I´D DIE FOR YOU
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I´D DIE FOR YOU
Hola!!
Sí chicas,acá estoy yo aunque no lo crean con una nueva publicación y aunque creo que prácticamente me estoy tirando a un abismo sin fondo voy a empezar a publicarlo a pedido de mi gran amiga y hermanita cassandra.
Por ella les dejaré este fanfic que en realidad empecé a escribir para ella como regalo del día del amigo.
Y me animé a escribir por los insistentes pedidos de mi amiga del alma que aunque es media trucha (deanista y samista) la quiero igual,jajajajaj
(Era una broma no te lo vayas a creer lo de trucha hermanita,jajajajja) Yo sé que no porque ella conoce mi lado jocoso,jajajajja.
En fin,volviendo al tema ya saben a quien echarle la culpa si esto no les gusta y espero sepan que no respondo muy bien a la presión del público(léase amenazas,jajajaj ) pero que si puedo responder a sus lindos comentarios.
Bueno,de ahora en más espero que sepan que lo que leerán es algo poco común en mí(o sea un hurtDean)pero que haré el intento con la maquiavélica idea que se me cruzó por la cabecita y no sé porque pasó esto ya que realmente estoy en un sin vivir con tanto sufrimiento !!!
Como siempre este fic se titula así en honor a otra de las canciones de Bon Jovi y por lo visto tomaré esta costumbre como marca registrada(con los que escriba de ahora en más sin olvidarme de que hubo una excepción a la regla como fue Esencia)
Ahora sí querida amiga del alma con todo mi cariño te dedico este fic que creo no llevará más de 7 capis!!!!!
y para todas ustedes también hay no se me pongan celosas!!!!
¡¡¡LAS QUIERO A TODAS!!!! En especial a patriciamv3 que es una lectora fiel!!!! gracias!!!!
SUPERNATURAL FOR EVER!!!
Bueno,ahora sí el esperado comienzo (consejito:lean bien entre líneas que no suelo dejar hilos sin atar,jejejejeje.
Prólogo:
El susurro del mal
Quizás haya sido el miedo casi palpable que se percibía en la penumbra de la habitación lo que lo despertó. La debilidad que lo había estado persiguiendo desde hacía unos días le dificultó el sólo hecho de abrir los párpados y cuando sus ojos verdes se acostumbraron a la tenue luz que se filtraba se incorporó en la cama sintiendo como el esfuerzo le llenaba la frente de perlitas de sudor.
Pese que hasta se le hacía díficil el simple acto de respirar puso todos sus sentidos en alerta y se concentró en escuchar lo que finalmente lo había despertado.
En la habitación de al lado de la pequeña cabaña en donde se habían refugiado una voces siniestras susurraban con maldad.
Los vellos se le erizaron, el corazón palpitando enloquecido, las luces titilando le indicaron la presencia demoníaca.
Con dificultad se acercó a la puerta entreabierta que separaba ambos ambientes y su corazón dio un vuelco estremecido cuando escuchó en medio de esas voces inquietantes la familiar voz de su hermano menor.
Por un segundo se espantó pensando con desesperación que lo habían atrapado pero, instantáneamente, la garra helada de horror que le apretó el pecho se tornó en un dolor caliente y agudo que casi corta su respiración cuando escuchó claramente a Sam que decía
-No le hagan nada a mi hermano-y fue en ese segundo cuando la angustia de Dean encontró un pequeño alivio
-“Todavía le importo”-pensó cerrando los ojos con fuerza tratando de encontrar el equilibrio que estaba perdiendo en medio del dolor que le paralizaba el cuerpo.
Pero ese breve respiro se trocó en espantosa agonía cuando su hermano pequeño agregó
-Yo me encargaré de matarlo.
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¿Habrán leído bien? Si,les confirmo que dice que él se encargará de matarlo así que si quieren saber que pasó o va pasar sólo tienen que seguirme y dejarme lindos comentarios
Besitos y FELIZ AÑO NUEVOOOOO!!!!!
Sí chicas,acá estoy yo aunque no lo crean con una nueva publicación y aunque creo que prácticamente me estoy tirando a un abismo sin fondo voy a empezar a publicarlo a pedido de mi gran amiga y hermanita cassandra.
Por ella les dejaré este fanfic que en realidad empecé a escribir para ella como regalo del día del amigo.
Y me animé a escribir por los insistentes pedidos de mi amiga del alma que aunque es media trucha (deanista y samista) la quiero igual,jajajajaj
(Era una broma no te lo vayas a creer lo de trucha hermanita,jajajajja) Yo sé que no porque ella conoce mi lado jocoso,jajajajja.
En fin,volviendo al tema ya saben a quien echarle la culpa si esto no les gusta y espero sepan que no respondo muy bien a la presión del público(léase amenazas,jajajaj ) pero que si puedo responder a sus lindos comentarios.
Bueno,de ahora en más espero que sepan que lo que leerán es algo poco común en mí(o sea un hurtDean)pero que haré el intento con la maquiavélica idea que se me cruzó por la cabecita y no sé porque pasó esto ya que realmente estoy en un sin vivir con tanto sufrimiento !!!
Como siempre este fic se titula así en honor a otra de las canciones de Bon Jovi y por lo visto tomaré esta costumbre como marca registrada(con los que escriba de ahora en más sin olvidarme de que hubo una excepción a la regla como fue Esencia)
Ahora sí querida amiga del alma con todo mi cariño te dedico este fic que creo no llevará más de 7 capis!!!!!
y para todas ustedes también hay no se me pongan celosas!!!!
¡¡¡LAS QUIERO A TODAS!!!! En especial a patriciamv3 que es una lectora fiel!!!! gracias!!!!
SUPERNATURAL FOR EVER!!!
Bueno,ahora sí el esperado comienzo (consejito:lean bien entre líneas que no suelo dejar hilos sin atar,jejejejeje.
Prólogo:
El susurro del mal
Quizás haya sido el miedo casi palpable que se percibía en la penumbra de la habitación lo que lo despertó. La debilidad que lo había estado persiguiendo desde hacía unos días le dificultó el sólo hecho de abrir los párpados y cuando sus ojos verdes se acostumbraron a la tenue luz que se filtraba se incorporó en la cama sintiendo como el esfuerzo le llenaba la frente de perlitas de sudor.
Pese que hasta se le hacía díficil el simple acto de respirar puso todos sus sentidos en alerta y se concentró en escuchar lo que finalmente lo había despertado.
En la habitación de al lado de la pequeña cabaña en donde se habían refugiado una voces siniestras susurraban con maldad.
Los vellos se le erizaron, el corazón palpitando enloquecido, las luces titilando le indicaron la presencia demoníaca.
Con dificultad se acercó a la puerta entreabierta que separaba ambos ambientes y su corazón dio un vuelco estremecido cuando escuchó en medio de esas voces inquietantes la familiar voz de su hermano menor.
Por un segundo se espantó pensando con desesperación que lo habían atrapado pero, instantáneamente, la garra helada de horror que le apretó el pecho se tornó en un dolor caliente y agudo que casi corta su respiración cuando escuchó claramente a Sam que decía
-No le hagan nada a mi hermano-y fue en ese segundo cuando la angustia de Dean encontró un pequeño alivio
-“Todavía le importo”-pensó cerrando los ojos con fuerza tratando de encontrar el equilibrio que estaba perdiendo en medio del dolor que le paralizaba el cuerpo.
Pero ese breve respiro se trocó en espantosa agonía cuando su hermano pequeño agregó
-Yo me encargaré de matarlo.
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¿Habrán leído bien? Si,les confirmo que dice que él se encargará de matarlo así que si quieren saber que pasó o va pasar sólo tienen que seguirme y dejarme lindos comentarios
Besitos y FELIZ AÑO NUEVOOOOO!!!!!
sammynanci- Hell´s Angel
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Localización : En el C.D.S con mis amigas del alma!!Siempre fiel a Sam!!
Fecha de inscripción : 28/10/2008
Re: I´D DIE FOR YOU
Nooooooooooooooooo a mi Dean noooooooooooooooooo. Poshitoooo ¿qué le están por hacer????
Dean herido??? Enfermo??? Mmmmmmmmmmmmmmm es taaan achuchable. Seguí, que te sigoooo
Besos y continúa, hermanita!!!!
Dean herido??? Enfermo??? Mmmmmmmmmmmmmmm es taaan achuchable. Seguí, que te sigoooo
Besos y continúa, hermanita!!!!
cassandra_2010- En la puerta del infierno...
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Localización : con Sam y con Dean, dondequiera que vayan...
Fecha de inscripción : 03/02/2010
Re: I´D DIE FOR YOU
Estaba esperando con ansias este nuevo fic, gracias por la mención en la presentación
Pero que pasa con Sam? por que va a matar a mi adorado Dean?
Ya me dejaste esperando el próximo capi Espero que lo publiques pronto (se que no puedes decirle que no a estos ojitos) no queria usarlos en tu contra pero me has obligado con lo interesante que esta la historia
Ya te estaba extrañando demasiado, gracias por volver!!
Besos
Pero que pasa con Sam? por que va a matar a mi adorado Dean?
Ya me dejaste esperando el próximo capi Espero que lo publiques pronto (se que no puedes decirle que no a estos ojitos) no queria usarlos en tu contra pero me has obligado con lo interesante que esta la historia
Ya te estaba extrañando demasiado, gracias por volver!!
Besos
patriciamv3- En la puerta del infierno...
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Localización : Santiago, Chile...pensando en Jensen!!
Fecha de inscripción : 31/07/2009
Re: I´D DIE FOR YOU
AWWWW!!! Perdón,sabía que me olvidaba de algo,jajajaj y era dejar el capi 1 en este topic que yo misma abrí,jajaja [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] ¡¡¡Es que publicar por muchos lugares,escribir,leer y demás ME MAREAAAAA [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] y me olvido donde dejé y donde no así que sin más preámbulo dejo el capi y agradezco a Patri y a Cass que quedaron tan shockeadas con el prólogo y el futuro de Deannie,xd [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Yo también las extrañé!!! Mañana edito y contesto!!! Besos
Capítulo 1:
Un caso de los nuestros
3 días antes. Rivertone,Wymonig
El cielo terriblemente encapotado que los había acompañado en las últimas tres horas de viaje amenazaba con descargar una torrencial lluvia de un momento a otro pero, finalmente, el Impala del 67´ había estacionado frente a un modesto motel de carretera en la llamada Avenida Pershing de esa pequeña ciudad de apenas diez mil habitantes que hasta hacía pocos años no había sido nada más que un tranquilo pueblo turístico hasta que el descubrimiento de una veta minera de carbón la había convertido en poco tiempo en una ciudad un poco más urbana y en continuo crecimiento.
Los hermanos Winchester descendieron del vehículo, aliviados de encontrar un resguardo del aguacero que comenzó a repicar con fuerza en el techo del chevy negro tan pronto estacionaran en la cochera. Luego de registrarse y de que ambos se turnaran para una ducha caliente para quitarse el frío que el agua helada había calado hasta sus huesos mientras descargaban los bolsos del Impala, los dos ya estaban cómodamente instalados en su cuarto que era bastante cómodo y amplio.
Todavía no entendían como fue que habían ido a parar a ese lugar para investigar unas muertes sospechosamente sobrenaturales, un caso como en los viejos tiempos, cuando el Apocalipsis estaba en plena marcha sobre la Tierra.
En realidad el que no entiende es Dean que ya está harto de darle vueltas al asunto aburrido de ese ensayo de ciudad donde no hacía más que llover en las cuatro horas que llevaban allí desde que entraron al cuarto y cansado de ver a su hermano sumergido en varios libros y con unas cuantas páginas de Internet en la pantalla de su portátil abiertas al mismo tiempo.
-¡Ya no aguanto más esto!-protestó finalmente luego de varios minutos de bufidos constantes, paseos por la habitación, ojeadas por arriba del hombro del menor para espiar que era lo que estaba mirando con tanto interés que no sólo no se dignaba a responderle sino que además ponía los ojos en blanco, también por enésima vez, gesto que fastidió aún más a Dean que ya completamente cabreado se plantó frente a su hermano deteniendo su caminar de león enjaulado-¡Sam!-casi le gritó.
El chico levantó la mirada para encontrar el ceño fruncido y los puños crispados de su impaciente hermano mayor.
-Dean-respondió con calma-Te escuché la primera de las diez veces que dijiste que no aguantas más pero tenemos un caso de los nuestros aquí. Lo sé, estoy muy seguro-le afirmó.
-¿Cómo puedes saberlo si no salimos de esta habitación desde que llegamos?-se exasperó el rubio.
-Es que ya entré en los archivos de la morgue, en los registros del único hospital y ya analicé la base de datos-Dean arqueó las cejas en expresión de sorpresa. Todavía no se acostumbraba a lo inteligente y eficiente que podía ser su hermanito en el manejo de esas máquinas-Ya hace un rato largo que te lo dije-agregó Sam sin tono de reproche al ver que su hermano no le contestaba.
El menor estaba consciente de que Dean desde hacía ya un tiempo largo pasaba la mayor parte del día con una expresión triste, cansada, con una actitud ausente, con la botella de whisky al alcance de su mano y una frustración llena de desesperanza. Pero lo que le preocupaba más que el hecho que estuviera bebiendo más de la cuenta era que al mirarlo a los ojos su hermano le rehuyera la mirada y además ver que esos ojos verdes estaban opacos, casi sin brillo lo angustiaban y asustaban más de lo que hubiera imaginado.
No podía encontrar la mirada que su hermano mayor acostumbraba a darle, la que le decía que él siempre tendría fuerzas para todo, que iba a luchar hasta las últimas consecuencias, la mirada que le aseguraba que siempre iba a estar ahí para cuidarlo.
Ya no veía esa confianza, esa seguridad que siempre le transmitiera con esa mirada a la que desde muy pequeño recurría en busca de consuelo y protección cuando las pesadillas o la tristeza lo acosaban para encontrar el solaz que sólo su hermano le daba.
No podía sacar de su cabeza las palabras que alcanzara a oír cuando el Jinete del Hambre estaba tocando el pecho de su hermano
“Muerto. No sientes nada porque ya estás muerto por dentro”
Y también sabía que su posterior desintoxicación había quebrantado aún más el alma de su hermano y siendo este un suceso tan reciente no pudo menos que sentir una intensa sensación de culpa y miedo de que lo que sea que su hermano estuviera pensando, sólo hiciera que lo perdiera de nuevo.
No quería perderlo, no podía. Sabía que no lo resistiría si así fuera.
-¡Sam!-exclamó Dean reclamando con un tono grave la atención de su hermano-¿En qué te quedaste pensando? ¿Por qué me miras con esos ojos de ciervo asustado en medio de la carretera?
Ante la comparación el menor de los hermanos no pudo menos que echarse a reír como hacía tiempo no lo hacía. A su vez el rubio lo observó reír unos segundos y sus labios se curvaron en una leve sonrisa complacida.
Al fin podía verlo con el semblante más animado y no con esa palidez mortal que tres días de una desintoxicación llena de temblores, alucinaciones y fiebre le había dado.
Se pasó una mano con firmeza por el cabello tratando de quitarse esa imagen de la cabeza pero la sensación de angustia aún no se le quitaba y estar ya investigando un caso de porquería a menos de una semana que dejaran el cuarto seguro era lo que lo tenía de un humor de los mil diablos.
-Bueno, dejemos a un lado las bromas y repíteme lo que descubriste Sammy-dijo finalmente el rubio para alejar esos pensamientos que lo habían estado acosando.
El chico dejó de reír y enderezándose en la silla giró la pantalla de la portátil para que Dean pudiera ver las macabras fotos de la morgue y los reportes del hospital.
-Hace dos semanas tuvo lugar la primera muerte sospechosa-comenzó a relatar Sam-Marck Connors, 34 años, soltero, ingeniero, gozaba de buena salud y de repente comenzó a manifestar síntomas tales como sudoración, palidez, mareos, palpitaciones, alucinaciones, según consta en los registros del hospital al que recurrió en busca de ayuda. Los estudios que se le realizaron-continuó el menor mientras que Dean tomaba una silla y se sentaba a su lado-no encontraron nada fuera de lo normal, ninguna enfermedad cardíaca ni neurológica. Pero cuatro días después de la primera consulta fue hallado muerto completamente disecado en su departamento.
-¿Disecado?-repitió Dean asombrado-¿Cómo una momia?
-Una momia es embalsamada Dean, no disecada-le contestó el menor con una sonrisa a la que el susodicho recibió con el ceño fruncido.
-¡A ver sabelotodo! ¡Ilústrame!-le dijo irónico-¿Qué diferencia puedes ver si los dos están muertos, secos y arrugados como pasas?
-Es que para embalsamar y que el cuerpo quede así como dices se retiran casi todas las vísceras, excepto el corazón y los riñones-su hermano puso cara de asco y Sam continuó sin poder evitar otra sonrisa divertida-Después se les extrae el cerebro por la nariz y se llena el cuerpo de un tipo de sal llamada natrón, se los untaba con resina y…
-¡Uff! ¡Basta Sammy!-se quejó el rubio-¡Me estás mareando con esa explicación complicada así que no me quiero ni imaginar la de la disecación! ¡Mejor dime quién encaja dentro de los posibles atacantes y vamos a patear traseros! ¡Me estoy muriendo de aburrimiento!-exclamó parándose de prisa para tomar su bolso con las armas.
-¡Despacio Dean! ¡Tranquilo! ¡Todavía no sé que o quién puede estar haciendo esto!-le dijo rápidamente a fin de evitar la salida de su hermano quién ya se estaba preparando para dejar la habitación-Podrían ser tantas cosas, lo sabes-agregó antes de continuar hablando deseoso por alguna extraña razón que su hermano no saliera del alcance de su vista-Todavía no encuentro a una criatura que encaje con el patrón-reflexionó mirando con rabia la pantalla de la portátil mientras su hermano lo miraba con expresión de sorpresa
-¿También encontraste un patrón? ¡Si todavía no salimos a investigar a ningún lado ni a entrevistar posibles testigos!
-Sólo lo deduje de la lista de víctimas que ya te había leído en el auto Dean ¿No recuerdas?
-Es cierto, a veces creo escuchar un molesto zumbido pero se soluciona cuando subo el volumen de la radio-dijo sarcástico.
-¡Dean! ¡Deja de hacer bromas!-se molestó finalmente Sam-Yo también estoy aburrido de estar acá dentro pero tenemos que seguir investigando.
-Lo que tendríamos que estar haciendo es buscar a los demás Jinetes que nos faltan a ver si detenemos este lío que causaste
El menor lo miró dolido acusando un su mirada el impacto de las palabras de su hermano pero consciente de que Dean hablaba empujado por la angustia e impotencia que se dejaba traslucir en su cansada mirada y además al ver la inmediata expresión arrepentida con la que el mayor lo miró sólo bajó la vista y le contestó
-Lo sé Dean. Día a día me castigo de formas que ni te imaginas por lo que pasó-en ese momento Dean lo miró tristemente y algo asustado por la implicación que esas palabras podrían tener-Pero no quiere decir que no voy a seguir luchando aunque tenga que entregar mi vida a cambio para poder arreglarlo-concluyó con firme determinación y un dejo de tristeza en su voz.
-Mejor dime cuál es el patrón que descubriste-pidió Dean ansioso de cambiar de tema. No creía poder soportar una sesión de charlas sentimentales en el estado de angustia y desesperanza en que se encontraba.
No iba a dejar que la coraza que lo estaba protegiendo a duras penas se quebrara como el cristal al que le apoyan un gran peso que lo resquebraja poco a poco y, tal como si fuera ese cristal, Dean sentía que todo lo que les estaba pasando, el destino que no pidieron, la posibilidad de perder a Sam en las oscuras garras del mal más poderoso al que se hubieran enfrentado y la ausencia de un Dios en el que nunca confió pero al que sin embargo le había jurado lealtad, estaba agrietando cada vez con más dolor lo que quedaba de su alma.
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Espero con sí y con ansiedad esperaré sus comentarios.Recuerden que este es un capi light,con algo de humor(espero que les haya causado gracia)y también tiene su lado triste en previo calentar de motores para LO QUE SE VIENEEEEE,MUHAHAHAHAAH!!!!!!!
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] ¿Qué les haré? Si quieren saberlo sigan aplicando el [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] que me encanta!!!! BYEEEE [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] (el rebelde es mio,aclaro,jajajajja!!!)
Yo también las extrañé!!! Mañana edito y contesto!!! Besos
Capítulo 1:
Un caso de los nuestros
3 días antes. Rivertone,Wymonig
El cielo terriblemente encapotado que los había acompañado en las últimas tres horas de viaje amenazaba con descargar una torrencial lluvia de un momento a otro pero, finalmente, el Impala del 67´ había estacionado frente a un modesto motel de carretera en la llamada Avenida Pershing de esa pequeña ciudad de apenas diez mil habitantes que hasta hacía pocos años no había sido nada más que un tranquilo pueblo turístico hasta que el descubrimiento de una veta minera de carbón la había convertido en poco tiempo en una ciudad un poco más urbana y en continuo crecimiento.
Los hermanos Winchester descendieron del vehículo, aliviados de encontrar un resguardo del aguacero que comenzó a repicar con fuerza en el techo del chevy negro tan pronto estacionaran en la cochera. Luego de registrarse y de que ambos se turnaran para una ducha caliente para quitarse el frío que el agua helada había calado hasta sus huesos mientras descargaban los bolsos del Impala, los dos ya estaban cómodamente instalados en su cuarto que era bastante cómodo y amplio.
Todavía no entendían como fue que habían ido a parar a ese lugar para investigar unas muertes sospechosamente sobrenaturales, un caso como en los viejos tiempos, cuando el Apocalipsis estaba en plena marcha sobre la Tierra.
En realidad el que no entiende es Dean que ya está harto de darle vueltas al asunto aburrido de ese ensayo de ciudad donde no hacía más que llover en las cuatro horas que llevaban allí desde que entraron al cuarto y cansado de ver a su hermano sumergido en varios libros y con unas cuantas páginas de Internet en la pantalla de su portátil abiertas al mismo tiempo.
-¡Ya no aguanto más esto!-protestó finalmente luego de varios minutos de bufidos constantes, paseos por la habitación, ojeadas por arriba del hombro del menor para espiar que era lo que estaba mirando con tanto interés que no sólo no se dignaba a responderle sino que además ponía los ojos en blanco, también por enésima vez, gesto que fastidió aún más a Dean que ya completamente cabreado se plantó frente a su hermano deteniendo su caminar de león enjaulado-¡Sam!-casi le gritó.
El chico levantó la mirada para encontrar el ceño fruncido y los puños crispados de su impaciente hermano mayor.
-Dean-respondió con calma-Te escuché la primera de las diez veces que dijiste que no aguantas más pero tenemos un caso de los nuestros aquí. Lo sé, estoy muy seguro-le afirmó.
-¿Cómo puedes saberlo si no salimos de esta habitación desde que llegamos?-se exasperó el rubio.
-Es que ya entré en los archivos de la morgue, en los registros del único hospital y ya analicé la base de datos-Dean arqueó las cejas en expresión de sorpresa. Todavía no se acostumbraba a lo inteligente y eficiente que podía ser su hermanito en el manejo de esas máquinas-Ya hace un rato largo que te lo dije-agregó Sam sin tono de reproche al ver que su hermano no le contestaba.
El menor estaba consciente de que Dean desde hacía ya un tiempo largo pasaba la mayor parte del día con una expresión triste, cansada, con una actitud ausente, con la botella de whisky al alcance de su mano y una frustración llena de desesperanza. Pero lo que le preocupaba más que el hecho que estuviera bebiendo más de la cuenta era que al mirarlo a los ojos su hermano le rehuyera la mirada y además ver que esos ojos verdes estaban opacos, casi sin brillo lo angustiaban y asustaban más de lo que hubiera imaginado.
No podía encontrar la mirada que su hermano mayor acostumbraba a darle, la que le decía que él siempre tendría fuerzas para todo, que iba a luchar hasta las últimas consecuencias, la mirada que le aseguraba que siempre iba a estar ahí para cuidarlo.
Ya no veía esa confianza, esa seguridad que siempre le transmitiera con esa mirada a la que desde muy pequeño recurría en busca de consuelo y protección cuando las pesadillas o la tristeza lo acosaban para encontrar el solaz que sólo su hermano le daba.
No podía sacar de su cabeza las palabras que alcanzara a oír cuando el Jinete del Hambre estaba tocando el pecho de su hermano
“Muerto. No sientes nada porque ya estás muerto por dentro”
Y también sabía que su posterior desintoxicación había quebrantado aún más el alma de su hermano y siendo este un suceso tan reciente no pudo menos que sentir una intensa sensación de culpa y miedo de que lo que sea que su hermano estuviera pensando, sólo hiciera que lo perdiera de nuevo.
No quería perderlo, no podía. Sabía que no lo resistiría si así fuera.
-¡Sam!-exclamó Dean reclamando con un tono grave la atención de su hermano-¿En qué te quedaste pensando? ¿Por qué me miras con esos ojos de ciervo asustado en medio de la carretera?
Ante la comparación el menor de los hermanos no pudo menos que echarse a reír como hacía tiempo no lo hacía. A su vez el rubio lo observó reír unos segundos y sus labios se curvaron en una leve sonrisa complacida.
Al fin podía verlo con el semblante más animado y no con esa palidez mortal que tres días de una desintoxicación llena de temblores, alucinaciones y fiebre le había dado.
Se pasó una mano con firmeza por el cabello tratando de quitarse esa imagen de la cabeza pero la sensación de angustia aún no se le quitaba y estar ya investigando un caso de porquería a menos de una semana que dejaran el cuarto seguro era lo que lo tenía de un humor de los mil diablos.
-Bueno, dejemos a un lado las bromas y repíteme lo que descubriste Sammy-dijo finalmente el rubio para alejar esos pensamientos que lo habían estado acosando.
El chico dejó de reír y enderezándose en la silla giró la pantalla de la portátil para que Dean pudiera ver las macabras fotos de la morgue y los reportes del hospital.
-Hace dos semanas tuvo lugar la primera muerte sospechosa-comenzó a relatar Sam-Marck Connors, 34 años, soltero, ingeniero, gozaba de buena salud y de repente comenzó a manifestar síntomas tales como sudoración, palidez, mareos, palpitaciones, alucinaciones, según consta en los registros del hospital al que recurrió en busca de ayuda. Los estudios que se le realizaron-continuó el menor mientras que Dean tomaba una silla y se sentaba a su lado-no encontraron nada fuera de lo normal, ninguna enfermedad cardíaca ni neurológica. Pero cuatro días después de la primera consulta fue hallado muerto completamente disecado en su departamento.
-¿Disecado?-repitió Dean asombrado-¿Cómo una momia?
-Una momia es embalsamada Dean, no disecada-le contestó el menor con una sonrisa a la que el susodicho recibió con el ceño fruncido.
-¡A ver sabelotodo! ¡Ilústrame!-le dijo irónico-¿Qué diferencia puedes ver si los dos están muertos, secos y arrugados como pasas?
-Es que para embalsamar y que el cuerpo quede así como dices se retiran casi todas las vísceras, excepto el corazón y los riñones-su hermano puso cara de asco y Sam continuó sin poder evitar otra sonrisa divertida-Después se les extrae el cerebro por la nariz y se llena el cuerpo de un tipo de sal llamada natrón, se los untaba con resina y…
-¡Uff! ¡Basta Sammy!-se quejó el rubio-¡Me estás mareando con esa explicación complicada así que no me quiero ni imaginar la de la disecación! ¡Mejor dime quién encaja dentro de los posibles atacantes y vamos a patear traseros! ¡Me estoy muriendo de aburrimiento!-exclamó parándose de prisa para tomar su bolso con las armas.
-¡Despacio Dean! ¡Tranquilo! ¡Todavía no sé que o quién puede estar haciendo esto!-le dijo rápidamente a fin de evitar la salida de su hermano quién ya se estaba preparando para dejar la habitación-Podrían ser tantas cosas, lo sabes-agregó antes de continuar hablando deseoso por alguna extraña razón que su hermano no saliera del alcance de su vista-Todavía no encuentro a una criatura que encaje con el patrón-reflexionó mirando con rabia la pantalla de la portátil mientras su hermano lo miraba con expresión de sorpresa
-¿También encontraste un patrón? ¡Si todavía no salimos a investigar a ningún lado ni a entrevistar posibles testigos!
-Sólo lo deduje de la lista de víctimas que ya te había leído en el auto Dean ¿No recuerdas?
-Es cierto, a veces creo escuchar un molesto zumbido pero se soluciona cuando subo el volumen de la radio-dijo sarcástico.
-¡Dean! ¡Deja de hacer bromas!-se molestó finalmente Sam-Yo también estoy aburrido de estar acá dentro pero tenemos que seguir investigando.
-Lo que tendríamos que estar haciendo es buscar a los demás Jinetes que nos faltan a ver si detenemos este lío que causaste
El menor lo miró dolido acusando un su mirada el impacto de las palabras de su hermano pero consciente de que Dean hablaba empujado por la angustia e impotencia que se dejaba traslucir en su cansada mirada y además al ver la inmediata expresión arrepentida con la que el mayor lo miró sólo bajó la vista y le contestó
-Lo sé Dean. Día a día me castigo de formas que ni te imaginas por lo que pasó-en ese momento Dean lo miró tristemente y algo asustado por la implicación que esas palabras podrían tener-Pero no quiere decir que no voy a seguir luchando aunque tenga que entregar mi vida a cambio para poder arreglarlo-concluyó con firme determinación y un dejo de tristeza en su voz.
-Mejor dime cuál es el patrón que descubriste-pidió Dean ansioso de cambiar de tema. No creía poder soportar una sesión de charlas sentimentales en el estado de angustia y desesperanza en que se encontraba.
No iba a dejar que la coraza que lo estaba protegiendo a duras penas se quebrara como el cristal al que le apoyan un gran peso que lo resquebraja poco a poco y, tal como si fuera ese cristal, Dean sentía que todo lo que les estaba pasando, el destino que no pidieron, la posibilidad de perder a Sam en las oscuras garras del mal más poderoso al que se hubieran enfrentado y la ausencia de un Dios en el que nunca confió pero al que sin embargo le había jurado lealtad, estaba agrietando cada vez con más dolor lo que quedaba de su alma.
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Localización : En el C.D.S con mis amigas del alma!!Siempre fiel a Sam!!
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Re: I´D DIE FOR YOU
Por favooooorrrr, qué capítuloooo!!!!! Gracias, gracias, gracias. no me voy a cansar de agradecerte por haberme escuchado...
Genial como explicas cómo empieza toda esta historia... Y son tan ellos, Sam arrepentido por lo del Apocalipsis... sufriendo por dentro por todo eso y Dean tan bocón como siempre... mi vida.... pero en el fondo lo hace de inocente que es... Pero volviendo al tema que nos interesa, ¿Dean estresado por la reciente desintoxicación de Sam? Eso merece un GENIAL, NENA!!!!
Poshito mi bebé, sufriendo en silencio y haciendo como que no le pasa nada cuando está destruído....
Y ahora hablando en serio, es que los reflejas tan bien... Dean impaciente, tratando de no pensar, bromeando, tan él...como era cuando era jovenzuelo!!!! Y Sam tan calmado a pesar de la tormenta que se desarrolla en su interior, tratando de seguir adelante del mejor modo posible con su vida y con la de su hermano.... ¡Adorables!
¿cuándo sigues???? bueno, si, lo reconozco, soy impaciente...
Te felicito, eres maravillosa....
Ahora, ¿con esto estamos calentado motores, no? ¿Hay más aún? mmmmmmm me preocupas, nan... ¿te das cuenta de adónde quieres llegar?? Sigue así que me encantaaaa
Genial como explicas cómo empieza toda esta historia... Y son tan ellos, Sam arrepentido por lo del Apocalipsis... sufriendo por dentro por todo eso y Dean tan bocón como siempre... mi vida.... pero en el fondo lo hace de inocente que es... Pero volviendo al tema que nos interesa, ¿Dean estresado por la reciente desintoxicación de Sam? Eso merece un GENIAL, NENA!!!!
Poshito mi bebé, sufriendo en silencio y haciendo como que no le pasa nada cuando está destruído....
Y ahora hablando en serio, es que los reflejas tan bien... Dean impaciente, tratando de no pensar, bromeando, tan él...como era cuando era jovenzuelo!!!! Y Sam tan calmado a pesar de la tormenta que se desarrolla en su interior, tratando de seguir adelante del mejor modo posible con su vida y con la de su hermano.... ¡Adorables!
¿cuándo sigues???? bueno, si, lo reconozco, soy impaciente...
Te felicito, eres maravillosa....
Ahora, ¿con esto estamos calentado motores, no? ¿Hay más aún? mmmmmmm me preocupas, nan... ¿te das cuenta de adónde quieres llegar?? Sigue así que me encantaaaa
cassandra_2010- En la puerta del infierno...
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Re: I´D DIE FOR YOU
Nanci, eres realmente malvada con mi adorado por qué lo haces sufrir tanto?? y yo la masoquista leyendo como descerebrada .
Bueno en cuanto al capí a mi me cargo cuando en la serie el viejo ese de la hambruna le dijo a mi bebe que ya estaba muerto, o sea, nadie muerto se ve tan bien y llora de desesperación por no saber como ayudar más a su hermano y ahora me lo recuerdas y me da una rabia , pero bueno ya me enganche de la historia con el prólogo, así que solo me queda pedir que publiques pronto el próximo capítulo por favorcito
Besos!!
Bueno en cuanto al capí a mi me cargo cuando en la serie el viejo ese de la hambruna le dijo a mi bebe que ya estaba muerto, o sea, nadie muerto se ve tan bien y llora de desesperación por no saber como ayudar más a su hermano y ahora me lo recuerdas y me da una rabia , pero bueno ya me enganche de la historia con el prólogo, así que solo me queda pedir que publiques pronto el próximo capítulo por favorcito
Besos!!
patriciamv3- En la puerta del infierno...
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Re: I´D DIE FOR YOU
Chicas,acá repito lo mismo que en Always y por partida doble porque muy avergonzada acabo de ver que no edité ni comenté nada a sus lindos comentarios en el capi anterior Lo haré mañana y como recompensa mañana también les dejo otro capi más,total voy por el 6(es decir que ya lo tengo escrito ¡¡¡Recuerden que escribir dos fics a la vez,más el calor están agotando mis neuronas GRITENME cuando me olvide de seguir por acá,xd
Ahora si les dejo el capi(y no sé si decirles disfruten,xd,son tan raras ustedes las deanistas,jajajajja)
Capítulo 2:
No es una víctima más
En la blanca habitación del hotel de carretera todavía iluminada por intermitentes relámpagos cada vez más lejanos que avisaban que la tormenta había comenzado a amainar su poderosa fuerza, los hermanos Winchester todavía estaban discutiendo sobre el caso que los había llevado a esa ciudad.
El mayor se había quedado esperando que su hermano finalmente le contestara cuál era el patrón que había descubierto, pero impaciente como era y molesto como estaba, ya se estaba preparando para salir aún a pesar de que su hermano todavía no le había dicho nada.
-Bueno Dean, para empezar todas las víctimas son hombres que no se conocían entre sí por lo que pude averiguar hasta ahora-comenzó a relatar Sam y en ese momento Dean lo miró nuevamente sorprendido-Además tienen otras coincidencias entre ellos. Escucha esto-continuó seguro de que tenía toda la atención de su hermano mayor-Mathew Collins, 35 años, soltero, abogado. Stephen Baker, 33 años, soltero, analista en sistemas informáticos. Kevin Richardson, 36 años, arquitecto, soltero. Estas son las víctimas encontradas hasta ahora-concluyó Sam apartando con un ademán de fastidio la computadora.
-¡Tranquilo Sherlock!-trató de animarlo el rubio-Yo sólo escuché una lista de muertos que sólo tienen en común que son hombres ¿Cuál es el patrón que ves en esto?
-Dean, también las edades son aproximadas, todos son solteros, tienen una profesión ¿No te dice nada todo eso?-le preguntó
-Sí, Sam. Por supuesto que me dice algo todo eso-le dijo con aire ofendido-Seguramente esos tipos sabían como divertirse ¿No lo crees?-agregó mientras le dedicaba una sonrisa pícara reflejo de que sus pensamientos estaban dirigidos a la vida “divertida” que podían tener hombres jóvenes, exitosos y solteros.
Sam recibió el comentario con las cejas arqueadas en expresión de sorpresa pero finalmente exhaló un suspiro de cansancio y su voz denotó un leve tono de hastío cuando respondió
-Dean ¿Puedes tomar las cosas en serio por favor? No todo en la vida es eso en lo que ahora estás pensando-el rubio sonrió divertido al notar como su hermanito no llamaba a las cosas por su nombre debido a esa timidez que delante de él demostraba en cuánto a contar sus experiencias con el sexo opuesto-Lo que deberías notar es que posiblemente hayan sido atacados por algún ente, criatura o espíritu con apariencia de mujer.
-Obviamente que me di cuenta Sam-respondió el rubio con tono autosuficiente.
-Si claro, seguramente-respondió el menor un tono sarcástico recibiendo el gesto contrariado de su hermano con una sonrisa.
-Bueno sabelotodo. Entonces te quedas a descubrir que criatura “mujer”-remarcó irónico y continuó-encaja con la forma en que despachó a sus víctimas que yo me voy a hacer investigación en persona-concluyó poniéndose su eterna chaqueta de cuero marrón y ya estaba caminando hacia la puerta cuando su hermanito se paró frente a él con la ansiedad reflejada en su rostro
-Por favor Dean, no salgas a investigar solo-le pidió mirándolo anhelante.
El rubio primero hizo un gesto de fastidio pero luego ante la insistente y brillante mirada de su hermano menor se relajó un poco sonriendo levemente y se pasó una mano por el cabello mientras pensaba
-“¿Cómo diablos hace para seguir convenciéndome después de tantos años?” Definitivamente voy a tener que hacer algo al respecto”-se propuso con firmeza mientras se sentaba nuevamente frente a la mesa atestada de papeles y libros, el brillo de la pantalla de la portátil ocultando el brillo de sus ojos ante el recuerdo de un pequeñito Sammy mirándolo con los ojos ilusionados, plenos de inocencia y dulzura que mientras le pedía que lo llevara al parque y le provocaba sin quererlo el conflicto de desobedecer a su padre y a pesar de las órdenes estrictas de éste sobre no salir a ningún lado, siempre encontraba unos minutos para llevarlo a la plaza del parque cercana al motel donde estaban parando.
Lo sacó de sus recuerdos la voz de su hermano que se había sentado nuevamente frente a la pantalla
-Gracias Dean-le dijo-¿No podemos esperar a mañana para salir a investigar?-preguntó finalmente con un tono cansino que hizo que su hermano lo mirara preocupado.
-Está bien Sammy-concedió el rubio al pedido mientras observaba atentamente el rostro de su hermano menor. No se veía bien todavía, la palidez que no abandonaba su semblante desde que saliera del cuarto seguro después de haber pasado esos tres días de infierno le sobrecogió el alma con un pensamiento que lo llenó de temor y preocupación “¿Y si todavía no está recuperado y sigue necesitando esa maldita sangre de demonio”.
El sentimiento de impotencia y de horror que le causó el sólo pensarlo hizo que inmediatamente se pusiera de pie sintiendo la repentina necesidad de salir a tomar aire o de tomar algo de alcohol. Ese nudo que comenzó a crecer en su pecho desde que lo escuchara gritar por ayuda preso de alucinaciones y dolor habían dejado una huella tan honda en su alma que no se iba ni cuando trataba de que la borrachera se llevara con el sopor el peso de las penas.
Esa desesperación que lo había hecho orar por ayuda mientras miraba a los cielos con lágrimas de angustia brillando en sus ojos estaba arraigada en su pecho como una garra helada que le oprimía el alma hasta dejarlo casi sin respiración y, esa falta de respuesta, de ayuda, esa soledad que estaba sintiendo le imprimían más y más peso a la carga que sentía sobre sus hombros, tanto, que prácticamente lo estaban arrastrando al borde de una decisión que jamás se le hubiera ocurrido pensar que podía tomar permitiendo que su cuerpo sea usado como envase por el Árcangel Miguel.
Mientras se pasaba una mano por la cabeza tratando de despejar esos pensamientos que le traían sólo dolor se volvió nuevamente a mirar a su hermano que se había quedado callado, observándolo sorprendido ante su repentina acción pero seguro de que los pensamientos que en ese momento su hermano mayor tenía no eran para nada relacionados con el caso.
Preocupado, intentó serenar sus latidos frenéticos al sospechar que la angustia de Dean estaba relacionada con él mismo. Ya no quería seguir siendo una carga para su hermano y estaba harto de que todas las personas que lo rodeaban terminaran heridas o muertas por su culpa, por haber sido el elegido para llevar al más grande mal entre todos los grandes males.
No podía volver el tiempo atrás y recuperar a todos aquellos que había perdido pero, viendo la mirada dolida de su hermano y la expresión cansada que reflejaba su rostro, no pudo menos que jurarse que nunca iba a dejar que la única persona que le importaba, la que significaba para él todo lo que no recibió de su madre o de su padre, se perdiera en el abismo en el que parecía estar cayendo poco a poco.
El silencio que había llenado la habitación con una tristeza palpable fue roto a los pocos minutos por la voz del mayor que después de mirar a los ojos de su hermano y encontrando allí esa típica mirada de culpabilidad y sentimientos previa a los momentos en que todo derivaba en esas charlas que él calificaba como de nenazas, se apresuró en decir algo que alejara a su hermano de la idea de tener esos momentos sentimentales.
-¿Por qué no descansas un rato Sammy? ¡Tienes los ojos enrojecidos de tanto mirar esa pantalla! Lo único que faltaría para completar lo nerd que eres que tengas que usar anteojos-agregó dándole una palmada en el hombro.
-¡Ja, ja!-ironizó el menor-¡Muy gracioso!
-¡Tú lo dijiste Sammy! A mí me tocó ser el gracioso y a ti el sabelotodo así que iré a hacer uso de uno de mis encantos y voy a conseguir algo para comer ¡Me estoy muriendo de hambre!-agregó tocándose el estómago.
Sam recibió el comentario arqueando las cejas en expresión asombrada y con un suspiro de resignación le sonrió.
Tan fácil era ver como su hermano pasaba del modo hermano protector al modo chistoso despreocupado que no pudo menos que sonreírle agradecido y algo aliviado de ver que su humor estaba mejorando.
Desde hacía ya un tiempo largo estaba siendo testigo de un lado que no conocía de su hermano mayor. La apatía y la indiferencia que a veces podía encontrar en su mirada hacían mella en su alma más que cualquier palabra que él pudiera decirle. Cada vez más frecuentemente sentía que el fuerte, el indestructible Dean Winchester, su héroe, su fortaleza, se estaba derrumbando poco a poco junto con las esperanzas de que la humanidad estuviera a salvo del Apocalipsis que extendía sus tentáculos de maldad con una fuerza al parecer irrefrenable.
-Enseguida regreso-dijo el rubio y sin esperar respuesta salió de la habitación bajo la atenta mirada de Sam que sólo murmuró para sí
-Ten cuidado Dean. No sé porque pero esto no me gusta nada.
Unos veinte minutos después el mayor de los Winchester salía de una casa de comidas rápidas que demoró más de lo que quería en encontrar, pero teniendo en cuenta que casi era las dos de la madrugada, se consideró afortunado de estar portando unas bolsas de papel madera con unas suculentas hamburguesas cuyo aroma estaba tentándolo demasiado.
Caminó con rapidez hacia su auto estacionado a pocos metros de allí, justo enfrente de un oscuro y tenebroso callejón dónde se podían ver las formas oscuras de algunos contenedores de basura, esquivando algunos charcos que la intensa lluvia que caía hasta hacía unos momentos había dejado en la vereda y en las calles del tranquilo lugar. Cuando llegó a su auto, abrió la puerta del copiloto y lanzó las bolsas ahí mientras miraba al cielo ansioso de ver las estrellas y que esa dichosa tormenta se hubiera alejado definitivamente. Una gota pequeña cayó en su cara desde los cables de la electricidad, y sintiendo la fresca gotita recorrer su mejilla levantó la mano para secársela mientras cerraba la puerta.
Fue justo en ese momento cuando la vio.
Parada en la vereda de enfrente junto al callejón, estaba una hermosa chica de largos cabellos negros que en ese momento ondeaban al compás de la suave brisa que recorría la calle, su mirada brillante e insistente fija en Dean que en ese momento frunció el ceño desconcertado “¿Cómo no la vi antes?” –se preguntó sin poder dejar de mirarla y sintiéndose terriblemente atraído hacia ella sin pensarlo dos veces cruzó la calle en su busca consciente de que podía estar en problemas dada la hora que era y que realmente ella lo miraba con una expresión desvalida y tierna que podría atraer al más desinteresado de los hombres.
Eso si la sola belleza de la chica no era suficiente.
Finalmente, en pocos pasos llegó junto a ella
-¿Estás bien? ¿Te pasa algo?-le preguntó-Es peligroso que una chica tan linda esté sola en lugares oscuros como este-agregó sonriéndole galante mientras esperaba una reacción o respuesta por parte de la joven que solo lo miraba cada vez más intensamente-¿Me escuchas?-insistió Dean-¿Te sientes mal?
Unos segundos más tarde, ella abrió la boca y Dean se dispuso a escucharla con atención pero grande fue su sorpresa cuando con un tono perverso y frío le dijo
-Por supuesto que es peligroso estar solo en este lugar, pero no precisamente para mí.
Y antes de que Dean pudiera reaccionar para hacer algo, para preguntar algo o simplemente para respirar fue lanzado con violencia contra la pared del callejón hundiéndolo en la oscuridad del mismo mientras lanzaba un quejido de dolor cuando su espalda rebotó con estrépito contra la pared sujetándolo con una fuerza invisible que inmediatamente le causó un escalofrío de tensión al asociarla con los demonios a los que tantas veces había enfrentado.
A pesar de que su corazón empezó a palpitar enloquecido se maldijo a sí mismo por haber sido tan descuidado y se preparó para lo que estuviera a punto de pasar intentando con todas sus fuerzas deshacer el amarre poderoso que lo sujetaba a la pared.
Miró a la chica que se había quedado quieta con una sonrisa malvada en sus labios y sus ojos rojos brillando con intensidad, al parecer esperando por algo o por alguien. A los pocos segundos ese alguien cobró forma surgiendo como una espeluznante sombra desde la oscuridad del callejón, su cuerpo bajo y delgado estaba cubierto por una capa con capucha negra que le tapaba la totalidad de la cabeza y caía sobre su frente impidiendo ver su rostro.
Detrás de esa figura siniestra marchaban silenciosos y serios dos hombres corpulentos, de profundos ojos negros como el carbón que seguían atentamente todos los movimientos de quién parecía estaban custodiando.
-¡Malditos demonios!-gruñó Dean con odio-¡Suéltenme y les patearé el trasero a todos, incluido ese emperador Palpatine que trajeron con ustedes!-les amenazó furioso, tratando en vano de soltarse de la poderosa fuerza que lo aplastaba contra la pared.
El siniestro encapuchado se acercó tan silenciosa y sigilosamente a Dean que éste no pudo evitar un escalofrío, parecía que sus pies no tocaban la tierra y más que caminar parecía flotar. Al llegar junto a él por primera vez levantó el rostro y Dean pudo ver una pálida piel surcada de arrugas profundas, una expresión satisfecha elevaban sus labios en una malévola sonrisa, pero lo peor de todo y lo que definitivamente catapultó el corazón del cazador a un temor que pocas veces había sentido eran los ojos de un blanco anaranjado tan brillante e hipnotizador que se puso pálido con sólo mirarlo.
A pesar de que sentía su pulso acelerado y un sudor frío recorriéndole la espalda enfrentó con valor esa mirada vacía de pupilas y con el tono más seguro que pudo sacar del nudo que se le estaba formando en la garganta pudo decir
-¡Lo dicho! ¡Eres igual de feo y arrugado que el Emperador Palpatine!
Una risa profunda y cavernosa brotó del cuerpo del encapuchado que por primera vez miró a la chica que junto a los demonios estaba parada en silencio detrás de él
-Bien hecho querida-le dijo con voz tan ajada como su piel pero con un profunda gravedad que inmediatamente provocó una tensión expectante tanto en los demonios como en el cazador que infructuosamente seguía tratando de soltarse de la fuerza que lo retenía-Otro incauto cayó ante tus encantos y el hechizo de tu mirada-ante esas palabras la chica morena sonrió con orgullo mostrando unos agudos y afilados dientes que borraron todo rastro de belleza en su rostro para darle una mueca macabra de maldad-Pero esta vez-continuó el encapuchado girando de nuevo para mirar a Dean con un movimiento tan rápido que casi pasó desapercibido-Esta vez, un pez más gordo a caído en nuestro anzuelo. Nada más y nada menos que el hermano de nuestro futuro príncipe de las tinieblas-ante ese comentario los ojos de Dean se abrieron desmesuradamente y su corazón dio un vuelco conmocionado-Dean Winchester-prosiguió la siniestra figura del mal-Realmente hace mucho tiempo que quería conocerte y sobre todo hace mucho tiempo que quería hacer esto contigo-y ante la mirada espantada del rubio el viejo levantó una larga y huesuda mano y a pesar de que intentó apartarse no pudo evitar que la apoyara en su pecho sintiendo en ese momento un dolor intenso que le retorció las entrañas. Escuchando como un quejido lastimero escapaba de sus labios sin poder evitarlo todo su cuerpo se arqueó ante otra oleada de dolor que parecía estar llenándolo de un poderoso fuego interno.
De repente, todo su cuerpo sintió como si unas finas agujas de hielo se clavaran en su piel y gotas de sudor frío comenzaron a caer de su frente hasta sus ojos que hicieron un esfuerzo para mantenerse abiertos a pesar del dolor y de los puntos negros que habían comenzado a bailar ante su verde mirada brillante de desesperación.
Cuando el maligno ser retiró la mano, lo último que pudo ver antes de resbalar por la pared sumergido en las tinieblas de la inconsciencia fue la malvada sonrisa y los espantosos ojos que siguieron su recorrido hasta el suelo. Después de eso todo fue oscuridad.
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Mejor me vooooooyyyyyy!!!!! Bye!!!
Ahora si les dejo el capi(y no sé si decirles disfruten,xd,son tan raras ustedes las deanistas,jajajajja)
Capítulo 2:
No es una víctima más
En la blanca habitación del hotel de carretera todavía iluminada por intermitentes relámpagos cada vez más lejanos que avisaban que la tormenta había comenzado a amainar su poderosa fuerza, los hermanos Winchester todavía estaban discutiendo sobre el caso que los había llevado a esa ciudad.
El mayor se había quedado esperando que su hermano finalmente le contestara cuál era el patrón que había descubierto, pero impaciente como era y molesto como estaba, ya se estaba preparando para salir aún a pesar de que su hermano todavía no le había dicho nada.
-Bueno Dean, para empezar todas las víctimas son hombres que no se conocían entre sí por lo que pude averiguar hasta ahora-comenzó a relatar Sam y en ese momento Dean lo miró nuevamente sorprendido-Además tienen otras coincidencias entre ellos. Escucha esto-continuó seguro de que tenía toda la atención de su hermano mayor-Mathew Collins, 35 años, soltero, abogado. Stephen Baker, 33 años, soltero, analista en sistemas informáticos. Kevin Richardson, 36 años, arquitecto, soltero. Estas son las víctimas encontradas hasta ahora-concluyó Sam apartando con un ademán de fastidio la computadora.
-¡Tranquilo Sherlock!-trató de animarlo el rubio-Yo sólo escuché una lista de muertos que sólo tienen en común que son hombres ¿Cuál es el patrón que ves en esto?
-Dean, también las edades son aproximadas, todos son solteros, tienen una profesión ¿No te dice nada todo eso?-le preguntó
-Sí, Sam. Por supuesto que me dice algo todo eso-le dijo con aire ofendido-Seguramente esos tipos sabían como divertirse ¿No lo crees?-agregó mientras le dedicaba una sonrisa pícara reflejo de que sus pensamientos estaban dirigidos a la vida “divertida” que podían tener hombres jóvenes, exitosos y solteros.
Sam recibió el comentario con las cejas arqueadas en expresión de sorpresa pero finalmente exhaló un suspiro de cansancio y su voz denotó un leve tono de hastío cuando respondió
-Dean ¿Puedes tomar las cosas en serio por favor? No todo en la vida es eso en lo que ahora estás pensando-el rubio sonrió divertido al notar como su hermanito no llamaba a las cosas por su nombre debido a esa timidez que delante de él demostraba en cuánto a contar sus experiencias con el sexo opuesto-Lo que deberías notar es que posiblemente hayan sido atacados por algún ente, criatura o espíritu con apariencia de mujer.
-Obviamente que me di cuenta Sam-respondió el rubio con tono autosuficiente.
-Si claro, seguramente-respondió el menor un tono sarcástico recibiendo el gesto contrariado de su hermano con una sonrisa.
-Bueno sabelotodo. Entonces te quedas a descubrir que criatura “mujer”-remarcó irónico y continuó-encaja con la forma en que despachó a sus víctimas que yo me voy a hacer investigación en persona-concluyó poniéndose su eterna chaqueta de cuero marrón y ya estaba caminando hacia la puerta cuando su hermanito se paró frente a él con la ansiedad reflejada en su rostro
-Por favor Dean, no salgas a investigar solo-le pidió mirándolo anhelante.
El rubio primero hizo un gesto de fastidio pero luego ante la insistente y brillante mirada de su hermano menor se relajó un poco sonriendo levemente y se pasó una mano por el cabello mientras pensaba
-“¿Cómo diablos hace para seguir convenciéndome después de tantos años?” Definitivamente voy a tener que hacer algo al respecto”-se propuso con firmeza mientras se sentaba nuevamente frente a la mesa atestada de papeles y libros, el brillo de la pantalla de la portátil ocultando el brillo de sus ojos ante el recuerdo de un pequeñito Sammy mirándolo con los ojos ilusionados, plenos de inocencia y dulzura que mientras le pedía que lo llevara al parque y le provocaba sin quererlo el conflicto de desobedecer a su padre y a pesar de las órdenes estrictas de éste sobre no salir a ningún lado, siempre encontraba unos minutos para llevarlo a la plaza del parque cercana al motel donde estaban parando.
Lo sacó de sus recuerdos la voz de su hermano que se había sentado nuevamente frente a la pantalla
-Gracias Dean-le dijo-¿No podemos esperar a mañana para salir a investigar?-preguntó finalmente con un tono cansino que hizo que su hermano lo mirara preocupado.
-Está bien Sammy-concedió el rubio al pedido mientras observaba atentamente el rostro de su hermano menor. No se veía bien todavía, la palidez que no abandonaba su semblante desde que saliera del cuarto seguro después de haber pasado esos tres días de infierno le sobrecogió el alma con un pensamiento que lo llenó de temor y preocupación “¿Y si todavía no está recuperado y sigue necesitando esa maldita sangre de demonio”.
El sentimiento de impotencia y de horror que le causó el sólo pensarlo hizo que inmediatamente se pusiera de pie sintiendo la repentina necesidad de salir a tomar aire o de tomar algo de alcohol. Ese nudo que comenzó a crecer en su pecho desde que lo escuchara gritar por ayuda preso de alucinaciones y dolor habían dejado una huella tan honda en su alma que no se iba ni cuando trataba de que la borrachera se llevara con el sopor el peso de las penas.
Esa desesperación que lo había hecho orar por ayuda mientras miraba a los cielos con lágrimas de angustia brillando en sus ojos estaba arraigada en su pecho como una garra helada que le oprimía el alma hasta dejarlo casi sin respiración y, esa falta de respuesta, de ayuda, esa soledad que estaba sintiendo le imprimían más y más peso a la carga que sentía sobre sus hombros, tanto, que prácticamente lo estaban arrastrando al borde de una decisión que jamás se le hubiera ocurrido pensar que podía tomar permitiendo que su cuerpo sea usado como envase por el Árcangel Miguel.
Mientras se pasaba una mano por la cabeza tratando de despejar esos pensamientos que le traían sólo dolor se volvió nuevamente a mirar a su hermano que se había quedado callado, observándolo sorprendido ante su repentina acción pero seguro de que los pensamientos que en ese momento su hermano mayor tenía no eran para nada relacionados con el caso.
Preocupado, intentó serenar sus latidos frenéticos al sospechar que la angustia de Dean estaba relacionada con él mismo. Ya no quería seguir siendo una carga para su hermano y estaba harto de que todas las personas que lo rodeaban terminaran heridas o muertas por su culpa, por haber sido el elegido para llevar al más grande mal entre todos los grandes males.
No podía volver el tiempo atrás y recuperar a todos aquellos que había perdido pero, viendo la mirada dolida de su hermano y la expresión cansada que reflejaba su rostro, no pudo menos que jurarse que nunca iba a dejar que la única persona que le importaba, la que significaba para él todo lo que no recibió de su madre o de su padre, se perdiera en el abismo en el que parecía estar cayendo poco a poco.
El silencio que había llenado la habitación con una tristeza palpable fue roto a los pocos minutos por la voz del mayor que después de mirar a los ojos de su hermano y encontrando allí esa típica mirada de culpabilidad y sentimientos previa a los momentos en que todo derivaba en esas charlas que él calificaba como de nenazas, se apresuró en decir algo que alejara a su hermano de la idea de tener esos momentos sentimentales.
-¿Por qué no descansas un rato Sammy? ¡Tienes los ojos enrojecidos de tanto mirar esa pantalla! Lo único que faltaría para completar lo nerd que eres que tengas que usar anteojos-agregó dándole una palmada en el hombro.
-¡Ja, ja!-ironizó el menor-¡Muy gracioso!
-¡Tú lo dijiste Sammy! A mí me tocó ser el gracioso y a ti el sabelotodo así que iré a hacer uso de uno de mis encantos y voy a conseguir algo para comer ¡Me estoy muriendo de hambre!-agregó tocándose el estómago.
Sam recibió el comentario arqueando las cejas en expresión asombrada y con un suspiro de resignación le sonrió.
Tan fácil era ver como su hermano pasaba del modo hermano protector al modo chistoso despreocupado que no pudo menos que sonreírle agradecido y algo aliviado de ver que su humor estaba mejorando.
Desde hacía ya un tiempo largo estaba siendo testigo de un lado que no conocía de su hermano mayor. La apatía y la indiferencia que a veces podía encontrar en su mirada hacían mella en su alma más que cualquier palabra que él pudiera decirle. Cada vez más frecuentemente sentía que el fuerte, el indestructible Dean Winchester, su héroe, su fortaleza, se estaba derrumbando poco a poco junto con las esperanzas de que la humanidad estuviera a salvo del Apocalipsis que extendía sus tentáculos de maldad con una fuerza al parecer irrefrenable.
-Enseguida regreso-dijo el rubio y sin esperar respuesta salió de la habitación bajo la atenta mirada de Sam que sólo murmuró para sí
-Ten cuidado Dean. No sé porque pero esto no me gusta nada.
Unos veinte minutos después el mayor de los Winchester salía de una casa de comidas rápidas que demoró más de lo que quería en encontrar, pero teniendo en cuenta que casi era las dos de la madrugada, se consideró afortunado de estar portando unas bolsas de papel madera con unas suculentas hamburguesas cuyo aroma estaba tentándolo demasiado.
Caminó con rapidez hacia su auto estacionado a pocos metros de allí, justo enfrente de un oscuro y tenebroso callejón dónde se podían ver las formas oscuras de algunos contenedores de basura, esquivando algunos charcos que la intensa lluvia que caía hasta hacía unos momentos había dejado en la vereda y en las calles del tranquilo lugar. Cuando llegó a su auto, abrió la puerta del copiloto y lanzó las bolsas ahí mientras miraba al cielo ansioso de ver las estrellas y que esa dichosa tormenta se hubiera alejado definitivamente. Una gota pequeña cayó en su cara desde los cables de la electricidad, y sintiendo la fresca gotita recorrer su mejilla levantó la mano para secársela mientras cerraba la puerta.
Fue justo en ese momento cuando la vio.
Parada en la vereda de enfrente junto al callejón, estaba una hermosa chica de largos cabellos negros que en ese momento ondeaban al compás de la suave brisa que recorría la calle, su mirada brillante e insistente fija en Dean que en ese momento frunció el ceño desconcertado “¿Cómo no la vi antes?” –se preguntó sin poder dejar de mirarla y sintiéndose terriblemente atraído hacia ella sin pensarlo dos veces cruzó la calle en su busca consciente de que podía estar en problemas dada la hora que era y que realmente ella lo miraba con una expresión desvalida y tierna que podría atraer al más desinteresado de los hombres.
Eso si la sola belleza de la chica no era suficiente.
Finalmente, en pocos pasos llegó junto a ella
-¿Estás bien? ¿Te pasa algo?-le preguntó-Es peligroso que una chica tan linda esté sola en lugares oscuros como este-agregó sonriéndole galante mientras esperaba una reacción o respuesta por parte de la joven que solo lo miraba cada vez más intensamente-¿Me escuchas?-insistió Dean-¿Te sientes mal?
Unos segundos más tarde, ella abrió la boca y Dean se dispuso a escucharla con atención pero grande fue su sorpresa cuando con un tono perverso y frío le dijo
-Por supuesto que es peligroso estar solo en este lugar, pero no precisamente para mí.
Y antes de que Dean pudiera reaccionar para hacer algo, para preguntar algo o simplemente para respirar fue lanzado con violencia contra la pared del callejón hundiéndolo en la oscuridad del mismo mientras lanzaba un quejido de dolor cuando su espalda rebotó con estrépito contra la pared sujetándolo con una fuerza invisible que inmediatamente le causó un escalofrío de tensión al asociarla con los demonios a los que tantas veces había enfrentado.
A pesar de que su corazón empezó a palpitar enloquecido se maldijo a sí mismo por haber sido tan descuidado y se preparó para lo que estuviera a punto de pasar intentando con todas sus fuerzas deshacer el amarre poderoso que lo sujetaba a la pared.
Miró a la chica que se había quedado quieta con una sonrisa malvada en sus labios y sus ojos rojos brillando con intensidad, al parecer esperando por algo o por alguien. A los pocos segundos ese alguien cobró forma surgiendo como una espeluznante sombra desde la oscuridad del callejón, su cuerpo bajo y delgado estaba cubierto por una capa con capucha negra que le tapaba la totalidad de la cabeza y caía sobre su frente impidiendo ver su rostro.
Detrás de esa figura siniestra marchaban silenciosos y serios dos hombres corpulentos, de profundos ojos negros como el carbón que seguían atentamente todos los movimientos de quién parecía estaban custodiando.
-¡Malditos demonios!-gruñó Dean con odio-¡Suéltenme y les patearé el trasero a todos, incluido ese emperador Palpatine que trajeron con ustedes!-les amenazó furioso, tratando en vano de soltarse de la poderosa fuerza que lo aplastaba contra la pared.
El siniestro encapuchado se acercó tan silenciosa y sigilosamente a Dean que éste no pudo evitar un escalofrío, parecía que sus pies no tocaban la tierra y más que caminar parecía flotar. Al llegar junto a él por primera vez levantó el rostro y Dean pudo ver una pálida piel surcada de arrugas profundas, una expresión satisfecha elevaban sus labios en una malévola sonrisa, pero lo peor de todo y lo que definitivamente catapultó el corazón del cazador a un temor que pocas veces había sentido eran los ojos de un blanco anaranjado tan brillante e hipnotizador que se puso pálido con sólo mirarlo.
A pesar de que sentía su pulso acelerado y un sudor frío recorriéndole la espalda enfrentó con valor esa mirada vacía de pupilas y con el tono más seguro que pudo sacar del nudo que se le estaba formando en la garganta pudo decir
-¡Lo dicho! ¡Eres igual de feo y arrugado que el Emperador Palpatine!
Una risa profunda y cavernosa brotó del cuerpo del encapuchado que por primera vez miró a la chica que junto a los demonios estaba parada en silencio detrás de él
-Bien hecho querida-le dijo con voz tan ajada como su piel pero con un profunda gravedad que inmediatamente provocó una tensión expectante tanto en los demonios como en el cazador que infructuosamente seguía tratando de soltarse de la fuerza que lo retenía-Otro incauto cayó ante tus encantos y el hechizo de tu mirada-ante esas palabras la chica morena sonrió con orgullo mostrando unos agudos y afilados dientes que borraron todo rastro de belleza en su rostro para darle una mueca macabra de maldad-Pero esta vez-continuó el encapuchado girando de nuevo para mirar a Dean con un movimiento tan rápido que casi pasó desapercibido-Esta vez, un pez más gordo a caído en nuestro anzuelo. Nada más y nada menos que el hermano de nuestro futuro príncipe de las tinieblas-ante ese comentario los ojos de Dean se abrieron desmesuradamente y su corazón dio un vuelco conmocionado-Dean Winchester-prosiguió la siniestra figura del mal-Realmente hace mucho tiempo que quería conocerte y sobre todo hace mucho tiempo que quería hacer esto contigo-y ante la mirada espantada del rubio el viejo levantó una larga y huesuda mano y a pesar de que intentó apartarse no pudo evitar que la apoyara en su pecho sintiendo en ese momento un dolor intenso que le retorció las entrañas. Escuchando como un quejido lastimero escapaba de sus labios sin poder evitarlo todo su cuerpo se arqueó ante otra oleada de dolor que parecía estar llenándolo de un poderoso fuego interno.
De repente, todo su cuerpo sintió como si unas finas agujas de hielo se clavaran en su piel y gotas de sudor frío comenzaron a caer de su frente hasta sus ojos que hicieron un esfuerzo para mantenerse abiertos a pesar del dolor y de los puntos negros que habían comenzado a bailar ante su verde mirada brillante de desesperación.
Cuando el maligno ser retiró la mano, lo último que pudo ver antes de resbalar por la pared sumergido en las tinieblas de la inconsciencia fue la malvada sonrisa y los espantosos ojos que siguieron su recorrido hasta el suelo. Después de eso todo fue oscuridad.
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sammynanci- Hell´s Angel
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Re: I´D DIE FOR YOU
Por Dios Dean!!!, siempre cayendo ante una mujer hermosa, eso le pasa por fácil, pero igual lo adoro y Nanci ¿por qué lo haces sufrir tanto?
Bueno no comento más porque mi hija me esta mirando con cara de enojo ..ajaajaaja es que estamos de vacaciones y me hizo prometer que no vería SPN mientras estamos en la playa, aunque no dijo nada de los fics pero igual mejor me desconecto.
Besos!!!
Bueno no comento más porque mi hija me esta mirando con cara de enojo ..ajaajaaja es que estamos de vacaciones y me hizo prometer que no vería SPN mientras estamos en la playa, aunque no dijo nada de los fics pero igual mejor me desconecto.
Besos!!!
patriciamv3- En la puerta del infierno...
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Re: I´D DIE FOR YOU
jajajajajaja te tienen controlada, patri!!!! Los míos los mando con el padre, así esta hora es exclusiva mía y de SPN y de los fics, en fin. Capi fantástico, me puso super nerviosa.. todo esto no tiene buena pinta...
ainssss mi nene preocupadito es lo más, y luego atacado por esa tipa... mmmmmm
ainssss mi nene preocupadito es lo más, y luego atacado por esa tipa... mmmmmm
cassandra_2010- En la puerta del infierno...
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Localización : con Sam y con Dean, dondequiera que vayan...
Fecha de inscripción : 03/02/2010
Re: I´D DIE FOR YOU
Hola amigas!! Veo que las dos se las rebuscan para leer o dedicarse a la serie aunque las miren de reojo,jajajajaj. Gracias de verdad por estar acá y perdón por la demora en publicar,xd.
A mi además de mi hijo me tiene ocupada el verano y la playa y las vacaciones de ambos (me tienen más que ocupada,a veces ni prendo la pc)pero en este caso como son mis fieles seguidoras y ambas deanistas de corazón(aunque Cass se unió al club de las samistas,jajajajj)se merecerían que en el día de hoy les deje dos capítulos, en serio.Pero como cada vez escribo más y más y a veces me paso las 5 hojas de word para que no se cansen hoy dejo uno y mañana el otro,y si no puedo por alguna causa el jueves seguro porque tengo que dejar la última parte de I´ll be there for you.
¿Vieron que aunque estando en las arenas calientes de las playas del caribe canaya(o sea mi club) aún sigo pensando en mis fics?
Y así quedo porque es la primera vez que estoy escribiendo tres a la vez,xd!!!
Bueno sin más las dejo con el siguiente capi y un beso grande de mi parte
¡¡¡¡Las quiero amigas!!!
Capítulo 3:
El peor dolor
La profunda oscuridad densa y pegajosa que le hacía sentir como si estuviera hundido en petróleo fue desintegrándose lentamente al tiempo que pequeños haces de luz comenzaran a filtrarse poco a poco en la negrura de la inconsciencia trayéndolo lentamente a la realidad junto a un remolino de sensaciones que se apresuraron en hacerse notar en cuanto Dean Winchester entreabrió sus labios para dejar escapar un quejido lastimero mientras trataba de abrir unos párpados que pesaban como plomo.
En medio de ese esfuerzo su primer pensamiento desconectado fue “¡Diablos! ¿Cuánto whisky tomé ayer?" pero,luego, cuando al fin entreabrió sus ojos unos segundos, su mirada le devolvió un piso húmedo y sucio que no tenía nada que ver con su cama del hotel por lo que se dio cuenta de que estaba tirado en un cemento duro y frío.
Un extraño cosquilleo en su mano terminó de despertar sus sentidos abriendo bruscamente los párpados para encontrar casi junto a su cara, olisqueando su mano que justo había caído pegada a su mejilla cuando el desmayo lo arrancara de ese dolor, a una enorme y peluda rata a la que se apresuró a apartar de un manotón con un gesto de rechazo y asco que lo hizo fruncir el ceño trayéndole la nitidez de un incipiente dolor de cabeza en el latido que acudió a sus sienes.
La rata se alejó con un chillido hacia la profunda oscuridad del callejón, el cazador con su vista aún fija en ella, trataba de sentarse para retomar así el control de su cuerpo entumecido.
No podía calcular cuanto tiempo hacía que estaba ahí pero la noche todavía era sombría y densa. Aunque ya no llovía, grandes nubarrones negros tornaban más tenebrosa la realidad a la que el confuso joven trataba de ajustarse.
Todo le daba vueltas, los párpados pugnaban por permanecer cerrados mientras que el resto de sus sentidos enviaban destellos confusos a su cerebro aturdido.
Cuando finalmente puso las manos en el piso para enderezarse se dio cuenta de lo mojado y frío que estaba. Reajustar su respiración le ocasionó un dolor en sus costillas y una sensación de intensa quemazón en su pecho justo ahí donde ese ser maligno lo había tocado.
Sus oídos pitaban constantemente compitiendo el zumbido con el golpetear frenético de su corazón que se aceleró de repente en cuanto se sentó y todo comenzó a dar vueltas.
-¡Mierda!-exclamó Dean mientras apoyaba la espalda en la fría pared tratando de afianzar un ancla que detuviera la bamboleante realidad-¡Por esto nunca pienso subirme a un barco!-agregó irónico sintiendo como la bilis subía por la parte posterior de su garganta.
Respiró hondo tratando de controlar la sensación de náuseas que el mareo le ocasionara y fue cuando un intenso olor putrefacto llenó su olfato provocándole un fuerte reflejo de rechazo que le produjo otra oleada de náuseas. Con una mueca de asco se tapó con una mano la nariz y la boca mientras se ponía de pie dispuesto a alejarse de ese horrible lugar.
De repente, todos sus sentidos de cazador se pusieron en alerta cuando ese aroma despertó en su memoria el recuerdo del intenso olor a azufre, similar al de los huevos podridos, que sólo los demonios más poderosos poseían.
Alarmado, revisó con mirada penetrante todo lo que las débiles luces de la calle cercana al callejón alcanzaban a iluminar tratando de vislumbrar, entre los contenedores de basura, alguna presencia amenazante que justificara ese repentino aroma.
La oscuridad era profunda y densa, el viento soplaba con una brisa leve y constante arrastrando papeles, bolsas y hojas por todo el callejón. Vapores blanquecinos salían desde algunas de las cañerías de los edificios circundantes dificultando aún más la visión del mayor de los Winchester quien, con todos sus sentidos alertas, revisaba tenso todo su alrededor. Finalmente, con un suspiro aliviado, se dijo
-¡Debo estar loco! Estoy rodeado de basura, es lógico que haya este olor. ¡Me largo de aquí!-agregó dispuesto a alejarse hacia su auto que apenas se veía en la distancia, su forma oscura y grande fácilmente reconocible para Dean aunque apenas se distinguiera su parte delantera.
Cuando intentó dar un paso hacia delante, centrado como estaba en reunirse con su amado Impala y alejarse de ese horrible lugar, apenas pudo creerlo cuando escuchó una voz grave y profunda proveniente de las negras sombras del callejón haciendo que se detuviera en el acto casi paralizando su corazón. Los vellos de su nuca se erizaron cuando creyó reconocer ese tono de voz tan siniestro y malvado que le dijera
-¿Vas a algún lado Winchester?-un dejo de ironía malvada en esa voz le resultó extrañamente familiar por lo que lentamente giró la cabeza hacia el lugar de donde provenía el sonido sintiendo su corazón latir precipitadamente, su pulso acelerado y un miedo que nunca pensó que sentiría cuando creyó reconocer esa peculiar forma de hablar.
Con una extraña opresión en el pecho fijó su mirada en la oscuridad descubriendo horrorizado dos puntos amarillos reluciendo como dos topacios bajo el sol. Esa visión hizo que su corazón diera un vuelco, dejándolo paralizado por un momento y su frente se llenó de un sudor frío, surcada por líneas de confusión y enojo a la vez.
-¡No puede ser!-murmuró consternado-¡Estoy alucinando! ¡No puede ser! ¡No puede ser él!-agregó en un murmullo tembloroso, rechazando con pavor la sola idea de lo que pensara fuera posible.
Parpadeó con fuerza una vez más tratando de enfocar mejor su vista con la esperanza de que al abrirlos nuevamente la visión de esos ojos amarillos desapareciera y que esa voz que escuchara haya sido sólo producto de lo confundido y dolorido que había quedado tras su encuentro con ese malévolo ser sobrenatural.
Pero su deseo se esfumó en cuanto abrió los ojos y no sólo distinguió nuevamente esas pupilas horrendas sino que la silueta oscura de un hombre se destacó en la penumbra del lugar para luego ser inmediatamente lanzado hacia atrás dejándolo nuevamente atrapado contra la pared, inmóvil y dolorido, terriblemente consciente de que ese ser era muy real.
-¡Hijo de perra!-insultó Dean tras el quejido que escapara de sus labios luego de que sus huesos chocaran violentamente contra la fría pared-¡Estabas muerto! ¡Yo mismo te maté!
Una risa ronca, profunda y siniestra, le respondió desde la oscuridad y de repente Azazel, el demonio de ojos amarillos que el cazador había eliminado esa noche en el cementerio donde se abrieran las Puertas del Infierno gracias a la oportuna intervención del alma de su padre y de la última bala de la Colt, surgió desde las sombras para materializarse delante del espantado joven.
-Pues aquí me ves, Winchester. Estoy vivo, muy vivo-respondió con un tono tan oscuro y malvado que Dean no pudo evitar un estremecimiento que le sobrecogió el alma-Es más, recuerdo muy bien que fuiste tú el que me asesinó-continuó el demonio mientras se acercaba amenazadoramente hasta quedar enfrentado cara a cara con el mayor de los hermanos cazadores-Y por ello no creas que no voy a hacértelo pagar-culminó con la amenaza impresa en el tono de su voz y en la fuerte mirada con la que fijó sus ojos en los suyos.
El rubio se preparó para sentir ese dolor agonizante que lo abrasara por dentro como un fuego, que ya le había hecho sentir tiempo atrás, enfrentándolo con todo el valor y el odio reflejado en su mirada. Aunque por dentro su corazón golpeara frenético en su pecho en respuesta a la sorpresa, la tensión y el temor que el hecho de tener frente suyo, nuevamente, al asesino de su madre, al que tuviera a su hermano como centro de un siniestro plan, al que le arrancara la vida a su padre, al que había acabado con esos abuelos que conociera en su viaje al pasado y que ahora estaba delante de él, vivo, poderosamente amenazante y aterrador.
-¡Ya te maté una vez maldito bastardo!-dijo Dean con furia rompiendo el silencio pesado que se instalara entre ellos-¡Aunque ahora me asesines yo también voy a volver y tarde o temprano te mataré!-amenazó el joven con todo el odio contenido en su tono de voz.
Azazel lo miró sonriente entrecerrando los párpados mientras inclinaba la cabeza hacia un lado como evaluando con la mirada la reacción del cazador. Sus ojos amarillos lo observaban intensamente sumido en un sombrío silencio que resultaba más y más amenazante a medida que los segundos pasaban con opresiva lentitud.
De repente, sus ojos destellaron como el fuego y Dean sintió un dolor tan agudo y penetrante que retorció su interior con una oleada poderosa de agónico sufrimiento que tan repentinamente como había llegado se desvaneció antes de que el joven pudiera emitir un solo quejido.
-Sé de tus amigos ángeles Winchester-le dijo Azazel sin dejar de mirarlo fijamente-Sé que si te matara te traerían de vuelta como mi amo hizo conmigo ni bien salió de su jaula gracias a tu hermano, mi pequeño psíquico preferido-remarcó recibiendo la mirada llena de odio de Dean la que fue recibida por el poderoso demonio con una sonrisa malvada surcando sus labios. Luego caminó unos pasos lejos del cazador y agregó-Pero también sé que hay algo para ti que es peor que la muerte-el cuerpo del rubio inmediatamente se tensó, todos sus instintos de protector hermano mayor se dispararon frenéticos al igual que los latidos de su corazón temiendo escuchar lo que finalmente escuchó-y cuando me lleve a tu hermanito conmigo sólo lo volverás a ver cuando esté reinando sobre la Tierra llevando en él a Lucifer.
-¡No te atrevas!-gritó Dean con furia e impotencia-¡No te acerques a mi hermano maldito fenómeno porque desearás volver al infierno de donde saliste!-su tono grave y ronco dejaba traslucir la tensión y el odio que le provocaran las palabras de Azazel que observaba sonriente los esfuerzos inútiles del cazador de liberarse de la fuerza invisible que lo mantenía contra la pared.
-Dean…Dean…tan irascible como tu padre-ironizó el demonio meneando la cabeza-Pero, al igual que él, no podrás evitar el destino de Sam. Él es nuestro desde hace tiempo, mucho tiempo-recalcó-y aunque trataras de ocultarlo de nosotros con esas marcas que tus amigos ángeles les hicieron, yo siempre lo encontraré-ante tal afirmación segura Dean levantó la vista preocupado y con más fuerza que antes trató de soltarse de las ataduras del poder del demonio que sólo se acercó nuevamente hasta quedar casi cara a cara y agregó con un tono de voz aún más grave y siniestro-Tu hermano no sólo es mi preferido, es más que eso para mí. No sólo le di a beber de mi sangre-el rubio frunció el ceño desconcertado, sabía que los demonios mentían pero no podía evitar sentir como se le estrujaba el alma con la sola mención de que su hermano fuera tan especial para este ser del infierno y, cuando el poderoso demonio de ojos amarillos continuó hablando, lo que dijera lo sumió en un espantoso mundo.
Lleno de dolor, con el alma desgarrada, con lágrimas en los ojos, sintiendo como si estuviera hundiéndose lentamente en un pozo sin fin, su corazón latiendo enloquecido retumbando en sus oídos con un sordo palpitar, el sudor frío surcando su frente y casi sin respiración fue resbalando despacio hacia el suelo como si las piernas no lo pudieran sostener cuando el poder del demonio se disolviera al tiempo que desaparecía en medio de la oscuridad y en su mente sólo quedaba espacio para las palabras que el ser del infierno le dijera y que aún retumbaban en sus oídos-“Él es mi hijo”.
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Mejor me retiro no sin antes decirte patri querida que la culpable de hacer sufrir a Dean no soy yo(está bien que yo escribo si pero la que me lo pidió fue mi hermanita del alma Silvana (o sea Cass))que conste,jejejej
A mi además de mi hijo me tiene ocupada el verano y la playa y las vacaciones de ambos (me tienen más que ocupada,a veces ni prendo la pc)pero en este caso como son mis fieles seguidoras y ambas deanistas de corazón(aunque Cass se unió al club de las samistas,jajajajj)se merecerían que en el día de hoy les deje dos capítulos, en serio.Pero como cada vez escribo más y más y a veces me paso las 5 hojas de word para que no se cansen hoy dejo uno y mañana el otro,y si no puedo por alguna causa el jueves seguro porque tengo que dejar la última parte de I´ll be there for you.
¿Vieron que aunque estando en las arenas calientes de las playas del caribe canaya(o sea mi club) aún sigo pensando en mis fics?
Y así quedo porque es la primera vez que estoy escribiendo tres a la vez,xd!!!
Bueno sin más las dejo con el siguiente capi y un beso grande de mi parte
¡¡¡¡Las quiero amigas!!!
Capítulo 3:
El peor dolor
La profunda oscuridad densa y pegajosa que le hacía sentir como si estuviera hundido en petróleo fue desintegrándose lentamente al tiempo que pequeños haces de luz comenzaran a filtrarse poco a poco en la negrura de la inconsciencia trayéndolo lentamente a la realidad junto a un remolino de sensaciones que se apresuraron en hacerse notar en cuanto Dean Winchester entreabrió sus labios para dejar escapar un quejido lastimero mientras trataba de abrir unos párpados que pesaban como plomo.
En medio de ese esfuerzo su primer pensamiento desconectado fue “¡Diablos! ¿Cuánto whisky tomé ayer?" pero,luego, cuando al fin entreabrió sus ojos unos segundos, su mirada le devolvió un piso húmedo y sucio que no tenía nada que ver con su cama del hotel por lo que se dio cuenta de que estaba tirado en un cemento duro y frío.
Un extraño cosquilleo en su mano terminó de despertar sus sentidos abriendo bruscamente los párpados para encontrar casi junto a su cara, olisqueando su mano que justo había caído pegada a su mejilla cuando el desmayo lo arrancara de ese dolor, a una enorme y peluda rata a la que se apresuró a apartar de un manotón con un gesto de rechazo y asco que lo hizo fruncir el ceño trayéndole la nitidez de un incipiente dolor de cabeza en el latido que acudió a sus sienes.
La rata se alejó con un chillido hacia la profunda oscuridad del callejón, el cazador con su vista aún fija en ella, trataba de sentarse para retomar así el control de su cuerpo entumecido.
No podía calcular cuanto tiempo hacía que estaba ahí pero la noche todavía era sombría y densa. Aunque ya no llovía, grandes nubarrones negros tornaban más tenebrosa la realidad a la que el confuso joven trataba de ajustarse.
Todo le daba vueltas, los párpados pugnaban por permanecer cerrados mientras que el resto de sus sentidos enviaban destellos confusos a su cerebro aturdido.
Cuando finalmente puso las manos en el piso para enderezarse se dio cuenta de lo mojado y frío que estaba. Reajustar su respiración le ocasionó un dolor en sus costillas y una sensación de intensa quemazón en su pecho justo ahí donde ese ser maligno lo había tocado.
Sus oídos pitaban constantemente compitiendo el zumbido con el golpetear frenético de su corazón que se aceleró de repente en cuanto se sentó y todo comenzó a dar vueltas.
-¡Mierda!-exclamó Dean mientras apoyaba la espalda en la fría pared tratando de afianzar un ancla que detuviera la bamboleante realidad-¡Por esto nunca pienso subirme a un barco!-agregó irónico sintiendo como la bilis subía por la parte posterior de su garganta.
Respiró hondo tratando de controlar la sensación de náuseas que el mareo le ocasionara y fue cuando un intenso olor putrefacto llenó su olfato provocándole un fuerte reflejo de rechazo que le produjo otra oleada de náuseas. Con una mueca de asco se tapó con una mano la nariz y la boca mientras se ponía de pie dispuesto a alejarse de ese horrible lugar.
De repente, todos sus sentidos de cazador se pusieron en alerta cuando ese aroma despertó en su memoria el recuerdo del intenso olor a azufre, similar al de los huevos podridos, que sólo los demonios más poderosos poseían.
Alarmado, revisó con mirada penetrante todo lo que las débiles luces de la calle cercana al callejón alcanzaban a iluminar tratando de vislumbrar, entre los contenedores de basura, alguna presencia amenazante que justificara ese repentino aroma.
La oscuridad era profunda y densa, el viento soplaba con una brisa leve y constante arrastrando papeles, bolsas y hojas por todo el callejón. Vapores blanquecinos salían desde algunas de las cañerías de los edificios circundantes dificultando aún más la visión del mayor de los Winchester quien, con todos sus sentidos alertas, revisaba tenso todo su alrededor. Finalmente, con un suspiro aliviado, se dijo
-¡Debo estar loco! Estoy rodeado de basura, es lógico que haya este olor. ¡Me largo de aquí!-agregó dispuesto a alejarse hacia su auto que apenas se veía en la distancia, su forma oscura y grande fácilmente reconocible para Dean aunque apenas se distinguiera su parte delantera.
Cuando intentó dar un paso hacia delante, centrado como estaba en reunirse con su amado Impala y alejarse de ese horrible lugar, apenas pudo creerlo cuando escuchó una voz grave y profunda proveniente de las negras sombras del callejón haciendo que se detuviera en el acto casi paralizando su corazón. Los vellos de su nuca se erizaron cuando creyó reconocer ese tono de voz tan siniestro y malvado que le dijera
-¿Vas a algún lado Winchester?-un dejo de ironía malvada en esa voz le resultó extrañamente familiar por lo que lentamente giró la cabeza hacia el lugar de donde provenía el sonido sintiendo su corazón latir precipitadamente, su pulso acelerado y un miedo que nunca pensó que sentiría cuando creyó reconocer esa peculiar forma de hablar.
Con una extraña opresión en el pecho fijó su mirada en la oscuridad descubriendo horrorizado dos puntos amarillos reluciendo como dos topacios bajo el sol. Esa visión hizo que su corazón diera un vuelco, dejándolo paralizado por un momento y su frente se llenó de un sudor frío, surcada por líneas de confusión y enojo a la vez.
-¡No puede ser!-murmuró consternado-¡Estoy alucinando! ¡No puede ser! ¡No puede ser él!-agregó en un murmullo tembloroso, rechazando con pavor la sola idea de lo que pensara fuera posible.
Parpadeó con fuerza una vez más tratando de enfocar mejor su vista con la esperanza de que al abrirlos nuevamente la visión de esos ojos amarillos desapareciera y que esa voz que escuchara haya sido sólo producto de lo confundido y dolorido que había quedado tras su encuentro con ese malévolo ser sobrenatural.
Pero su deseo se esfumó en cuanto abrió los ojos y no sólo distinguió nuevamente esas pupilas horrendas sino que la silueta oscura de un hombre se destacó en la penumbra del lugar para luego ser inmediatamente lanzado hacia atrás dejándolo nuevamente atrapado contra la pared, inmóvil y dolorido, terriblemente consciente de que ese ser era muy real.
-¡Hijo de perra!-insultó Dean tras el quejido que escapara de sus labios luego de que sus huesos chocaran violentamente contra la fría pared-¡Estabas muerto! ¡Yo mismo te maté!
Una risa ronca, profunda y siniestra, le respondió desde la oscuridad y de repente Azazel, el demonio de ojos amarillos que el cazador había eliminado esa noche en el cementerio donde se abrieran las Puertas del Infierno gracias a la oportuna intervención del alma de su padre y de la última bala de la Colt, surgió desde las sombras para materializarse delante del espantado joven.
-Pues aquí me ves, Winchester. Estoy vivo, muy vivo-respondió con un tono tan oscuro y malvado que Dean no pudo evitar un estremecimiento que le sobrecogió el alma-Es más, recuerdo muy bien que fuiste tú el que me asesinó-continuó el demonio mientras se acercaba amenazadoramente hasta quedar enfrentado cara a cara con el mayor de los hermanos cazadores-Y por ello no creas que no voy a hacértelo pagar-culminó con la amenaza impresa en el tono de su voz y en la fuerte mirada con la que fijó sus ojos en los suyos.
El rubio se preparó para sentir ese dolor agonizante que lo abrasara por dentro como un fuego, que ya le había hecho sentir tiempo atrás, enfrentándolo con todo el valor y el odio reflejado en su mirada. Aunque por dentro su corazón golpeara frenético en su pecho en respuesta a la sorpresa, la tensión y el temor que el hecho de tener frente suyo, nuevamente, al asesino de su madre, al que tuviera a su hermano como centro de un siniestro plan, al que le arrancara la vida a su padre, al que había acabado con esos abuelos que conociera en su viaje al pasado y que ahora estaba delante de él, vivo, poderosamente amenazante y aterrador.
-¡Ya te maté una vez maldito bastardo!-dijo Dean con furia rompiendo el silencio pesado que se instalara entre ellos-¡Aunque ahora me asesines yo también voy a volver y tarde o temprano te mataré!-amenazó el joven con todo el odio contenido en su tono de voz.
Azazel lo miró sonriente entrecerrando los párpados mientras inclinaba la cabeza hacia un lado como evaluando con la mirada la reacción del cazador. Sus ojos amarillos lo observaban intensamente sumido en un sombrío silencio que resultaba más y más amenazante a medida que los segundos pasaban con opresiva lentitud.
De repente, sus ojos destellaron como el fuego y Dean sintió un dolor tan agudo y penetrante que retorció su interior con una oleada poderosa de agónico sufrimiento que tan repentinamente como había llegado se desvaneció antes de que el joven pudiera emitir un solo quejido.
-Sé de tus amigos ángeles Winchester-le dijo Azazel sin dejar de mirarlo fijamente-Sé que si te matara te traerían de vuelta como mi amo hizo conmigo ni bien salió de su jaula gracias a tu hermano, mi pequeño psíquico preferido-remarcó recibiendo la mirada llena de odio de Dean la que fue recibida por el poderoso demonio con una sonrisa malvada surcando sus labios. Luego caminó unos pasos lejos del cazador y agregó-Pero también sé que hay algo para ti que es peor que la muerte-el cuerpo del rubio inmediatamente se tensó, todos sus instintos de protector hermano mayor se dispararon frenéticos al igual que los latidos de su corazón temiendo escuchar lo que finalmente escuchó-y cuando me lleve a tu hermanito conmigo sólo lo volverás a ver cuando esté reinando sobre la Tierra llevando en él a Lucifer.
-¡No te atrevas!-gritó Dean con furia e impotencia-¡No te acerques a mi hermano maldito fenómeno porque desearás volver al infierno de donde saliste!-su tono grave y ronco dejaba traslucir la tensión y el odio que le provocaran las palabras de Azazel que observaba sonriente los esfuerzos inútiles del cazador de liberarse de la fuerza invisible que lo mantenía contra la pared.
-Dean…Dean…tan irascible como tu padre-ironizó el demonio meneando la cabeza-Pero, al igual que él, no podrás evitar el destino de Sam. Él es nuestro desde hace tiempo, mucho tiempo-recalcó-y aunque trataras de ocultarlo de nosotros con esas marcas que tus amigos ángeles les hicieron, yo siempre lo encontraré-ante tal afirmación segura Dean levantó la vista preocupado y con más fuerza que antes trató de soltarse de las ataduras del poder del demonio que sólo se acercó nuevamente hasta quedar casi cara a cara y agregó con un tono de voz aún más grave y siniestro-Tu hermano no sólo es mi preferido, es más que eso para mí. No sólo le di a beber de mi sangre-el rubio frunció el ceño desconcertado, sabía que los demonios mentían pero no podía evitar sentir como se le estrujaba el alma con la sola mención de que su hermano fuera tan especial para este ser del infierno y, cuando el poderoso demonio de ojos amarillos continuó hablando, lo que dijera lo sumió en un espantoso mundo.
Lleno de dolor, con el alma desgarrada, con lágrimas en los ojos, sintiendo como si estuviera hundiéndose lentamente en un pozo sin fin, su corazón latiendo enloquecido retumbando en sus oídos con un sordo palpitar, el sudor frío surcando su frente y casi sin respiración fue resbalando despacio hacia el suelo como si las piernas no lo pudieran sostener cuando el poder del demonio se disolviera al tiempo que desaparecía en medio de la oscuridad y en su mente sólo quedaba espacio para las palabras que el ser del infierno le dijera y que aún retumbaban en sus oídos-“Él es mi hijo”.
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Mejor me retiro no sin antes decirte patri querida que la culpable de hacer sufrir a Dean no soy yo(está bien que yo escribo si pero la que me lo pidió fue mi hermanita del alma Silvana (o sea Cass))que conste,jejejej
sammynanci- Hell´s Angel
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Re: I´D DIE FOR YOU
OMG, no puede ser Sammy hijo del YED, nooooooo!!! , ¿es mentira cierto? cierto???? please!!!!!
Ahora yo pense que Cass es decir Silvana era Deanista, pero quiere que mi Dean sufra ...no no no no ...Cass eso esta mal, yo quiero ver a mi bebe feliz, adoro la sonrisa de Dean, sus pecas, sus ojos, bueno para que enumero si lo adoro enterito...jajajajaja
Bueno espero el nuevo capítulo dentro de lo que queda de semana, ya que querida Nanci, sé que siempre te demoras un poquito más de lo que dices, pero igual te adoro
me olvidaba de el arma letal, la mayor amanenaza para una pronta publicación ....aquí va ....
Besos!!!
Ahora yo pense que Cass es decir Silvana era Deanista, pero quiere que mi Dean sufra ...no no no no ...Cass eso esta mal, yo quiero ver a mi bebe feliz, adoro la sonrisa de Dean, sus pecas, sus ojos, bueno para que enumero si lo adoro enterito...jajajajaja
Bueno espero el nuevo capítulo dentro de lo que queda de semana, ya que querida Nanci, sé que siempre te demoras un poquito más de lo que dices, pero igual te adoro
me olvidaba de el arma letal, la mayor amanenaza para una pronta publicación ....aquí va ....
Besos!!!
patriciamv3- En la puerta del infierno...
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Fecha de inscripción : 31/07/2009
Re: I´D DIE FOR YOU
patriciamv3 escribió:OMG, no puede ser Sammy hijo del YED, nooooooo!!! , ¿es mentira cierto? cierto???? please!!!!!
Ahora yo pense que Cass es decir Silvana era Deanista, pero quiere que mi Dean sufra ...no no no no ...Cass eso esta mal, yo quiero ver a mi bebe feliz, adoro la sonrisa de Dean, sus pecas, sus ojos, bueno para que enumero si lo adoro enterito...jajajajaja
Bueno espero el nuevo capítulo dentro de lo que queda de semana, ya que querida Nanci, sé que siempre te demoras un poquito más de lo que dices, pero igual te adoro
me olvidaba de el arma letal, la mayor amanenaza para una pronta publicación ....aquí va ....
Besos!!!
buuuuu!!! Acá estoy!!!! jajajaja Tienes razón siempre me demoro un "poquito" más de lo que dije pero como vi que me odias un poquito por mis vacaciones largas te cuento que ya casi se me terminan(al menos a la mañana desde el 10 las maestras tenemos que volver y el 28 empiezan las clases ¡¡¡Con este calor!!!!
En fin,como hoy no fui al rio por una maldita infección en la muela por lo que me la pasé en la guardia del sanatorio y odontólogo y más hago el completo quote de tu comentario porque
1)Los ojitos siempre funcionan!!!
2)No te quiero dejar la duda cruel si es mentira o no pero advierto que aquí no se resuelve,muahahhaha
3)Por apoyarme en que mi amiga del alma me cohesiona que escriba así del pobre cuñis (que se le va a hacer ella ama el hurtdean como yo el hurtsam!!!) jajajja
4)Me dijiste que me adorás!! awwwww me emocioné!!!
Por ello acá está el siguiente capítulo!!! No me llores
Capítulo 4:
Mi deber antes que nada
La oscuridad se desplazó lentamente desde el sombrío callejón absorbiendo cada partícula del alma de Dean Winchester hasta dejarla pesada, densa, agobiada, tan oscura que parecía hundirlo en un vacío tan helado como la muerte.
Aterrado, con una angustia que nunca hubiera imaginado que podría llegar a sentir con tanta fuerza que atenazaba su pecho hasta dejarlo casi sin respiración, se deslizó lentamente de la realidad hasta que su entorno se volvió un torbellino caótico de desesperación.
Inmóvil, incapaz de mover un solo músculo de su cuerpo sentía el peso de las palabras de Azazel hundiéndolo en un pozo infinito de desolación. Sus oídos pitaban, un sudor frío cubrió su frente y puntos negros comenzaron a desdibujar su visión y, como un náufrago azotado por las olas oscuras de una tormenta nocturna, sintió que su entorno era un bambaleo continuo en el que se hundía cada vez más.
Hasta que, cual un faro que envía su haz de luz para romper las tinieblas llevando esperanzas de salvación al que veía todo perdido, el recuerdo de su hermano inundó la mente del cazador y una corriente cálida llenó su interior afianzándolo como un ancla.
-¡Sam!-exclamó con voz ronca, casi sofocada, que salió desde su garganta cuando al fin recordó como respirar. Frenético, se pasó una mano por el rostro mientras se apoyaba en la fría pared enmohecida del callejón tratando de restablecer su equilibrio para recuperar al fuerte y duro Dean Winchester que siempre había sido-¿Qué diablos me pasa?-se preguntó cuando tratar de moverse le costó un esfuerzo tan grande que aceleró aún más su corazón de lo que ya estaba-¡Sam!-repitió, como si el sólo hecho de pronunciar su nombre tuviera el poder de convertirlo en un hombre más oscuro y peligroso que las criaturas que recorren la noche.
Él era el hijo de John Winchester, criado como un soldado, el mejor cazador del planeta y el maligno Azazel había cruzado la línea de lo peligroso, donde demonios y humanos por igual no sobrevivirían si se atrevieran a joder con su familia, con su hermano y, el que lo hiciera, rara vez viviría para contarlo.
Finalmente, todos sus instintos protectores activaron hasta la célula más aletargada de su cuerpo y la adrenalina fluyó con intensidad por sus venas impulsándolo con velocidad hacia el Impala corriendo como si su vida dependiera de ello. Y en gran parte así era. A pesar de los errores, de las discusiones, de las distancias o peleas, Sam era su vida, su responsabilidad y siempre iba a luchar contra lo que fuera para mantenerlo vivo y seguro.
En pocos segundos estuvo junto al poderoso auto y antes de que pudiera abrir la puerta un fuerte mareo se apoderó de él. Cerrando los ojos se aferró al techo como un náufrago a su tabla de salvación, respiró hondo tratando de restablecer su equilibrio y apoyó su frente en el techo del Impala. El frío del metal y las gotas que aún brillaban como recuerdo de la tormenta que ya se alejaba por el firmamento le ayudaron a recuperarse y negándose con todas sus fuerzas a que su malestar lo desviara de su objetivo se subió al auto.
La determinación y la seguridad de que no iba a permitir que Azazel se acercara a Sam brillaban en sus ojos verdes por lo que, decidido, encendió el motor que rugió como una fiera para comenzar a devorar el camino acortando las distancias a una velocidad que competía con los frenéticos latidos del corazón del joven cazador.
Antes de lo que esperaba aparecieron frente a su mirada los carteles de neón del hotel de carretera en donde Dean rogaba poder encontrar a su hermano. Con un hábil derrape estacionó el auto y, sin detener su motor, bajó presuroso para correr hacia la puerta que lo separaba, como un puente que cruza el abismo hacia la seguridad, del hecho de poder calmar su ansiedad si encontraba ahí a su hermano.
Con el corazón en un puño abrió la puerta y su mirada recorrió tensa la habitación, exhalando el aire que sin darse cuenta mantuvo en sus pulmones, cuando vio tendido sobre su cama el largo cuerpo de su hermano menor.
Pero el alivio al verlo se trocó en miedo cuando notó su tenue respiración. Ansioso corrió el par de metros que lo separaban de la cama y ya a su lado lo sacudió por su hombro mientras lo llamaba preocupado.
-¡Sam!-casi le gritó causando que en el acto el chico abriera sus ojos con una expresión asustada y confusa.
-¡Dean! ¿Quieres matarme de un infarto?-protestó molesto-¿Por qué me despiertas así?
El rubio lo miró algo aliviado pero, la tensión y los nervios que el encuentro sobrenatural que tuviera, más la aparición repentina e inesperada de Azazel que le dijera esas palabras que se le clavaron como una puñalada, trocaron ese alivio por encontrarlo a salvo en enojo, preocupación, frustración, ansiedad y miedo. “Dijo que era su hijo”-pensó con dolor-“Que vendría por él”
-¿Dean? ¿Qué te pasa?-preguntó el castaño que lo miraba preocupado por la palidez que notó en el rostro de su hermano y sobre todo por la expresión llena de dolor que vislumbró en su mirada.
La preocupación en el tono de voz de su hermanito sacó a Dean de ese segundo de cavilaciones y reaccionó tan repentinamente que sobresaltó a Sam que lo miraba atento.
-¿Y tú por qué diablos estabas durmiendo cuando llevo tanto tiempo ausente? ¿Ni siquiera te preocupaste un poco por mi?-le recriminó al tiempo que con velocidad recogía todas las pertenencias, en su mayoría propias, que estaban dispersas por la habitación mientras el menor lo miraba cada vez más desconcertado no sólo por su impulsivo accionar sino por el reproche que había recibido.
-¡Dean!-repitió mientras se ponía de pie y se acercaba a su hermano deteniéndolo de un brazo en una de sus idas y vueltas desde las cosas hasta las bolsas de lona-¿Qué te pasa?-repitió-¿Estás bien? Apenas hace veinte minutos que te fuiste ¿Por qué tenía que preocuparme?
Esa pregunta consiguió que su hermano mayor no sólo mirara con asombro la mano del joven en su brazo sino que también paralizara por un instante su respiración.
Aturdido, sintió su corazón latir precipitadamente y un escalofrío recorriéndole la espalda. Para él había resultado interminablemente largo el tiempo que pasó en ese callejón por lo que desconcertado miró su reloj sorprendiéndose al encontrarlo detenido a la hora que él había salido de la tienda de comidas rápidas. Seguramente su encuentro sobrenatural había tenido que ver con ese hecho y el recuerdo de ese momento hizo que, sin quererlo, su pulso se acelerara considerablemente y su frente se llenara de gotas de sudor frío.
Inmediatamente, Sam se percató del cambio en el rostro de su hermano, de una palidez que no era habitual en él, siempre fuerte, duro, recio y con una interminable energía para recorrer bares, cambiar de chicas cada noche y conducir durante horas su amado Impala.
Pero eso había cambiado hacía ya un tiempo y, aunque últimamente las consecuencias de su regreso del Infierno, sus peleas, el comienzo del Apocalipsis y el haberse convertido los dos en objeto de búsqueda por las más poderosas fuerzas del bien y del mal para jugar su propio juego en el tablero de la humanidad con ellos como sus más importantes piezas habían minado las fuerzas de su hermano.
Sam podía percibir que algo más había pasado con su hermano mayor y que esto lo había sumido en una preocupación y depresión más profunda de lo que él nunca había visto.
Esta vez notaba en sus ojos, siempre tan intensos y vivos, el opaco reflejo de un dolor que iba mucho más allá de lo que pudiera haber imaginado, por lo que más preocupado y asustado de lo que nunca se había sentido, miró a Dean directamente a los ojos con la expresión más angustiada y vulnerable que el rubio hubiera visto en los ojos de cachorro de su hermano menor.
-¿Estás bien hermano? ¿Te pasó algo cuando estuviste afuera?-le preguntó mientras apoyaba una mano en su hombro intentando transmitirle la calidez y la confianza que siempre había recibido de él.
El rubio miró la mano en su hombro reaccionando al gesto preocupado de Sam con un dolor que lo hizo retroceder más bruscamente de lo que hubiera deseado mientras que al mismo tiempo escuchaba el ronroneo del Impala esperando afuera con la misma intensidad con la que escuchaba los latidos de su corazón. Eso le recordó que le urgía sacar a Sam de allí y que no podía perder más tiempo con cavilaciones y preguntas. Pero su hermano menor no tenía esos mismos planes
-¡Dean! ¡Habla conmigo, dime algo!
-¡Junta tus cosas Sammy! ¡Nos vamos ya mismo de aquí!-le ordenó con un tono severo que no ocultó la preocupación que se había instalado en su alma y que dejó entrever al llamarlo por su diminutivo.
-¿Irnos? ¡Tenemos un caso Dean!-protestó Sam confundido por la actitud de su hermano. Algo le pasaba, era evidente, la urgencia en su mirada y la palidez en su rostro preocupó más al menor que sus palabras acostumbrado como estaba a las órdenes del rubio. Pero la expresión del mayor y la ansiedad por sacarlo de allí le recordó el momento en que Lilith iba en su busca en esa habitación de hotel hacía ya un tiempo cuando conocieron a Chuck, el profeta.
-¡Dean! ¿Quién viene?-inquirió con dureza tratando de recibir una respuesta coherente de su hermano que ya estaba sacándolo de quicio al verlo trajinar por la habitación guardando en ese momento la portátil de Sam todavía encendida arriba de la mesa-¡Sea quién sea podemos enfrentarlo! ¡Yo no me voy de aquí, tenemos un caso!-reiteró nuevamente determinado a recibir una respuesta del rubio quien, al recibir las desafiantes palabras de Sam, frunció las cejas con disgusto deteniendo su febril actividad para ir a pararse delante de su hermano menor que, erguido cuan alto era, lo miraba desafiante por lo que sumó enojo a la preocupación latente en su pecho.
-No viene nadie Sam-contestó tratando de disimular el impacto que le había causado la deducción de su inteligente hermano menor- Nos vamos y es una orden-le dijo con más dureza en su tono de la que realmente había querido mirándolo directamente a los ojos con esa mirada marca registrada John Winchester que había enfrentado tantas veces a su rebelde hermano con su padre. Y esa rebeldía fue la que se reflejó en los cambiantes ojos verde azulados de Sam en cuanto escuchó esas palabras.
-¿Y tengo que contestarte sí señor?-preguntó sarcástico, más confuso que enojado, pero aún determinado a recibir al menos una explicación satisfactoria de parte de su hermano que lo miró con evidente frustración lo que provocó que sus puños se cerraran peligrosamente. Fue en ese momento cuando Sam agregó-Dean, pensé que habíamos quedado en que íbamos a trabajar juntos, que no me ibas a arrastrar detrás de ti como si todavía fuera tu hermanito bebé-intentó razonar con el mayor que cada vez más ansioso escuchaba el ronroneo del Impala esperando impaciente que salieran de ese lugar con una rapidez que se hacía cada vez más difícil de conseguir.
Sintiendo su corazón latir con fuerza y un desagradable zumbido en sus oídos observó a su hermano con atención y fueron sus últimas palabras las que finalmente lo hicieron reaccionar. A veces le sorprendía como Sam podía pasar de niño vulnerable a adolescente irascible y a joven determinado en cuestión de segundos. Dean no estaba realmente seguro a cuál se enfrentaba ahora pero realmente no le importaba y cuando le escuchó decir-¡No eres papá, no puedes mandarme como si lo fueras!-decidió que realmente no le interesaba saber a cuál se enfrentaba ahora.
Todos eran su hermano menor, su responsabilidad y, aunque el chico se enojara, su deber era mantener a Sam vivo y eso es lo que haría aún en contra de él mismo.
-Lo siento Sammy-le dijo con suavidad antes de sacar un tremendo derechazo directo a la nuca de su hermano quien recibió el golpe aún con la expresión confusa con la que había recibido esa respuesta. Pero esa mirada duró sólo un segundo y cuando ese golpe lo sumió en la inconsciencia sus ojos se cerraron sin emitir un solo quejido y los fuertes brazos de Dean lo recibieron cuando cayó hacia adelante con su cuerpo totalmente laxo.
Sostener a su “pequeño” hermano casi envía al suelo al rubio al sentirse más débil de lo que se imaginara. Tambaleante, lo aferró aún con más fuerza mientras apoyaba sus piernas con determinación en el suelo y respiró profundamente afianzando su agarre mientras pensaba
-“Quizás no fue una buena idea esto” ¡Diablos que eres pesado Sammy!-dijo finalmente mientras que, con un supremo esfuerzo de su cuerpo, levantó el brazo del menor pasándolo por sobre su cuello y prácticamente lo arrastró hacia el auto.
Cuando llegó al Chevy sentía que estaba a punto de desmayarse, puntos negros bailaban delante de sus ojos y un sudor frío le recorría la espalda llenando su frente de brillantes gotitas y, si no fuera por la determinación y la tenacidad que le caracterizaban cuando su deber era proteger a su hermano por encima de todas las cosas, incluso de él mismo, la debilidad hubiera vencido al mayor de los Winchester quien, cuando al fin logró acomodar con suavidad a Sam en el asiento del copiloto, se apoyó en la puerta respirando profundamente mientras pasaba una mano por su rostro intentando obtener en su mirada la claridad que le faltaba ya que las cosas estaban perdiendo sus contornos cada vez con más facilidad.
-¡Mierda! ¿Qué demonios me hizo esa cosa?-se preguntó frotando su pecho en el lugar en donde el ser infernal lo había tocado pero, instantáneamente, sus pensamientos derivaron a la urgencia de escapar cuando sus ojos se posaron en su inmóvil hermano menor. Sin perder un minuto más corrió hacia el interior del hotel para regresar con las bolsas con sus cosas las que arrojó en el asiento trasero del Impala para finalmente correr al asiento del conductor y conseguir que el auto rugiera con toda su potencia en cuanto, con la determinación brillando en sus ojos verdes, dio un breve vistazo al chico inconsciente y pisó con fuerza el acelerador y, aunque un reflejo de temor y angustia intentó opacar la constancia de su mirada, apretó el volante entre sus dedos para manejar al Chevy negro con destreza hacia la carretera que esperaba, silenciosa y solitaria, conducirlos hacia la incierta seguridad de la distancia.
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Recordá amiga que si demoro en poner lo que sigue en Always es porque para mañana está el final del two shot I´ll be there for you (que no olvides que lo dejé acá también!!! Besos
(mi ícono rebelde!!! no puede faltar!!!) Byeeeee
sammynanci- Hell´s Angel
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Re: I´D DIE FOR YOU
Acá está la deanista empedernida comentando!!!!
Me encanta, me encanta, me encantaaaaaa. El Deannie aún herido, lastimado, destruido, no deja de pensar en su baby bro... si es un padrazoooo.
Y si, amiga patricia, a mí me gusta el hurtDean, qué se le va a hacer... ¿no vas a reconocer que un Dean todo machucadito es lo mejor??? jajajajajajajaa así lo podemos mimar!!!!
Bueno, en cuanto a los capisss, este... me gustan muchísimo, me intrigan, y me están ayudando a llegar cuerda al 4/02!!
"Cuando llegó al Chevy sentía que estaba a punto de desmayarse, puntos negros bailaban delante de sus ojos y un sudor frío le recorría la espalda llenando su frente de brillantes gotitas y, si no fuera por la determinación y la tenacidad que le caracterizaban cuando su deber era proteger a su hermano por encima de todas las cosas, incluso de él mismo, la debilidad hubiera vencido al mayor de los Winchester quien, cuando al fin logró acomodar con suavidad a Sam en el asiento del copiloto, se apoyó en la puerta respirando profundamente mientras pasaba una mano por su rostro intentando obtener en su mirada la claridad que le faltaba ya que las cosas estaban perdiendo sus contornos cada vez con más facilidad." Buenisima imagen, amiga. Comenzás a entender lo que es lindo, no?? jajajajajajaa
"Él era el hijo de John Winchester, criado como un soldado, el mejor cazador del planeta ..." amén a eso, sis. Esas son palabras de verdad que brotan de tu pluma inspirada por las calientes arenas canayas....sigue así que vas por buen caminooooo
¡Eres igual de feo y arrugado que el Emperador Palpatine! un monstruo de Stars Wars atacó al Deannie???? WTF?? quiero contiiiii, please.
Y no te creo nada acerca de que sam sea hijo del YED.... en fin, sigue, sigue, que mi ansiedad no me deja dormir. Besitos
Me encanta, me encanta, me encantaaaaaa. El Deannie aún herido, lastimado, destruido, no deja de pensar en su baby bro... si es un padrazoooo.
Y si, amiga patricia, a mí me gusta el hurtDean, qué se le va a hacer... ¿no vas a reconocer que un Dean todo machucadito es lo mejor??? jajajajajajajaa así lo podemos mimar!!!!
Bueno, en cuanto a los capisss, este... me gustan muchísimo, me intrigan, y me están ayudando a llegar cuerda al 4/02!!
"Cuando llegó al Chevy sentía que estaba a punto de desmayarse, puntos negros bailaban delante de sus ojos y un sudor frío le recorría la espalda llenando su frente de brillantes gotitas y, si no fuera por la determinación y la tenacidad que le caracterizaban cuando su deber era proteger a su hermano por encima de todas las cosas, incluso de él mismo, la debilidad hubiera vencido al mayor de los Winchester quien, cuando al fin logró acomodar con suavidad a Sam en el asiento del copiloto, se apoyó en la puerta respirando profundamente mientras pasaba una mano por su rostro intentando obtener en su mirada la claridad que le faltaba ya que las cosas estaban perdiendo sus contornos cada vez con más facilidad." Buenisima imagen, amiga. Comenzás a entender lo que es lindo, no?? jajajajajajaa
"Él era el hijo de John Winchester, criado como un soldado, el mejor cazador del planeta ..." amén a eso, sis. Esas son palabras de verdad que brotan de tu pluma inspirada por las calientes arenas canayas....sigue así que vas por buen caminooooo
¡Eres igual de feo y arrugado que el Emperador Palpatine! un monstruo de Stars Wars atacó al Deannie???? WTF?? quiero contiiiii, please.
Y no te creo nada acerca de que sam sea hijo del YED.... en fin, sigue, sigue, que mi ansiedad no me deja dormir. Besitos
cassandra_2010- En la puerta del infierno...
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Re: I´D DIE FOR YOU
A mi no me gusta el hurtDean, pero igual lo leo porque soy masoquista , ja ja , mentira lo leo porque me gusta como escribes, pero si lo escribieras feliz, riendo y sintiendose pleno me gustaria aún más.
No voy a quotear (¿invente un nuevo verbo?) porque tendría que poner todo el capí entre comillas porque me ha encantado, aunque no me sacaste de la duda, pero en el fondo se que nunca dejarias que Sammy fuera hijo del YED ¿cierto?.
Ahora me puedes decir como a Dean se le ocurre dejar inconciente a Sam en vez de darle los motivos de por qué quiere irse? es tan cabezotas pero igual lo adoro
Besitos!!!
No voy a quotear (¿invente un nuevo verbo?) porque tendría que poner todo el capí entre comillas porque me ha encantado, aunque no me sacaste de la duda, pero en el fondo se que nunca dejarias que Sammy fuera hijo del YED ¿cierto?.
Ahora me puedes decir como a Dean se le ocurre dejar inconciente a Sam en vez de darle los motivos de por qué quiere irse? es tan cabezotas pero igual lo adoro
Besitos!!!
patriciamv3- En la puerta del infierno...
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Re: I´D DIE FOR YOU
AYYY JESÚS!!
Cuánto hace que ni me aparezco,xd!!!
Pero a pedido de mi amiga Patri desde el otro lado de la cordillera acá estoy y dejo el capi 5 espero lo disfrutes(aunque no te guste el hurtDean,jajajaj) Gracias por tus palabras,tus alabanzas siempre me levantan el ánimo!!!
Bye!!!
Capítulo 5:
Desde la oscuridad
Diez minutos más tarde de la salida precipitada del hotel el Impala rugía a constante velocidad por la carretera aumentando la distancia así como, al unísono, la ansiedad del rubio crecía con cada minuto que pasaba y su hermano no despertaba.
Mirándolo por el rabillo del ojo hacía por lo menos cinco minutos que esperaba escuchar el quejido previo que indicara que el chico regresaba a la conciencia, percibir al menos un cambio en su respiración o un movimiento que anticipara el regreso a la realidad de la que él lo había sacado tan abruptamente y, aunque sabía que el menor iba a estar enojado, quizás furioso, que iba a reclamarle el golpe que le había dado y que iba a continuar interrogándolo acerca de su cambio de actitud, el cazador prefería todo eso al silencio que le oprimía el pecho haciendo que los latidos de su corazón retumbaran con tanta fuerza que aturdían sus sentidos.
Impaciente, se pasó una mano por el rostro frotándoselo con fuerza tratando de despejar su vista que desde hacía unos minutos había comenzado a difuminar los contornos de las cosas y provocaba que la cinta asfáltica se confundiera a veces con la oscuridad del paisaje circundante y todo se mezclara en una borrosa realidad.
En un comienzo pensó que quizás a causa de los nervios, la preocupación y los últimos acontecimientos se sentía agobiado, aturdido, asustado como pocas veces en su vida y, aunque en ese momento corrían mucho menos peligro de lo que habían pasado otras veces, no podía evitar sentir que una garra helada le oprimía el alma cada vez con más fuerza, atenazando su pecho, dificultando su respiración, poblando su frente con un sudor frío que no había notado que tenía hasta que pasó una mano por su rostro y las gotitas heladas mojaron su palma.
Y fue en el momento en que la carretera desapareció de su vista uniéndose al paisaje circundante cuando decidió que sería mejor no seguir conduciendo sintiéndose mal como se sentía y arriesgando, no sólo sus vidas, sino la integridad de su nena por lo que, cuando respiró hondo y se frotó sus nublados ojos verdes, encontró un minuto de claridad y fue entonces cuando la buena fortuna quiso que notara un camino transversal a la carretera por lo que viró a la izquierda, derrapando en la banquina, para girar con habilidad hacia la calle de tierra oculta entre los altos álamos que apenas dejaban que unos tenues hilillos de plata de la pálida luna difuminaran la impenetrable oscuridad.
Seguro que al final de ese camino podría encontrar una cabaña o casa abandonada de las muchas que poblaban los sectores rurales cercanos a alguna ciudad en constante crecimiento imprimió más velocidad a su coche que respondió con un rugido potente de su motor y, cuando los haces de luz de sus faros delanteros iluminaron una desvencijada cabaña, sonrió satisfecho de sus instintos y respiró un poco aliviado.
-¡Vamos princesa, despierta!-le dijo a su hermano palmeando su hombro luego de que el ronroneo cesara y se concentrara en el menor tratando de alejar su preocupación y culpa con esa broma a la que Sam hubiera respondido de inmediato con un gruñido y llamándolo idiota si sólo estuviera dormido y no inconsciente.
Siempre había sido fácil despertarlo con cualquier ruido o con comentarios sarcásticos, salvo que tuviera alguna pesadilla y, como en ese momento no parecía tener ninguna, la preocupación de Dean aumentó junto a los latidos de su corazón.
Con un leve temblor en sus manos tocó el cuello del joven en busca de su pulso
-¿Sam? ¡Sammy! ¡Vamos! ¡Despierta! ¡No te pegué tan fuerte, no me hagas esto!-le dijo cada vez más ansioso ya que, a pesar de haber encontrado su pulso estable y fuerte, no había ningún indicio de que regresara a la consciencia-¡No me obligues a arrastrar tu gigantesco cuerpo Sasquatch! ¡Tienes que abrir los ojos! ¡Es una orden!-casi le gritó pero, al no recibir respuesta, decidió entrar a la cabaña y preparar el lugar para llevarlo ahí. Quizás sólo debía dejarlo dormir, era muy avanzada la noche y el chico aún lucía cansado luego de esos terribles días de desintoxicación.
Con un suspiro frustrado salió del auto y corrió al interior de la casa, tratando de no pensar en esos momentos en el cuarto seguro para no cargar más sus hombros con un peso que ya no creía capaz de soportar. Estaba demasiado cansado y todo lo que había acontecido esa noche estaba pasando factura a su cuerpo entumeciendo sus músculos, aletargando sus reflejos y nublando su visión con puntitos negros que bailaban frente a sus pupilas como invitándolo a fundirse con la oscuridad reinante.
Pero Dean era un Winchester y la testarudez la llevaba en la sangre y la fortaleza en su corazón en donde sólo tenía cabida en ese momento y, siempre, su responsabilidad de hermano mayor.
Toda su vida, desde que su padre pusiera ese bebé chillón en sus brazos y le ordenara que lo sacara de la casa, había sido así y nada cambiaría ese hecho. Aún con las fuerzas del destino en contra de ellos, aún en contra de sus propias dudas o temores, aún después de las peleas y las discusiones, Sam siempre iba ser lo más importante de su vida y sabía que sin él nada tendría sentido así que, obligándose a alejar a una recóndita parte de su mente todos los malestares que lo estaban acosando, se concentró en lo que mejor sabía hacer. Ser hermano mayor era el único trabajo que tomaba más en serio que la caza.
Después de forzar la cerradura con eficiencia y rapidez entró a la cabaña y con un rápido vistazo evaluó las posibilidades del lugar. No parecía abandonada, quizás era una cabaña de cazadores ya que contaba con algunas rústicas camas de madera y una pequeña cocina junto a la ventana y la chimenea. Al lado de ella una tosca puerta de madera oscura separaba ese ambiente de una habitación que Dean esperaba fuera la despensa ya que pensaba ocultarse unos días en el lugar al menos hasta que pudiera averiguar como proteger a Sam del demonio de ojos amarillos y hasta que pudiera descubrir qué o quién le había echo ese daño en su pecho al que, aunque ni siquiera había tenido tiempo de mirarlo, podía sentir como su piel ardía como el fuego, tensándose y latiendo bajo su camisa como si un extraño insecto se hubiera metido ahí dentro. Se frotó el lugar con fuerza arrepintiéndose de inmediato por ello al no poder contener un lastimero quejido pero, decidido a ocultar tanto su dolor como lo que le había pasado, se dirigió con velocidad hacia el auto donde lo esperaba su hermano.
Al llegar al Impala observó con molestia como el menor aún no había despertado. La ansiedad y la frustración crecieron al ritmo de su acelerado corazón pero, no obstante su preocupación, intentó mejorar su humor diciendo al tiempo que abría la puerta del copiloto para tomar con suavidad el brazo de su hermano y pasarlo sobre sus hombros levantándolo con gran esfuerzo y apoyándolo en su cuerpo
-¡Vamos Sammy! ¡Llevemos tu gigantesca humanidad adentro!
Intentando equilibrar el peso adicional en sus piernas cansadas llevó con sumo cuidado a su hermano dentro de la cabaña. Casi sin aliento y, a pesar de que había una cama más cerca, instintivamente condujo a Sam hasta la que estaba más alejada de la puerta. Una costumbre que tanto él como su padre habían hecho rutina en su necesidad de mantener siempre protegido al menor de la familia.
-Eso es…llegamos…casi me…sale una hernia con…semejante…peso-dijo entre respiraciones entrecortadas pero, haciendo caso omiso de su cansancio, recostó a Sam con delicadeza y sólo cuando los cabellos castaños de su hermano se apoyaron sobre la almohada se permitió un minuto de descanso deslizándose en el piso para apoyar su espalda contra el lateral de la cama.
Cerró sus ojos unos instantes sintiendo como la oscuridad le reclamaba y mientras se concentraba en escuchar la respiración estable de Sam sus pensamientos lo llevaron al momento escalofriante que había pasado en ese callejón y, aunque quería evitarlo, repitiéndose como una letanía salvadora que los demonios mentían, las palabras del Azazel retumbaban como el redoble de un tambor en su mente “Es mi hijo”…”Me lo llevaré”… “Siempre lo encontraré”…”No podrás hacer nada para evitarlo”…”Es mi hijo”…”Mi hijo”…
-¡No!-gritó Dean con toda la angustia reflejada en su voz saliendo así del sopor en el que había caído casi sin notarlo.
Su corazón palpitaba enloquecido, su sangre corriendo veloz por sus venas latiendo en empatía con él, un palpitante dolor recorriéndole el cuerpo y un calor abrasador irradiando desde el centro de su pecho casi lo arrastran a la inconsciencia pero, con la suficiente lucidez para notar que Sam no se había despertado a pesar de su grito, se obligó a levantarse
-¡Tengo que hacerlo reaccionar! ¡Esto no es normal!-se dijo preocupado.
Utilizando la ansiedad de calmar sus instintos protectores como la fuerza que lo impulsara a levantarse se irguió tambaleante dispuesto a buscar unos paños y agua fría con el fin de atender a su hermano pensando que quizás el contacto con el líquido refrescante consiguiera reanimarlo.
Repitiéndose mentalmente que nunca más le pegaría para conseguir su objetivo se obligó a caminar hacia la pequeña cocina pero, cuando apenas se movió unos pasos, sintió que sus piernas no lo sostendrían porque desde la oscuridad reinante en el bosque aledaño escuchó que el viento traía un lamento prolongado, como el llanto de una criatura solitaria y diabólica.
El grito subió y bajó terminando en una nota muy aguda que hizo que su piel se erizara y un escalofrío le recorriera la columna vertebral. Paralizado, oyó otro grito más apagado y lejano pero no menos estremecedor que le respondió al primero y luego un silencio siniestro, cargado de malos presagios, cayó en el lugar.
Luego de un minuto que pareció eterno Dean reaccionó y con premura sus dedos temblorosos buscaron la escopeta recortada y las bolsas de lona llenas de sal.
Rápidamente se acercó a la puerta para trazar una gruesa línea de protección, hizo lo mismo con las ventanas y, cuando ya había resguardado el lugar, se permitió un segundo de respiro para tratar de calmar su respiración agitada y que esa sensación de que había una amenaza latente en el aire de la noche se alejara de sus sentimientos para así retomar el control de sus emociones.
Hacía tanto tiempo que no se sentía así, con la sensación de que tenía las horas contadas, vivenciando lo que se sentía ser la presa y no el cazador, sumiéndolo en un pavor que parecía extender una mano enorme como una nube oscura para con ella oprimir su alma, quitarle la respiración y robarle la fuerza, la determinación y el valor que siempre lo habían caracterizado.
Se pasó una mano por el cuello y se frotó el rostro como hacía siempre que estaba preocupado o consternado y fue justo en ese momento cuando los escuchó y un frío helado le recorrió la espalda. Un gruñido grave, profundo, muy cercano, resonó en la noche seguido de otro mucho más cerca, casi detrás de la puerta.
-¡No puede ser!-murmuró Dean aterrorizado-¡Hellhounds!-agregó con un hilo de voz cuando al asomarse cautelosamente por la ventana el aliento caliente de un invisible perro del infierno dibujara una mancha borrosa de vapor en el vidrio polvoriento.
En ese momento su corazón latió frenéticamente y, pálido como un muerto, sintió sus piernas flaquear ante la memoria del ataque que le arrancara la vida en medio de esas dentelladas y garras afiladas mientras escuchaba el sonido burbujeante de su propia sangre escapándose junto con el oxígeno a través de su pecho desgarrado.
Instintivamente se llevó una mano al centro de su cuerpo y con ese contacto su camisa se pegó dolorosamente al lugar donde ese ser sobrenatural lo había tocado. En ese momento un desgarrador dolor quemó su interior, su corazón intercaló el ritmo de sus latidos con agudas puntadas y su visión cada vez más borrosa se dirigió hacia Sam en un desesperado intento de llamarlo, de protegerlo del peligro que se cernía sobre ellos en la incorpórea presencia de los perros del infierno.
Pero no pudo articular una palabra cuando, al girar su cabeza hacia la cama, encontrara sentado en ella mirándolo con los ojos convertidos en dos topacios brillantes y malignos a su hermano menor que levantando su mano lo arrojó contra la pared y con la voz más profunda que le hubiera escuchado en toda su vida le dijo
-Ya están aquí. Vienen por mi-sus labios curvándose en una sonrisa siniestra fueron lo último que Dean viera antes de que la oscuridad le reclamara y la conciencia se diluyera alejándolo de la pavorosa realidad.
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Sé que no lo merezco,pero ya volveré a dar explicaciones de mi demora,xd
Igual un comentario sería muy bienvenido (sé que patricia no me va a defraudar!!! TE QUIERO AMIGAAAA!!!! BYEEEE
Cuánto hace que ni me aparezco,xd!!!
Pero a pedido de mi amiga Patri desde el otro lado de la cordillera acá estoy y dejo el capi 5 espero lo disfrutes(aunque no te guste el hurtDean,jajajaj) Gracias por tus palabras,tus alabanzas siempre me levantan el ánimo!!!
Bye!!!
Capítulo 5:
Desde la oscuridad
Diez minutos más tarde de la salida precipitada del hotel el Impala rugía a constante velocidad por la carretera aumentando la distancia así como, al unísono, la ansiedad del rubio crecía con cada minuto que pasaba y su hermano no despertaba.
Mirándolo por el rabillo del ojo hacía por lo menos cinco minutos que esperaba escuchar el quejido previo que indicara que el chico regresaba a la conciencia, percibir al menos un cambio en su respiración o un movimiento que anticipara el regreso a la realidad de la que él lo había sacado tan abruptamente y, aunque sabía que el menor iba a estar enojado, quizás furioso, que iba a reclamarle el golpe que le había dado y que iba a continuar interrogándolo acerca de su cambio de actitud, el cazador prefería todo eso al silencio que le oprimía el pecho haciendo que los latidos de su corazón retumbaran con tanta fuerza que aturdían sus sentidos.
Impaciente, se pasó una mano por el rostro frotándoselo con fuerza tratando de despejar su vista que desde hacía unos minutos había comenzado a difuminar los contornos de las cosas y provocaba que la cinta asfáltica se confundiera a veces con la oscuridad del paisaje circundante y todo se mezclara en una borrosa realidad.
En un comienzo pensó que quizás a causa de los nervios, la preocupación y los últimos acontecimientos se sentía agobiado, aturdido, asustado como pocas veces en su vida y, aunque en ese momento corrían mucho menos peligro de lo que habían pasado otras veces, no podía evitar sentir que una garra helada le oprimía el alma cada vez con más fuerza, atenazando su pecho, dificultando su respiración, poblando su frente con un sudor frío que no había notado que tenía hasta que pasó una mano por su rostro y las gotitas heladas mojaron su palma.
Y fue en el momento en que la carretera desapareció de su vista uniéndose al paisaje circundante cuando decidió que sería mejor no seguir conduciendo sintiéndose mal como se sentía y arriesgando, no sólo sus vidas, sino la integridad de su nena por lo que, cuando respiró hondo y se frotó sus nublados ojos verdes, encontró un minuto de claridad y fue entonces cuando la buena fortuna quiso que notara un camino transversal a la carretera por lo que viró a la izquierda, derrapando en la banquina, para girar con habilidad hacia la calle de tierra oculta entre los altos álamos que apenas dejaban que unos tenues hilillos de plata de la pálida luna difuminaran la impenetrable oscuridad.
Seguro que al final de ese camino podría encontrar una cabaña o casa abandonada de las muchas que poblaban los sectores rurales cercanos a alguna ciudad en constante crecimiento imprimió más velocidad a su coche que respondió con un rugido potente de su motor y, cuando los haces de luz de sus faros delanteros iluminaron una desvencijada cabaña, sonrió satisfecho de sus instintos y respiró un poco aliviado.
-¡Vamos princesa, despierta!-le dijo a su hermano palmeando su hombro luego de que el ronroneo cesara y se concentrara en el menor tratando de alejar su preocupación y culpa con esa broma a la que Sam hubiera respondido de inmediato con un gruñido y llamándolo idiota si sólo estuviera dormido y no inconsciente.
Siempre había sido fácil despertarlo con cualquier ruido o con comentarios sarcásticos, salvo que tuviera alguna pesadilla y, como en ese momento no parecía tener ninguna, la preocupación de Dean aumentó junto a los latidos de su corazón.
Con un leve temblor en sus manos tocó el cuello del joven en busca de su pulso
-¿Sam? ¡Sammy! ¡Vamos! ¡Despierta! ¡No te pegué tan fuerte, no me hagas esto!-le dijo cada vez más ansioso ya que, a pesar de haber encontrado su pulso estable y fuerte, no había ningún indicio de que regresara a la consciencia-¡No me obligues a arrastrar tu gigantesco cuerpo Sasquatch! ¡Tienes que abrir los ojos! ¡Es una orden!-casi le gritó pero, al no recibir respuesta, decidió entrar a la cabaña y preparar el lugar para llevarlo ahí. Quizás sólo debía dejarlo dormir, era muy avanzada la noche y el chico aún lucía cansado luego de esos terribles días de desintoxicación.
Con un suspiro frustrado salió del auto y corrió al interior de la casa, tratando de no pensar en esos momentos en el cuarto seguro para no cargar más sus hombros con un peso que ya no creía capaz de soportar. Estaba demasiado cansado y todo lo que había acontecido esa noche estaba pasando factura a su cuerpo entumeciendo sus músculos, aletargando sus reflejos y nublando su visión con puntitos negros que bailaban frente a sus pupilas como invitándolo a fundirse con la oscuridad reinante.
Pero Dean era un Winchester y la testarudez la llevaba en la sangre y la fortaleza en su corazón en donde sólo tenía cabida en ese momento y, siempre, su responsabilidad de hermano mayor.
Toda su vida, desde que su padre pusiera ese bebé chillón en sus brazos y le ordenara que lo sacara de la casa, había sido así y nada cambiaría ese hecho. Aún con las fuerzas del destino en contra de ellos, aún en contra de sus propias dudas o temores, aún después de las peleas y las discusiones, Sam siempre iba ser lo más importante de su vida y sabía que sin él nada tendría sentido así que, obligándose a alejar a una recóndita parte de su mente todos los malestares que lo estaban acosando, se concentró en lo que mejor sabía hacer. Ser hermano mayor era el único trabajo que tomaba más en serio que la caza.
Después de forzar la cerradura con eficiencia y rapidez entró a la cabaña y con un rápido vistazo evaluó las posibilidades del lugar. No parecía abandonada, quizás era una cabaña de cazadores ya que contaba con algunas rústicas camas de madera y una pequeña cocina junto a la ventana y la chimenea. Al lado de ella una tosca puerta de madera oscura separaba ese ambiente de una habitación que Dean esperaba fuera la despensa ya que pensaba ocultarse unos días en el lugar al menos hasta que pudiera averiguar como proteger a Sam del demonio de ojos amarillos y hasta que pudiera descubrir qué o quién le había echo ese daño en su pecho al que, aunque ni siquiera había tenido tiempo de mirarlo, podía sentir como su piel ardía como el fuego, tensándose y latiendo bajo su camisa como si un extraño insecto se hubiera metido ahí dentro. Se frotó el lugar con fuerza arrepintiéndose de inmediato por ello al no poder contener un lastimero quejido pero, decidido a ocultar tanto su dolor como lo que le había pasado, se dirigió con velocidad hacia el auto donde lo esperaba su hermano.
Al llegar al Impala observó con molestia como el menor aún no había despertado. La ansiedad y la frustración crecieron al ritmo de su acelerado corazón pero, no obstante su preocupación, intentó mejorar su humor diciendo al tiempo que abría la puerta del copiloto para tomar con suavidad el brazo de su hermano y pasarlo sobre sus hombros levantándolo con gran esfuerzo y apoyándolo en su cuerpo
-¡Vamos Sammy! ¡Llevemos tu gigantesca humanidad adentro!
Intentando equilibrar el peso adicional en sus piernas cansadas llevó con sumo cuidado a su hermano dentro de la cabaña. Casi sin aliento y, a pesar de que había una cama más cerca, instintivamente condujo a Sam hasta la que estaba más alejada de la puerta. Una costumbre que tanto él como su padre habían hecho rutina en su necesidad de mantener siempre protegido al menor de la familia.
-Eso es…llegamos…casi me…sale una hernia con…semejante…peso-dijo entre respiraciones entrecortadas pero, haciendo caso omiso de su cansancio, recostó a Sam con delicadeza y sólo cuando los cabellos castaños de su hermano se apoyaron sobre la almohada se permitió un minuto de descanso deslizándose en el piso para apoyar su espalda contra el lateral de la cama.
Cerró sus ojos unos instantes sintiendo como la oscuridad le reclamaba y mientras se concentraba en escuchar la respiración estable de Sam sus pensamientos lo llevaron al momento escalofriante que había pasado en ese callejón y, aunque quería evitarlo, repitiéndose como una letanía salvadora que los demonios mentían, las palabras del Azazel retumbaban como el redoble de un tambor en su mente “Es mi hijo”…”Me lo llevaré”… “Siempre lo encontraré”…”No podrás hacer nada para evitarlo”…”Es mi hijo”…”Mi hijo”…
-¡No!-gritó Dean con toda la angustia reflejada en su voz saliendo así del sopor en el que había caído casi sin notarlo.
Su corazón palpitaba enloquecido, su sangre corriendo veloz por sus venas latiendo en empatía con él, un palpitante dolor recorriéndole el cuerpo y un calor abrasador irradiando desde el centro de su pecho casi lo arrastran a la inconsciencia pero, con la suficiente lucidez para notar que Sam no se había despertado a pesar de su grito, se obligó a levantarse
-¡Tengo que hacerlo reaccionar! ¡Esto no es normal!-se dijo preocupado.
Utilizando la ansiedad de calmar sus instintos protectores como la fuerza que lo impulsara a levantarse se irguió tambaleante dispuesto a buscar unos paños y agua fría con el fin de atender a su hermano pensando que quizás el contacto con el líquido refrescante consiguiera reanimarlo.
Repitiéndose mentalmente que nunca más le pegaría para conseguir su objetivo se obligó a caminar hacia la pequeña cocina pero, cuando apenas se movió unos pasos, sintió que sus piernas no lo sostendrían porque desde la oscuridad reinante en el bosque aledaño escuchó que el viento traía un lamento prolongado, como el llanto de una criatura solitaria y diabólica.
El grito subió y bajó terminando en una nota muy aguda que hizo que su piel se erizara y un escalofrío le recorriera la columna vertebral. Paralizado, oyó otro grito más apagado y lejano pero no menos estremecedor que le respondió al primero y luego un silencio siniestro, cargado de malos presagios, cayó en el lugar.
Luego de un minuto que pareció eterno Dean reaccionó y con premura sus dedos temblorosos buscaron la escopeta recortada y las bolsas de lona llenas de sal.
Rápidamente se acercó a la puerta para trazar una gruesa línea de protección, hizo lo mismo con las ventanas y, cuando ya había resguardado el lugar, se permitió un segundo de respiro para tratar de calmar su respiración agitada y que esa sensación de que había una amenaza latente en el aire de la noche se alejara de sus sentimientos para así retomar el control de sus emociones.
Hacía tanto tiempo que no se sentía así, con la sensación de que tenía las horas contadas, vivenciando lo que se sentía ser la presa y no el cazador, sumiéndolo en un pavor que parecía extender una mano enorme como una nube oscura para con ella oprimir su alma, quitarle la respiración y robarle la fuerza, la determinación y el valor que siempre lo habían caracterizado.
Se pasó una mano por el cuello y se frotó el rostro como hacía siempre que estaba preocupado o consternado y fue justo en ese momento cuando los escuchó y un frío helado le recorrió la espalda. Un gruñido grave, profundo, muy cercano, resonó en la noche seguido de otro mucho más cerca, casi detrás de la puerta.
-¡No puede ser!-murmuró Dean aterrorizado-¡Hellhounds!-agregó con un hilo de voz cuando al asomarse cautelosamente por la ventana el aliento caliente de un invisible perro del infierno dibujara una mancha borrosa de vapor en el vidrio polvoriento.
En ese momento su corazón latió frenéticamente y, pálido como un muerto, sintió sus piernas flaquear ante la memoria del ataque que le arrancara la vida en medio de esas dentelladas y garras afiladas mientras escuchaba el sonido burbujeante de su propia sangre escapándose junto con el oxígeno a través de su pecho desgarrado.
Instintivamente se llevó una mano al centro de su cuerpo y con ese contacto su camisa se pegó dolorosamente al lugar donde ese ser sobrenatural lo había tocado. En ese momento un desgarrador dolor quemó su interior, su corazón intercaló el ritmo de sus latidos con agudas puntadas y su visión cada vez más borrosa se dirigió hacia Sam en un desesperado intento de llamarlo, de protegerlo del peligro que se cernía sobre ellos en la incorpórea presencia de los perros del infierno.
Pero no pudo articular una palabra cuando, al girar su cabeza hacia la cama, encontrara sentado en ella mirándolo con los ojos convertidos en dos topacios brillantes y malignos a su hermano menor que levantando su mano lo arrojó contra la pared y con la voz más profunda que le hubiera escuchado en toda su vida le dijo
-Ya están aquí. Vienen por mi-sus labios curvándose en una sonrisa siniestra fueron lo último que Dean viera antes de que la oscuridad le reclamara y la conciencia se diluyera alejándolo de la pavorosa realidad.
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Sé que no lo merezco,pero ya volveré a dar explicaciones de mi demora,xd
Igual un comentario sería muy bienvenido (sé que patricia no me va a defraudar!!! TE QUIERO AMIGAAAA!!!! BYEEEE
sammynanci- Hell´s Angel
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Re: I´D DIE FOR YOU
Pero qué paso???, por qué Sammy esta asi?? y que le hicieron a Dean en su pecho? ¿Por qué haces sufrir así a mi adorado ?
Bueno he disfrutado muchisimo el capítulo, sobretodo después de tan larga espera Espero el próximo prontito como me lo has prometido.
Te sigo adorando amiga!!
Por eso lo adoro por ser asíPero Dean era un Winchester y la testarudez la llevaba en la sangre y la fortaleza en su corazón en donde sólo tenía cabida en ese momento y, siempre, su responsabilidad de hermano mayor.
Qué puedo decir sobre esto, absolutamente toda la verdad, así es Dean!!Sam siempre iba ser lo más importante de su vida y sabía que sin él nada tendría sentido así que, obligándose a alejar a una recóndita parte de su mente todos los malestares que lo estaban acosando, se concentró en lo que mejor sabía hacer. Ser hermano mayor era el único trabajo que tomaba más en serio que la caza.
Definitivamente no le puedes hacer esto a Dean, los hellhounds son los únicos bichos a los que Dean le tiene pánico, ¿como lo asustas así?-¡No puede ser!-murmuró Dean aterrorizado-¡Hellhounds!-agregó con un hilo de voz cuando al asomarse cautelosamente por la ventana el aliento caliente de un invisible perro del infierno dibujara una mancha borrosa de vapor en el vidrio polvoriento.
En ese momento su corazón latió frenéticamente y, pálido como un muerto, sintió sus piernas flaquear ante la memoria del ataque que le arrancara la vida en medio de esas dentelladas y garras afiladas mientras escuchaba el sonido burbujeante de su propia sangre escapándose junto con el oxígeno a través de su pecho desgarrado
Bueno he disfrutado muchisimo el capítulo, sobretodo después de tan larga espera Espero el próximo prontito como me lo has prometido.
Te sigo adorando amiga!!
patriciamv3- En la puerta del infierno...
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Re: I´D DIE FOR YOU
Reitero: Feliz cumpleaños patri!!!
Mil perdones por la demora pero si hoy estoy acá este milisegundo es para dejar el capi que tanto querías(aviso que es el último porque a partir de acá quedé re bloqueada,tapada hasta la coronilla de cuadernitos de mis 32 alumnos,planificaciones varias,y un larguísimo etc entre los que se incluye Always ¿Leíste que ya dejé la conti? Acá no,es que ni me acuerdo por donde voy,xd,mañana si estoy mejor miro por donde y dejo lo que sigue ahora me estoy enrollando sola entre tanto bolonqui que tengo en la cabeza incluyendo un monumental ENOJOOOOO
.¡¡¡¡¡Necesito una brujería desbloqueante de malas ondas(entiéndase mala suerte,daños,etc) por diooooooooooooooos!!!!!!
Ejem,ejem,sorry,me enloquecí de nuevo,mejor dejo el capi y me voy a dar un baño de agua helada (no estoy hirviendo por lo que me gustaría,xd,ni siquiera alguna foto nueva vi!!!)
Besitos patri y que la pases súper bien,espero te guste mucho el capi. A mi me encantó tu comentario en el capi anterior,muy lindo y con quotes y todo!!! BYEEEE!!!
Capítulo 6:
Perspectiva
La oscuridad profunda e impenetrable era tan sombría y densa que ni un resquicio de luz podía penetrarla.
Su cuerpo dolorido parecía estar hundido en petróleo y aunque intentaba mover aunque sea un solo músculo éstos no respondían al débil intento que su cerebro aturdido le ordenaba.
Pero, a pesar de su estado inconsciente, tan agobiante y silencioso que casi no percibía ni su propia respiración, un sonido se abrió paso cada vez con más intensidad clavándose como alfileres en su interior.
En un comienzo ni siquiera podía entender ni interpretar su procedencia ni lo que significaba pero sus sentidos comenzaron a despertarse con una señal de alarma que aceleró los latidos de su corazón y, en respuesta, su sangre recorrió sus venas con intensidad llevando más claridad a su cerebro desconcertado por lo que ese sonido cobró fuerza, claridad y fue así cuando se dio cuenta de que era una voz conocida y necesitada. Pero no fue sólo esa voz lo que catapultó sus sentidos de la inconsciencia a un débil despertar, fue el intenso tono asustado con que alguien pronunciaba su nombre.
-¡Dean! ¡Dean! ¡Por favor despierta!-pedía Sam a su inconsciente hermano mayor al que sostenía en su regazo.
Desde que despertara del desmayo causado por el golpe de su hermano el menor de los Winchester pasaba por una miríada de emociones. En cuanto abrió los ojos la confusión se apoderó de él al no reconocer el lugar en que se hallaba. Más cansado de lo que se imaginara y sintiendo el cuello y la cabeza doloridos cerró nuevamente los párpados mientras se cubría con una mano sus ojos verdes que aún no se acostumbraban a la destellante luz blanca de la bombilla central de la cabaña causándole un punzante dolor en sus sienes.
Pero fue cuando pronunciara el nombre de su hermano, llamándolo con la seguridad de que su rostro preocupado sería lo primero que vería cuando nuevamente abriera sus ojos y el sonido de su voz sólo encontró el vacío por respuesta, cuando su corazón comenzó a repicar inquieto. Que su hermano mayor no se acercara inmediatamente en respuesta a su nombre y, más aún, que no estuviera a su lado para aliviar con sus reconfortantes palabras el dolor confuso que acompañara su regreso a la consciencia, fue lo que catapultó su corazón a un sentimiento de angustia y desconcierto que penetró profundamente en su alma.
Sobresaltado, abrió los ojos y se sentó abruptamente en la cama donde había despertado, su mirada tensa recorrió el lugar y en el instante en que su vista se posó en el cuerpo yaciente de su hermano un nudo de angustia se instaló en su pecho, y por un segundo, recordó lo que sintió cuando descendió por las escaleras y encontrara el cuerpo inerte del mayor en medio de esos charcos de agua. Sólo que esta vez el no sabía que ente sobrenatural podría haberlo atacado y ni siquiera imaginaba que era lo que hacían en esa cabaña.
Apartando el desconcierto a un rincón de su mente se concentró en su hermano por lo que velozmente corrió hacia él buscando ansioso el latido de la vida en su cuello, y cuando encontró el leve repiqueteo, con algo de alivio soltó el aire que sin darse cuenta había retenido en sus pulmones
-Gracias a Dios-dijo el joven al sentir el pulso latiendo en las venas del rubio con algo de lentitud pero estable-¡Dean! ¡Dean! ¡Abre los ojos, por favor!-exclamó cada vez más asustado al repasar frenéticamente el cuerpo de su hermano y no encontrar ninguna herida visible.
Iba a desabrochar la camisa del mayor preparándose para realizar maniobras de reanimación si su respiración no se estabilizaba cuando llamó su atención un leve movimiento en los párpados de su hermano mayor.
Algo aliviado, sintiendo la esperanza de recuperar a Dean de las garras de la inconsciencia, deseoso de saber que le había pasado y el porque su hermano lo había sacado de esa habitación del hotel golpeándolo inesperadamente, levantó con cuidado el torso del mayor apoyándolo en su regazo.
-¡Dean! ¡Dean!-insistió nuevamente sin poder evitar que un dejo de miedo se adueñara de su voz.
En las tinieblas de su mente la voz de su hermano pequeño se abrió paso así como un rayo de luz se filtra en el horizonte oscuro para anunciar la próxima llegada del sol, su asustado tono de voz activó sus instintos protectores trayéndole a su mente la claridad que le faltaba.
“Sam… Sam …me necesita” fue el primer pensamiento que invadió su cerebro pero sus párpados se negaban a obedecer “Está…asustado, está en… peligro” se repetía en una letanía cada vez más ansiosa intentando abrir sus ojos o al menos levantar su cabeza una pulgada pero su cuerpo protestó al esfuerzo respondiendo con un sudor frío que llenó su frente cuando se esforzó en concentrarse y su respiración se aceleró al sentirse a la deriva una vez más. Él no podía pensar, aunque luchó para mantener el poco equilibrio que consiguió al detectar la voz de su hermano en el entorno oscuro que era su realidad.
-Dean-el rubio escuchó su voz que resonó como un eco que suena desde una gran distancia. “Se lo… están…llevando” “Tengo que …salvarlo” abrió sus párpados con un supremo esfuerzo, grandes bocanadas de aliento ingresaron a su pecho haciéndolo toser, su visión borrosa intentando enfocarse en la silueta oscura que divisaba cerca suyo.
De pronto fue consciente que unos fuertes brazos estaban sujetándolo, intentando atraparlo o detenerlo para que no pudiera ayudar a su hermano
-¡Dean! ¡Por favor, reacciona! ¡No me dejes solo!-el corazón de Dean dio un vuelco estremecido al escuchar el tono angustiado de su hermano, sintiendo como el temor en su voz le destrozaba el corazón “¿Cómo puede…el chico pensar que voy…a dejarlo solo…?” ese pensamiento lo llenó de una fuerza inesperada y con sus instintos protectores aumentando en intensidad luchó contra esos brazos poderosos que lo retenían. Tenía que llegar a él, tenía que salvar a su hermano “¡No voy a…ninguna parte…no te dejo!”-pensó para encontrar así las fuerzas que le faltaban... ¡¡¡SAM!!...-gritó, sus ojos abriéndose abruptamente le trajeron un desenfoque de la realidad y la oscura silueta que lo sujetaba cobró forma lentamente junto con los sonidos que de ella llegaban
-¡¡Soy yo, Dean!! ¡¡Soy Sam, mírame, deja de luchar!!-el menor cada vez más asustado ante el extraño comportamiento de su hermano en cuanto comenzara a despertar trataba de mantenerlo quieto sin hacerle daño ya que Dean forcejeaba con bastante fuerza a pesar de su estado. Su mirada brumosa no parecía reconocerlo, su frente cubierta de sudor y su respiración entrecortada le indicaban que el rubio estaba preso en una especie de trance a la que no le encontraba explicación.
No tenía un golpe en la cabeza que señalara una posible conmoción cerebral pero, sin embargo, actuaba tan perdido e incoherente como si tuviera una. Tampoco sentía su piel ardiente por una fiebre repentina que le trajera delirios o alucinaciones pero lo miraba como si él fuera un monstruo del que sólo quería apartarse y estaba tan pálido como un muerto y su piel fría le llenó de angustia el corazón cuando pasó su mano por ella y palmeó su mejilla esperando que al fin lo reconociera y trajera calma a su desbocado corazón-¡Dean! ¡Cálmate, soy yo!-repitió nuevamente cuando la voz enronquecida de su hermano gritó su nombre.
Sam no sabía que era lo que le estaba pasando pero si sabía que su hermano sacaba fuerzas extras de donde fuera si pensaba que él estaba en peligro, por eso, con un tono angustiado que no tuvo demasiada necesidad de exagerar le pidió
-¡¡Ayúdame, Dean!!
En medio de esas brumosas tinieblas que había caído donde las siluetas y el entorno nadaban en un mar de desenfoque y confusión fueron esas palabras las que finalmente abrieron una brecha de luz por donde, al igual que un náufrago se aferra a su tabla de salvación, el mayor de los Winchester pudo encontrar su camino hacia la realidad.
Nada ni nadie iba a dañar a su hermano, no si él estaba ahí para evitarlo.
-¡Sam!-exclamó soltándose de los brazos del menor como impulsado por un resorte. Se retiró un poco hacia atrás y enfocó su mirada ya más clara hacia el rostro del joven que lo miraba expectante y esperanzado. Frunció el ceño unos segundos al ver en su mirada esa expresión vulnerable y asustada, la misma que ponía cuando era un niño de cinco años y se lastimaba las rodillas o tenía pesadillas y sólo lo buscaba a él para encontrar consuelo en su regazo. Viéndolo tan confuso y preocupado su corazón se catapultó a un golpeteo frenético, sus instintos de hermano mayor gritándole que debía hacer algo por protegerlo hicieron que los últimos momentos vividos se agolparan en su memoria con una vívida sensación de impotencia y horror.
… Su encuentro con esos seres del infierno…la aparición del demonio de ojos amarillos…las crueles palabras de éste…el golpe a su hermano para sacarlo de la habitación del hotel…los hellhounds…Sam despertando…Sam poseído…¡Sam!
-¡Aléjate de mi maldito hijo de perra!-gritó de pronto Dean parándose de inmediato ante la mirada atónita del menor-¡Aléjate de mi hermano!-agregó con la voz ronca de furia, su postura amenazante le dijo claramente a Sam que el rubio pensaba que él estaba en peligro por lo que, parándose de inmediato, giró sobre si mismo para buscar la amenaza que parecía cernirse sobre él. Al no ver nada, cada vez más confundido, volvió su rostro para mirar a su hermano y fue cuando recibió un terrible puñetazo que lo lanzó sobre una de las paredes de la cabaña. Aturdido, dolorido por el golpe, se pasó una mano por el labio sangrante
-¡Dean! ¿Qué te pasa? ¿Estás loco? ¿Por qué me golpeas?-el menor intentaba comprender la extraña situación y ver a su hermano correr después de golpearlo hacia una de las camas en donde estaban sus bolsos y sacar el cuchillo de Ruby catapultó su corazón a un miedo dolorosamente real. Dean pensaba que estaba poseído, que era un demonio o quizás algo peor como Lucifer dado el odio con el que lo miraba y apuntaba el filoso cuchillo hacia él-¡Soy yo, Dean! ¡No estoy poseído! ¿No recuerdas que tenemos el tatuaje protector?-intentó defenderse pero la posibilidad de que el rubio creyera que el mismísimo Lucifer estaba en su cuerpo le heló la sangre en las venas.
Ese símbolo no lo protegía del arcángel del mal “¿Cómo podría probarle que era él, que era su hermano?” “¿Dean creía que había dicho que si?” “¿Su hermano no confiaba en él?” “¿Tan mal había hecho las cosas que ni siquiera la única persona que lo amó incondicionalmente no creía en él?”
Sentía su corazón cada vez más herido ante los pensamientos que frenéticamente se agolpaban en su mente pero su capacidad de razonar se abrió paso aún en medio del dolor que sentía al ver que su hermano lo miraba con frialdad, con furia, amenazándolo con un cuchillo como si él fuera el monstruo de turno al que había que eliminar y por eso pudo ver que nada de lo que estaba viviendo sería posible si su hermano mayor estuviera en sus cabales.
De repente, todos los hecho anteriores volvieron a su mente aturdida: el extraño modo en que su hermano lo sacó del hotel, su manera de actuar, su palidez, sus ojos extrañamente brumosos y desenfocados, su desmayo, y más que nada, el inverosímil hecho que quisiera matarlo le recordaron la cacería por la que habían llegado a Rivertone.
Dean estaba infectado, algo le había pasado cuando lo dejó solo en la habitación del hotel, y ahora no sólo él estaba en peligro dada la amenazante postura con la que su hermano continuaba enfrentándolo en un sombrío silencio, sino que su hermano mayor estaba dentro de una cuenta regresiva en la que se le estaba acabando el tiempo.
Él no podría perder a Dean, no de nuevo. Entre el Trickster y el Infierno había pasado tiempo más que suficiente sin Dean. Él no podría hacerlo otra vez, no sólo no quería, no podía y perder a su hermano era una posibilidad que no estaba dispuesto a aceptar por lo que, con la mirada cargada de angustia pero con la firme convicción que prefería morir antes que dejar que lo que sea que había atacado a su hermano consiguiera su objetivo y lo apartaran nuevamente de su lado, se enderezó todo lo que su altura le permitió, levantó las manos en un gesto de calma y avanzó hacia él hasta que el cuchillo se apoyó peligrosamente en su pecho.
-Si crees que no soy Sam, mátame. Me lo prometiste, recuerda-dijo suavemente el menor con un nudo de angustia en la garganta que hacía que su voz temblara levemente pero, a pesar de eso, mirándolo con firmeza y seguridad directo a los ojos-Pero si al menos crees un poco en mí déjame ayudarte. Estás en peligro Dean-agregó en un tono suave que se reflejó en la verde mirada con la que buscó sus ojos, rogando internamente que le creyera, necesitando que el hermano que le dijo que siempre lo protegería se impusiera a las dudas o las alucinaciones que el ataque le había provocado.
Más que nunca necesitaba, y más de lo que estaba dispuesto admitir, esa manta de seguridad que Dean siempre había envuelto alrededor de él, su corazón palpitando frenético confirmándole hasta que punto necesitaba de su hermano mayor-No creo que pueda yo sólo con esto Dean, tienes que ayudarme-dijo finalmente con una honestidad tan clara que llenó sus expresivos ojos de una desesperación que desgarró como una cuchilla el corazón de Dean conmoviéndolo hasta la fibra más íntima de su ser.
En esos tensos minutos el mayor de los Winchester lo había escuchado en un inquieto silencio, al parecer imperturbable pero en su interior un caos de sensaciones se arremolinaban en su alma, los recuerdos de lo vivido le atenazaban el pecho con angustia, muchas imágenes se agolpaban en su mente y en todas ellas siempre estaba protegiendo a su hermano y no amenazándolo como ahora estaba haciendo, el cuchillo casi clavándose en su pecho le gritaba con un leve temblor en su mano que lo dejara caer al suelo, su frente surcada por un sudor frío y por líneas de tensión que aumentaban a medida que el joven hablaba. La disculpa, el dolor, la esperanza y el reclamo brillaban en sus ojos, ese aspecto en su mirada de “por favor, no me odies”, el leve temblor en su mandíbula, casi le hicieron desmoronarse, porque era tan Sammy que casi no le importaba haber visto sus ojos de ese amarillo color.
La expresión de vulnerabilidad que le llegara desde la mirada más parecida a un cachorrito desamparado que viera en su vida le recordó a ese pequeño niño que amara con toda su alma, le recordó al hermanito que juró proteger con su vida desde que lo sacara de las llamas que acabaran con la poca felicidad que había vivido, le recordó a ese chico que sacara del incendio en el cuál muriera no sólo su novia sino lo que quedaba de su inocencia, le recordó al joven que aún a pesar de los caminos equivocados o de los planes del más poderoso mal para con él aún guardaba esperanzas y tenía fe en que juntos podían hacer de éste un mundo mejor.
Pero, más que nada, le recordó que su vida nunca sería la misma sin él, que prefería morir, de nuevo, sólo si con ese hecho podía protegerlo y fue entonces cuando se dio cuenta de lo que estaba a punto de hacer, del embrujo en el que había caído en ese encuentro sobrenatural, y con más intensidad que nunca sintió en su corazón la calidez que la mirada de su hermano plena de amor hacia él le transmitía, por lo que el guerrero en su interior se adueñó de su pecho y tomó el control de la situación dándose cuenta lo asustado que se había sentido que Sam estuviera tan perdido y confundido y, más que nada, que estuviera dispuesto a morir por él por lo que el hermano mayor surgió nuevamente con fuerza a tomar su lugar y, dejando caer el cuchillo de Ruby, apoyó una mano fuerte y tranquilizadora en su hombro tratando de transmitirle la comodidad que tan desesperadamente Sam necesitaba de él.
-Sammy-susurró y sus ojos se encontraron con su lengua tácita y Dean pudo ver como la expresión de su hermano instantáneamente cambió del dolor a esa mirada que significaba que estaba a punto de hacer o decir algo embarazoso o sentimental por lo que sonrió levemente y el menor no pudo evitar un suspiro de alivio.
Sammy fue “Sammy” de nuevo y hasta hace unos minutos nunca se había dado cuenta cuanto le gustaba ser Sammy otra vez y cuánto había perdido cuando él no estaba, cuando pasara esos meses sabiendo que el infierno era su última morada a la que había elegido ir sólo para salvarlo a él, por lo que sintiendo como las lágrimas amenazaban con caer descontroladas y su pecho henchido de amor se lanzó con fuerza a los brazos del mayor sin importarle si actuaba de nuevo como ese niñito que temeroso de las noches tormentosas se abrazaba a la única persona que siempre le diera todo lo que la vida le negó con el fuego abrasador que se llevara su única posibilidad de que hogar no fuera sólo una palabra.
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AWWW!!!La verdad que ni yo me acordaba que me había salido un capi tan tierno,xd
Sé que queda mal que yo lo diga pero releerlo antes de publicarlo me ha cambiado un poco el humor
Ayyy,mi Dios como adoro a estos Winchester cuando se quieren,xd
Y una buena noticia:El leerlo me recordó que no es el último,ya hice la conti,lo que pasa que no me acuerdo en que archivo la guardé pero don´t worry,que ya la publiqué por otros lares así que la encontraré fácil,xd
Ahora sí,espero con calma la respuesta
Mil perdones por la demora pero si hoy estoy acá este milisegundo es para dejar el capi que tanto querías(aviso que es el último porque a partir de acá quedé re bloqueada,tapada hasta la coronilla de cuadernitos de mis 32 alumnos,planificaciones varias,y un larguísimo etc entre los que se incluye Always ¿Leíste que ya dejé la conti? Acá no,es que ni me acuerdo por donde voy,xd,mañana si estoy mejor miro por donde y dejo lo que sigue ahora me estoy enrollando sola entre tanto bolonqui que tengo en la cabeza incluyendo un monumental ENOJOOOOO
.¡¡¡¡¡Necesito una brujería desbloqueante de malas ondas(entiéndase mala suerte,daños,etc) por diooooooooooooooos!!!!!!
Ejem,ejem,sorry,me enloquecí de nuevo,mejor dejo el capi y me voy a dar un baño de agua helada (no estoy hirviendo por lo que me gustaría,xd,ni siquiera alguna foto nueva vi!!!)
Besitos patri y que la pases súper bien,espero te guste mucho el capi. A mi me encantó tu comentario en el capi anterior,muy lindo y con quotes y todo!!! BYEEEE!!!
Capítulo 6:
Perspectiva
La oscuridad profunda e impenetrable era tan sombría y densa que ni un resquicio de luz podía penetrarla.
Su cuerpo dolorido parecía estar hundido en petróleo y aunque intentaba mover aunque sea un solo músculo éstos no respondían al débil intento que su cerebro aturdido le ordenaba.
Pero, a pesar de su estado inconsciente, tan agobiante y silencioso que casi no percibía ni su propia respiración, un sonido se abrió paso cada vez con más intensidad clavándose como alfileres en su interior.
En un comienzo ni siquiera podía entender ni interpretar su procedencia ni lo que significaba pero sus sentidos comenzaron a despertarse con una señal de alarma que aceleró los latidos de su corazón y, en respuesta, su sangre recorrió sus venas con intensidad llevando más claridad a su cerebro desconcertado por lo que ese sonido cobró fuerza, claridad y fue así cuando se dio cuenta de que era una voz conocida y necesitada. Pero no fue sólo esa voz lo que catapultó sus sentidos de la inconsciencia a un débil despertar, fue el intenso tono asustado con que alguien pronunciaba su nombre.
-¡Dean! ¡Dean! ¡Por favor despierta!-pedía Sam a su inconsciente hermano mayor al que sostenía en su regazo.
Desde que despertara del desmayo causado por el golpe de su hermano el menor de los Winchester pasaba por una miríada de emociones. En cuanto abrió los ojos la confusión se apoderó de él al no reconocer el lugar en que se hallaba. Más cansado de lo que se imaginara y sintiendo el cuello y la cabeza doloridos cerró nuevamente los párpados mientras se cubría con una mano sus ojos verdes que aún no se acostumbraban a la destellante luz blanca de la bombilla central de la cabaña causándole un punzante dolor en sus sienes.
Pero fue cuando pronunciara el nombre de su hermano, llamándolo con la seguridad de que su rostro preocupado sería lo primero que vería cuando nuevamente abriera sus ojos y el sonido de su voz sólo encontró el vacío por respuesta, cuando su corazón comenzó a repicar inquieto. Que su hermano mayor no se acercara inmediatamente en respuesta a su nombre y, más aún, que no estuviera a su lado para aliviar con sus reconfortantes palabras el dolor confuso que acompañara su regreso a la consciencia, fue lo que catapultó su corazón a un sentimiento de angustia y desconcierto que penetró profundamente en su alma.
Sobresaltado, abrió los ojos y se sentó abruptamente en la cama donde había despertado, su mirada tensa recorrió el lugar y en el instante en que su vista se posó en el cuerpo yaciente de su hermano un nudo de angustia se instaló en su pecho, y por un segundo, recordó lo que sintió cuando descendió por las escaleras y encontrara el cuerpo inerte del mayor en medio de esos charcos de agua. Sólo que esta vez el no sabía que ente sobrenatural podría haberlo atacado y ni siquiera imaginaba que era lo que hacían en esa cabaña.
Apartando el desconcierto a un rincón de su mente se concentró en su hermano por lo que velozmente corrió hacia él buscando ansioso el latido de la vida en su cuello, y cuando encontró el leve repiqueteo, con algo de alivio soltó el aire que sin darse cuenta había retenido en sus pulmones
-Gracias a Dios-dijo el joven al sentir el pulso latiendo en las venas del rubio con algo de lentitud pero estable-¡Dean! ¡Dean! ¡Abre los ojos, por favor!-exclamó cada vez más asustado al repasar frenéticamente el cuerpo de su hermano y no encontrar ninguna herida visible.
Iba a desabrochar la camisa del mayor preparándose para realizar maniobras de reanimación si su respiración no se estabilizaba cuando llamó su atención un leve movimiento en los párpados de su hermano mayor.
Algo aliviado, sintiendo la esperanza de recuperar a Dean de las garras de la inconsciencia, deseoso de saber que le había pasado y el porque su hermano lo había sacado de esa habitación del hotel golpeándolo inesperadamente, levantó con cuidado el torso del mayor apoyándolo en su regazo.
-¡Dean! ¡Dean!-insistió nuevamente sin poder evitar que un dejo de miedo se adueñara de su voz.
En las tinieblas de su mente la voz de su hermano pequeño se abrió paso así como un rayo de luz se filtra en el horizonte oscuro para anunciar la próxima llegada del sol, su asustado tono de voz activó sus instintos protectores trayéndole a su mente la claridad que le faltaba.
“Sam… Sam …me necesita” fue el primer pensamiento que invadió su cerebro pero sus párpados se negaban a obedecer “Está…asustado, está en… peligro” se repetía en una letanía cada vez más ansiosa intentando abrir sus ojos o al menos levantar su cabeza una pulgada pero su cuerpo protestó al esfuerzo respondiendo con un sudor frío que llenó su frente cuando se esforzó en concentrarse y su respiración se aceleró al sentirse a la deriva una vez más. Él no podía pensar, aunque luchó para mantener el poco equilibrio que consiguió al detectar la voz de su hermano en el entorno oscuro que era su realidad.
-Dean-el rubio escuchó su voz que resonó como un eco que suena desde una gran distancia. “Se lo… están…llevando” “Tengo que …salvarlo” abrió sus párpados con un supremo esfuerzo, grandes bocanadas de aliento ingresaron a su pecho haciéndolo toser, su visión borrosa intentando enfocarse en la silueta oscura que divisaba cerca suyo.
De pronto fue consciente que unos fuertes brazos estaban sujetándolo, intentando atraparlo o detenerlo para que no pudiera ayudar a su hermano
-¡Dean! ¡Por favor, reacciona! ¡No me dejes solo!-el corazón de Dean dio un vuelco estremecido al escuchar el tono angustiado de su hermano, sintiendo como el temor en su voz le destrozaba el corazón “¿Cómo puede…el chico pensar que voy…a dejarlo solo…?” ese pensamiento lo llenó de una fuerza inesperada y con sus instintos protectores aumentando en intensidad luchó contra esos brazos poderosos que lo retenían. Tenía que llegar a él, tenía que salvar a su hermano “¡No voy a…ninguna parte…no te dejo!”-pensó para encontrar así las fuerzas que le faltaban... ¡¡¡SAM!!...-gritó, sus ojos abriéndose abruptamente le trajeron un desenfoque de la realidad y la oscura silueta que lo sujetaba cobró forma lentamente junto con los sonidos que de ella llegaban
-¡¡Soy yo, Dean!! ¡¡Soy Sam, mírame, deja de luchar!!-el menor cada vez más asustado ante el extraño comportamiento de su hermano en cuanto comenzara a despertar trataba de mantenerlo quieto sin hacerle daño ya que Dean forcejeaba con bastante fuerza a pesar de su estado. Su mirada brumosa no parecía reconocerlo, su frente cubierta de sudor y su respiración entrecortada le indicaban que el rubio estaba preso en una especie de trance a la que no le encontraba explicación.
No tenía un golpe en la cabeza que señalara una posible conmoción cerebral pero, sin embargo, actuaba tan perdido e incoherente como si tuviera una. Tampoco sentía su piel ardiente por una fiebre repentina que le trajera delirios o alucinaciones pero lo miraba como si él fuera un monstruo del que sólo quería apartarse y estaba tan pálido como un muerto y su piel fría le llenó de angustia el corazón cuando pasó su mano por ella y palmeó su mejilla esperando que al fin lo reconociera y trajera calma a su desbocado corazón-¡Dean! ¡Cálmate, soy yo!-repitió nuevamente cuando la voz enronquecida de su hermano gritó su nombre.
Sam no sabía que era lo que le estaba pasando pero si sabía que su hermano sacaba fuerzas extras de donde fuera si pensaba que él estaba en peligro, por eso, con un tono angustiado que no tuvo demasiada necesidad de exagerar le pidió
-¡¡Ayúdame, Dean!!
En medio de esas brumosas tinieblas que había caído donde las siluetas y el entorno nadaban en un mar de desenfoque y confusión fueron esas palabras las que finalmente abrieron una brecha de luz por donde, al igual que un náufrago se aferra a su tabla de salvación, el mayor de los Winchester pudo encontrar su camino hacia la realidad.
Nada ni nadie iba a dañar a su hermano, no si él estaba ahí para evitarlo.
-¡Sam!-exclamó soltándose de los brazos del menor como impulsado por un resorte. Se retiró un poco hacia atrás y enfocó su mirada ya más clara hacia el rostro del joven que lo miraba expectante y esperanzado. Frunció el ceño unos segundos al ver en su mirada esa expresión vulnerable y asustada, la misma que ponía cuando era un niño de cinco años y se lastimaba las rodillas o tenía pesadillas y sólo lo buscaba a él para encontrar consuelo en su regazo. Viéndolo tan confuso y preocupado su corazón se catapultó a un golpeteo frenético, sus instintos de hermano mayor gritándole que debía hacer algo por protegerlo hicieron que los últimos momentos vividos se agolparan en su memoria con una vívida sensación de impotencia y horror.
… Su encuentro con esos seres del infierno…la aparición del demonio de ojos amarillos…las crueles palabras de éste…el golpe a su hermano para sacarlo de la habitación del hotel…los hellhounds…Sam despertando…Sam poseído…¡Sam!
-¡Aléjate de mi maldito hijo de perra!-gritó de pronto Dean parándose de inmediato ante la mirada atónita del menor-¡Aléjate de mi hermano!-agregó con la voz ronca de furia, su postura amenazante le dijo claramente a Sam que el rubio pensaba que él estaba en peligro por lo que, parándose de inmediato, giró sobre si mismo para buscar la amenaza que parecía cernirse sobre él. Al no ver nada, cada vez más confundido, volvió su rostro para mirar a su hermano y fue cuando recibió un terrible puñetazo que lo lanzó sobre una de las paredes de la cabaña. Aturdido, dolorido por el golpe, se pasó una mano por el labio sangrante
-¡Dean! ¿Qué te pasa? ¿Estás loco? ¿Por qué me golpeas?-el menor intentaba comprender la extraña situación y ver a su hermano correr después de golpearlo hacia una de las camas en donde estaban sus bolsos y sacar el cuchillo de Ruby catapultó su corazón a un miedo dolorosamente real. Dean pensaba que estaba poseído, que era un demonio o quizás algo peor como Lucifer dado el odio con el que lo miraba y apuntaba el filoso cuchillo hacia él-¡Soy yo, Dean! ¡No estoy poseído! ¿No recuerdas que tenemos el tatuaje protector?-intentó defenderse pero la posibilidad de que el rubio creyera que el mismísimo Lucifer estaba en su cuerpo le heló la sangre en las venas.
Ese símbolo no lo protegía del arcángel del mal “¿Cómo podría probarle que era él, que era su hermano?” “¿Dean creía que había dicho que si?” “¿Su hermano no confiaba en él?” “¿Tan mal había hecho las cosas que ni siquiera la única persona que lo amó incondicionalmente no creía en él?”
Sentía su corazón cada vez más herido ante los pensamientos que frenéticamente se agolpaban en su mente pero su capacidad de razonar se abrió paso aún en medio del dolor que sentía al ver que su hermano lo miraba con frialdad, con furia, amenazándolo con un cuchillo como si él fuera el monstruo de turno al que había que eliminar y por eso pudo ver que nada de lo que estaba viviendo sería posible si su hermano mayor estuviera en sus cabales.
De repente, todos los hecho anteriores volvieron a su mente aturdida: el extraño modo en que su hermano lo sacó del hotel, su manera de actuar, su palidez, sus ojos extrañamente brumosos y desenfocados, su desmayo, y más que nada, el inverosímil hecho que quisiera matarlo le recordaron la cacería por la que habían llegado a Rivertone.
Dean estaba infectado, algo le había pasado cuando lo dejó solo en la habitación del hotel, y ahora no sólo él estaba en peligro dada la amenazante postura con la que su hermano continuaba enfrentándolo en un sombrío silencio, sino que su hermano mayor estaba dentro de una cuenta regresiva en la que se le estaba acabando el tiempo.
Él no podría perder a Dean, no de nuevo. Entre el Trickster y el Infierno había pasado tiempo más que suficiente sin Dean. Él no podría hacerlo otra vez, no sólo no quería, no podía y perder a su hermano era una posibilidad que no estaba dispuesto a aceptar por lo que, con la mirada cargada de angustia pero con la firme convicción que prefería morir antes que dejar que lo que sea que había atacado a su hermano consiguiera su objetivo y lo apartaran nuevamente de su lado, se enderezó todo lo que su altura le permitió, levantó las manos en un gesto de calma y avanzó hacia él hasta que el cuchillo se apoyó peligrosamente en su pecho.
-Si crees que no soy Sam, mátame. Me lo prometiste, recuerda-dijo suavemente el menor con un nudo de angustia en la garganta que hacía que su voz temblara levemente pero, a pesar de eso, mirándolo con firmeza y seguridad directo a los ojos-Pero si al menos crees un poco en mí déjame ayudarte. Estás en peligro Dean-agregó en un tono suave que se reflejó en la verde mirada con la que buscó sus ojos, rogando internamente que le creyera, necesitando que el hermano que le dijo que siempre lo protegería se impusiera a las dudas o las alucinaciones que el ataque le había provocado.
Más que nunca necesitaba, y más de lo que estaba dispuesto admitir, esa manta de seguridad que Dean siempre había envuelto alrededor de él, su corazón palpitando frenético confirmándole hasta que punto necesitaba de su hermano mayor-No creo que pueda yo sólo con esto Dean, tienes que ayudarme-dijo finalmente con una honestidad tan clara que llenó sus expresivos ojos de una desesperación que desgarró como una cuchilla el corazón de Dean conmoviéndolo hasta la fibra más íntima de su ser.
En esos tensos minutos el mayor de los Winchester lo había escuchado en un inquieto silencio, al parecer imperturbable pero en su interior un caos de sensaciones se arremolinaban en su alma, los recuerdos de lo vivido le atenazaban el pecho con angustia, muchas imágenes se agolpaban en su mente y en todas ellas siempre estaba protegiendo a su hermano y no amenazándolo como ahora estaba haciendo, el cuchillo casi clavándose en su pecho le gritaba con un leve temblor en su mano que lo dejara caer al suelo, su frente surcada por un sudor frío y por líneas de tensión que aumentaban a medida que el joven hablaba. La disculpa, el dolor, la esperanza y el reclamo brillaban en sus ojos, ese aspecto en su mirada de “por favor, no me odies”, el leve temblor en su mandíbula, casi le hicieron desmoronarse, porque era tan Sammy que casi no le importaba haber visto sus ojos de ese amarillo color.
La expresión de vulnerabilidad que le llegara desde la mirada más parecida a un cachorrito desamparado que viera en su vida le recordó a ese pequeño niño que amara con toda su alma, le recordó al hermanito que juró proteger con su vida desde que lo sacara de las llamas que acabaran con la poca felicidad que había vivido, le recordó a ese chico que sacara del incendio en el cuál muriera no sólo su novia sino lo que quedaba de su inocencia, le recordó al joven que aún a pesar de los caminos equivocados o de los planes del más poderoso mal para con él aún guardaba esperanzas y tenía fe en que juntos podían hacer de éste un mundo mejor.
Pero, más que nada, le recordó que su vida nunca sería la misma sin él, que prefería morir, de nuevo, sólo si con ese hecho podía protegerlo y fue entonces cuando se dio cuenta de lo que estaba a punto de hacer, del embrujo en el que había caído en ese encuentro sobrenatural, y con más intensidad que nunca sintió en su corazón la calidez que la mirada de su hermano plena de amor hacia él le transmitía, por lo que el guerrero en su interior se adueñó de su pecho y tomó el control de la situación dándose cuenta lo asustado que se había sentido que Sam estuviera tan perdido y confundido y, más que nada, que estuviera dispuesto a morir por él por lo que el hermano mayor surgió nuevamente con fuerza a tomar su lugar y, dejando caer el cuchillo de Ruby, apoyó una mano fuerte y tranquilizadora en su hombro tratando de transmitirle la comodidad que tan desesperadamente Sam necesitaba de él.
-Sammy-susurró y sus ojos se encontraron con su lengua tácita y Dean pudo ver como la expresión de su hermano instantáneamente cambió del dolor a esa mirada que significaba que estaba a punto de hacer o decir algo embarazoso o sentimental por lo que sonrió levemente y el menor no pudo evitar un suspiro de alivio.
Sammy fue “Sammy” de nuevo y hasta hace unos minutos nunca se había dado cuenta cuanto le gustaba ser Sammy otra vez y cuánto había perdido cuando él no estaba, cuando pasara esos meses sabiendo que el infierno era su última morada a la que había elegido ir sólo para salvarlo a él, por lo que sintiendo como las lágrimas amenazaban con caer descontroladas y su pecho henchido de amor se lanzó con fuerza a los brazos del mayor sin importarle si actuaba de nuevo como ese niñito que temeroso de las noches tormentosas se abrazaba a la única persona que siempre le diera todo lo que la vida le negó con el fuego abrasador que se llevara su única posibilidad de que hogar no fuera sólo una palabra.
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AWWW!!!La verdad que ni yo me acordaba que me había salido un capi tan tierno,xd
Sé que queda mal que yo lo diga pero releerlo antes de publicarlo me ha cambiado un poco el humor
Ayyy,mi Dios como adoro a estos Winchester cuando se quieren,xd
Y una buena noticia:El leerlo me recordó que no es el último,ya hice la conti,lo que pasa que no me acuerdo en que archivo la guardé pero don´t worry,que ya la publiqué por otros lares así que la encontraré fácil,xd
Ahora sí,espero con calma la respuesta
sammynanci- Hell´s Angel
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Re: I´D DIE FOR YOU
Gracias por tan hermoso capítulo y por publicarlo por mi cumpleaños
Bueno comento,
Con esta frase me mataste
Gracias amiga estuvo precioso el capítulo!! Te adoro ¿te lo había dicho?
Bueno comento,
Tan bello mi Dean, siempre con su instinto protector de hermano mayor-¡Dean! ¡Por favor, reacciona! ¡No me dejes solo!-el corazón de Dean dio un vuelco estremecido al escuchar el tono angustiado de su hermano, sintiendo como el temor en su voz le destrozaba el corazón “¿Cómo puede…el chico pensar que voy…a dejarlo solo…?” ese pensamiento lo llenó de una fuerza inesperada y con sus instintos protectores aumentando en intensidad luchó contra esos brazos poderosos que lo retenían. Tenía que llegar a él, tenía que salvar a su hermano
Como conoce Sam a Dean, sabe como hacerlo reaccionar, sabe que Dean hará todo por élSam no sabía que era lo que le estaba pasando pero si sabía que su hermano sacaba fuerzas extras de donde fuera si pensaba que él estaba en peligro, por eso, con un tono angustiado que no tuvo demasiada necesidad de exagerar le pidió
-¡¡Ayúdame, Dean!!
Pobre sammy, ¿como se le ocurre que Dean en su sano jucio va a desconfiar de él ?“¿Cómo podría probarle que era él, que era su hermano?” “¿Dean creía que había dicho que si?” “¿Su hermano no confiaba en él?” “¿Tan mal había hecho las cosas que ni siquiera la única persona que lo amó incondicionalmente no creía en él?”
Si crees que no soy Sam, mátame. Me lo prometiste, recuerda-dijo suavemente el menor con un nudo de angustia en la garganta que hacía que su voz temblara levemente pero, a pesar de eso, mirándolo con firmeza y seguridad directo a los ojos-Pero si al menos crees un poco en mí déjame ayudarte
Con esta frase me mataste
Ya con esta me dejaste toda emocionada, a Sam le gusta ser Sammy para su Bro que lo adora, me re gusto esta escena, y ese abrazo.por lo que sintiendo como las lágrimas amenazaban con caer descontroladas y su pecho henchido de amor se lanzó con fuerza a los brazos del mayor sin importarle si actuaba de nuevo como ese niñito que temeroso de las noches tormentosas se abrazaba a la única persona que siempre le diera todo lo que la vida le negó con el fuego abrasador que se llevara su única posibilidad de que hogar no fuera sólo una palabra.
Gracias amiga estuvo precioso el capítulo!! Te adoro ¿te lo había dicho?
patriciamv3- En la puerta del infierno...
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Re: I´D DIE FOR YOU
Awww,amiga Yo también te adoro,xd!!!! Qué lindo comentario me habías dejado todo lleno de quotes,xd con tan lindas reflexiones debajo de ellos,que yo también me quedé toda emocionada y,aunque estoy trabada con este fic dejo lo que sigue porque ya lo tengo echo,para terminarlo tendrán que ayudarme con lindos comentarios y un gran apoyo (en lo que incluyo a mi hermanita Sil que es la culpable de que yo escriba esto,xd) Si hurtDean no es lo míoooooo!!!!! En fin,dejaré de dar excusas y me pondré a trabajar en esto porque a fin de cuentas el panorama no pinta bien para ninguno de los dos ,jajajaj,o sea que complicarlo para Sammy lo complico seguro,jajajaja
Bueno Patri,espero que te guste (mejor dicho,recuerdes lo que sigue(ya se que lo leíste en F.F,gracias,tkm!!!
Capítulo 7:
No voy a perderte
Dean recibió con gran sorpresa, y no menos emoción, el abrazo de su hermano reaccionando con un breve instante de quietud a la sensación de su cuerpo junto al suyo. El intenso latir del corazón de Sam y un temblor casi imperceptible en su piel hicieron que sus instintos protectores reaccionaran alarmados para devolverle a su vez un abrazo fuerte y cálido que consiguiera calmarlo.
Estrechando a su hermano, como hacía tiempo no hacía, entre sus brazos se dio cuenta cuanto había asustado al chico y que, a pesar de lo mucho que éste había crecido, lo que a veces lo llevaba a preguntarse en qué momento se había transformado en ese gigante musculoso que asustaría al más valiente, todavía podía ser tan emocional y sensible cuando se trataba de él.
Un Sam emocional hacía a un Dean infeliz y, aunque por un lado no tenía idea hacia donde ir o qué decir para ayudar a su hermano pequeño, no podía dejar de sentir una cálida sensación que casi se había perdido con el tiempo que todo se llevaba.
Claramente, su preocupación, su angustia, el temor que brillaba en su mirada le dijeron que Sam también tenía un hermano a quien cuidar. Aunque esa certeza lo llenó de una paz que creía haber perdido en medio de tantos secretos y verdades a medias, de tantas luchas y pérdidas pero, sobre todo, después de las manipulaciones que tanto demonios como ángeles ejercieran sobre ellos, aún podía sentir en ese abrazo como el hermanito a quien cuidara y protegiera aún a costa de su alma seguía siendo ese chico que se aferraba a él como la única referencia estable en esa vida de locos que llevaban.
Y, a pesar de que cada vez con más frecuencia podía ver como Sam crecía camino a su definitiva independencia, sentir que todavía seguía siendo todo para él, su hermano protector, casi como un padre, su mejor amigo y compañero, llenó su alma con una calidez tan intensa que casi alivia por completo el peso de sus penas.
Después de todo no estaba seguro de querer dejarlo crecer así que, recibir ese emotivo abrazo de parte de su hermano, hizo que retrocediera en el tiempo al momento en que su padre lo dejara en su regazo para que lo alejara del calor intenso que acabara con los pocos años de felicidad que nunca más había deseado, haciéndolo sentir como el sólo hecho de rodearlo con sus brazos pudiera alejarlo del peligro oscuro del destino que amenazaba con cercarlo.
Pero fue cuando sus ojos verdes se llenaron de brillantes gotitas que el duro Dean Winchester retomó el control de sí mismo y decidió que el momento sentimental tenía que llegar a su fin.
No era que no fuera capaz de demostrar emoción pero no formaba parte de su fachada ir por ese camino, eso sin contar que los musculosos brazos de su no tan "pequeño" hermanito lo estaban estrujando.
-Sammy… ¿Estás tratando de triturarme como una pitón?-le dijo experto en ocultar sus emociones bajo la máscara del bromista.
En el acto el menor lo soltó con expresión turbada, aún tratando de recomponerse del intenso momento que le había hecho revivir en pocos minutos todo el dolor que sintiera todas las veces que perdiera a Dean con las jugarretas del Trickster o bajo las filosas garras de los perros del Infierno.
-¡Oh, lo siento Dean!-exclamó el chico apartándose de su lado pero aún manteniendo una mano en su hombro no muy seguro de romper el contacto temiendo que si se apartaba podía estar a punto de perderlo otra vez-Es que me diste un susto de muerte hermano, creí que…-intentó explicarse pero el nudo que le agarrotó la garganta le impidió continuar no muy seguro de que su voz no flaqueara.
El rubio levantó la vista y enfocó sus ojos verdes en él tragando saliva ante las sensaciones que se arremolinaron en su interior al encontrar tantas emociones en esa expresiva mirada.
Dios, había amado a ese chico desde el momento en que se enteró que iba a ser hermano mayor pero darse cuenta de hasta que punto él también lo quería lo hacía sentir vulnerable y, a pesar de que se negaba a ir por el camino de las charlas sentimentales, lo miró con ternura.
-Estoy bien, Sammy. Ya no te preocupes-su voz suave y reconfortante hizo que el aludido le sonriera algo aliviado y bajara su mano del hombro de su hermano pero fue en ese momento que su cuerpo no quiso hacerle caso a lo que sus palabras expresaban y un intenso dolor quemó el centro de su pecho haciendo que su piel se tornara aún más pálida. En el acto Sam se dio cuenta del cambio en su mirada aunque el mayor se esforzara en disimular la molestia cada vez mayor que lo acuciaba. Sentía que todas sus extremidades pesaban como plomo y conseguir que las cosas no se desenfocaran de su entorno requería un esfuerzo extra de concentración que el dolor de cabeza que comenzó a latir en sus sienes le impedía conseguir.
-No estás bien, Dean, no me mientas-le dijo el castaño acercándose nuevamente a él dispuesto a prestarle el apoyo que su cuerpo fuerte podía darle- ¿Qué te pasa, qué sientes?-le preguntó intentando tocar su frente para recibir un manotazo de su hermano apartando su mano.
-Deja quieta esas manazas tuyas Samantha, no te pongas sentimental otra vez-se quejó el cazador molesto-Sólo quiero dormir, arrastrar la mole que eres hacia esta cabaña me dejó agotado-se excusó disimulando bajo su coraza bromista que el duro Dean Winchester que siempre se hacía cargo de todo, el fuerte, el invencible, se estaba consumiendo a consecuencia de un encuentro sobrenatural que con su descuido había provocado él. Eso sin contar que todavía no podía olvidar las palabras de ese fenómeno y de que no estaba seguro que Ojos Amarillos no hubiera sido tan real como lo sintió.
-¡Dean! ¡No me trates como si fuera un niño!-se molestó el castaño-¿Crees que no me doy cuenta que actúas como todos los que fueron atacados en este caso que vinimos a investigar? ¿Qué no me doy cuenta que me sacaste del hotel…sin contar que me golpeaste-agregó frotándose el cuello amoratado que le había quedado como huella del brusco accionar de su hermano y prosiguió-porque algo te asustó tanto que preferiste golpearme en vez de permitir que te ayude?
-¡Yo no me asusté!-protestó el rubio con gesto de disgusto dando media vuelta para dirigirse a una de las camas rogando para sus adentros que el chico detuviera su catarata de preguntas a las que no quería ni sabía como responder-¡Y no necesito que me ayudes, Sam! ¡Puedo cuidarme solo!-agregó sonando muy poco convincente ante el temblor que sacudió su cuerpo al apoyarse en el colchón y que un dolor agudo recorriera su columna vertebral irradiado por el malestar que crecía en la piel de su pecho.
Por supuesto que sus deseos no se hicieron realidad porque, si en algo se parecían, era en lo obstinados que podían llegar a ser cuando alguno de los dos temía perder al otro sin hacer hasta lo imposible por evitarlo por lo que su hermano menor atento a cualquier cambio se lanzó a su lado en cuanto observó su breve gesto de dolor.
-¿Estás bien Dean? ¿Qué te pasa? ¡Dime!-exigió demostrando en el leve temblor de su voz lo asustado que seguía estando-¿Quién te atacó? ¿Qué te hizo? ¡Háblame por favor!-agregó con ese tono y esa mirada exasperante que sólo él era capaz de poner y a la que Dean rara vez podía resistir.
-"Si el chico usara esa mirada y ese tono de voz como arma quizás muchas veces ni siquiera hubiéramos tenido que usar la escopeta recortada para alejar fantasmas"-pensó el rubio manteniendo sus dientes entre sus mandíbulas apretadas tratando de alejar a un rincón de su mente el dolor que lo acuciaba-Un viejo encapuchado, creo que un demonio-comenzó a explicar ante la preocupación casi palpable que crecía en su hermano que frunció el ceño al escucharlo pero que guardó silencio esperando que Dean continuara hablando-Estaba con otros dos demonios y una chica-ahí fue cuando Sam meneó la cabeza con disgusto imaginando que sin dudas por culpa de eso habían conseguido atraparlo pero, antes de que pudiera decir algo para retarlo, el mayor continuó-¡No digas nada!-exclamó levantando la mano y prosiguió-Para resumir, porque estoy cansado y quiero ir a dormir, ese viejo que parecía Palpatine, el emperador de Starwars, me tiró contra una pared como hacen siempre, se hizo el aterrador con las amenazas de siempre y se fue. Historia terminada-concluyó mientras se recostaba en su cama volteándose contra la pared para evitar que continuara la conversación además de que el menor se diera cuenta de lo mal que se estaba sintiendo. Nunca le gustó dar una imagen de debilidad y no iba a empezar ahora cuando su fachada recia y dura llevaba tantos años altiva.
Pero, los últimos meses de desencuentros, peleas y pérdidas habían continuado resquebrajando su alma ya herida desde los meses en el Infierno y, aunque tenía todas las intenciones de ser el mismo Dean Winchester de siempre, no pudo evitar la sensación de culpa que le invadió por la mirada herida de su hermano que, aunque no la veía, podía sentir fija en él.
-No me preguntes más, Sammy, por favor-le pidió-Estoy muy cansado, sólo quiero dormir-agregó con voz ahogada mientras apretaba los dientes para ocultar el jadeo de dolor que quiso escapar por sus labios.
El menor lo miró preocupado, su boca entreabierta indicaba que había estado a punto de decir algo cuando lo sorprendió el pedido de su hermano. Luchando contra la incertidumbre que la reacia explicación del rubio le causara lo miró fijamente por un largo rato sintiendo como los latidos de su corazón aumentaban frenéticos acompañando el ritmo de sus pensamientos. Él no iba a quedarse sin llegar hasta el fondo de todo, sabía que había más y, aunque Dean se negara a explicarle más, igual lo iba a averiguar.
-Está bien Dean, no te pregunto más. Descansa-le dijo finalmente sorprendiéndose al no recibir respuesta de su hermano-¿Dean?... ¿Estás dormido ya?-preguntó desconcertado mientras sin poder ocultar la preocupación que se reflejó en su mirada se acercó a la cama y se inclinó sigilosamente para mirarlo. La palidez de su rostro lo asustó pero, observar la gran cantidad de gotitas de sudor que cubrían su tez, catapultó nuevamente el miedo en pánico.
Muy despacio llevó una mano a su frente para comprobar si tenía fiebre, encontrarla tan fría como un bloque de hielo no alivió en nada la preocupación que oprimió su alma.
Con cuidado tapó al mayor con todas las mantas que pudo encontrar, tenía que elevar su temperatura porque parecía al borde de una hipotermia y todo había pasado tan de repente que no podía todavía reaccionar para conseguir aliviar a Dean del malestar que repentinamente le había atacado.
Frustrado, golpeó con su puño la almohada vacía de la cama en donde se había sentado después de cubrir con las mantas a su hermano mientras intentaba encontrar la claridad que necesitaba para hacerse cargo de la situación.
A pesar de que varias veces la vida de Dean pendió de un hilo, nunca se había sentido tan perdido y solo como en este caso. No entendía nada, no sabía que más había pasado, no sabía qué o quién le había hecho daño ni como se lo había hecho.
Hacía mucho tiempo que no veía a Dean actuar como si estuviera escapando, asustado de algo o por algo que le había pasado. Dean no era así, él se quedaba a luchar hasta las últimas consecuencias, siempre decidido a barrer del planeta a todas las criaturas, demonios o espíritu que se les cruzaran y, aunque en los últimos meses la fortaleza que veía en sus ojos se había opacado un poco desde que tanto ángeles como Lucifer los cercaran con sus planes, nunca había dudado de que su hermano mayor siempre iba a hacer hasta lo imposible para salvar todas las vidas que en su camino encontraran.
Pero esta vez lo asustó más que nada el hecho de que era su propia vida la que estaba en peligro y su hermano no parecía tener intenciones de solucionarlo ocultándole desde un comienzo lo que había pasado y dejando el hotel como si estuvieran corriendo del mismo Diablo.
-No voy a perderte Dean-murmuró Sam conmocionado-Sea lo que sea que te haya pasado lo voy a solucionar-le dijo mientras pasaba suavemente una mano por su cabello como tantas veces desde que tenía memoria había hecho su hermano con él-Esta vez nada ni nadie impedirá que te salve, aunque sea lo último que haga-sintiendo como la firmeza de su decisión calmaba en parte la ansiedad de su alma se levantó rápidamente para buscar su laptop con la que regresó al lado de Dean sentándose a su lado dispuesto a quedarse despierto el resto de la noche hasta encontrar una pista que le ayudara a resolver el caso antes de que la próxima víctima sea su hermano.
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Buenoooo,ahora si,es el último,último que escribí please muchos y quizás muy pronto les de una sorpresa.Mientras tanto relean todos los capis,no vaya a ser que cuando publique no se acuerden de nada,jajajajja Es que tardé muchooooooo!!!
Byeee!!!!
Bueno Patri,espero que te guste (mejor dicho,recuerdes lo que sigue(ya se que lo leíste en F.F,gracias,tkm!!!
Capítulo 7:
No voy a perderte
Dean recibió con gran sorpresa, y no menos emoción, el abrazo de su hermano reaccionando con un breve instante de quietud a la sensación de su cuerpo junto al suyo. El intenso latir del corazón de Sam y un temblor casi imperceptible en su piel hicieron que sus instintos protectores reaccionaran alarmados para devolverle a su vez un abrazo fuerte y cálido que consiguiera calmarlo.
Estrechando a su hermano, como hacía tiempo no hacía, entre sus brazos se dio cuenta cuanto había asustado al chico y que, a pesar de lo mucho que éste había crecido, lo que a veces lo llevaba a preguntarse en qué momento se había transformado en ese gigante musculoso que asustaría al más valiente, todavía podía ser tan emocional y sensible cuando se trataba de él.
Un Sam emocional hacía a un Dean infeliz y, aunque por un lado no tenía idea hacia donde ir o qué decir para ayudar a su hermano pequeño, no podía dejar de sentir una cálida sensación que casi se había perdido con el tiempo que todo se llevaba.
Claramente, su preocupación, su angustia, el temor que brillaba en su mirada le dijeron que Sam también tenía un hermano a quien cuidar. Aunque esa certeza lo llenó de una paz que creía haber perdido en medio de tantos secretos y verdades a medias, de tantas luchas y pérdidas pero, sobre todo, después de las manipulaciones que tanto demonios como ángeles ejercieran sobre ellos, aún podía sentir en ese abrazo como el hermanito a quien cuidara y protegiera aún a costa de su alma seguía siendo ese chico que se aferraba a él como la única referencia estable en esa vida de locos que llevaban.
Y, a pesar de que cada vez con más frecuencia podía ver como Sam crecía camino a su definitiva independencia, sentir que todavía seguía siendo todo para él, su hermano protector, casi como un padre, su mejor amigo y compañero, llenó su alma con una calidez tan intensa que casi alivia por completo el peso de sus penas.
Después de todo no estaba seguro de querer dejarlo crecer así que, recibir ese emotivo abrazo de parte de su hermano, hizo que retrocediera en el tiempo al momento en que su padre lo dejara en su regazo para que lo alejara del calor intenso que acabara con los pocos años de felicidad que nunca más había deseado, haciéndolo sentir como el sólo hecho de rodearlo con sus brazos pudiera alejarlo del peligro oscuro del destino que amenazaba con cercarlo.
Pero fue cuando sus ojos verdes se llenaron de brillantes gotitas que el duro Dean Winchester retomó el control de sí mismo y decidió que el momento sentimental tenía que llegar a su fin.
No era que no fuera capaz de demostrar emoción pero no formaba parte de su fachada ir por ese camino, eso sin contar que los musculosos brazos de su no tan "pequeño" hermanito lo estaban estrujando.
-Sammy… ¿Estás tratando de triturarme como una pitón?-le dijo experto en ocultar sus emociones bajo la máscara del bromista.
En el acto el menor lo soltó con expresión turbada, aún tratando de recomponerse del intenso momento que le había hecho revivir en pocos minutos todo el dolor que sintiera todas las veces que perdiera a Dean con las jugarretas del Trickster o bajo las filosas garras de los perros del Infierno.
-¡Oh, lo siento Dean!-exclamó el chico apartándose de su lado pero aún manteniendo una mano en su hombro no muy seguro de romper el contacto temiendo que si se apartaba podía estar a punto de perderlo otra vez-Es que me diste un susto de muerte hermano, creí que…-intentó explicarse pero el nudo que le agarrotó la garganta le impidió continuar no muy seguro de que su voz no flaqueara.
El rubio levantó la vista y enfocó sus ojos verdes en él tragando saliva ante las sensaciones que se arremolinaron en su interior al encontrar tantas emociones en esa expresiva mirada.
Dios, había amado a ese chico desde el momento en que se enteró que iba a ser hermano mayor pero darse cuenta de hasta que punto él también lo quería lo hacía sentir vulnerable y, a pesar de que se negaba a ir por el camino de las charlas sentimentales, lo miró con ternura.
-Estoy bien, Sammy. Ya no te preocupes-su voz suave y reconfortante hizo que el aludido le sonriera algo aliviado y bajara su mano del hombro de su hermano pero fue en ese momento que su cuerpo no quiso hacerle caso a lo que sus palabras expresaban y un intenso dolor quemó el centro de su pecho haciendo que su piel se tornara aún más pálida. En el acto Sam se dio cuenta del cambio en su mirada aunque el mayor se esforzara en disimular la molestia cada vez mayor que lo acuciaba. Sentía que todas sus extremidades pesaban como plomo y conseguir que las cosas no se desenfocaran de su entorno requería un esfuerzo extra de concentración que el dolor de cabeza que comenzó a latir en sus sienes le impedía conseguir.
-No estás bien, Dean, no me mientas-le dijo el castaño acercándose nuevamente a él dispuesto a prestarle el apoyo que su cuerpo fuerte podía darle- ¿Qué te pasa, qué sientes?-le preguntó intentando tocar su frente para recibir un manotazo de su hermano apartando su mano.
-Deja quieta esas manazas tuyas Samantha, no te pongas sentimental otra vez-se quejó el cazador molesto-Sólo quiero dormir, arrastrar la mole que eres hacia esta cabaña me dejó agotado-se excusó disimulando bajo su coraza bromista que el duro Dean Winchester que siempre se hacía cargo de todo, el fuerte, el invencible, se estaba consumiendo a consecuencia de un encuentro sobrenatural que con su descuido había provocado él. Eso sin contar que todavía no podía olvidar las palabras de ese fenómeno y de que no estaba seguro que Ojos Amarillos no hubiera sido tan real como lo sintió.
-¡Dean! ¡No me trates como si fuera un niño!-se molestó el castaño-¿Crees que no me doy cuenta que actúas como todos los que fueron atacados en este caso que vinimos a investigar? ¿Qué no me doy cuenta que me sacaste del hotel…sin contar que me golpeaste-agregó frotándose el cuello amoratado que le había quedado como huella del brusco accionar de su hermano y prosiguió-porque algo te asustó tanto que preferiste golpearme en vez de permitir que te ayude?
-¡Yo no me asusté!-protestó el rubio con gesto de disgusto dando media vuelta para dirigirse a una de las camas rogando para sus adentros que el chico detuviera su catarata de preguntas a las que no quería ni sabía como responder-¡Y no necesito que me ayudes, Sam! ¡Puedo cuidarme solo!-agregó sonando muy poco convincente ante el temblor que sacudió su cuerpo al apoyarse en el colchón y que un dolor agudo recorriera su columna vertebral irradiado por el malestar que crecía en la piel de su pecho.
Por supuesto que sus deseos no se hicieron realidad porque, si en algo se parecían, era en lo obstinados que podían llegar a ser cuando alguno de los dos temía perder al otro sin hacer hasta lo imposible por evitarlo por lo que su hermano menor atento a cualquier cambio se lanzó a su lado en cuanto observó su breve gesto de dolor.
-¿Estás bien Dean? ¿Qué te pasa? ¡Dime!-exigió demostrando en el leve temblor de su voz lo asustado que seguía estando-¿Quién te atacó? ¿Qué te hizo? ¡Háblame por favor!-agregó con ese tono y esa mirada exasperante que sólo él era capaz de poner y a la que Dean rara vez podía resistir.
-"Si el chico usara esa mirada y ese tono de voz como arma quizás muchas veces ni siquiera hubiéramos tenido que usar la escopeta recortada para alejar fantasmas"-pensó el rubio manteniendo sus dientes entre sus mandíbulas apretadas tratando de alejar a un rincón de su mente el dolor que lo acuciaba-Un viejo encapuchado, creo que un demonio-comenzó a explicar ante la preocupación casi palpable que crecía en su hermano que frunció el ceño al escucharlo pero que guardó silencio esperando que Dean continuara hablando-Estaba con otros dos demonios y una chica-ahí fue cuando Sam meneó la cabeza con disgusto imaginando que sin dudas por culpa de eso habían conseguido atraparlo pero, antes de que pudiera decir algo para retarlo, el mayor continuó-¡No digas nada!-exclamó levantando la mano y prosiguió-Para resumir, porque estoy cansado y quiero ir a dormir, ese viejo que parecía Palpatine, el emperador de Starwars, me tiró contra una pared como hacen siempre, se hizo el aterrador con las amenazas de siempre y se fue. Historia terminada-concluyó mientras se recostaba en su cama volteándose contra la pared para evitar que continuara la conversación además de que el menor se diera cuenta de lo mal que se estaba sintiendo. Nunca le gustó dar una imagen de debilidad y no iba a empezar ahora cuando su fachada recia y dura llevaba tantos años altiva.
Pero, los últimos meses de desencuentros, peleas y pérdidas habían continuado resquebrajando su alma ya herida desde los meses en el Infierno y, aunque tenía todas las intenciones de ser el mismo Dean Winchester de siempre, no pudo evitar la sensación de culpa que le invadió por la mirada herida de su hermano que, aunque no la veía, podía sentir fija en él.
-No me preguntes más, Sammy, por favor-le pidió-Estoy muy cansado, sólo quiero dormir-agregó con voz ahogada mientras apretaba los dientes para ocultar el jadeo de dolor que quiso escapar por sus labios.
El menor lo miró preocupado, su boca entreabierta indicaba que había estado a punto de decir algo cuando lo sorprendió el pedido de su hermano. Luchando contra la incertidumbre que la reacia explicación del rubio le causara lo miró fijamente por un largo rato sintiendo como los latidos de su corazón aumentaban frenéticos acompañando el ritmo de sus pensamientos. Él no iba a quedarse sin llegar hasta el fondo de todo, sabía que había más y, aunque Dean se negara a explicarle más, igual lo iba a averiguar.
-Está bien Dean, no te pregunto más. Descansa-le dijo finalmente sorprendiéndose al no recibir respuesta de su hermano-¿Dean?... ¿Estás dormido ya?-preguntó desconcertado mientras sin poder ocultar la preocupación que se reflejó en su mirada se acercó a la cama y se inclinó sigilosamente para mirarlo. La palidez de su rostro lo asustó pero, observar la gran cantidad de gotitas de sudor que cubrían su tez, catapultó nuevamente el miedo en pánico.
Muy despacio llevó una mano a su frente para comprobar si tenía fiebre, encontrarla tan fría como un bloque de hielo no alivió en nada la preocupación que oprimió su alma.
Con cuidado tapó al mayor con todas las mantas que pudo encontrar, tenía que elevar su temperatura porque parecía al borde de una hipotermia y todo había pasado tan de repente que no podía todavía reaccionar para conseguir aliviar a Dean del malestar que repentinamente le había atacado.
Frustrado, golpeó con su puño la almohada vacía de la cama en donde se había sentado después de cubrir con las mantas a su hermano mientras intentaba encontrar la claridad que necesitaba para hacerse cargo de la situación.
A pesar de que varias veces la vida de Dean pendió de un hilo, nunca se había sentido tan perdido y solo como en este caso. No entendía nada, no sabía que más había pasado, no sabía qué o quién le había hecho daño ni como se lo había hecho.
Hacía mucho tiempo que no veía a Dean actuar como si estuviera escapando, asustado de algo o por algo que le había pasado. Dean no era así, él se quedaba a luchar hasta las últimas consecuencias, siempre decidido a barrer del planeta a todas las criaturas, demonios o espíritu que se les cruzaran y, aunque en los últimos meses la fortaleza que veía en sus ojos se había opacado un poco desde que tanto ángeles como Lucifer los cercaran con sus planes, nunca había dudado de que su hermano mayor siempre iba a hacer hasta lo imposible para salvar todas las vidas que en su camino encontraran.
Pero esta vez lo asustó más que nada el hecho de que era su propia vida la que estaba en peligro y su hermano no parecía tener intenciones de solucionarlo ocultándole desde un comienzo lo que había pasado y dejando el hotel como si estuvieran corriendo del mismo Diablo.
-No voy a perderte Dean-murmuró Sam conmocionado-Sea lo que sea que te haya pasado lo voy a solucionar-le dijo mientras pasaba suavemente una mano por su cabello como tantas veces desde que tenía memoria había hecho su hermano con él-Esta vez nada ni nadie impedirá que te salve, aunque sea lo último que haga-sintiendo como la firmeza de su decisión calmaba en parte la ansiedad de su alma se levantó rápidamente para buscar su laptop con la que regresó al lado de Dean sentándose a su lado dispuesto a quedarse despierto el resto de la noche hasta encontrar una pista que le ayudara a resolver el caso antes de que la próxima víctima sea su hermano.
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Buenoooo,ahora si,es el último,último que escribí please muchos y quizás muy pronto les de una sorpresa.Mientras tanto relean todos los capis,no vaya a ser que cuando publique no se acuerden de nada,jajajajja Es que tardé muchooooooo!!!
Byeee!!!!
sammynanci- Hell´s Angel
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Re: I´D DIE FOR YOU
Buenísimo!!!!!! bueno tendremos que esperar!!!!! por mi parte los releo cunado publiques así sigo toda la historia de nuevo!!
Como ya lo dije me encanta todo lo que escribís y te super felicito por tu talento. Me gustaría tener un link y poder compartirlo para que todos lo lean
Como ya lo dije me encanta todo lo que escribís y te super felicito por tu talento. Me gustaría tener un link y poder compartirlo para que todos lo lean
verobian- En su primer caceria...
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