Sacrificios
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aly_winchester
Ruby
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Sacrificios
Pffff....que mal titulo xD
nah..la verdad es que titulos y nombres no son mi fuerte.
Tenia esta proyecto en la galera hace bastante, pero nunca me habia decidido a decir "bueh..m epongo a escribir y listo!"
Ahora si xD
acepto criticas de todo tipo...y ayuda xD incluso titulos.
-----------------------------------------------------------------------------
Después de casi un año volvía a encontrarse en aquella estación de tren. Los motivos que la arrastraban allí no eran los mismos, aún así, no le eran desconocidas en lo absoluto y estaban completamente lejos de ser las mejores. Un suspiro se escapó de entre sus labios poniendo en evidencia aquello que por medio de palabras se habría negado a admitir; muy en el fondo sentía miedo de lo que podría pasar en esas semanas. "Estoy lista para lo que sea" pensó dando una calada a su cigarrillo para luego dejar que el humo de escurriera por entre sus labios al igual que aquel absurdo pensamiento, pues sabía que no estaba ni remotamente cerca de ello y aun así lo aceptaba de muy mala gana.
- ¿Dos semanas verdad? Si, creo que es eso.- aquellos penetrantes ojos verdes volvían a mirarla una vez mas con aquella intensidad que lograban producir en ella desagrado y placer a la vez. " Con un poco de suerte me muera rápido y no vuelva a mirarme así..." levanto los ojos al cielo esperanzada consciente de que allí a donde iba podría acabar viéndolos casi a diario.
-Tu otra vez...- gruño dándole la ultima calada al moribundo cigarrillo y tirando sus restos a las vías del tren. Evan. Sabia que aquel no era su verdadero nombre, aunque tampoco le interesaba mucho averiguar cual era.
- Al menos actúas de forma honesta.- Otra vez esa mirada. Poco a poco sus ojos comenzaron a tornarse negros. Soltó una breve pero irónica sonrisa y comenzó a pasearse a su alrededor. Casi como si quisiera provocarla, aunque sin éxito.
Se llevo la mano a la espalda y dio con el arma. Aquella Colt había llegado a sus manos por simple casualidad y en el momento justo. Al menos antes de irse se llevaría a algunos demonios consigo.
Caminó con paso lento y firme a lo largo de la estación dejando atrás a Evan y sin previo aviso giro y le disparo directo al pecho.
Capitulo 1: Recuerdos
Una niña de no mas de doce años bajó corriendo las escaleras, saltó el último escalón y entró corriendo a la cocina. Sus ojos azules reflejaban un miedo que ella se empeñaba en ocultar y el cabello negro que apenas pasaba en largo a los hombros resaltaba sus facciones. Tomó una gran bocanada de aire y miro a quien la había llamado.
-Katrina...quiero que me escuches bien.- dijo el hombre agachándose y tomándola por los hombros con una actitud paternal. Tenia los ojos húmedos, y sin embargo, sonreía amorosamente a su hija.- Quiero que te encierres en el sótano y no salgas de ahí hasta que yo regrese.
-Pero yo quiero ir- protesto la niña soltando un bufido.- ¿Por qué tengo que quedarme aquí? Will siempre se va contigo...
-Tu hermano es mucho mayor que tú. Y además una niña no debería ver estas cosas- respondió su padre intentando adivinar con qué le retrucaría ahora.- No vas a quedarte sola. El va a quedarse contigo.
-¡Machista! Ya he visto muchas cosas.- grito soltándose. Tenía doce años, ¿Y qué? William había ido en su primera cacería a esa edad – ¡Además Dean va! Y es apenas un año mayor que yo. James eres un...
-¿Algo más? – James sonrío poniéndose de pie y termino de guardar un par de bolsas de sal en su bolso- ¡William!- llamó, y un chico de unos dieciocho años apareció en el umbral de la puerta. A diferencia de su hermana menor, tenia el cabello castaño oscuro y los ojos mucho más claros que los de ella, asemejándose mucho más a su padre. – Llévale esto a John, dile que en un segundo estoy afuera.
-¡Sí! No tengo pensado hacer de niñera- rugió señalando al niño que acababa de cruzar la puerta.
Dando por perdida la discusión suspiro y tomo el arma de arriba de la mesa junto con un paquete de sal. Sabía que todo eso era por su bien, que su padre no soportaría perderla, no después de que su madre hubiera muerto dos años atrás en un accidente automovilístico. Sin dejar de arrastrar los pies durante el trayecto siguió a su padre hasta la puerta principal y se despidió de él.
-Si algo llegara a pasar...-empezó a decir James.
-Ya sé.... disparo, tomo a Sam y corro -interrumpió bostezando, más por molestia que por sueño-.... como si el mismísimo diablo me persiguiera.
-¡No bromees con esas cosas! ¡Volveremos en la noche! –grito su padre desde el auto, levantó la mano despidiéndose y el impala desapareció entre una nube de tierra suelta.
Cerró la puerta tras de si y arrastro al pequeño Sam al sótano. Odiaba tener que quedarse cuidando de él cuando su padre salía de cacería con John. Cuando no era así al menos podía quedarse en el auto, en el hotel, o donde fuera; y si llegaban a dejarla en casa podía pasarse el día entero paseando por el bosque sin tener que rogar por permiso.
Una vez allí abajo se sentó, dejo la pistola cargada con sal a su lado y abrió un libro.
Era una habitación relativamente pequeña a la que se llegaba a través de una escalera que daba a una vieja puerta de madera. Una vez abierta había un angosto pasillo que desembocaba en aquella estancia.
Había estantes con cajas por todos lados, un par de sillas que Kitty se había encargado de llevar junto a unos cuadros para hacer un poco mas grato aquel ambiente. Cualquiera lo hubiera tomado por un sótano completamente normal si no hubiera sido por la cantidad de sellos extraños que se exhibían tanto al inicio como al final de la escalera y de igual forma a lo largo del pasillo.
Sin dirigirle palabra a su acompañante, la chica sacó un libro de debajo de la alfombra y se puso a leer.
-Kitty.- articuló Sam mirando de forma alterna a ella y al libro.
-¿Qué?- gruño levantando apenas la vista para fulminarlo con la mirada. Habían pasado varias horas desde que estaban ahí.
-¿Qué lees?- inquirió sin dejar de mirarla. Kitty tragó saliva, sabía lo que pasaría si su padre se descubría que leía esas cosas en su ausencia.
- No es asunto tuyo.
- Kitty...
-¡¿Qué?!-grito levantándose de un salto. El libro voló por los aires y cayo en un rincón de la habitación. Sam la miraba aterrado.
-Quiero ir al baño
-¡Y a mi que!- masculló. Estaba verdaderamente enojada, en aquel momento no podía hacer nada mas que culparlo por tener que estar ahí.- ¡No soy tu niñera y tampoco tu madre! Así que sube y ve tú solito- gritó señalando la vieja puerta de madera que apenas se distinguía desde allí.
Había metido la pata. Se suponía que no debía pronunciar la palabra m.... . Iban a matarla si se enteraban. Se acerco a Sam y forzó una sonrisa a modo de disculpa, estaba a punto de tomarle la mano para llevarlo al primer piso cuando oyó pasos arriba. Apagó la luz y se quedó inmóvil apretando su mano y con la otra a pocos centímetros del arma. Otra vez la casa se hallaba sumida en completo silencio. Tomó una gran bocanada de aire y asió con fuerza el mango de la pistola como si su vidas dependieran de ello, acto seguido, escondió a Sam en un rincón y lo cubrió con una manta vieja dándose el suficiente tiempo para analizar la situación. “Voy a morir ahogada en sudor de crío”, pensó limpiándose la mano en los jeans “Bueno, eso si antes no nos matan...”
Miró hacia arriba esperando escuchar algo que confirmara la presencia de alguien mas aparte de ellos en la casa, pero tal y como pensaba todo seguía en silencio a excepción de su corazón, había comenzado a latir con tal fuerza que podía escucharlo con facilidad. Avanzó lentamente por el pasillo y abrió la puerta intentando hacer el menor ruido posible, subió las escaleras con cuidado asegurándose de cubrir la entrada con la alfombra.
Definitivamente habia alguien más en la casa. Podia escuchar voces provenientes del estudio de su padre.
-Aquí no hay nada...¿estas seguro de que era aquí?
-Ss-si...-respondio una vos temblorosa que no le era para nada familiar- son sus descendientes mas cercanos, al menos eso decían...
-Shhh, hay alguien abajo- Kitty se acurrucó detrás de un estante y esperó. Estaban alli, tal vez junto a la escalera o en la cocina, pero tarde o temprano iban a encontrarla.
-Kitty...
Rogando que no fuera lo que creía fijo la vista en la alfombra. Apenas si se notaba, pero podía distinguir los ojos de Sam mirándola fijamente. Si salía la verían, pero si no lo hacía tarde o temprano los atraparían a ambos.
Muy tarde. Un hombre alto y de pelo cortado casi al rape la miraba desde el umbral de la puerta. Tenía los ojos negros, aunque de un tono que no podria haber descripto jamás y, sin embargo, no seria la última vez que los viera.
-¡Mi hija no!- gritó una voz a sus espaldas a mismo tiempo que salpicaba algo sobre el rostro del demonio.
-Vamos.- alguien la tomó del brazo intentando arrastrarla de nuevo al sótano. Pero Kitty había quedado inmóvil contemplando la escena. Su padre entrando violentamente a la casa, el agua bendita, detrás de él John trazando algo en el piso y finalmente William y Dean entrando corriendo detrás de ellos. -¡Vamos!
-¡Kitty!- oyó gritar a William mientras se aseguraba de que el demonio estuviera bien amarrado.
-Yo...-murmuró recuperando la conciencia y tomando cuentas de lo que acontecía a su alrededor.-Hay otro..creo que esta arriba.
-¡No era uno de ellos! Salió corriendo en cuanto nos escucho llegar- Dean continuaba sujetándola fuertemente del brazo.- ¡Vamos!
Muy a regañadientes se dejó arrastrar. Al llegar a la mitad de las escaleras se detuvo y miro al chico. El se detuvo también pero no la soltó, en vez de ello permaneció mirándola fijamente durante un buen rato haciendo caso omiso de las voces provenientes desde arriba que solo eran interrumpidas por los gritos de dolor del demonio.
-¿Dónde esta Sam?- inquirió fulminándola con la mirada.
-Esta...- buena pregunta. Intentó recordar todo lo que había pasado desde los ruidos. Sam quería ir al baño, oyó algo arriba y lo escondió, salió, luego el demonio, Sam asomado, James....- debería estar aquí abajo.
-¡¿Debería...?!- gritó Dean iracundo soltándola y bajando rápidamente lo que quedaba de escaleras para buscar a Sam.
No era su responsabilidad. Dean era su hermano, y sin embargo ella siempre tenia que cuidar de él. “No es mi responsabilidad”, pensó atravesando el pasillo. La luz estaba prendida nuevamente y Sam estaba allí, pero Dean seguía conservando esa mirada llena de odio para con ella. “No es mi responsabilidad” se dijo cada vez más convencida de ello y se sentó a esperar.
nah..la verdad es que titulos y nombres no son mi fuerte.
Tenia esta proyecto en la galera hace bastante, pero nunca me habia decidido a decir "bueh..m epongo a escribir y listo!"
Ahora si xD
acepto criticas de todo tipo...y ayuda xD incluso titulos.
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Después de casi un año volvía a encontrarse en aquella estación de tren. Los motivos que la arrastraban allí no eran los mismos, aún así, no le eran desconocidas en lo absoluto y estaban completamente lejos de ser las mejores. Un suspiro se escapó de entre sus labios poniendo en evidencia aquello que por medio de palabras se habría negado a admitir; muy en el fondo sentía miedo de lo que podría pasar en esas semanas. "Estoy lista para lo que sea" pensó dando una calada a su cigarrillo para luego dejar que el humo de escurriera por entre sus labios al igual que aquel absurdo pensamiento, pues sabía que no estaba ni remotamente cerca de ello y aun así lo aceptaba de muy mala gana.
- ¿Dos semanas verdad? Si, creo que es eso.- aquellos penetrantes ojos verdes volvían a mirarla una vez mas con aquella intensidad que lograban producir en ella desagrado y placer a la vez. " Con un poco de suerte me muera rápido y no vuelva a mirarme así..." levanto los ojos al cielo esperanzada consciente de que allí a donde iba podría acabar viéndolos casi a diario.
-Tu otra vez...- gruño dándole la ultima calada al moribundo cigarrillo y tirando sus restos a las vías del tren. Evan. Sabia que aquel no era su verdadero nombre, aunque tampoco le interesaba mucho averiguar cual era.
- Al menos actúas de forma honesta.- Otra vez esa mirada. Poco a poco sus ojos comenzaron a tornarse negros. Soltó una breve pero irónica sonrisa y comenzó a pasearse a su alrededor. Casi como si quisiera provocarla, aunque sin éxito.
Se llevo la mano a la espalda y dio con el arma. Aquella Colt había llegado a sus manos por simple casualidad y en el momento justo. Al menos antes de irse se llevaría a algunos demonios consigo.
Caminó con paso lento y firme a lo largo de la estación dejando atrás a Evan y sin previo aviso giro y le disparo directo al pecho.
Capitulo 1: Recuerdos
Una niña de no mas de doce años bajó corriendo las escaleras, saltó el último escalón y entró corriendo a la cocina. Sus ojos azules reflejaban un miedo que ella se empeñaba en ocultar y el cabello negro que apenas pasaba en largo a los hombros resaltaba sus facciones. Tomó una gran bocanada de aire y miro a quien la había llamado.
-Katrina...quiero que me escuches bien.- dijo el hombre agachándose y tomándola por los hombros con una actitud paternal. Tenia los ojos húmedos, y sin embargo, sonreía amorosamente a su hija.- Quiero que te encierres en el sótano y no salgas de ahí hasta que yo regrese.
-Pero yo quiero ir- protesto la niña soltando un bufido.- ¿Por qué tengo que quedarme aquí? Will siempre se va contigo...
-Tu hermano es mucho mayor que tú. Y además una niña no debería ver estas cosas- respondió su padre intentando adivinar con qué le retrucaría ahora.- No vas a quedarte sola. El va a quedarse contigo.
-¡Machista! Ya he visto muchas cosas.- grito soltándose. Tenía doce años, ¿Y qué? William había ido en su primera cacería a esa edad – ¡Además Dean va! Y es apenas un año mayor que yo. James eres un...
-¿Algo más? – James sonrío poniéndose de pie y termino de guardar un par de bolsas de sal en su bolso- ¡William!- llamó, y un chico de unos dieciocho años apareció en el umbral de la puerta. A diferencia de su hermana menor, tenia el cabello castaño oscuro y los ojos mucho más claros que los de ella, asemejándose mucho más a su padre. – Llévale esto a John, dile que en un segundo estoy afuera.
-¡Sí! No tengo pensado hacer de niñera- rugió señalando al niño que acababa de cruzar la puerta.
Dando por perdida la discusión suspiro y tomo el arma de arriba de la mesa junto con un paquete de sal. Sabía que todo eso era por su bien, que su padre no soportaría perderla, no después de que su madre hubiera muerto dos años atrás en un accidente automovilístico. Sin dejar de arrastrar los pies durante el trayecto siguió a su padre hasta la puerta principal y se despidió de él.
-Si algo llegara a pasar...-empezó a decir James.
-Ya sé.... disparo, tomo a Sam y corro -interrumpió bostezando, más por molestia que por sueño-.... como si el mismísimo diablo me persiguiera.
-¡No bromees con esas cosas! ¡Volveremos en la noche! –grito su padre desde el auto, levantó la mano despidiéndose y el impala desapareció entre una nube de tierra suelta.
Cerró la puerta tras de si y arrastro al pequeño Sam al sótano. Odiaba tener que quedarse cuidando de él cuando su padre salía de cacería con John. Cuando no era así al menos podía quedarse en el auto, en el hotel, o donde fuera; y si llegaban a dejarla en casa podía pasarse el día entero paseando por el bosque sin tener que rogar por permiso.
Una vez allí abajo se sentó, dejo la pistola cargada con sal a su lado y abrió un libro.
Era una habitación relativamente pequeña a la que se llegaba a través de una escalera que daba a una vieja puerta de madera. Una vez abierta había un angosto pasillo que desembocaba en aquella estancia.
Había estantes con cajas por todos lados, un par de sillas que Kitty se había encargado de llevar junto a unos cuadros para hacer un poco mas grato aquel ambiente. Cualquiera lo hubiera tomado por un sótano completamente normal si no hubiera sido por la cantidad de sellos extraños que se exhibían tanto al inicio como al final de la escalera y de igual forma a lo largo del pasillo.
Sin dirigirle palabra a su acompañante, la chica sacó un libro de debajo de la alfombra y se puso a leer.
-Kitty.- articuló Sam mirando de forma alterna a ella y al libro.
-¿Qué?- gruño levantando apenas la vista para fulminarlo con la mirada. Habían pasado varias horas desde que estaban ahí.
-¿Qué lees?- inquirió sin dejar de mirarla. Kitty tragó saliva, sabía lo que pasaría si su padre se descubría que leía esas cosas en su ausencia.
- No es asunto tuyo.
- Kitty...
-¡¿Qué?!-grito levantándose de un salto. El libro voló por los aires y cayo en un rincón de la habitación. Sam la miraba aterrado.
-Quiero ir al baño
-¡Y a mi que!- masculló. Estaba verdaderamente enojada, en aquel momento no podía hacer nada mas que culparlo por tener que estar ahí.- ¡No soy tu niñera y tampoco tu madre! Así que sube y ve tú solito- gritó señalando la vieja puerta de madera que apenas se distinguía desde allí.
Había metido la pata. Se suponía que no debía pronunciar la palabra m.... . Iban a matarla si se enteraban. Se acerco a Sam y forzó una sonrisa a modo de disculpa, estaba a punto de tomarle la mano para llevarlo al primer piso cuando oyó pasos arriba. Apagó la luz y se quedó inmóvil apretando su mano y con la otra a pocos centímetros del arma. Otra vez la casa se hallaba sumida en completo silencio. Tomó una gran bocanada de aire y asió con fuerza el mango de la pistola como si su vidas dependieran de ello, acto seguido, escondió a Sam en un rincón y lo cubrió con una manta vieja dándose el suficiente tiempo para analizar la situación. “Voy a morir ahogada en sudor de crío”, pensó limpiándose la mano en los jeans “Bueno, eso si antes no nos matan...”
Miró hacia arriba esperando escuchar algo que confirmara la presencia de alguien mas aparte de ellos en la casa, pero tal y como pensaba todo seguía en silencio a excepción de su corazón, había comenzado a latir con tal fuerza que podía escucharlo con facilidad. Avanzó lentamente por el pasillo y abrió la puerta intentando hacer el menor ruido posible, subió las escaleras con cuidado asegurándose de cubrir la entrada con la alfombra.
Definitivamente habia alguien más en la casa. Podia escuchar voces provenientes del estudio de su padre.
-Aquí no hay nada...¿estas seguro de que era aquí?
-Ss-si...-respondio una vos temblorosa que no le era para nada familiar- son sus descendientes mas cercanos, al menos eso decían...
-Shhh, hay alguien abajo- Kitty se acurrucó detrás de un estante y esperó. Estaban alli, tal vez junto a la escalera o en la cocina, pero tarde o temprano iban a encontrarla.
-Kitty...
Rogando que no fuera lo que creía fijo la vista en la alfombra. Apenas si se notaba, pero podía distinguir los ojos de Sam mirándola fijamente. Si salía la verían, pero si no lo hacía tarde o temprano los atraparían a ambos.
Muy tarde. Un hombre alto y de pelo cortado casi al rape la miraba desde el umbral de la puerta. Tenía los ojos negros, aunque de un tono que no podria haber descripto jamás y, sin embargo, no seria la última vez que los viera.
-¡Mi hija no!- gritó una voz a sus espaldas a mismo tiempo que salpicaba algo sobre el rostro del demonio.
-Vamos.- alguien la tomó del brazo intentando arrastrarla de nuevo al sótano. Pero Kitty había quedado inmóvil contemplando la escena. Su padre entrando violentamente a la casa, el agua bendita, detrás de él John trazando algo en el piso y finalmente William y Dean entrando corriendo detrás de ellos. -¡Vamos!
-¡Kitty!- oyó gritar a William mientras se aseguraba de que el demonio estuviera bien amarrado.
-Yo...-murmuró recuperando la conciencia y tomando cuentas de lo que acontecía a su alrededor.-Hay otro..creo que esta arriba.
-¡No era uno de ellos! Salió corriendo en cuanto nos escucho llegar- Dean continuaba sujetándola fuertemente del brazo.- ¡Vamos!
Muy a regañadientes se dejó arrastrar. Al llegar a la mitad de las escaleras se detuvo y miro al chico. El se detuvo también pero no la soltó, en vez de ello permaneció mirándola fijamente durante un buen rato haciendo caso omiso de las voces provenientes desde arriba que solo eran interrumpidas por los gritos de dolor del demonio.
-¿Dónde esta Sam?- inquirió fulminándola con la mirada.
-Esta...- buena pregunta. Intentó recordar todo lo que había pasado desde los ruidos. Sam quería ir al baño, oyó algo arriba y lo escondió, salió, luego el demonio, Sam asomado, James....- debería estar aquí abajo.
-¡¿Debería...?!- gritó Dean iracundo soltándola y bajando rápidamente lo que quedaba de escaleras para buscar a Sam.
No era su responsabilidad. Dean era su hermano, y sin embargo ella siempre tenia que cuidar de él. “No es mi responsabilidad”, pensó atravesando el pasillo. La luz estaba prendida nuevamente y Sam estaba allí, pero Dean seguía conservando esa mirada llena de odio para con ella. “No es mi responsabilidad” se dijo cada vez más convencida de ello y se sentó a esperar.
Última edición por Ruby el 10/06/08, 04:17 pm, editado 3 veces
Ruby- Hell´s Angel
-
Cantidad de envíos : 980
Edad : 34
Localización : Santiasko
Fecha de inscripción : 31/05/2008
Re: Sacrificios
Jo, muy bueno!
A ver que hace ahora la pequeña Kitty,
podra con los dos?
Estoy impaciente, continualo!!!please!!
Besos
A ver que hace ahora la pequeña Kitty,
podra con los dos?
Estoy impaciente, continualo!!!please!!
Besos
aly_winchester- Administrador
-
Cantidad de envíos : 2900
Edad : 41
Localización : En la Hermandad de los Bultos Descalzos del Jensen!
Fecha de inscripción : 29/02/2008
Re: Sacrificios
Está genial!!
Me gusta!!
Siguelo pronto!! ^^
Me gusta!!
Siguelo pronto!! ^^
Melissa- Hell´s Angel
-
Cantidad de envíos : 1512
Edad : 37
Localización : Barcelona
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Sacrificios
Bueh!! gracias!! *-*
aca me tienen...trabajando como esclava para seguirlo.
edito para que despues no digan.."esta spamera de mi...."xD
nahh porque igual odio lso doble post.
dejo el 2° capi (ya que estamos....es horrible...xD)
pero es lo que salió
pueden quemarme en la hoguera si quieren.
-----------------------------------------------------------------------------
Capítulo 2: Pesadillas
“El sótano....” Despertó sobresaltada en medio de la noche y entonces lo supo, había ocurrido otra vez. Una gota de sudor frío que no se molestó en secar bajó lentamente por su rostro. La luz de la luna se colaba a través de las cortinas dejando la habitación lo suficientemente iluminada como para distinguir lo que había y no en ella.
-¡Mierda!- tiró la almohada contra la pared sin darle demasiada importancia a lo que pudiera arrastrar en su trayecto y se levantó de un salto yendo directo al baño.- Siete veces esta semana...y es Domingo.
Aquellos sueños que ella en realidad habia optado por calificar como pesadillas, habían comenzado hacia casi dos meses atrás. Al principio no le resultó extraño, es más, hasta pudo haber llegado a encontrarle cierta gracia a su capacidad imaginativa, pero a medida que fueron pasando los días abandonó por completo aquella idea. Las pesadillas habían ido en aumento, una vez cada dos semanas, cada cuatro días, cada dos...ahora a diario. Casi habia aprendido a convivir con ello.
Mientras se mojaba la cara intentó recordar que habia ocurrido esta vez. “Habia una niña...también un hombre...”, el agua habia comenzado a escurrir fuera del lavamanos mojando el piso. Apagó la canilla y tiro una toalla encima del charco, después tendría tiempo para ordenar. Salió del baño y se tumbó boca arriba sobre la cama, lo poco que recordaba del sueño abrió paso a lo que no, hasta que consideró que aquello era suficiente.
Kitty y ella eran físicamente idénticas y tal vez tenían ciertas similitudes en cuanto a carácter. El hombre se llamaba James, pero su verdadero padre no se llamaba así, su nombre era George Evans y habia sido corredor de bolsa en Nueva York, la muerte lo habia alcanzado dos años atrás por culpa de un infarto, fin de la historia; tampoco tenía hermanos, por lo cual la existencia de William era tan absurda como la de James.
Después de cada pesadilla comparaba todos los aspectos posibles con la realidad, su realidad. Así podía comprobar que por mas vividas que fueran, solo eran eso, pesadillas. Cada discrepancia que encontraba la alentaba a seguir adelante. Y así lo hizo.
Tanto John como sus dos hijos resultaban sumamente irrelevantes, tal y como los demonios u otras criaturas extrañas para ella los hermanos eran tema recurrente, a veces sólo los oía mencionar, otras no. Pero aún así no les daba mayor importancia.
Aunque había algo que nunca cambiaba. Tanto su madre como la de Kitty habían muerto de la misma forma. Un accidente automovilístico que, en ambos casos, mantenía la misma fecha.
Volvió a enfocarse en la pesadilla, esta vez teniendo más en cuenta los hechos que a las personas en si, ¿Qué habrán estado buscando? En primer lugar no entendía que hacia un demonio junto con un humano, eso si, a menos que este último no supiera la realidad de la situación.
-No importa...-volvía a repetirse una y otra vez, pero una parte de ella no estaba convencida de que no la tuviera .
Su reloj marcaba las seis y media de la mañana, “Muy tarde para seguir durmiendo, pero demasiado temprano para andar despierta” , se levanto pensando que ya era completamente inútil seguir en la cama pensando en aquello, se vistió y desayunó algo rápido para hacer hora. Mientras bebía su café una loca idea cruzó por su cabeza, ¿Qué tal si aquello era real, si todas esas personas existían e incluso si todas esas criaturas eran reales? Era completamente ilógico, cualquier persona de su edad se habría tomado aquello con calma, mas no ella. A sus veintiocho años Emily habia demostrado que frente a cosas así sólo se podía aplicar una única regla. “Ver para creer”, no se guiaba por lo que dijeran los demás, ni por los miles de testimonios absurdos sobre cosas sobrenaturales acerca de las que habia oído a lo largo de toda su vida. Mientras no tuviera pruebas de que fuera cierto prefería no opinar.
“...conocía ese pasillo...siguió avanzando por el hasta que toco el punto en el que este se ensanchaba...a su derecha habia un interruptor, tanteó con su mano tal y como recordaba...nada. Más abajo...por fin pudo ubicarlo, pero...recordaba perfectamente que antes con estirar el brazo bastaba. La luz se prendió dejando a la vista el mismo sótano de su sueño.
-Se ve diferente...
-¿De que...?- Emily no habia reparado en él hasta que le habló. Le parecía conocido, en realidad tanto como todo aquello.-Kitty, tengo mejores cosas que hacer que estar aquí abajo contigo.
-¿Qué...?-articuló aturdida. La habia llamado Kitty, no tenía idea de quien era.-Un momento..se supone que yo...- nunca antes habia tenido “conciencia” cuando se presentaban aquellos episodios. Miró otra vez al extraño. “Lindos ojos, buen cuerpo...no esta nada mal...” inconscientemente una sonrisa fue tomando forma en su rostro. Aunque se veía muchísimo mas joven que ella, “alrededor de los dieciocho”, pensó.
-Ya sé, mi respuesta es no. No ligo con malcriadas...- Aquel aire de superioridad fácilmente lograba sacarla de sus casillas. Nunca habia tenido mala memoria, mucho menos tratándose de alguien como...él.
-Ja-ja-ja... y yo no salgo con críos- respondió Emily mordazmente ante aquel comentario.- Tal vez si fueras unos años mayor...pero de todas formas no, no salgo con nadie que sea mas atractivo que yo.
-¿Crío? Aquí la única chiquilla eres tú, la última vez que me fije era un año mayor y tú no tenias permiso para jugar con estas cosas.- sacó una bolsa de cuero que habia permanecido oculta detrás de él todo aquel tiempo.- En cuanto a lo atractivo, tú ganas. Mi cara es más bonita.- dijo encogiéndose de hombros.
Estaba completamente fuera de si. Sin saber por qué se acercó violentamente a él deteniéndose apenas para fulminarlo con la mirada. Todo aquello la confundía, estaba segura de que lo habia conocido aunque nunca en su vida lo habia visto. El sótano era prueba de ello, aquél lugar sólo existía en...
-Un sueño...-murmuro para si.
-Si que lo soy. Pero no hace falta que te acerques tanto para recordármelo.
-¡Tu no! ¡Gran idiota, narcisista....pusilánime...-apenas tuvo tiempo para reaccionar, estaba demasiado cerca. Tomó la bolsa sólo para disimular su vergüenza y se alejó unos pasos, dándole la espalda por completo. –Ah...y una cosa más. Mi nombre NO es...Ka...- ¿y si realmente lo fuera? Su corazón latía tan fuerte que no la dejaba pensar y la compañía tampoco ayudaba demasiado
-Si claro...-aquella carcajada la sacó por completo de su ensimismamiento.- No hace falta que disimules, de todas formas no va a ocurrir.
-Esta claro que no, como si yo fuera a fijarme en alguien tan...-pero la frase se vio interrumpida por un ruido semejante al que se hace cuando se golpea una puerta....”
-¡Emily....¿estás ahí?!
aca me tienen...trabajando como esclava para seguirlo.
edito para que despues no digan.."esta spamera de mi...."xD
nahh porque igual odio lso doble post.
dejo el 2° capi (ya que estamos....es horrible...xD)
pero es lo que salió
pueden quemarme en la hoguera si quieren.
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Capítulo 2: Pesadillas
“El sótano....” Despertó sobresaltada en medio de la noche y entonces lo supo, había ocurrido otra vez. Una gota de sudor frío que no se molestó en secar bajó lentamente por su rostro. La luz de la luna se colaba a través de las cortinas dejando la habitación lo suficientemente iluminada como para distinguir lo que había y no en ella.
-¡Mierda!- tiró la almohada contra la pared sin darle demasiada importancia a lo que pudiera arrastrar en su trayecto y se levantó de un salto yendo directo al baño.- Siete veces esta semana...y es Domingo.
Aquellos sueños que ella en realidad habia optado por calificar como pesadillas, habían comenzado hacia casi dos meses atrás. Al principio no le resultó extraño, es más, hasta pudo haber llegado a encontrarle cierta gracia a su capacidad imaginativa, pero a medida que fueron pasando los días abandonó por completo aquella idea. Las pesadillas habían ido en aumento, una vez cada dos semanas, cada cuatro días, cada dos...ahora a diario. Casi habia aprendido a convivir con ello.
Mientras se mojaba la cara intentó recordar que habia ocurrido esta vez. “Habia una niña...también un hombre...”, el agua habia comenzado a escurrir fuera del lavamanos mojando el piso. Apagó la canilla y tiro una toalla encima del charco, después tendría tiempo para ordenar. Salió del baño y se tumbó boca arriba sobre la cama, lo poco que recordaba del sueño abrió paso a lo que no, hasta que consideró que aquello era suficiente.
Kitty y ella eran físicamente idénticas y tal vez tenían ciertas similitudes en cuanto a carácter. El hombre se llamaba James, pero su verdadero padre no se llamaba así, su nombre era George Evans y habia sido corredor de bolsa en Nueva York, la muerte lo habia alcanzado dos años atrás por culpa de un infarto, fin de la historia; tampoco tenía hermanos, por lo cual la existencia de William era tan absurda como la de James.
Después de cada pesadilla comparaba todos los aspectos posibles con la realidad, su realidad. Así podía comprobar que por mas vividas que fueran, solo eran eso, pesadillas. Cada discrepancia que encontraba la alentaba a seguir adelante. Y así lo hizo.
Tanto John como sus dos hijos resultaban sumamente irrelevantes, tal y como los demonios u otras criaturas extrañas para ella los hermanos eran tema recurrente, a veces sólo los oía mencionar, otras no. Pero aún así no les daba mayor importancia.
Aunque había algo que nunca cambiaba. Tanto su madre como la de Kitty habían muerto de la misma forma. Un accidente automovilístico que, en ambos casos, mantenía la misma fecha.
Volvió a enfocarse en la pesadilla, esta vez teniendo más en cuenta los hechos que a las personas en si, ¿Qué habrán estado buscando? En primer lugar no entendía que hacia un demonio junto con un humano, eso si, a menos que este último no supiera la realidad de la situación.
-No importa...-volvía a repetirse una y otra vez, pero una parte de ella no estaba convencida de que no la tuviera .
Su reloj marcaba las seis y media de la mañana, “Muy tarde para seguir durmiendo, pero demasiado temprano para andar despierta” , se levanto pensando que ya era completamente inútil seguir en la cama pensando en aquello, se vistió y desayunó algo rápido para hacer hora. Mientras bebía su café una loca idea cruzó por su cabeza, ¿Qué tal si aquello era real, si todas esas personas existían e incluso si todas esas criaturas eran reales? Era completamente ilógico, cualquier persona de su edad se habría tomado aquello con calma, mas no ella. A sus veintiocho años Emily habia demostrado que frente a cosas así sólo se podía aplicar una única regla. “Ver para creer”, no se guiaba por lo que dijeran los demás, ni por los miles de testimonios absurdos sobre cosas sobrenaturales acerca de las que habia oído a lo largo de toda su vida. Mientras no tuviera pruebas de que fuera cierto prefería no opinar.
“...conocía ese pasillo...siguió avanzando por el hasta que toco el punto en el que este se ensanchaba...a su derecha habia un interruptor, tanteó con su mano tal y como recordaba...nada. Más abajo...por fin pudo ubicarlo, pero...recordaba perfectamente que antes con estirar el brazo bastaba. La luz se prendió dejando a la vista el mismo sótano de su sueño.
-Se ve diferente...
-¿De que...?- Emily no habia reparado en él hasta que le habló. Le parecía conocido, en realidad tanto como todo aquello.-Kitty, tengo mejores cosas que hacer que estar aquí abajo contigo.
-¿Qué...?-articuló aturdida. La habia llamado Kitty, no tenía idea de quien era.-Un momento..se supone que yo...- nunca antes habia tenido “conciencia” cuando se presentaban aquellos episodios. Miró otra vez al extraño. “Lindos ojos, buen cuerpo...no esta nada mal...” inconscientemente una sonrisa fue tomando forma en su rostro. Aunque se veía muchísimo mas joven que ella, “alrededor de los dieciocho”, pensó.
-Ya sé, mi respuesta es no. No ligo con malcriadas...- Aquel aire de superioridad fácilmente lograba sacarla de sus casillas. Nunca habia tenido mala memoria, mucho menos tratándose de alguien como...él.
-Ja-ja-ja... y yo no salgo con críos- respondió Emily mordazmente ante aquel comentario.- Tal vez si fueras unos años mayor...pero de todas formas no, no salgo con nadie que sea mas atractivo que yo.
-¿Crío? Aquí la única chiquilla eres tú, la última vez que me fije era un año mayor y tú no tenias permiso para jugar con estas cosas.- sacó una bolsa de cuero que habia permanecido oculta detrás de él todo aquel tiempo.- En cuanto a lo atractivo, tú ganas. Mi cara es más bonita.- dijo encogiéndose de hombros.
Estaba completamente fuera de si. Sin saber por qué se acercó violentamente a él deteniéndose apenas para fulminarlo con la mirada. Todo aquello la confundía, estaba segura de que lo habia conocido aunque nunca en su vida lo habia visto. El sótano era prueba de ello, aquél lugar sólo existía en...
-Un sueño...-murmuro para si.
-Si que lo soy. Pero no hace falta que te acerques tanto para recordármelo.
-¡Tu no! ¡Gran idiota, narcisista....pusilánime...-apenas tuvo tiempo para reaccionar, estaba demasiado cerca. Tomó la bolsa sólo para disimular su vergüenza y se alejó unos pasos, dándole la espalda por completo. –Ah...y una cosa más. Mi nombre NO es...Ka...- ¿y si realmente lo fuera? Su corazón latía tan fuerte que no la dejaba pensar y la compañía tampoco ayudaba demasiado
-Si claro...-aquella carcajada la sacó por completo de su ensimismamiento.- No hace falta que disimules, de todas formas no va a ocurrir.
-Esta claro que no, como si yo fuera a fijarme en alguien tan...-pero la frase se vio interrumpida por un ruido semejante al que se hace cuando se golpea una puerta....”
-¡Emily....¿estás ahí?!
Última edición por Ruby el 10/06/08, 04:19 pm, editado 1 vez
Ruby- Hell´s Angel
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Re: Sacrificios
Woow!!
Que intrigante y raro es todo!!
Me gusta!! Continualo!!
Besitoos!
Que intrigante y raro es todo!!
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Besitoos!
Melissa- Hell´s Angel
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Re: Sacrificios
Aca dejo el 3° capitulo
Grax por leerme!!
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Capítulo 3: Revelaciones.
Aquellos golpes lograron volverla en si, había ocurrido de nuevo y sin embargo esta vez era diferente; podía acordarse perfectamente de todo, cada detalle, su cara... .Su corazón volvió a latir velozmente aplacando por un momento los golpes en la puerta, que cada vez aumentaban su frecuencia y ruido sin dejar de estar acompañados por los gritos.
-¡Emily...¿Estas ahí?!- se oyó de nuevo. Conocía esa voz demasiado bien como para dudar su procedencia.
-Sarah...¡Mierda, Sarah!- se precipitó atropelladamente hacia la puerta y la taza de café voló por los aires estrellándose justo a sus pies. Le tomó apenas unos segundos volver a reaccionar y abrir la puerta.
-Hasta que me abres...-una chica apenas más alta que ella la miraba desde el umbral de la puerta completamente empapada y en actitud desaprobadora.
-Lo siento, pasa. Me quedé completamente dormida y...esto es un desastre. Enseguida te paso una toalla, sólo déjame limpiar esto.- farfulló Emily limpiando los restos de vidrio y café del piso.
-Así estas empeorándolo, la verdad, nunca fuiste muy buena ama de casa. Deja que yo me encargo- le quitó el paño de las manos y empezó a limpiar, no sin antes echarle una última mirada con la cual Emily se sintió como si estuvieran examinándola con rayos X. - ¡Ah...no! No me digas que...¿Otra vez...?
-Si.-asintió son darle demasiada importancia al asunto- Mejor me apuro o vamos a llegar tarde.
-¿Qué tan...?- insistió Sarah- No importa, se suspendió...
-Ah...Todos los días desde hace más o menos una semana- interrumpió la morocha reapareciendo con una toalla en las manos- Me levanté a la madrugada...cuando llegaste acababa de pasar otra vez.
No le gustaba hablar de aquello y mucho menos delante de Sarah, quien creía que por tener un título en sicología podía encontrarle un significado a todo y usarla como conejillo de indias. Le pasó la toalla quitándole al mismo tiempo el paño para enjuagarlo. Mientras lo hacía se puso a mirar por la ventana, la lluvia había comenzado a caer con fuerza sobre aquel vecindario forzando a todo aquel que se atreviera a salir a quedarse en casa. Escurrió el paño preguntándose cuánto se tardaría la chica en hacer otra de sus preguntas.
-¡¿No vas a tratarme como si estuviera trastornada o algo así?!- inquirió perdiendo la paciencia ante el silencio de la recién llegada.
-Ehh...no.-respondió la otra encogiéndose de hombros- pero tienes que admitir que es raro...todas esas personas..y cosas...
-¡Ya sé que es raro! No hace falta que me digas cosas que comprendo a la perfección. ¿Crees que si pudiera evitarlo no lo haría?
-Bueno, pero tienes que admitir que no es muy normal que digamos...
-¡Ya-sé-que-no-es-normal! ¿Cuántas veces has soñado algo que crees conocer, pero por mas que te esfuerzas en recordarlo no ocurre nada?
-Ehhh....por lo general...
-¡No...Estoy cansada de que intentes analizarme sólo porque tienes un estúpido título, eso no te da derecho a hacer eso!
-¡Nunca intente hacer “eso que tu dices”! Emily, somos amigas.
-Ya sé...- musitó la morocha sentándose en la mesa y jugando con un encendedor. La había conocido hacia cuatro años a la vuelta de su viaje por Europa y por medio del trabajo de su padre, hija de un socio de él.
-Otra vez...-dijo Sarah señalando el encendedor, pero optó por callarse y dejar que Emily hablara si así lo creía necesario.
-No escuchas...- Emily frunció el ceño intentando distinguir aquel extraño sonido.
-Debe ser el viento, o la lluvia. ¿No ves el temporal que hace?
-No...¡Shhh!-otra vez, ahora se escuchaban claramente. No estaba loca.- Arriba... hay alguien arriba. Voy a ver...
-¿Y si son ladrones?- precavió Sarah tomándola por el brazo.
-Entonces los golpeo con esto.- dijo Emily sonriendo irónicamente, tomando una escoba y enseñándosela.
-Estás loca...
-¡Hasta que lo admites! Al menos ahora te escucho decirlo, esas miraditas me estaban matando.
Le dio la espalda y subió cautelosamente la escalera; un escalón a la vez, así hasta llegar al último. Hacía frío, tanto que podía ver su aliento al respirar, por lo que supuso habían entrado por la ventana. Los pasos provenían de su habitación, siguió avanzando y contó hasta diez, pateó la puerta esperando tomar por sorpresa el intruso, pero allí no había nadie. La ventana estaba cerrada, los cajones estaban completamente vacíos y su contenido volcado por todo el dormitorio.
-Hola....-musitó inútilmente. “¿Qué clase de persona dice algo tan idiota en una situación como esta?”.
¡Paf! Para su sorpresa, un cajón cruzo la habitación a toda velocidad dando contra la pared y haciéndose añicos frente a sus ojos. Dio media vuelta y bajó corriendo las escaleras, la puerta de su dormitorio se cerro de un portazo y de igual forma lo hicieron todas las de la segunda planta. Las luces comenzaron a prenderse y apagarse solas acompañadas de voces que murmuraban cosas que no pudo entender.
-¡Sarah...no vas a creer...!- entró corriendo a la cocina y miro espantada a su amiga, pero aquello que vio la horrorizo aún más.
-¿Pasa algo?
-N...no...-aquella no era Sarah. “Sus ojos...”,pensó horrorizada retrocediendo cautelosamente.
-¿Qué tienen de malo mis ojos?- la miró y en ese instante la casa quedó sumida en un completo silencio. Jugaba con el mismo encendedor con el que había estado jugando ella minutos antes y sonreía perversamente.-¿No te gustan? Ah...y de nada sirve que aprietes así los ojos, esta no es ninguna de tus estúpidas alucinaciones.
-¡Nunca fueron alucinaciones!-gritó furiosa sin perder de vista aquellos ojos negros. –todo este tiempo....
-Si, resulto bastante divertido ¿sabes? Ver como ibas enloqueciendo de a poco, preguntándole a Sarah si todo aquello era normal...-se levantó y caminó lentamente hacia ella. Emily trató de escapar pero no pudo, la puerta se había cerrado de un golpe negándose a abrirse nuevamente.- Me cansé de jugar...
Aquella reacción le salvo la vida. Aprovechando que aquello estaba desprevenido aferró la escoba con fuerza y, sin permitirse vacilación alguna dirigió un potente golpe directo a su cabeza lo que hizo que por apenas unos segundos perdiera la concentración en ella dándole algo de ventaja. Sin mirar atrás salió de allí, agarró una chaqueta, las llaves del auto y condujo velozmente hasta donde se sintiera a salvo.
Se detuvo en la entrada de un bar, realmente necesitaba un trago. Guardo las llaves del auto en un bolsillo y entró sin reparar en ninguna de las personas que ocupaban la barra o alguna que otra mesa y buscando el lugar más alejado posible de todos ellos.
-Un whisky doble por favor- dijo haciéndole una seña al barman, quién después de mirarla extrañado le entregó un vaso lleno de aquel líquido ambarino.
Tomó un sorbo y en seguida sintió como la bebida le quemaba la garganta haciéndola entrar en calor. Una vez acostumbrada a aquel sabor se bebió el resto del contenido del vaso de un solo trago y a continuación ordenó un segundo vaso. Aún intentaba procesar lo que había pasado, podía pasar el resto del día allí, pero en algún momento iba a tener que volver. No sabía por qué, pero en aquel momento no recordaba absolutamente nada de su viaje a Europa, ni de que había hecho en los años anteriores a éste.
-Te importa...-inquirió una voz a su derecha.
-La verdad es que si.
-Un whisky doble también,¿Cómo te llamas?-preguntó tomando un sorbo de whisky y haciendo caso omiso a su negativa.
-No le hagas caso, Dean ya déjala en paz.- alguien había ocupado el lugar a su izquierda.-¿Te sientes bien? No tienes muy buena cara.
-¿Dean?-Emily miro a quien ocupaba el lugar a su derecha. Se veía mayor, pero supo reconocer en él al chico de su pesadilla.
-Cállate Sammy, por lo visto, la señorita tiene ganas de hacerme caso.
-¿Sam?-esta vez miró a quién se había sentado a su izquierda.
-No puede ser.- dijo el chico devolviéndole la mirada y luego observando a su hermano.
-¿Qué es lo que no puede ser?- indagaron Dean y Emily al mismo tiempo, hecho que logró arrancar una sonrisa de su rostro, la primera desde lo que había pasado.
-¿Kitty?
-¿Quieres decir...Kitty...esa Kitty? La cría caprichosa, hija del amigo de papá, que estaba loca por mi...¿esa Kitty?- dijo Dean riendo sin poder creer a quien había tratado de ligarse.
-Ya entendí...y no estaba ni estuve nunca loca por...- poco a poco comenzaba a recordar, o tal vez sólo aceptaba las cosas como eran, sin embargo aquel vacío seguía estando allí.- Con permiso,
Se levantó aturdida por lo extraño de la situación. Primero lo de su casa y luego esto, ¿Qué ocurriría a continuación? Bebió de un solo trago el contenido del vaso y miro nuevamente a los hermanos.
- ¿Ocurre algo?
-¡ No...! No pasó nada, no tengo idea de quiénes son ustedes, ni de por qué me llaman así- chilló al borde del llanto y todos en el lugar se volvieron hacia ella.
-Si, definitivamente es ella.-dijo Dean riendo- Está igual de loca.
-¡Dean!-le sermoneó Sam tomándola del brazo y sacándola de allí.
La imagen de un hombre y un chico cruzaron fugazmente por su cabeza. Poco a poco todo fue tomando sentido, no obstante ella se esforzaba por mantener aquellos recuerdos alejados de su mente. “Los maté...los maté y no sentí ningún remordimiento por ello”, nunca había viajado, aquella realidad había sido creada expresamente para ella y conocía perfectamente quién lo había hecho.
Una vez afuera del bar Sam la guió a un callejón asegurándose de que nadie los viera antes de volver a preguntarle. Esta vez sólo hizo falta una mirada.
-¡Esta bien...los mate!- las lágrimas brotaban de sus ojos sin darle tregua alguna- Los maté a ambos...yo...
-Ya lo sabía, Bobby me contó todo- Dean los había seguido, tenía su celular en la mano y caminaba hacia ellos con paso firme- ¡¿En qué estabas pensando?!
Grax por leerme!!
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Capítulo 3: Revelaciones.
Aquellos golpes lograron volverla en si, había ocurrido de nuevo y sin embargo esta vez era diferente; podía acordarse perfectamente de todo, cada detalle, su cara... .Su corazón volvió a latir velozmente aplacando por un momento los golpes en la puerta, que cada vez aumentaban su frecuencia y ruido sin dejar de estar acompañados por los gritos.
-¡Emily...¿Estas ahí?!- se oyó de nuevo. Conocía esa voz demasiado bien como para dudar su procedencia.
-Sarah...¡Mierda, Sarah!- se precipitó atropelladamente hacia la puerta y la taza de café voló por los aires estrellándose justo a sus pies. Le tomó apenas unos segundos volver a reaccionar y abrir la puerta.
-Hasta que me abres...-una chica apenas más alta que ella la miraba desde el umbral de la puerta completamente empapada y en actitud desaprobadora.
-Lo siento, pasa. Me quedé completamente dormida y...esto es un desastre. Enseguida te paso una toalla, sólo déjame limpiar esto.- farfulló Emily limpiando los restos de vidrio y café del piso.
-Así estas empeorándolo, la verdad, nunca fuiste muy buena ama de casa. Deja que yo me encargo- le quitó el paño de las manos y empezó a limpiar, no sin antes echarle una última mirada con la cual Emily se sintió como si estuvieran examinándola con rayos X. - ¡Ah...no! No me digas que...¿Otra vez...?
-Si.-asintió son darle demasiada importancia al asunto- Mejor me apuro o vamos a llegar tarde.
-¿Qué tan...?- insistió Sarah- No importa, se suspendió...
-Ah...Todos los días desde hace más o menos una semana- interrumpió la morocha reapareciendo con una toalla en las manos- Me levanté a la madrugada...cuando llegaste acababa de pasar otra vez.
No le gustaba hablar de aquello y mucho menos delante de Sarah, quien creía que por tener un título en sicología podía encontrarle un significado a todo y usarla como conejillo de indias. Le pasó la toalla quitándole al mismo tiempo el paño para enjuagarlo. Mientras lo hacía se puso a mirar por la ventana, la lluvia había comenzado a caer con fuerza sobre aquel vecindario forzando a todo aquel que se atreviera a salir a quedarse en casa. Escurrió el paño preguntándose cuánto se tardaría la chica en hacer otra de sus preguntas.
-¡¿No vas a tratarme como si estuviera trastornada o algo así?!- inquirió perdiendo la paciencia ante el silencio de la recién llegada.
-Ehh...no.-respondió la otra encogiéndose de hombros- pero tienes que admitir que es raro...todas esas personas..y cosas...
-¡Ya sé que es raro! No hace falta que me digas cosas que comprendo a la perfección. ¿Crees que si pudiera evitarlo no lo haría?
-Bueno, pero tienes que admitir que no es muy normal que digamos...
-¡Ya-sé-que-no-es-normal! ¿Cuántas veces has soñado algo que crees conocer, pero por mas que te esfuerzas en recordarlo no ocurre nada?
-Ehhh....por lo general...
-¡No...Estoy cansada de que intentes analizarme sólo porque tienes un estúpido título, eso no te da derecho a hacer eso!
-¡Nunca intente hacer “eso que tu dices”! Emily, somos amigas.
-Ya sé...- musitó la morocha sentándose en la mesa y jugando con un encendedor. La había conocido hacia cuatro años a la vuelta de su viaje por Europa y por medio del trabajo de su padre, hija de un socio de él.
-Otra vez...-dijo Sarah señalando el encendedor, pero optó por callarse y dejar que Emily hablara si así lo creía necesario.
-No escuchas...- Emily frunció el ceño intentando distinguir aquel extraño sonido.
-Debe ser el viento, o la lluvia. ¿No ves el temporal que hace?
-No...¡Shhh!-otra vez, ahora se escuchaban claramente. No estaba loca.- Arriba... hay alguien arriba. Voy a ver...
-¿Y si son ladrones?- precavió Sarah tomándola por el brazo.
-Entonces los golpeo con esto.- dijo Emily sonriendo irónicamente, tomando una escoba y enseñándosela.
-Estás loca...
-¡Hasta que lo admites! Al menos ahora te escucho decirlo, esas miraditas me estaban matando.
Le dio la espalda y subió cautelosamente la escalera; un escalón a la vez, así hasta llegar al último. Hacía frío, tanto que podía ver su aliento al respirar, por lo que supuso habían entrado por la ventana. Los pasos provenían de su habitación, siguió avanzando y contó hasta diez, pateó la puerta esperando tomar por sorpresa el intruso, pero allí no había nadie. La ventana estaba cerrada, los cajones estaban completamente vacíos y su contenido volcado por todo el dormitorio.
-Hola....-musitó inútilmente. “¿Qué clase de persona dice algo tan idiota en una situación como esta?”.
¡Paf! Para su sorpresa, un cajón cruzo la habitación a toda velocidad dando contra la pared y haciéndose añicos frente a sus ojos. Dio media vuelta y bajó corriendo las escaleras, la puerta de su dormitorio se cerro de un portazo y de igual forma lo hicieron todas las de la segunda planta. Las luces comenzaron a prenderse y apagarse solas acompañadas de voces que murmuraban cosas que no pudo entender.
-¡Sarah...no vas a creer...!- entró corriendo a la cocina y miro espantada a su amiga, pero aquello que vio la horrorizo aún más.
-¿Pasa algo?
-N...no...-aquella no era Sarah. “Sus ojos...”,pensó horrorizada retrocediendo cautelosamente.
-¿Qué tienen de malo mis ojos?- la miró y en ese instante la casa quedó sumida en un completo silencio. Jugaba con el mismo encendedor con el que había estado jugando ella minutos antes y sonreía perversamente.-¿No te gustan? Ah...y de nada sirve que aprietes así los ojos, esta no es ninguna de tus estúpidas alucinaciones.
-¡Nunca fueron alucinaciones!-gritó furiosa sin perder de vista aquellos ojos negros. –todo este tiempo....
-Si, resulto bastante divertido ¿sabes? Ver como ibas enloqueciendo de a poco, preguntándole a Sarah si todo aquello era normal...-se levantó y caminó lentamente hacia ella. Emily trató de escapar pero no pudo, la puerta se había cerrado de un golpe negándose a abrirse nuevamente.- Me cansé de jugar...
Aquella reacción le salvo la vida. Aprovechando que aquello estaba desprevenido aferró la escoba con fuerza y, sin permitirse vacilación alguna dirigió un potente golpe directo a su cabeza lo que hizo que por apenas unos segundos perdiera la concentración en ella dándole algo de ventaja. Sin mirar atrás salió de allí, agarró una chaqueta, las llaves del auto y condujo velozmente hasta donde se sintiera a salvo.
Se detuvo en la entrada de un bar, realmente necesitaba un trago. Guardo las llaves del auto en un bolsillo y entró sin reparar en ninguna de las personas que ocupaban la barra o alguna que otra mesa y buscando el lugar más alejado posible de todos ellos.
-Un whisky doble por favor- dijo haciéndole una seña al barman, quién después de mirarla extrañado le entregó un vaso lleno de aquel líquido ambarino.
Tomó un sorbo y en seguida sintió como la bebida le quemaba la garganta haciéndola entrar en calor. Una vez acostumbrada a aquel sabor se bebió el resto del contenido del vaso de un solo trago y a continuación ordenó un segundo vaso. Aún intentaba procesar lo que había pasado, podía pasar el resto del día allí, pero en algún momento iba a tener que volver. No sabía por qué, pero en aquel momento no recordaba absolutamente nada de su viaje a Europa, ni de que había hecho en los años anteriores a éste.
-Te importa...-inquirió una voz a su derecha.
-La verdad es que si.
-Un whisky doble también,¿Cómo te llamas?-preguntó tomando un sorbo de whisky y haciendo caso omiso a su negativa.
-No le hagas caso, Dean ya déjala en paz.- alguien había ocupado el lugar a su izquierda.-¿Te sientes bien? No tienes muy buena cara.
-¿Dean?-Emily miro a quien ocupaba el lugar a su derecha. Se veía mayor, pero supo reconocer en él al chico de su pesadilla.
-Cállate Sammy, por lo visto, la señorita tiene ganas de hacerme caso.
-¿Sam?-esta vez miró a quién se había sentado a su izquierda.
-No puede ser.- dijo el chico devolviéndole la mirada y luego observando a su hermano.
-¿Qué es lo que no puede ser?- indagaron Dean y Emily al mismo tiempo, hecho que logró arrancar una sonrisa de su rostro, la primera desde lo que había pasado.
-¿Kitty?
-¿Quieres decir...Kitty...esa Kitty? La cría caprichosa, hija del amigo de papá, que estaba loca por mi...¿esa Kitty?- dijo Dean riendo sin poder creer a quien había tratado de ligarse.
-Ya entendí...y no estaba ni estuve nunca loca por...- poco a poco comenzaba a recordar, o tal vez sólo aceptaba las cosas como eran, sin embargo aquel vacío seguía estando allí.- Con permiso,
Se levantó aturdida por lo extraño de la situación. Primero lo de su casa y luego esto, ¿Qué ocurriría a continuación? Bebió de un solo trago el contenido del vaso y miro nuevamente a los hermanos.
- ¿Ocurre algo?
-¡ No...! No pasó nada, no tengo idea de quiénes son ustedes, ni de por qué me llaman así- chilló al borde del llanto y todos en el lugar se volvieron hacia ella.
-Si, definitivamente es ella.-dijo Dean riendo- Está igual de loca.
-¡Dean!-le sermoneó Sam tomándola del brazo y sacándola de allí.
La imagen de un hombre y un chico cruzaron fugazmente por su cabeza. Poco a poco todo fue tomando sentido, no obstante ella se esforzaba por mantener aquellos recuerdos alejados de su mente. “Los maté...los maté y no sentí ningún remordimiento por ello”, nunca había viajado, aquella realidad había sido creada expresamente para ella y conocía perfectamente quién lo había hecho.
Una vez afuera del bar Sam la guió a un callejón asegurándose de que nadie los viera antes de volver a preguntarle. Esta vez sólo hizo falta una mirada.
-¡Esta bien...los mate!- las lágrimas brotaban de sus ojos sin darle tregua alguna- Los maté a ambos...yo...
-Ya lo sabía, Bobby me contó todo- Dean los había seguido, tenía su celular en la mano y caminaba hacia ellos con paso firme- ¡¿En qué estabas pensando?!
Ruby- Hell´s Angel
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Re: Sacrificios
Buenísimo Jo! Sabes terminar los capis en el momento exacto!! Me dejás super intrigada!!
Espero pronto la continuación!!
Besotes!!
Espero pronto la continuación!!
Besotes!!
Re: Sacrificios
Wow!!!
Genialees!!!
Que intrigaa!!
Continua Jo!!!
Besotees!
Genialees!!!
Que intrigaa!!
Continua Jo!!!
Besotees!
Melissa- Hell´s Angel
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Re: Sacrificios
Oooohhhhh!!!!!
Acabo de leerme los 3 capitulos de corrido, no podia parar.
Esta genial Jo, ke intrigaaa!!!
Siguelo pronto!!
Acabo de leerme los 3 capitulos de corrido, no podia parar.
Esta genial Jo, ke intrigaaa!!!
Siguelo pronto!!
Anna- Moderador
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Re: Sacrificios
Gracias por leerme!!
la verdad me dan animos de seguir xD
ayer escribi tres capis mas de corrido
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Capítulo 4: Fantasmas del pasado.
Alguien la había tomado con fuerza por los hombros y ahora la zamarreaba sin reparar en el daño que le hacía. Se merecía todo aquello y mucho más, así como se merecía nunca haber salido de aquel lugar. Casi diez años la separaban de aquel funesto incidente; desde pequeña le habían enseñado que la vacilación llevaba al fracaso y éste a su vez sucedía en la desgracia. Esa cacería era prueba de ello.
La puerta se encontraba abierta y todo a su alrededor se hallaba sumido en el más completo silencio. Se estremeció. William le hizo señas alentándola a avanzar sin permitirse vacilación alguna, los siguió a él y a su padre a través de las escaleras...hermano y hermana se miraron ansiosos por lo que ocurriría a continuación y sortearon quién correría con ventaja en aquella ocasión. Otra vez Kitty se había salido con la suya, sonriendo satisfactoriamente se adelantó y empujó la puerta con cuidado. Los restos de tres personas completamente despedazadas se hallaban desparramadas por toda la estancia, la sangre escurría de las paredes creando extrañas figuras a su paso. A pesar del desastre fácilmente pudo distinguir que se trataban de una mujer y sus dos hijos, la menor no tenia más de cinco años de edad.
Un lamento la sacó de su ensimismamiento, alguien se había abierto paso entre las sombras exhibiendo ante ellos una diabólica sonrisa, se sentó tranquilamente en la cama y comenzó a lamerse los restos de sangre que chorreaban de sus manos. James se adelantó exclamando algo en latín, un exorcismo, mientras William y ella se abalanzaban sobre él atándolo de pies y manos a la cama. Una nube de humo negro salió despedida por la boca de aquel hombre y se perdió de vista. Sonrió mirando a James, pero lo que consiguió de vuelta fue una perversa mirada de ojos negros.
Retrocedió dando un tropezón, William también se había vuelto hacia ella ostentando la misma mirada que su padre, tanteó a su alrededor en busca de algo que le sirviera de ayuda y entonces pudo verla; despedía un brillo opaco, majestuoso. Utilizarla significaba convertirse en asesina de su propia sangre, pero si no lo hacía sería ella quien iba a morir, no tenía tiempo para deliberarlo o siquiera para darse discursos de moral. Sin permitirse vacilación alguna se abalanzó sobre aquella Colt que había permanecido por generaciones en su familia y disparó.
-¡Dean déjala ya!- gritó Sam haciendo a su hermano mayor a un lado, quien se negaba a soltarla.
-¡Mataste a tu familia!- fue lo último que oyó la chica antes de desmayarse.
Despertó en una cama que no era la suya. La luz de los faroles se colaba por la ventana y afuera podía escuchar a dos personas discutir acaloradamente. Se paró y se acercó dando tumbos hacia la puerta. Las voces cesaron al oír el ruido del pestillo. Cerró la puerta tras de sí y parpadeó tratando de acostumbrar la vista.
-Kitty...-murmuró Sam mirando acusadoramente a Dean temiendo algún comentario de su parte.
-Puedo defenderme sola.- dijo la chica secamente abalanzándose sobre el mayor y propinándole un puñetazo en la cara.- ¡ Eres...un...idiota! ¡No tienes idea de lo que pasó!
-¡Auch!- Dean retrocedió unos pasos aturdido por el golpe y la miró mientras se sobaba el lugar del impacto.- ¡Entonces explícate!
-No tengo por qué darte explicaciones...me voy a casa.- dio media vuelta, pero alguien la había asido del brazo.- ¡Suéltame! No has cambiado nada..sigues siendo el mismo...
-Tú también... ¡Sammy! –Dean la había levantado cargándola sobre su hombro y señalaba la puerta con su mano libre. Sam abrió la puerta prefiriendo no entrar en discusiones absurdas y se corrió para que él pudiera pasar.- ¡Buenas noches!- saludó con la mano a su hermano y cerro la puerta con llave.
-¡Dean...!
-No voy a discutirlo, no vas a compartir habitación con ella...y tampoco es seguro que la dejemos sola.
-¡¿Vas a soltarme?!- inquirió Kitty dando de puñetes en su espalda.
-Ya que lo pides así...- Dean prendió la luz y amagó con soltarla.
-¡Ni lo pienses!-ahogó la morocha.
-No estás en condiciones de exigir nada.- Dean reía sarcásticamente, Cuando creyó que y había tenido suficiente la dejó caer con cuidado sobre la cama.- Ahora...
-¡Ja! No tengo por qué mantener este tipo de conversación con alguien como tú.- rezongó sentándose sobre la cama y sumiendo que no saldría de allí en un buen rato.
-¡Bobby dijo....!
-¡¿Me trae sin cuidado lo que pueda haberte dicho sabes?! ¡Los maté..eso fue todo!
-¡ Se supone que estás muerta!- gritó Dean con voz temblorosa.- Papá encontró tu cuerpo...
-Junto a las vías del tren...-murmuró Kitty con amargura finalizando la frase por él.- ¿Qué es lo que realmente quieres saber? No soy uno de ellos.- dijo abriendo el pequeño frasco de agua bendita que le había quitado durante el forcejeo y vaciándolo sobre su mano.
-¿Cómo...?
-Siempre hay una salida, y cuando estas tan desesperado...no importa lo que tengas que hacer para encontrarla.- respiró hondo volviendo a interrumpir y lo miró para cerciorarse de que no recibiría más sorpresas, no obstante se sentía completamente indefensa y las lágrimas silenciosas que corrían por su mejilla eran plena prueba de ello.- Incluso si ello significa hacer un nuevo pacto.
Sin darle tiempo a alegar, le contó que había ocurrido luego de la muerte de sus últimos familiares con vida sin reparar en detalles absurdos. Le explicó de dónde había sacado la Colt que modestamente se había tomado el trabajo de ocultar durante su última semana de vida. “En la casa de mi tatarabuelo” explicó ante la mirada de incertidumbre del chico “si no mal recuerdo dejé tres balas...pero los rumores corren rápido y mal...” hizo una mueca de disgusto y prosiguió. Le contó en que consistía el pacto “ Mi vida por la de aquella familia y por poder olvidar por completo lo que había hecho...cuando llegamos estaban muertos” , musitó secándose la cara con el revés de la manga de su sweater “ De ninguna forma iban a acceder a devolverles la vida...hay cosas que ni siquiera ellos controlan”.
Prescindió de cualquier descripción que hubiera podido hacer respecto al lugar en el que había estado, a pesar de que Dean había insistido en innumerables ocasiones. En cambio le explicó que alguien la había ayudado “Su presencia no era igual a la del resto...tampoco sé bien lo que ocurrió, pero coincidió con el desliz que tuvieron con la puerta...”
-Lo siento.- Dean se veía verdaderamente arrepentido por lo incómodo de la situación. En el fondo el hubiera hecho lo mismo. El ya había hecho algo muy parecido..
-¿Dean Winchester disculpándose?- se burló arqueando una ceja.- Sabía que había algo por lo que valía la pena volver.
-Por mi claro está- respondió con el sarcasmo que acostumbraba.
-Sigue soñando cuanto quieras...no va a pasar- respondió mordazmente quitándose el abrigo- Date vuelta...estoy cansada y necesito dormir. ¡Y pobre de ti..!
-No voy a mirar...lo prometo- mintió cruzando los dedos detrás de la espalda.
la verdad me dan animos de seguir xD
ayer escribi tres capis mas de corrido
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Capítulo 4: Fantasmas del pasado.
Alguien la había tomado con fuerza por los hombros y ahora la zamarreaba sin reparar en el daño que le hacía. Se merecía todo aquello y mucho más, así como se merecía nunca haber salido de aquel lugar. Casi diez años la separaban de aquel funesto incidente; desde pequeña le habían enseñado que la vacilación llevaba al fracaso y éste a su vez sucedía en la desgracia. Esa cacería era prueba de ello.
La puerta se encontraba abierta y todo a su alrededor se hallaba sumido en el más completo silencio. Se estremeció. William le hizo señas alentándola a avanzar sin permitirse vacilación alguna, los siguió a él y a su padre a través de las escaleras...hermano y hermana se miraron ansiosos por lo que ocurriría a continuación y sortearon quién correría con ventaja en aquella ocasión. Otra vez Kitty se había salido con la suya, sonriendo satisfactoriamente se adelantó y empujó la puerta con cuidado. Los restos de tres personas completamente despedazadas se hallaban desparramadas por toda la estancia, la sangre escurría de las paredes creando extrañas figuras a su paso. A pesar del desastre fácilmente pudo distinguir que se trataban de una mujer y sus dos hijos, la menor no tenia más de cinco años de edad.
Un lamento la sacó de su ensimismamiento, alguien se había abierto paso entre las sombras exhibiendo ante ellos una diabólica sonrisa, se sentó tranquilamente en la cama y comenzó a lamerse los restos de sangre que chorreaban de sus manos. James se adelantó exclamando algo en latín, un exorcismo, mientras William y ella se abalanzaban sobre él atándolo de pies y manos a la cama. Una nube de humo negro salió despedida por la boca de aquel hombre y se perdió de vista. Sonrió mirando a James, pero lo que consiguió de vuelta fue una perversa mirada de ojos negros.
Retrocedió dando un tropezón, William también se había vuelto hacia ella ostentando la misma mirada que su padre, tanteó a su alrededor en busca de algo que le sirviera de ayuda y entonces pudo verla; despedía un brillo opaco, majestuoso. Utilizarla significaba convertirse en asesina de su propia sangre, pero si no lo hacía sería ella quien iba a morir, no tenía tiempo para deliberarlo o siquiera para darse discursos de moral. Sin permitirse vacilación alguna se abalanzó sobre aquella Colt que había permanecido por generaciones en su familia y disparó.
-¡Dean déjala ya!- gritó Sam haciendo a su hermano mayor a un lado, quien se negaba a soltarla.
-¡Mataste a tu familia!- fue lo último que oyó la chica antes de desmayarse.
Despertó en una cama que no era la suya. La luz de los faroles se colaba por la ventana y afuera podía escuchar a dos personas discutir acaloradamente. Se paró y se acercó dando tumbos hacia la puerta. Las voces cesaron al oír el ruido del pestillo. Cerró la puerta tras de sí y parpadeó tratando de acostumbrar la vista.
-Kitty...-murmuró Sam mirando acusadoramente a Dean temiendo algún comentario de su parte.
-Puedo defenderme sola.- dijo la chica secamente abalanzándose sobre el mayor y propinándole un puñetazo en la cara.- ¡ Eres...un...idiota! ¡No tienes idea de lo que pasó!
-¡Auch!- Dean retrocedió unos pasos aturdido por el golpe y la miró mientras se sobaba el lugar del impacto.- ¡Entonces explícate!
-No tengo por qué darte explicaciones...me voy a casa.- dio media vuelta, pero alguien la había asido del brazo.- ¡Suéltame! No has cambiado nada..sigues siendo el mismo...
-Tú también... ¡Sammy! –Dean la había levantado cargándola sobre su hombro y señalaba la puerta con su mano libre. Sam abrió la puerta prefiriendo no entrar en discusiones absurdas y se corrió para que él pudiera pasar.- ¡Buenas noches!- saludó con la mano a su hermano y cerro la puerta con llave.
-¡Dean...!
-No voy a discutirlo, no vas a compartir habitación con ella...y tampoco es seguro que la dejemos sola.
-¡¿Vas a soltarme?!- inquirió Kitty dando de puñetes en su espalda.
-Ya que lo pides así...- Dean prendió la luz y amagó con soltarla.
-¡Ni lo pienses!-ahogó la morocha.
-No estás en condiciones de exigir nada.- Dean reía sarcásticamente, Cuando creyó que y había tenido suficiente la dejó caer con cuidado sobre la cama.- Ahora...
-¡Ja! No tengo por qué mantener este tipo de conversación con alguien como tú.- rezongó sentándose sobre la cama y sumiendo que no saldría de allí en un buen rato.
-¡Bobby dijo....!
-¡¿Me trae sin cuidado lo que pueda haberte dicho sabes?! ¡Los maté..eso fue todo!
-¡ Se supone que estás muerta!- gritó Dean con voz temblorosa.- Papá encontró tu cuerpo...
-Junto a las vías del tren...-murmuró Kitty con amargura finalizando la frase por él.- ¿Qué es lo que realmente quieres saber? No soy uno de ellos.- dijo abriendo el pequeño frasco de agua bendita que le había quitado durante el forcejeo y vaciándolo sobre su mano.
-¿Cómo...?
-Siempre hay una salida, y cuando estas tan desesperado...no importa lo que tengas que hacer para encontrarla.- respiró hondo volviendo a interrumpir y lo miró para cerciorarse de que no recibiría más sorpresas, no obstante se sentía completamente indefensa y las lágrimas silenciosas que corrían por su mejilla eran plena prueba de ello.- Incluso si ello significa hacer un nuevo pacto.
Sin darle tiempo a alegar, le contó que había ocurrido luego de la muerte de sus últimos familiares con vida sin reparar en detalles absurdos. Le explicó de dónde había sacado la Colt que modestamente se había tomado el trabajo de ocultar durante su última semana de vida. “En la casa de mi tatarabuelo” explicó ante la mirada de incertidumbre del chico “si no mal recuerdo dejé tres balas...pero los rumores corren rápido y mal...” hizo una mueca de disgusto y prosiguió. Le contó en que consistía el pacto “ Mi vida por la de aquella familia y por poder olvidar por completo lo que había hecho...cuando llegamos estaban muertos” , musitó secándose la cara con el revés de la manga de su sweater “ De ninguna forma iban a acceder a devolverles la vida...hay cosas que ni siquiera ellos controlan”.
Prescindió de cualquier descripción que hubiera podido hacer respecto al lugar en el que había estado, a pesar de que Dean había insistido en innumerables ocasiones. En cambio le explicó que alguien la había ayudado “Su presencia no era igual a la del resto...tampoco sé bien lo que ocurrió, pero coincidió con el desliz que tuvieron con la puerta...”
-Lo siento.- Dean se veía verdaderamente arrepentido por lo incómodo de la situación. En el fondo el hubiera hecho lo mismo. El ya había hecho algo muy parecido..
-¿Dean Winchester disculpándose?- se burló arqueando una ceja.- Sabía que había algo por lo que valía la pena volver.
-Por mi claro está- respondió con el sarcasmo que acostumbraba.
-Sigue soñando cuanto quieras...no va a pasar- respondió mordazmente quitándose el abrigo- Date vuelta...estoy cansada y necesito dormir. ¡Y pobre de ti..!
-No voy a mirar...lo prometo- mintió cruzando los dedos detrás de la espalda.
Última edición por Ruby el 10/06/08, 04:22 pm, editado 2 veces
Ruby- Hell´s Angel
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Re: Sacrificios
Che! Me la cortás en el mejor momento!!! Jajajaja!
Me gustó mocho Jo!! Espero leer mas pronto!!
Y tengo una sugerencia!! Cómo usas mucho el recurso de "viajar en el tiempo", estaría bueno q cuando contás las cosas q pasaron en el pasado, lo escibas en cursiva, así no se me mezcla con lo presente, mi cabeza no da para tanto! Jajaja!
X lo demás, todo perfecto!!!
Besos!!!
Me gustó mocho Jo!! Espero leer mas pronto!!
Y tengo una sugerencia!! Cómo usas mucho el recurso de "viajar en el tiempo", estaría bueno q cuando contás las cosas q pasaron en el pasado, lo escibas en cursiva, así no se me mezcla con lo presente, mi cabeza no da para tanto! Jajaja!
X lo demás, todo perfecto!!!
Besos!!!
Re: Sacrificios
jaja no me das ni tiempo a seguir escribiendo!! xD
jjajaja ahora edito asi queda mas prolijito...de hecho lo pense..pero cuando me embalo escribierndo me embalo y me olvido de esas cositas (yo tambien me odio por terminar los capis tan...no se!! xD)
jjajaja ahora edito asi queda mas prolijito...de hecho lo pense..pero cuando me embalo escribierndo me embalo y me olvido de esas cositas (yo tambien me odio por terminar los capis tan...no se!! xD)
Ruby- Hell´s Angel
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Re: Sacrificios
Pero que bueno Jo!!!!
Genial!! Eres una artistaa!!!
Quiero leer mas!!!
Genial!! Eres una artistaa!!!
Quiero leer mas!!!
Melissa- Hell´s Angel
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Re: Sacrificios
Por fin los lei seguiditos todos, tal y como te prometi!
Perdona solo por la demora!
Yo no puedo sacarte nada que este mal, a mi me ha gustado,
te expresas con claridad y desarrollas bien la historia,
creando intriga ........me ha gustado mucho JO!!!!
Espero impaciente la continuacion!
Besos
Perdona solo por la demora!
Yo no puedo sacarte nada que este mal, a mi me ha gustado,
te expresas con claridad y desarrollas bien la historia,
creando intriga ........me ha gustado mucho JO!!!!
Espero impaciente la continuacion!
Besos
aly_winchester- Administrador
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Localización : En la Hermandad de los Bultos Descalzos del Jensen!
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Re: Sacrificios
Aahh!!! Estoy con Mari, lo cortaste en lo mejor!! jajajajajajaja
Y weno.... gracias x la cursiva, asi me aclaro muxo mejor. Despues de tanto studio mis neuroas no dan pa mas
Me encanta Jo!!!!
Y weno.... gracias x la cursiva, asi me aclaro muxo mejor. Despues de tanto studio mis neuroas no dan pa mas
Me encanta Jo!!!!
Anna- Moderador
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Fecha de inscripción : 26/03/2008
Re: Sacrificios
Gracis!
dejo el 5°
xD
ahora si me linchan xDDDD
mas tarde subo el 6°
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Capítulo 5: Cicatrices.
Esa noche nadie pudo conciliar el sueño. Kitty había fingido dormir y una vez acostado Dean, se había escapado por la ventana en busca de un poco de aire fresco. De todo lo que había ocurrido hasta el momento aquello había sido lo peor. Encendió un cigarrillo y le dio una profunda calada, “Es un pésimo habito y a papá no va a gustarle nada saberlo...”, le había dicho Will alguna vez. Ahora aquello le parecía algo memorable, incluso gracioso.
- No tenía derecho...-se dijo tirando la colilla lo más lejos que pudo.
- Pensé que Dean había cerrado la puerta con llave.- Kitty levantó la vista. No era el Sammy de siempre, y sin embargo, optó por quedarse callada.- ¿Pelearon de nuevo...? Dean puede ser un poco brusco a veces pero estoy seguro de que no tenía motivos para tratarte así.
- El muy...- apretó los labios pensando bien lo que iba a decir y miró a Sam encogiéndose de hombros-Por suerte las ventanas no pueden cerrarse con llave.- las últimas palabras del chico la descolocaron un poco. “Sí tenía motivos...” pensó sin poder creer que él no lo supiera “ Se supone que esté muerta.” – No, no peleamos. No te preocupes, siempre discutimos y siempre salgo ganando...además, con todo ese asunto del pacto...
- ¿Te lo dijo?- Sam se veía realmente sorprendido. Dean no solía tener ese tipo de gestos...ni siquiera con él.
- Algo así.- sentenció dando por finalizada aquella conversación, no quería hablar de Dean. Inconscientemente llevó su mano derecha hasta el hombro contrario y recorrió con el dedo índice lentamente una de las tantas cicatrices que se habían negado a desaparecer por completo de su cuerpo. Estaba tan absorta en sus pensamientos que le fue imposible retener aquellas palabras que escaparon como un murmullo de entre sus labios. Casi como si quisieran ser oídas.- No tenía por qué mirar...
-Kitty...dime que pasó.- insistió Sam preocupado.
-¿No deberías estar durmiendo?- inquirió ella rehuyendo de la conversación.
-¡Son iguales!
-No es cierto.
-Ambos se empeñan en ocultarme las cosas. ¡No soy un niño!
-Nunca dije que lo fueras.- sonrió la chica examinándolo de pies a cabeza y preguntándose ingenuamente dónde había quedado el pequeño Sammy.- Ve a dormir, Sammy.
-¡Eh! No me llames así...¿y tú donde vas a dormir?
-Lo siento, olvidé que ahora eres...grande.- se mofó Kitty. No tenía pensado volver a esa habitación.- No tengo idea. Dean ronca...y no soporto el ruido.
-Perfecto, entonces podremos ponernos al día.- Sam había abierto la puerta de su habitación para después tomarla por los hombros y arrastrarla al interior sin darle tiempo a réplica.
A pesar de los intentos de Sam, Kitty no dijo mucho pero tampoco quería mentirle, se limitó a contarle sin lujo de detalles lo ocurrido con su padre y Will, que después de eso se había ido lejos y que no lo había pasado nada bien en donde había estado.
Después Sam le contó acerca de Azazel, la muerte de Jess, la de su padre y acerca de Ruby. Kitty se sentía culpable por tener que mentirle; “No le estás mintiendo”, dijo una voz en su cabeza, “simplemente te limitas a contar lo necesario y de igual forma opinas...”
Notando su cansancio y su aparente falta de interés, Sam le dio a escoger una de las dos camas que ocupaban la habitación, realmente le daba lo mismo donde dormiría. Se quitó las botas y se metió con ropa en la cama más cercana a la puerta. No quería arriesgarse de nuevo.
-Buenas noches.- dijo Sam mas por costumbre que por esperar respuesta.
- Buenas noches...
El ruido del motor de un auto la despertó. Miró el reloj, que para su sorpresa marcaba mas de las siete y media. “Es un verdadero record...”, salió de la cama preocupándose de no despertar a quien dormía en la otra cama, fue al baño y salió con las botas en una mano.
Una vez afuera se calzó y fue en busca de un lugar donde desayunar. Había pasado casi un día desde la última vez que había comido algo. Cruzó la calle en busca de algún lugar donde comer, no le llevó mucho tiempo encontrar un pequeño café a dos cuadras de donde se hospedaban. Pidió un desayuno simple tomándose el tiempo necesario para disfrutar cada bocado, una vez que hubo terminado, pagó no sin antes pedir un segundo café, esta vez para llevar.
-¡ Sammy..Sam! – Dean había entrado a los gritos en la habitación donde el aludido dormía despertándolo.
-¿Q...qué quieres Dean?
-¡Se fue! ¡Te dije que...!
-Durmió aquí...-Sam se había sentado en la cama y miraba a su hermano mayor con expresión de disgusto.
-¿Qué..ustedes...?- balbuceó Dean realmente sorprendido.- ¡¿Cómo se te ocurre ella...?!
-No pasó nada.- sentenció el menor.- Anoche hablamos y parecía realmente disgustada cuando le pregunté si habían hecho las pases.
-¡ Te engañó! Ahora se fue y ¿quién sabe dónde...?- Caminó a grandes zancadas hacia la puerta y se volvió a mirar a Sam- ¿Tienes idea de por qué han pasado mas de diez años desde que la última vez que la viste...?
-Estuve en el infierno...- dijo una voz detrás de él. Miraba a Dean con una expresión fría y distante.- Realmente comenzaba a preguntarme cuánto ibas a demorarte en decírselo.
-¿Cómo....?- Sam no entendía absolutamente nada de lo que pasaba, pero si era cierto, si Kitty había salido, también podría hacerlo Dean.
-No se puede.-interrumpió Kitty sabiendo a qué quería llegar con eso. – Tu hermano puede explicártelo ya que se lo expliqué anoche.
-No vamos a confiar en ella.- dijo Dean después de contarle la historia completa a Sam.
-Nunca te pedí que lo hicieras. Si no mal recuerdo me encerraste ahí sin mi consentimiento.- respondió a pesar de que no le habían hablado a ella mientras se acomodaba sobre el capó del Impala.
- ¡No íbamos a dejarte ahí! –Dean avanzó con paso decidido hacia ella y Sam cansado de la discusión les cerró la puerta en la cara.- ¡Mira lo que lograste!
-Yo no hice nada. Cuando yo llegué tú eras el que gritaba...- se puso de pie tirando el envase de café ya vacío en un basurero y entró en el cuarto en el que había dormido Dean . No tenía ganas de lidiar con sus comentarios, ni con nada que lo involucrara a él. Antes de encerrarse se detuvo en el umbral de la puerta y miró a Dean por última vez y moduló algo que se vio muy parecido a un “La próxima vez que me mires no la dejaré pasar.”
-¿Cómo...?- Dean la miró atontado. Era verdad que la había mirado mientras se cambiaba, pero ella en ningún momento había volteado a ver, así que era imposible que lo supiera- ¡Hey! ¡Abre la maldita puerta!
-¿Qué?- Kitty abrió lo suficiente como para verlo y oírlo.- No tenías ningún derecho Dean.
-Oh vamos, ¿Vas a decirme que creíste que no iba a mirar?- se había apoyado en el marco y la miraba fijamente, lo único que se interponía entre ellos era aquel enorme trozo de madera.
-Nunca antes te habías disculpado.- respondió la chica en parte para desviar la conversación y en parte asumiendo que Dean tenía razón. Abrió la puerta y se apoyó, al igual que Dean en el marco, soltó un comentario al azar adivinando lo que preguntaría él a continuación.- Sí, eso va a pasarte. Hay algunas que nunca van a cicatrizar.
-No iba a preguntar nada, así que deja de adivinar.- había avanzado hacia ella tomándola por el mentón con su mano derecha.- Sigo pensando que hay algo que no nos estas diciendo...¡estuviste allí diez años, es imposible que...!
-¿Qué siga siendo la misma Kitty de siempre?- interrumpió en un tono entre lo burlesco y lo juguetón.- Puede ser, cuando visitas el otro lado empiezas a pensar en cosas que nunca antes podrían haber cruzado por tu cabeza. Por otro lado, si realmente creyeras que soy uno de “ellos” habrías acabado conmigo hace rato ¿O me equivoco?- sonrió agarrando con la izquierda la mano que le apretaba el mentón y con su derecha aferrándose a la camisa de Dean y acercándolo a ella.
-En eso te equivocas.- sentenció con una sonrisa divertida cerrando la puerta tras de sí.
dejo el 5°
xD
ahora si me linchan xDDDD
mas tarde subo el 6°
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Capítulo 5: Cicatrices.
Esa noche nadie pudo conciliar el sueño. Kitty había fingido dormir y una vez acostado Dean, se había escapado por la ventana en busca de un poco de aire fresco. De todo lo que había ocurrido hasta el momento aquello había sido lo peor. Encendió un cigarrillo y le dio una profunda calada, “Es un pésimo habito y a papá no va a gustarle nada saberlo...”, le había dicho Will alguna vez. Ahora aquello le parecía algo memorable, incluso gracioso.
- No tenía derecho...-se dijo tirando la colilla lo más lejos que pudo.
- Pensé que Dean había cerrado la puerta con llave.- Kitty levantó la vista. No era el Sammy de siempre, y sin embargo, optó por quedarse callada.- ¿Pelearon de nuevo...? Dean puede ser un poco brusco a veces pero estoy seguro de que no tenía motivos para tratarte así.
- El muy...- apretó los labios pensando bien lo que iba a decir y miró a Sam encogiéndose de hombros-Por suerte las ventanas no pueden cerrarse con llave.- las últimas palabras del chico la descolocaron un poco. “Sí tenía motivos...” pensó sin poder creer que él no lo supiera “ Se supone que esté muerta.” – No, no peleamos. No te preocupes, siempre discutimos y siempre salgo ganando...además, con todo ese asunto del pacto...
- ¿Te lo dijo?- Sam se veía realmente sorprendido. Dean no solía tener ese tipo de gestos...ni siquiera con él.
- Algo así.- sentenció dando por finalizada aquella conversación, no quería hablar de Dean. Inconscientemente llevó su mano derecha hasta el hombro contrario y recorrió con el dedo índice lentamente una de las tantas cicatrices que se habían negado a desaparecer por completo de su cuerpo. Estaba tan absorta en sus pensamientos que le fue imposible retener aquellas palabras que escaparon como un murmullo de entre sus labios. Casi como si quisieran ser oídas.- No tenía por qué mirar...
-Kitty...dime que pasó.- insistió Sam preocupado.
-¿No deberías estar durmiendo?- inquirió ella rehuyendo de la conversación.
-¡Son iguales!
-No es cierto.
-Ambos se empeñan en ocultarme las cosas. ¡No soy un niño!
-Nunca dije que lo fueras.- sonrió la chica examinándolo de pies a cabeza y preguntándose ingenuamente dónde había quedado el pequeño Sammy.- Ve a dormir, Sammy.
-¡Eh! No me llames así...¿y tú donde vas a dormir?
-Lo siento, olvidé que ahora eres...grande.- se mofó Kitty. No tenía pensado volver a esa habitación.- No tengo idea. Dean ronca...y no soporto el ruido.
-Perfecto, entonces podremos ponernos al día.- Sam había abierto la puerta de su habitación para después tomarla por los hombros y arrastrarla al interior sin darle tiempo a réplica.
A pesar de los intentos de Sam, Kitty no dijo mucho pero tampoco quería mentirle, se limitó a contarle sin lujo de detalles lo ocurrido con su padre y Will, que después de eso se había ido lejos y que no lo había pasado nada bien en donde había estado.
Después Sam le contó acerca de Azazel, la muerte de Jess, la de su padre y acerca de Ruby. Kitty se sentía culpable por tener que mentirle; “No le estás mintiendo”, dijo una voz en su cabeza, “simplemente te limitas a contar lo necesario y de igual forma opinas...”
Notando su cansancio y su aparente falta de interés, Sam le dio a escoger una de las dos camas que ocupaban la habitación, realmente le daba lo mismo donde dormiría. Se quitó las botas y se metió con ropa en la cama más cercana a la puerta. No quería arriesgarse de nuevo.
-Buenas noches.- dijo Sam mas por costumbre que por esperar respuesta.
- Buenas noches...
El ruido del motor de un auto la despertó. Miró el reloj, que para su sorpresa marcaba mas de las siete y media. “Es un verdadero record...”, salió de la cama preocupándose de no despertar a quien dormía en la otra cama, fue al baño y salió con las botas en una mano.
Una vez afuera se calzó y fue en busca de un lugar donde desayunar. Había pasado casi un día desde la última vez que había comido algo. Cruzó la calle en busca de algún lugar donde comer, no le llevó mucho tiempo encontrar un pequeño café a dos cuadras de donde se hospedaban. Pidió un desayuno simple tomándose el tiempo necesario para disfrutar cada bocado, una vez que hubo terminado, pagó no sin antes pedir un segundo café, esta vez para llevar.
-¡ Sammy..Sam! – Dean había entrado a los gritos en la habitación donde el aludido dormía despertándolo.
-¿Q...qué quieres Dean?
-¡Se fue! ¡Te dije que...!
-Durmió aquí...-Sam se había sentado en la cama y miraba a su hermano mayor con expresión de disgusto.
-¿Qué..ustedes...?- balbuceó Dean realmente sorprendido.- ¡¿Cómo se te ocurre ella...?!
-No pasó nada.- sentenció el menor.- Anoche hablamos y parecía realmente disgustada cuando le pregunté si habían hecho las pases.
-¡ Te engañó! Ahora se fue y ¿quién sabe dónde...?- Caminó a grandes zancadas hacia la puerta y se volvió a mirar a Sam- ¿Tienes idea de por qué han pasado mas de diez años desde que la última vez que la viste...?
-Estuve en el infierno...- dijo una voz detrás de él. Miraba a Dean con una expresión fría y distante.- Realmente comenzaba a preguntarme cuánto ibas a demorarte en decírselo.
-¿Cómo....?- Sam no entendía absolutamente nada de lo que pasaba, pero si era cierto, si Kitty había salido, también podría hacerlo Dean.
-No se puede.-interrumpió Kitty sabiendo a qué quería llegar con eso. – Tu hermano puede explicártelo ya que se lo expliqué anoche.
-No vamos a confiar en ella.- dijo Dean después de contarle la historia completa a Sam.
-Nunca te pedí que lo hicieras. Si no mal recuerdo me encerraste ahí sin mi consentimiento.- respondió a pesar de que no le habían hablado a ella mientras se acomodaba sobre el capó del Impala.
- ¡No íbamos a dejarte ahí! –Dean avanzó con paso decidido hacia ella y Sam cansado de la discusión les cerró la puerta en la cara.- ¡Mira lo que lograste!
-Yo no hice nada. Cuando yo llegué tú eras el que gritaba...- se puso de pie tirando el envase de café ya vacío en un basurero y entró en el cuarto en el que había dormido Dean . No tenía ganas de lidiar con sus comentarios, ni con nada que lo involucrara a él. Antes de encerrarse se detuvo en el umbral de la puerta y miró a Dean por última vez y moduló algo que se vio muy parecido a un “La próxima vez que me mires no la dejaré pasar.”
-¿Cómo...?- Dean la miró atontado. Era verdad que la había mirado mientras se cambiaba, pero ella en ningún momento había volteado a ver, así que era imposible que lo supiera- ¡Hey! ¡Abre la maldita puerta!
-¿Qué?- Kitty abrió lo suficiente como para verlo y oírlo.- No tenías ningún derecho Dean.
-Oh vamos, ¿Vas a decirme que creíste que no iba a mirar?- se había apoyado en el marco y la miraba fijamente, lo único que se interponía entre ellos era aquel enorme trozo de madera.
-Nunca antes te habías disculpado.- respondió la chica en parte para desviar la conversación y en parte asumiendo que Dean tenía razón. Abrió la puerta y se apoyó, al igual que Dean en el marco, soltó un comentario al azar adivinando lo que preguntaría él a continuación.- Sí, eso va a pasarte. Hay algunas que nunca van a cicatrizar.
-No iba a preguntar nada, así que deja de adivinar.- había avanzado hacia ella tomándola por el mentón con su mano derecha.- Sigo pensando que hay algo que no nos estas diciendo...¡estuviste allí diez años, es imposible que...!
-¿Qué siga siendo la misma Kitty de siempre?- interrumpió en un tono entre lo burlesco y lo juguetón.- Puede ser, cuando visitas el otro lado empiezas a pensar en cosas que nunca antes podrían haber cruzado por tu cabeza. Por otro lado, si realmente creyeras que soy uno de “ellos” habrías acabado conmigo hace rato ¿O me equivoco?- sonrió agarrando con la izquierda la mano que le apretaba el mentón y con su derecha aferrándose a la camisa de Dean y acercándolo a ella.
-En eso te equivocas.- sentenció con una sonrisa divertida cerrando la puerta tras de sí.
Ruby- Hell´s Angel
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Re: Sacrificios
Pues sigo sin ver por que te vamos a linchar!!! Jajajajajaja
Mientras me dejas A Sammy es su camita a mi me vale!! ajajajaajjaja
Me gusta!!
Espero continuacion!!!
Besitoos!
Mientras me dejas A Sammy es su camita a mi me vale!! ajajajaajjaja
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Espero continuacion!!!
Besitoos!
Melissa- Hell´s Angel
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Re: Sacrificios
Ahhhhhhhhhhhhhhh.....!!!ese final señores,ay!insinuando...
me encanta!!!!
Genial JO!
me encanta!!!!
Genial JO!
aly_winchester- Administrador
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Re: Sacrificios
Aahhh!!!! Opino igual ke Aly, ese final.....!!!!jajajaja
Continua ya!!!! jajajajaja
Que me encantaaaaa!!!!
Continua ya!!!! jajajajaja
Que me encantaaaaa!!!!
Anna- Moderador
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Re: Sacrificios
Che, no es así!! Deja de cortarnos las cosas en la mejor parte!!! Jajaja!
Espero q sigas pronto!! Y q nos cambies el wall de tu pc, q te inspira muy bien!! Jajaja!
Besos!!
Espero q sigas pronto!! Y q nos cambies el wall de tu pc, q te inspira muy bien!! Jajaja!
Besos!!
Re: Sacrificios
Ainssss ya tenia abandonada esta cosa...(entre tanto bitchear y las violaciones que tengo que evitar....¬¬)
Este càpi es un poco mas corto que los demas.
Byee!!
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Capítulo 6: Lo que queda de humanidad.
-¡Dean!- Sam abrió la puerta de una sacudida irrumpiendo violentamente en la habitación. Llevaba casi media hora golpeando sin obtener respuesta alguna. - ¡Dean ¿Por qué no...?!- Le pareció idiota por su parte no haber pensado en ello, tal vez porque no esperaba que fuera de esa forma, ni con esa persona.- Lo siento Kitty yo...- dio media vuelta y salió de allí cerrando la puerta.
-¿No se te ocurrió cerrar con llave?- Kitty miró a Dean y comenzó a reír por lo absurdo de la situación.
-Tú tampoco pensaste en ello.- respondió besándola en la comisura de los labios y atrayéndola hacia si apoyando la boca cerca de su oído. No entendía la reacción de Sam.- ¿Ahora vas a decirme?- susurró de forma casi inaudible.
-No tengo nada que decirte Dean...- sonrió cansada por lo monótono de la situación y se levantó no sin antes pegarle un almohadazo a modo de reproche.- ¿Pensaste que el hecho de que nos acostáramos iba a cambiar algo?
-Ehhh... ¿Sí?- Volvió a acomodar la almohada debajo suyo y la miró mientras se vestía.
-Que ingenuo eres.-se burló Kitty abriendo la puerta y encontrándose con un Sam un poco aturdido. – Es todo tuyo Sammy.
-¡¿Te vas a ir así...?!
-Me estoy yendo. - Kitty levantó la mano y saludó a ambos sin mirar atrás.- Llámenme SOLO si me necesitan.- dijo haciendo caso omiso de los gritos de Dean volviéndose al menor de los dos hermanos y guiñándole un ojo.- Guarde mi número en la memoria de tu teléfono mientras dormías...no se lo digas.
Dicho esto último se perdió de vista. Caminó con paso lento por las calles esperando que su auto aún siguiera en el bar, le costaba creer todo lo que había ocurrido en una noche más aún que Sam no se hubiera dado cuenta de nada. Según se comentaba allí abajo, Sam era una especie de “niño prodigio”, así y todo no había sospechado nada. El tiempo en el infierno transcurría de forma muy diferente, a veces más lento...otras veces, la mayoría, más rápido. Fácilmente un año normal podía traducirse en cien. “Mil años de tormento...mil años de cicatrices, de rencor acumulado...mil míseros años viendo sus caras una y otra...y otra vez”, pensó casi añorando aquel trozo de humanidad que le había sido arrebatado, era consciente de que nunca sería la misma...aquella voz en su cabeza se encargaba de recordárselo casi a diario.
Dobló una esquina y sin perder mas tiempo volvió a doblar para llegar directo al callejón apenas fijándose en un hombre de aspecto bestial que acababa de bajarse de una moto y ahora la miraba.
-Genial...- rezongó observando el espacio vacío en el callejón, caminar hasta su casa iba a llevarle mucho tiempo... ¿o no? “Se supone que estas muerta...no existes, ¡piensa!”, otra vez esa voz. Miró a ambos lados asegurándose de que nadie la viera y guiño un ojo al individuo de la moto, quién sin pensarlo dos veces se acercó a ella con la misma actitud lastimera del perro que ruega por su hueso.
-Supuse que sería yo quien tuviera que insinuársete- dijo lascivamente examinándola de pies a cabeza. Acto seguido comenzó a avanzar mas y más casi arrinconándola contra la pared, el olor a alcohol mezclado con suciedad que emanaba era insoportable.- Deberíamos ir a un lugar un poco más...privado.
-¿Te parece?- Kitty lo miraba fijamente con aquella expresión burlona en su rostro. Sus ojos habían adquirido un color negro perlado.- A mi me parece que esta bien aquí.
-¿Q...que...?- balbuceó el tipo retrocediendo no sin antes parpadear un sin fin de veces con la fija idea de que todo aquello era producto de su borrachera.- ¡So....soco...!
-Shhh...No va a dolerte.- Con un movimiento ligero de la mano lo levantó aprisionándolo contra los ladrillos. “Mátalo....se lo merece, el hubiera hecho lo mismo...”, no era una asesina, no podía matarlo. Las imágenes de Will y su padre volvieron a cruzar por su cabeza, yacían uno a pocos metros del otro...cubiertos de un liquido rojizo y espeso. Trabajosamente borro aquella imagen y volvió a fijarse en su víctima agregando en un susurro.- Lo prometo...
-Yo no iba a...lo siento mucho...por favor déjame ir.- balbuceó cerrando los ojos para no tener que ver aquellos ojos.- Mi mujer...mi mujer me está esperando en casa.
-Así que mujer. Eso no te impidió “coquetear” conmigo.- ridiculizó apretando el puño hasta dejarlo sin aire. Estaba muerto. Lo supo en el preciso instante en el que su cuerpo se desplomó en el suelo completamente inerte.
Había vuelto a matar y no sentía remordimiento alguno. Se estaba convirtiendo en lo que más odiaba en el mundo...en uno de ellos.
Con un movimiento veloz le quito las llaves del bolsillo y se subió a la moto, afortunadamente encendió rápido.
La casa estaba tal y como ella la había dejado el día anterior, la escoba yacía partida en la entrada de la cocina, una silla despedazada que había volado directamente hacia ella durante su huida…la casa parecía haber sido azotada por algo semejante a un huracán.
-No tengo idea de que hago aquí…-se guardó las llaves en el bolsillo de los jeans y se sentó en la escalera apoyando la cabeza sobre sus rodillas.
-Otra vez huyes…deberías hacerte a la idea de que es imposible.
Ese tipo…lo conocía. Había sido el quien hace diez años había sellado su pacto y se había encargado de recordarle el por que hasta el último minuto.
Este càpi es un poco mas corto que los demas.
Byee!!
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Capítulo 6: Lo que queda de humanidad.
-¡Dean!- Sam abrió la puerta de una sacudida irrumpiendo violentamente en la habitación. Llevaba casi media hora golpeando sin obtener respuesta alguna. - ¡Dean ¿Por qué no...?!- Le pareció idiota por su parte no haber pensado en ello, tal vez porque no esperaba que fuera de esa forma, ni con esa persona.- Lo siento Kitty yo...- dio media vuelta y salió de allí cerrando la puerta.
-¿No se te ocurrió cerrar con llave?- Kitty miró a Dean y comenzó a reír por lo absurdo de la situación.
-Tú tampoco pensaste en ello.- respondió besándola en la comisura de los labios y atrayéndola hacia si apoyando la boca cerca de su oído. No entendía la reacción de Sam.- ¿Ahora vas a decirme?- susurró de forma casi inaudible.
-No tengo nada que decirte Dean...- sonrió cansada por lo monótono de la situación y se levantó no sin antes pegarle un almohadazo a modo de reproche.- ¿Pensaste que el hecho de que nos acostáramos iba a cambiar algo?
-Ehhh... ¿Sí?- Volvió a acomodar la almohada debajo suyo y la miró mientras se vestía.
-Que ingenuo eres.-se burló Kitty abriendo la puerta y encontrándose con un Sam un poco aturdido. – Es todo tuyo Sammy.
-¡¿Te vas a ir así...?!
-Me estoy yendo. - Kitty levantó la mano y saludó a ambos sin mirar atrás.- Llámenme SOLO si me necesitan.- dijo haciendo caso omiso de los gritos de Dean volviéndose al menor de los dos hermanos y guiñándole un ojo.- Guarde mi número en la memoria de tu teléfono mientras dormías...no se lo digas.
Dicho esto último se perdió de vista. Caminó con paso lento por las calles esperando que su auto aún siguiera en el bar, le costaba creer todo lo que había ocurrido en una noche más aún que Sam no se hubiera dado cuenta de nada. Según se comentaba allí abajo, Sam era una especie de “niño prodigio”, así y todo no había sospechado nada. El tiempo en el infierno transcurría de forma muy diferente, a veces más lento...otras veces, la mayoría, más rápido. Fácilmente un año normal podía traducirse en cien. “Mil años de tormento...mil años de cicatrices, de rencor acumulado...mil míseros años viendo sus caras una y otra...y otra vez”, pensó casi añorando aquel trozo de humanidad que le había sido arrebatado, era consciente de que nunca sería la misma...aquella voz en su cabeza se encargaba de recordárselo casi a diario.
Dobló una esquina y sin perder mas tiempo volvió a doblar para llegar directo al callejón apenas fijándose en un hombre de aspecto bestial que acababa de bajarse de una moto y ahora la miraba.
-Genial...- rezongó observando el espacio vacío en el callejón, caminar hasta su casa iba a llevarle mucho tiempo... ¿o no? “Se supone que estas muerta...no existes, ¡piensa!”, otra vez esa voz. Miró a ambos lados asegurándose de que nadie la viera y guiño un ojo al individuo de la moto, quién sin pensarlo dos veces se acercó a ella con la misma actitud lastimera del perro que ruega por su hueso.
-Supuse que sería yo quien tuviera que insinuársete- dijo lascivamente examinándola de pies a cabeza. Acto seguido comenzó a avanzar mas y más casi arrinconándola contra la pared, el olor a alcohol mezclado con suciedad que emanaba era insoportable.- Deberíamos ir a un lugar un poco más...privado.
-¿Te parece?- Kitty lo miraba fijamente con aquella expresión burlona en su rostro. Sus ojos habían adquirido un color negro perlado.- A mi me parece que esta bien aquí.
-¿Q...que...?- balbuceó el tipo retrocediendo no sin antes parpadear un sin fin de veces con la fija idea de que todo aquello era producto de su borrachera.- ¡So....soco...!
-Shhh...No va a dolerte.- Con un movimiento ligero de la mano lo levantó aprisionándolo contra los ladrillos. “Mátalo....se lo merece, el hubiera hecho lo mismo...”, no era una asesina, no podía matarlo. Las imágenes de Will y su padre volvieron a cruzar por su cabeza, yacían uno a pocos metros del otro...cubiertos de un liquido rojizo y espeso. Trabajosamente borro aquella imagen y volvió a fijarse en su víctima agregando en un susurro.- Lo prometo...
-Yo no iba a...lo siento mucho...por favor déjame ir.- balbuceó cerrando los ojos para no tener que ver aquellos ojos.- Mi mujer...mi mujer me está esperando en casa.
-Así que mujer. Eso no te impidió “coquetear” conmigo.- ridiculizó apretando el puño hasta dejarlo sin aire. Estaba muerto. Lo supo en el preciso instante en el que su cuerpo se desplomó en el suelo completamente inerte.
Había vuelto a matar y no sentía remordimiento alguno. Se estaba convirtiendo en lo que más odiaba en el mundo...en uno de ellos.
Con un movimiento veloz le quito las llaves del bolsillo y se subió a la moto, afortunadamente encendió rápido.
La casa estaba tal y como ella la había dejado el día anterior, la escoba yacía partida en la entrada de la cocina, una silla despedazada que había volado directamente hacia ella durante su huida…la casa parecía haber sido azotada por algo semejante a un huracán.
-No tengo idea de que hago aquí…-se guardó las llaves en el bolsillo de los jeans y se sentó en la escalera apoyando la cabeza sobre sus rodillas.
-Otra vez huyes…deberías hacerte a la idea de que es imposible.
Ese tipo…lo conocía. Había sido el quien hace diez años había sellado su pacto y se había encargado de recordarle el por que hasta el último minuto.
Ruby- Hell´s Angel
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Localización : Santiasko
Fecha de inscripción : 31/05/2008
Re: Sacrificios
Wooow!!!!
Jo está genial!!!
Eres una crack!!! De verás que me gusta muchoo!! Espero la continuación!!!!
Besoteees!
Jo está genial!!!
Eres una crack!!! De verás que me gusta muchoo!! Espero la continuación!!!!
Besoteees!
Melissa- Hell´s Angel
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Edad : 37
Localización : Barcelona
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Sacrificios
Buenisimo Jo!!!
Epero q la sigas pronto!! Y q sigamos bitcheando tmb! Obvio!!! Jajajaja!
Besos nena!!
Epero q la sigas pronto!! Y q sigamos bitcheando tmb! Obvio!!! Jajajaja!
Besos nena!!
Re: Sacrificios
Wiiii!!!
Me encanta me encanta me encanta!!!!! jejejejeje
Sta genial!!!!
Continuaaaaa!!!!!
Bss
Me encanta me encanta me encanta!!!!! jejejejeje
Sta genial!!!!
Continuaaaaa!!!!!
Bss
Anna- Moderador
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