está dispuesta a sanarte siempre que lo necesites.
No hablamos mucho del tema, pero algo me contaste. No olvides nunca que, aunque al principio parezca que no, siempre somos más fuertes de lo que creemos, y siempre vamos a encontrar a alguien que nos ayude.
Beso!
No hay que temerle a esas cicatrices. Te recuerdan que te jugaste el todo por el todo y, aunque hayas perdido, lo importante siempre es jugar. No puedo imaginame una vida más aburrida que una que transcurra sin correr riesgos...
Esas cicatrices son como huellas que las personas dejan en nuestras vidas, y aunque sean malas, cuál es el problema? Si te mirás y no ves ninguna, quiere decir que realmente no viviste. Si antes las veías y ya no, quiere decir que no aprendiste nada.
Las cicatrices están ahí para recordarte cada día que tenés la fuerza para cerrar tus heridas.
No creo que las cicatrices puedan afectar relaciones futuras, aunque creo que sí pueden hacerlo heridas que aún siguen abiertas. Aunque, de todos modos, creo que la persona que te ame, va a estar encantada de ayudarte a sanar.
Y ahora, en vez de una herida abierta, vas a tener una nueva cicatríz, una nueva huella, que te recuerda una vez más que sos fuerte, y que tenés al lado a la fuente de esa fortaleza, que te ama, y que está dispuesta a sanarte siempre que lo necesites.
No hablamos mucho del tema, pero algo me contaste. No olvides nunca que, aunque al principio parezca que no, siempre somos más fuertes de lo que creemos, y siempre vamos a encontrar a alguien que nos ayude.
Beso!
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