Una Nueva Vida

Bueno, este fic no tendrá nada de supernatural, es más bien como algo real, vamos nada de demonios ni vampiros, ni puerta del infierno, nada, espero que os guste

CAPÍTULO 1: ALGO TRÁGICO

Sonó el teléfono, unos rápidos pasos se aproximó a cogerlo.
- ¿Cómo?
Preguntó la voz de mi madre.
Escuché colgar el teléfono, sus pasos precipitados se dirigieron a mi habitación, con un golpe abrió la puerta.
- Rápido, vístete, tu padre está en el hospital.
Sin pensarlo me levanté de la cama y cogí lo primero que tenía a mano, unos vaqueros rasgados, la camiseta de tirantes azul y la sudadera que estaba tirada a los pies de mi cama. Me puse las deportivas, fui al baño a cogerme una cola mal echa y metí prisas a mi madre.
Nos metimos en el coche y en dirección al hospital mi madre me contó que mi padre había tenido un accidente de coches y que estaba gravemente herido.
Busco el primer aparcamiento disponible sin mirar sin estaba prohibido y jalándome del brazo me condujo a la habitación de mi padre.
- Acaba de entrar en coma, no creo que sobreviva.
Escuché decirle el doctor a mi madre con pesar mientras me dirigía a la cama donde se encontraba mi padre. Me dirigí a él con lágrimas en la cara, estiré mi mano para tocar su fría mano.
Un una pantalla empezó a pitar y salí corriendo al pasillo a llamar al doctor que hablaba con mi madre este entró y llamó a unas enfermeras las cuales nos echaron de la habitación.
Al cabo de quince minutos el doctor salió.
- Lo siento, acaba de fallecer, las enfermeras le quitaran los aparatos y podréis pasar a verlo antes de llevarlo al depósito.


Tres meses había pasado desde la muerte de mi padre, todavía no lo había superado.
Me desperté al sonar el despertados sin ganas, hoy era el día que daban las notas.
Me levante y me dirigí al baño para darme una ducha, todavía quedaban dos horas para ir a recoger las notas. Al salir de la ducha me dirigí al armario, cogí los pitillos negros y la camiseta de mangas corta blanca, tire la chaqueta vaquera negra a mi cama y rebusque bajo mi cama buscando las manoletinas negras, me las puse e hice la cama baje a la cocina a desayunar.
- Buenos días, cielo.
Me saludo mi madre como de costumbre dándome un beso en la cabeza.
- A que hora dijiste que son las notas?
- A las 11, te lo he dicho ya tres veces.
- Pues queda media hora, corre desayuna que nos vamos.
Desayune lo más rápido que pude y subí a lavarme los dientes, cogí la chaqueta y me planté delante de la puerta.
- Ya estás lista?? – asentí c- pues vayámonos.
Nos metimos en el coche dirección al instituto. En recoger mis notas no tardamos mucho.
- Vaya una estudiante ejemplar, pedazos notas.
Me dejó en casa y ella se marchó como siempre al trabajo, otro día más sola en casa.
Decidí ordenar mi cuarto ya que no tenía nada más interesante que hacer, al cabo de un ahora termine, me senté delante del ordenador y me conecte, abrí mi correo, como siempre no tenía nada. Apagué el ordenador y me subí al desván donde tanto tiempo pasé con mi padre, al recordar esos recuerdos no pude reprimir unas lágrimas, me sequé la cara y bajé ha hacer la comida, mientras bajaba note que algo me vibraba en el bolsillo delantero del pantalón:
“Cielo, hoy como fuera, no me espere, llegaré tarde, no te acuestes tardes. Besos, tu madre”.
Bloqueé el móvil y lo volví a introducir en el bolsillo, me hice la comida y cuando termine me bajé a ver la tele, como siempre no había nada, apagué la tele y me subí a mi habitación, cogí mi libro favorito y abrí por la página en la que me quede la noche anterior.
El libro me gustaba tanto y me distraía que cuando miré la hora ya eran las nueve de la noche, baje me hice un bocadillo para cenar, me dirigí al baño para lavarme y me puse el pijama, como estaba muy cansada me acosté temprano.

Espero mas...ya sabes!!
Muuuuaks!!!

Ya sabes q me gusta la idea!!
Espero leer mas prontito!!!

Besos!!!

CAPÍTULO 2: NUEVO AMBIENTE
Al día siguiente me levante a las once, encendí el móvil, era sábado, bajé a desayunar aun en pijama, me sorprendió ver a mi madre aún en pijama en la cocina.
- Qué haces aquí?
- Pues que hoy no trabajo, y te tengo una noticia, te vas con tu tío Jake a Forks.
Al decirme eso se me cayó la taza, mi madre se acercó a mi y limpió todo.
- No te alegras? Vas a estar con tu prima.
- Mi padre acaba de morir tan solo hace tres meses y tu me quieres a enviar a otra ciudad, me tengo que alegrar por eso???
Salí de la cocina mosqueada me encerré en mi habitación, mi madre llamó a la puerta y entró.
- Pensé que te alegrarías, todo esto te hace mal y yo no puedo cuidar de ti.
- Se cuidarme sola, no necesito niñera.
- Quieras o no vas a ir.
Salió dando un portazo, cogí el cojín de mi cama y lo tiré hacia la puerta.
Por la tarde mi madre me trajo unas maletas para preparar mi equipaje, la hicimos juntas, aunque seguía mosqueada con ella, intentó tirarme mis deportivas favoritas y untar de vaqueros pero se lo impedí.
Al día siguiente me despertó a las diez, me puse unos piratas y las deportivas que tanto me gustaba, una camiseta de tirantas en blanca con una chaqueta también en blanca, me metí en el coche y llegamos al aeropuerto.
- Llámame en cuanto llegues – me dijo, al ver que no la miraba me cogió del rostro y me hizo mirarla – Aine, te vas a ir y aún sigues mosqueada conmigo, no piensas perdonarme?
- No losé, tendré que pensármelo – le dije secamente.
Me dio un beso y me abrazó le correspondí el abrazo con lágrimas en la cara y me monte en el avión.
No me enteré de nada en el viaje, solo cuando habíamos llegado, al parecer me había quedado dormida, me despertó una azafata que me guió a la salida, cogí mis maletas y salí a fuera a esperar a mi tío.
A los cinco minutos un peugeot negro para enfrente mía y de él baja un chico rubio que se acerca a mi.
- Tu eres Aine, o me equivoco?
- S-Sí, soy Aine, y tu eres??
- Peter, tu tío me pidió que viniera a recogerte, él esta trabajando y no podía – cogió mis maletas – vamos, que te llevo a su casa.
Llegamos a una casa de tres plantas con la fachada en blanca y el techo un gris oscuro, tenía un porche con unas escalera algo gastadas.
Cojo las maletas y me encamino hacia la casa parando en el porche.
- Gracias por traerme Peter – le sonreí tímidamente, este me respondió con otra sonrisa.
Me quedé en el porche hasta que vi perder de vista el coche, cogí mis maletas y abrí la puerta, entre en la casa.
La casa era espaciosa, las paredes estaba pintado de un amarillo claro, los muebles eran rústicos, subí las escalera hasta el que sería mi dormitorio, abrí la puerta las paredes estaban pintadas de color salmón, había una gran cama con una mesilla de noche a cada lado y en una e ellas una lamparita, a los pies había un armario y al lado de este un escritorio, los muebles también rústicos, la colcha era de cuadritos de colores con las cortinas a juego. Deje las maletas en la cama y me puse a deshacerla, puse el ordenador encima del escritorio .
Me llevó todo el día guardas todas mis cosas, nunca pensé que tuviera tanta ropa pero ese día me di cuenta de que si, era muco más rápido hacer la maleta que deshacerla.

Me bajé al comedor y me senté en el sofá cogiendo el mando de la televisión, al poco llegó mi tío Jake con un chico joven, no tendría mucho más que yo, era rubio con rastas, delgadito. Me levante de un brinco apagando la televisión dirigiéndome hacia la puerta.
- Hola, tío – dije abrazándolo y dándole un par de besos en la mejilla.
- Hola, preciosa, llegaste bien??
- Si, claro, un tal Peter me recogió.
- Aine, te presento al que será tu vecino, Tom.
Mi tío fue a la cocina dejándonos a Tom y a mí solos, nos miramos sin decirnos nada, al rato mi tío llegó con un cuenco y se lo entrego, el joven se marcho y mi tío se metió en la cocina a hacer de cenar, yo le seguí para poner la mesa.
La cena fue tranquila preguntándome por mis estudios y cómo me fue el vuelo. Cuando terminaos de cenar le ayudé a recoger la mesa, yo me ofrecí a fregar los platos mientras él se daba una ducha, cuando termine le di las buenas noches a mi tío y me puse delante del portátil para enviarle un correo a mi madre para que supiera que estaba bien. Apagué el ordenador y me acosté.


Mientras en mi en Madrid…
“Habrá llegado bien??” me preguntaba a mi misma nerviosa porque m hija no daba señales de vida.
- Mira que le dije que me llamara en cuanto llegase y nada aquí me tiene.
Me decía una y otra vez dando vueltas en mi despacho.
Me llevé todo el día preocupada por ella. A la hora de la comida comprobé el móvil por si me había llamada y yo no me había dado cuenta pero nada, ni un mensaje de que está bien, comí más bien poco ya que estaba preocupada por ella.
- No te preocupes, sabe cuidar de si misma.
Me dijo una compañera de trabajo para consolarme pero eso solo conseguía ponerme más nerviosa aún.
Llegue a mi casa y me fui directa al ordenador de mi hija por si le había dado por enviarme un correo en vez de llamarme, cuando lo abrí todos mis nervios se esfumaron, así era decidió enviarme el correo contándome lo poco que había echo ese día le conteste al correo y apagué el ordenador, me acosté aliviada al saber que estaba bien.

Buenisimo Nita!
Espero la conti! Besos!!

esto seran lso unicos capis que culgue, paso de ponerme a colgarlos si nadie me lee, Mari MEelissa si quereis saber como continua me lo deciis y os lo paso por msn pero paso de colgarlo aqui que lo unico que esto hace es deprimirme y quitarme las ganas de seguir
Lo voy a seguir pero lo pasaré por msn nada de colgarlo

Ju Nitaaa!!!!! Que penaaa!!!!
Bueno yo te voy pidiendo las constis o me vas avisando, que sabes que estoy empanadisima y no me entero de nada! jajajaja
Un besoteee!!!

Por cierto! Me gustaa!!!! ^^

Si yo tmb quiero saber como sigue!!!
Para mi no tendría q importarte q no los lean, yo creo q el pacer de escribir va mas allá de la "aceptación" q tengas...
Pero bue, es tu desición! Solo te pido q me lo vayas pasando!!!

Beso!!!

Gracias por leerme Mari, Melissa, lo seguiré colgando por ustedes


CAPÍTULO 3: MI PRIMER DÍA

Solo faltaba un par de hora para empezar un nuevo curso, yo ya me había levantado y vestido, bajé a desayunar sin hacer ruido para no despertar a mi tío, cuando entré en la cocina me lo encontré allí tomando una taza de café.
- Buenos días, tío.
- Buenos días preciosa, te llevo al instituto o prefieres ir dando un paseo?
- Iré dando un paseo para conocer un poco esto.
- Está bien, como quieras, si quieres que te recoja me avisas.
- OK, gracias.

Terminé de desayunar y subí las escaleras para recoger mi mochila, salí de la casa y me dirigí al caminito que había desde la casa hasta la carretera, seguí caminando por un lado de la carretera hasta llegar al instituto, aún estaba un poco vacío, se notaba que en ese pueblo no le gustaban madrugar, me dirigí a secretaría y allí me dieron la lista de libros y el horario.

Entro en mi primera clase, solo estaba el profesor con un par de alumnos mas, me acerqué a su escritorio y me presente me colocó en la ultima fila, la hora se me pasó rápido, gracias adiós no m hizo presentarme delante d toda la clase, creo que me llevaré bien con el profesor de Historia, salí de allí y me puse en marcha hacia mi otra clase, Español, de camino a esa clase me choque, nose si con algo o con alguien, levante la cabeza muerta de vergüenza ya que no sabría como disculparme, el inglés no es mi gran especialidad, me llevé una sorpresa al ver con quien fue.
- Oh, lo siento, iba distraída.
- No pasa nada, yo tampoco miraba por donde iba - me contesto Peter con una sonrisa, se acercó a mi para ver que sostenía entre las manos.
- Oh esa clase está al lado d la mía, vamos te acompaño - se ofreció
- gra-gracias - le conteste tímidamente
Caminamos hacia las aulas, al principio nos costó un poco comunicarnos pero a medidas que avanzábamos yo me iba soltando y hablamos animadamente hasta llegar al aula, se despidió de mi y se marchó entrando a su aula con un amigo, yo entre a la de español, fui a la mesa del profesor y me presenté, este hizo que me presentara delante de toda la clase, menos mal que no fui la única, ya que otra chica también era nueva, estábamos una al lado de la otra muertas de vergüenza, nada mas nos presentamos nos sentamos en los sitios que nos asignó el profesor, soy mala para los nombres pero si no escuché mal esa chica se llamaba Martha y era francesa, durante esa hora la francesa y yo hicimos buenas migas.
La siguiente clase era una de las que peor se me daba a mí, aunque siempre sacaba muy buenas notas, una hora de matemáticas, " espero que este profesor explique mejor que el que tuve en España" pensé. Entré al aula e hice lo mismo que en las otras dos, este como el primero tampoco hizo que me presentara, me senté en un pupitre en la última fila, la hora se me pasó rápido, algo raro ya que esta es de las que más lenta se me hace.
Salí del aula y me dirigí al comedor. Miré a mi alrededor y escuché como alguien me llamaba.
- Aine – se acercó un chico.
- H-Hola – salude tímidamente.
- Te acuerdas de mí?? Soy Tom, tu vecino.
- Ah, si, si verdad.
Estuvimos un rato hablando sobre que me había parecido las clases y los profesores hasta que una chica rubia de ojos color miel se acercó a él sonriendo de oreja a oreja plantándole un par de beso en la mejilla.
- Esta es Elizabeth – la chica la dio un par de beso.
- Y soy Aine. Un placer – le dije con una sonrisa la cual ella me devolvió.
- Por qué no te vienes con nosotros s a almorzar?? – me preguntó la chica. Yo acepte algo tímida.
Al llegar a la mesa me presentaron a dos chicos y dos chicas.
Jesse, un chico algo tímido, rubio de ojos azules, me sonrió al presentarnos.
Ryan, un chico moreno de ojos marrones se levantó y me dio dos besos.
Vanessa, una chica castaña de ojos verdes me saludó son una sonrisa.
Melanie, una chica rubia de ojos azules me invitó a sentarme a su lado.
Todos hablaban muy animadamente, Tom se sentó a mi otro lado, Ryan se levantó de la mesa y salió corriendo a abrazar a un chico moreno de ojos verdes el cual le devolvió el abrazo.
- Ese es Paul, le gusta muchos las bromas – me susurró Vanessa mientras los otros asintieron – las que viene detrás de él son Brenda, Bianca y Alexandra.
- Cuidado con Bianca, se pone celosa cuando alguna chica toca a Tom – me advirtió Melanie.
- Se piensa que Tom es de ella y de nadie más – me dijo Jesse.
- Sois novios?? – le pregunté a Tom intrigada.
- No, nunca estaría de novio con alguien tan celosa.
- Entonces???
- Ella sigue pensando que si lo somos.
- Cómo que sigue pensando, no lo sabe?
- Sí pero no quiere reconocerlo, se lo he dicho muchas veces pero sigue empeñada ñeque somos novios.
La miré y comprobé que era cierto, otra de las chicas, Brenda, era pelirroja con los ojos verde se acercó a Tom a darle un beso en la mejilla y Bianca le armó una.
Toco el timbre para la siguiente clase, Lenguaje, Tom, Brenda y Alexandra también tenía esa clase así que nos fuimos junto al aula, por suerte para mi este profesor tampoco me hizo presentarme delante de toda la clase, la hora se me pasó rápido, la siguiente fue Ética, la hora paso lenta, pensaba que nunca iba a acabar y por fin llegó la última, Educación Física, era un profesora simpática, nos dio chándal de todas las talla para podernos coger el que nos quedara bien para usarlo cuando nos tocase con ella, allí volví a coincidir con Martha y conocí a dos nuevas más, Rebecca y Gisele, muy majas las dos y como yo necesitaban comprarse ropa ya que no teníamos la ropa lo suficiente abrigada para el invierno de Forks. Quedamos esa tarde para ir juntas.

Llegué de noche a la casa después de haber pasado la tarde de compras con las que serían mis nuevas amigas, cene con mi tío y me estuvo preguntado que qué tal estuvo el instituto y qué había echo por la tarde, terminé de cenar y me pegue una ducha, preparé los libros del día siguiente y la ropa, me conecté al correo y le conté todo a mi madre, apagué el ordenador y me acosté, de lo cansada que estaba me quede dormida enseguida.

Oh! Nitaa!! Cuanta gente mas presentao en dos minutos! jajajaja
Me gustaaa!!
Se ve interesanteee!!!
Ya quiero leer la continuacion!!!! wiii
Muaks!

Me gusta Nita!!! Yo tmb me enrsq con todos los personajes!! Jeje!
Pero bue, ya los ire conociendo!

Espero la conti!
Besos!!

CAPÍTULO 4: LOS CELOS Y EL BESO

Eran las 7 de la mañana, como era costumbre desde el lunes el despertador sonó, estiré el brazo para apagarlo, abrí los ojos y lo apagué, me vestí algo adormilada y cogí una mochila para guardar la ropa deportiva, baje con la mochila de los libros y del chándal, me preparé el desayuno, mi tío hoy se había levantado antes, me lavé y recogí mis cosas, salí a la puerta, allí estaba Tom en una moto negra.
- Necesitas que te lleven??
Yo me acerqué sin decir nada.
- Anda, sube que hoy no vas a patas – le sonreí y me monté detrás suya.

Llegamos al instituto y me bajé de la moto, mira alrededor esperando a que Tom bajase de la moto ya que tenía la primera clase juntos cuando me veo y escucho a Bianca venir corriendo y pegando chillidos como las locas.
- QUÉ COÑO TE CREES QUIEN ERES PARA MONTARTE CON ÉL EN LA MOTO.
Yo me ruboricé y miré a Tom, este me miró y con un gesto me dijo que no me preocupara, se acercó a nosotros enfurecida.
- ALEJATE DE ÉL, NO TE QUIERO VER CERCA.
- Bianca, baja la voz.
- CÓMO QUE BAJE LA VOZ.
- Baja la voz, no tienes porque ponerte así, ella es mi vecina y e sido yo quien la invitado a venir conmigo.
- Pero no tenía porqué haber aceptado.
- Bianca, déjate de celos, tú y yo no estamos juntos – lo ultimo lo pronunció algo mas fuerte – nunca lo hemos estado y nunca lo estaremos.
- No digas eso porque este ella delante.
- Lo digo aunque este ella delante o no, no estamos junto, olvídate de que somos novios.
Bianca fue a protestar pero Tom la atajo con un gesto y me agarró del brazo dirigiéndose al edificio.

La primera hora pasó volando, iba camino de la siguiente clase cuando me cruce con Bianca, miré el suelo para no mirarla, entré en el aula y me senté en mi pupitre, Bianca entró detrás mí ay se sentó de malas ganas a mi malo, yo recogí mis cosas y me cambié de pupitre pero ella hizo lo mismo y me siguió.
- Qué es lo que quieres?
- Qué no te acerques a Tom.
- Es mi vecino y compañero de algunas clases, eso es imposible.
- Pues no le hables.
- No tengo porque hacer lo que quieres, el no es tu novio y es mi vecino, si él me habla yo le hablo si no te gusta es problema tuyo no mío.
Miré para el frente pero de vez en cuando le miraba de reojo, estaba cabreada, se puso en pie delante mía.
- Alejare de él, no te quiero cerca.
Yo la ignoré completamente, cosa que la cabreó más e hizo que gritara.
- ESCUCHAME, ME DA IGUAL QUE SE TU AMIGO, TU VECINO, LO QUE SEA NO TE ACERQUES A ÉL.
Yo bajé la cabeza ruborizándome, el profesor de historia entró en ese momento poniendo orden, yo salí antes de que Bianca me pudiera decir algo más.

Llegó la hora del almuerzo y Martha, Rebecca y Gisela me invitaron a almorzar con ellas, Tom pasó por mi lado y paró a saludarme.
- Te vienes??
- Lo siento, ya me han invitado además no quiero estar cera de Bianca.
- Si no vienes por ella no te preocupes, no dejaremos que te diga nada.
- A parte es por eso pero ya me invitaron, lo siento.
- Esta bien, como quieras.
Se encogió de hombros y siguió a hacia la mesa donde estaban sus amigos.
Tanto el almuerzo como las tres últimas clases pasaron volando, me gustaba estar ahí si no fuera por Bianca. Llegó la hora de irnos a casa y como en la llegada Tom me llevó de vuelta a casa.

Estaba en la cama leyendo mi libro favorito cuando llamaron a la puerta.
- Cielo, puedes abrir tú??
- Sí, tío, voy yo.
Bajé las escaleras corriendo, me asomé por una ventana para ver quien era, era Tom “que raro, que hará aquí??” pensé, dude un momento sin abrirle o no, volvió a llamar y me coloqué delante de la puerta abriéndola lentamente.
- Qué espiándome por la ventano?? – bromeó – si lo que quieres es verme o debería haber tardado.
Me eché a un lado para dejarle paso.
- No, no, sal – salí dejando la puerta entreabierta – lo siento.
- El qué sientes?? – dije con cara de extrañada.
- Me enteré de que Bianca te la lió en clase de historia y vengo a disculparme por eso.
- No es culpa tuya el que ella se crea tu novia.
- Lo se, ya no se como decírselo, se lo he dicho de todas las maneras pero sigue emperrada en que somos novios.
- Deja de hablarle – el me miró, “había dicho yo eso??” – lo siento.
- No pasa nada, te haré caso – en ese momento mi tío abrió la puerta al verla entreabierta.
- Te quedas a cenar??
- No, mi madre ya preparó la cena y como tarde mañana no seguiré con vida – se despidió de nosotros y se marchó.

Cenamos y como siempre me preguntó por ese día, lo de Bianca ni se lo mencioné, me di una ducha y me acosté.
Me deserté en medio de la noche al escuchar ruido en la venta, “será el viento” pensé para mis adentro. El ruido sigue y me levanto a bajar las persianas, me veo una sombra en la ventana y me alejo, vuelve a escucharse el ruido.
- Aine, abre, soy yo – me susurra alguien desde afuera.
Me acerqué a la ventana y lo abrí poco a poco hasta tenerla entera abierta, asomé la cabeza.
- Pero qué haces??? Te vas a matar!!
- Por eso te digo que abras.
Me eche para atrás para dejarle paso y él entró sin hacer ruido, me senté en la cama mirándolo, “para que habrá venido?”, al entrar cerró la ventana y se sentó a mi lado, estuvimos un rato en silencio, ese silencio tan incómodo en el que piensas decir algo para romper el hielo hasta que habló.
- Te desperté?
- Me temo que si, más que nada porque me asustaste.
- Oh, lo siento.
- No pasa nada pero qué haces aquí?
- Visitarte.
- Eso se hace llamando a la puerta, no a través de una ventana de un primer piso. Y por qué querías verme?
- Porque no puedo de dejar en pensar en ti – esto último me lo dijo mirándome de reojo.
Yo le miré unos momento sosteniendo , notaba como la sangre me subía y me iba poniendo roja, desvié la mirada, nunca me habían dicho eso y no sabía como reaccionar.
Él miró unos segundo y poco a poco fue acercándose más a mi, le miré sonrojada, el se rió.
- Que guapa estas cuando te ruborizas.
Me acarició la mejilla y acercó el rostro al mío, lo tenía tan cerca que notaba su respiración en mis labios, me sujetó la nuca y me besó. Se separó poco a poco de mí, yo seguía sin reaccionar, vi como abría la ventana salía, me levanté a cerrar la ventana viendo como se baja del tejado, cuando lo vi en el suelo se despidió con la mano y yo volví a la cama, no se porque no dormí esa noche, si por no dejaba de pensar en mi o por el beso.

Que bonito Nitaaa!!!
me encantaaaa!!
Quiero leer la continuaciiiooon!!!!
Geniaaal!
Muuuaks!

CAPÍTULO 5: ESTE NO ES MI DÍA

Me encontraba en el comedor con mis nuevas amigas, perdida en mis pensamientos, sabía que me estaban hablando pero no de que, solo podía pensar en lo de anoche, en esa declaración, en ese beso, en como me sonrió ese día al verme en los pasillos.
- Que guapo que es Tom – escuché decir a Martha, lo que me hizo salir de mi mundo.
- Anoche me besó – dije sin pensar.
- Quién te besó? – preguntaron Rebecca, Martha y Gisela al unísono.
- Tom, anoche se coló en mi habitación y me besó.
Giré la cabeza y vi que ahí estaba Bianca levantándose echa una furia dirigiéndose a la mesa donde se encontraba Tom con sus amigos.


Veo que se acerca Bianca hacia mi echa una furia y que se planta a mi lado dando un fuerte golpe en la mesa.
- Dime que eso es mentira
- El qué?
- Tom , no te hagas el tonto, sabes de que te hablo.
- Te juro que no lo se
- Del beso que le diste a Aine ayer, en su dormitorio.
- Mira Bianca, haber si te entra en tu puta cabeza – dije tocándome con el dedo índice la cabeza – no estamos junto, soy libre de besar a quien me apetezca, y deja ya esos celos.
Ella no dijo nada, solo se quedó allí con la boca abierta y los ojos indagados en lágrimas.
Aine se acercaba a nosotros lentamente dudando si hablar con Bianca o no, ganó el si ya que cuando me di cuenta estaba mi lado. Me levanté colocándome delante de ella por si a Bianca le daba por hacerle algo.
Bianca me dio la espalda dando un par de pasos, se volvió hacia Aine levantando la mano pero alguien le impidió golpearla.


Eché a un lado a Tom colocándome a su lado, Bianca se acercó a mi con el brazo levantado pero alguien le impidió tocarme.
- Ni se te ocurra tocarla – dijo Peter bajándole el brazo.
Bianca le miró llena de ira y se marchó con todas las miradas puesta sobre ella.
Miré a Peter.
- Gracias – le dije casi susurrando.
- No hay de que – se dio la vuelta y salió detrás de Bianca del comedor.
Eché una mirada de reojo a Tom y salí corriendo detrás de Peter.
- Peter, espera – dije agarrándole del brazo para detenerlo.
Se paró en seco mirándome serio.
- Qué es lo que quieres?
- Darte las gracias.
- Ya lo hiciste, venga, di ya lo que quieres que llego tarde.
- Qué es lo que te pasa? Por qué eres así conmigo?
- Qué que me pasa?? Fui yo quien te llevó a casa de tu tío, me ignoras, te vas besando por hay y a mi me pasa algo contigo?? – me dijo furioso.
- Es-estás celoso?? – pregunté sorprendida.
- No digas tonterías – se dio la vuelta y se marcho dejándome ahí parada.
Salí corriendo detrás de él hasta darle alcance, le agarré el brazo, él se me quedo mirando, me fui acercando a su rostro poco a poco, me quede a unos centímetros de sus labios, me fui acercando los suyos hasta rozarlos, le agarré de la nuca plantándole un beso en sus labios, él correspondió a mi beso. Toco el timbre y nos separamos, le miré y salí corriendo.
Llegué a clase hiperventilando, me senté en un pupitre sola al final del todo, no me creía que le hubiera besa si apenas lo conocía, si apenas nos conocíamos, nos sabíamos nada del otro. Estaba confusa, pensé que estaba loca por Tom “pero con ese beso, nose, no es posible, no lo conozco, no puede ser…”. Si no fue toda la hora fue casi toda, no podía quitarme ese momento de la cabeza, lo único que me sacó de mi mundo fue el sonido del timbre, pero seguía siendo igual, en las dos última horas seguía dándole vuelta a ese beso, no sabía que me pasaba, me estaría enamorando de él?? pero era imposible, no lo conocía ni él a mi, eso me lo tenía que quitar de la cabeza.
Por fin era hora de irnos a casa, iba caminando hacía la salida cuando me vi a Tom y a Peter apoyados en la pared, uno enfrente del otro.
- Hola, chicos – dije pasando entre ellos.
Seguí caminando tranquilamente hasta llegar a la carretera y una moto y un coche frenaron enfrente mía, yo seguí caminando sin echarles cuenta hasta que Peter bajó del coche.
- Deja que te lleve a casa – dijo acercándose a mí.
- No, vente conmigo.
- Chicos, olvidaros, me voy andando – dije volviendo a pasar entre ellos mientras ellos se miraban uno al otro.
Seguí caminando con ellos pegados a mis talones, de vez en cuando le echaba una mirada rápida pero enseguida volvía a mirar al frente, cansada de esa situación me paré.
- Chicos, dejadlo, queréis? No pienso montarme con nin… - me di la vuelva pero no eran ellos lo que me seguían.
Eché la mirada al frente intentado no echar un vistazo hacia atrás, esos tipos vestidos de cuero me daban medio y si lo demostraba sería peor, seguí caminando cada vez más deprisa hasta que uno de los coches me pasó y frenó enfrente impidiendo que pudiera pasar, fui a retroceder pero el otro coche también había frenado, me quedé para mirando a ambos coches y a esos tipos tan raros, agarré bien la maleta intentando buscar una manera de largarme de allí.
- Qué te pasa, preciosa??
Una moto que pasaba por allí paró, era Tom, se acercó a mi y yo me monte en la parte trasera de la moto, metió fondo y salimos disparados, iba a toda velocidad, no aminoró la marcha hasta llegar a casa donde entré corriendo sin despedirme de él ni darle las gracias.

bueno nita ya sabes que me encanta tu fic asi que espero que muy pronto sigas con el y me a encantado que le plantara un beso a peter y luego se quedara pensando todo el rato en el di que si eres una artista!!bss

me ecanta nena! yalo abes!! es geniaaaal!!
adoro a peter! jajajajaja
siguelooo!!! wiii!!!
muaks!

CAPÍTULO 6: ENREDOS

Me encontraba tumbado en mi cama con la imagen de ella, pero como era posible de que me halla enamorado de ella si apenas sabíamos nada uno del otro, si solo habíamos hablado dos veces. Sacudí la cabeza intentado borrar esa imagen, me levanté de la cama, bajé los escalones corriendo recogiendo las llaves del coche, fui a abrir la puerta de la calle.
- Dónde te crees que vas??
- A dar una vuelta.
- No puedes, recuerdas?? Estas castigado.
- No te vale que lo pague yo?
- No, no me vale, ya puedes ir dejando las llave en su sitio.
Le eché una mirada de rabia a mi padre y volví los escalones, esta vez muy lentamente.
Entré en mi habitación dando un portazo, me recosté sobre la cama pensando en ella hasta que el pitido de un mensaje me sacó de las nubes:
“Peter, tenemos que hablar, conéctate.
Besos, Aine”
Me coloqué delante del ordenador y lo encendí, ahora tendrá que esperar quince minutos para que se encendiera, tendría que cambiar ya de ordenador, cada vez me daba más problemas este, me levanté dando vueltas por mi habitación nervioso de que se encendiera de una vez. Cuando se encendió fui a meterme enseguida al Messenger pero no tenía Internet, salí de la habitación para ver si mi hermano o hermana estaban conectado y así era, George estaba conectado, me volví a mi habitación, cogí el móvil y le envié un mensaje:
“Lo siento, no puedo, mañana en el instituto hablamos.
Besos. Peter”


“Por qué a mí? Por qué ella?” pensaba mientras me paseaba por mi habitación, “con tantas chicas y tiene que ser ella y encima Bianca no me lo pone fácil” seguía caminando por la habitación, “ después de salvarla de esos tipos ni gracias ni mierda para mí, pero es normal, estaba asustada”.
- Tom, déjate de tanto chateo y ven ayudar a tu padre – me gritó mi madre desde el patio.
- Voy, espera – le respondí mientras me ponía las deportivas.
Bajé corriendo hasta llegar a la puerta del patio por donde asomé la cabeza, mi padre estaba con mi moto.
- Qué, vas aprender a montarla? – me burlé.
- No, y tu vas aprender a desmontarla.
- Qué piensas hacer??
- Mirarla, esto suelta aceite.
Me senté en la silla mientras mi padre arreglaba la moto, me iba pidiendo los materiales y yo se los iba dando, mientras estaba sentado en la silla me acordé del beso que le di la noche anterior, esa noche me volvería a colar por su ventana, si es que la dejaba abierta, sino me conformaré verla a través del cristal.
Estaba tan perdido en mis ensoñaciones que no me había enterado de que mi padre me estaba llamando
- En qué piensas?? – me preguntó dándome un golpecito en el hombro.
- E-en nada – dije levantándome – ya la arreglaste?
- Sí, ya puedes probarla.

Saqué la moto por la puerta trasera del patio y me monté en ella, fui a casa de Aine y le envié un mensaje:
“Quieres dar una vuelta?”
No tardé ni dos minutos en enviar el mensaje cuando ella ya estaba en la puerta sonriéndome tímidamente, le hice un gesto con la mano para que se acercará y le tendí el casco.
- A dónde quieres ir? – le pregunte mientras se montaba.
- Donde quieras.
- Pues, agárrate fuerte.
Le di fuerte al manillar y salimos pitando, no sabía donde llevarla, pensaba que no querría estar en un lugar donde hubiera gente, me rebané los sesos pensando un lugar perfecto donde llevarla hasta que me acordé de ese lugar donde en verano iba yo solo a relajarme.
Llegamos a la playa, dejé la moto escondida entre un par de arbusto y le agarré de la mano.
- A donde me llevas?
- Sh – le dije tapándole la boca – tu sígueme.
Seguí caminando con ella de la mano hasta llegar a ese lugar de la playa, el lugar más solitario de esa playa pero a la vez el más bonito.
Caminamos cogido de la mano por la orilla escuchando el ruido del mar sin decir ni una sola palabra, solo la compañía del otro.
De pronto noté como se paraba soltándome la mano, le miré y me acerqué más a ella.
- Qué es lo que te pasa?
- Quería darte las gracias por lo de hoy.
- No me tienes que dar nada, no podía dejar que te hicieran daño – le volví a coger de la mano – vamos, sigamos.
- No, quiero quedarme aquí – dijo mirando el mar – por qué me besaste?
Le miré de reojo, no esperaba que me lo preguntara.
- Aine, me gusta desde que te vi el primer día en casa de tu tío.
- Eso no me responde.
- Tenía ganas de besarte – le dije mirando la arena.
- Quiero volver.
- Si acabamos de llegar.
- Lo sé, pero quiero volver.
Le tendí la mano y ella me la cogió y caminamos de vuelta hacia la moto, la dejé en el camino mientras yo iba a por la moto.
Regresé con ella, le tendí el casco y mientras se colocaba bien en el asiento se puso el casco.
- Agárrate.
Metí a fondo y salimos a la carretera, en menos de media hora ya estaba en su casa, se bajó de la moto mientras yo me quitaba el casco, fue a quitarse el casco pero el broche se le quedo cogido.
- Espera que te ayude.
Le ayudé a quitarse el casco, se despidió de mi con un beso en la comisura, yo me quedé allí mientras veía como cerraba la puerta, di unos pasos más con la moto y la guarde en el garaje.
Subí las escaleras sin hacer ruido me encerré en mi habitación y como ocurrió hace un par de hora antes su imagen volvió a venirme a la mente.

Nita!! Me gusta mucho!!
Me leí los 3 q me faltaban y me encantan! Espero la conti!!

Besotes!!

aayy! a mi me gustóo... espero ke lo kontinues pronto porfaaa... esta buenoo ^^

geniaaal! como siempre!!!
estupendooo!!
continualooo!!!
muchos besotees!!

CAPÍTULO 7: CONFESIONES

Por fin llegó el fin de semana, no me apetecía hacer nada ese día, quería estar sola sin la compañía de nadie, sola en mi habitación.
Me encontraba en la cama boca arriba, mirando el techo con las persianas aún bajadas, no tenía ánimos para nada, quería pensar, pero pensar en qué? No tenía nada en que pensar, por qué me comía la cabeza, me gustaba estar con Tom, su compañía, esa forma de reír, pero también me atraía Peter, ese chico tan dulce, pero como podía sentir algo por él sin apenar conocerlo? Era imposible
Tom, ese chico que a simple vista parecía un chico duro con ese pircing en el labios y sus rastas rubias, ese que me había defendido de la loca de Bianca, me gustaba o al menos su compañía, su presencia, su voz, su forma de vestir, su simpatía.
Peter, ese chico dulce de ojos azules, azules como el cielo, con esa mirada, ese cuerpo, todo él, con su dulzura, tan mono cuando se intimidaba, ese otro que me defendió también de Bianca, el que impidió que esa loca me tocara.
Sacudí la cabeza intentando alejarles de mis pensamientos, no quería pensar en eso, no ahora, no en ese momento.

Me levanté sin ganas y subí las persianas, después de toda una noche oscura me costó adaptarme a la luz solar que penetraba por la ventana, una vez adaptada mi vista a la claridad busque un chándal y me encerré en el baño, abrí el grifo haciendo que corriese el agua templada mientras me desnudaba, entré en la ducha y me quedé bajo el agua esperando que mis pensamientos se fuese con el agua por el desagüe.
Salí de la ducha una hora más tarde dándole aún vueltas a esos pensamientos que esa noche no me dejaron dormir.
Bajé a la cocina a desayunar algo pero me quedé para en medio de la puerta al ver esa mirada dulce, esos labios sensuales, esa figura apoyada en la mesa de la cocina, aún sin darse cuenta de mi presencia mientras hablaba con mi tío Jake.
- Ah, ya te levantaste, pensé que no lo harías hoy – me dijo mi tío con una sonrisa burlona.
- Hola, Aine – me saludó Peter algo tímido.
- Hola – dije pasando por detrás suya y sentándome enfrente de él.
- Se va a quedar a comer y sus hermanos – dijo mi tío mientras salía de la cocina.

Ahí estábamos, Peter y yo, él y yo a solas, uno enfrente del otro sin mirarnos, mirando a todas parte menos a los ojos del otro.
Mientras tenía la cara mirando la mesa eché le eché un vistazo sin levantar la cabeza, y ahí estaba él mirándome disimuladamente, fingiendo que miraba hacia otro lado igual que hacia yo. Al darse cuenta que le miraba desvió la vista e hice lo mismo, cuando levanté la cabeza para mirarle a los ojos él ya no miraba hacia otro lugar de la cocina, no, me miraba a mí a los ojos, vi como se fue ruborizando cuando yo hice lo mismo, mirarle a los ojos sin apartar la vista, noté como subía el calor hasta mis mejillas pero eso no provocó que desviara la vista seguía mirándole como él hacía, mirándonos uno al otro sin fingir que no estaba el otro. Nos pasamos varios minutos así, sin decir nada, en un silencio incómodo.
- Aine – susurró.
- Peter, yo…
- Siento como me comporté el otro día, no tenía derecho, no soy nadie para haber puesto como me puse.
- Peter – volví a llamarlo haciendo caso omiso a su disculpa, Peter, como me gustaba pronunciar ese nombre, me recorría un escalofrío cada vez que lo pronunciaba – qué es lo que sientes por mí? No me digas que son tonterías mías.
- No estoy seguro, me gustas, pero eso es imposible, verdad? Dios, si apenas te conozco, no sabemos nada del otro.
- Eso mismo pensaba yo – dije bajando la voz.
Volví a mirar otra vez la mesa, no era capaz de seguir mirándolo a los ojos, cuando volví a levantar la cabeza ya no estaba enfrente mía, le busque por la cocina pero tampoco estaba. Le busque, le busqué desesperadamente con la mirada hasta que miré a mi derecha y él estaba allí mirándome, estiró su mano izquierda agarrando mi barbilla, me estaba mirando a los ojos, esos ojos que tanto me gustaba, se fue acercando a mi rostro poco a poco hasta que no pude resistir más y fui yo quien se acercó juntando nuestros labios, fundiéndonos en un apasionado beso, un beso donde el otro intentaba darlo con más pasión.

- Calcetines, vuelve regresa – dijo una niña de unos 5 añitos, rubia con unos grandes ojos azules corriendo con su vestidito blanco de tirante detrás de su gatito – ups, vaya.
La niña cogió al gatito y salió corriendo de allí después de que Peter y yo nos separáramos. Cuando la niña se fue nos miramos uno al otro durante un rato y nos echamos a reír a carcajadas.
Me levanté de la silla y salí al jardín, seguida de Peter, donde se encontraba mi tío con la pequeña y otro chico de unos diez años, castaño de ojos también azules.
- Estos son mis hermanos, Ginny y George.
Me acerqué a la pequeña que seguía con el gatito en brazos.
- Le has puesto al gato calcetines o es imaginación mía?
- No es imaginación tuya, se llama así – dijo George mientras jugaba con una maquinita.
- Y cómo se te ocurrió ese nombre?
- Por sus patitas, es entero negro y las patitas las tiene blancas, como si tuviera unos calcetines – levantó al pequeño gatito para enseñarme las patitas, yo me eché a reír al ver como el gatito se liberó de la niña tirándose encima mía.

Durante la comida nos sentamos uno al lado del otro, hablamos animadamente descubriendo cosas del otro, conociéndonos, nos reímos mucho, era como Tom, bueno no, era dulce, adorable, educado, y gracioso, lo único ñeque se parecían, ambos eran muy graciosos, esa risita suya me hacía sentirme como si no estuviese allí, estuvimos todo el rato echándonos miraditas sin que mi tío se diese cuenta, la única que si se percató de eso fue la pequeña Ginny.

Esa noche mi tío tenía que ir a trabajar y yo me quedaría sola cosa que no le gusto demasiado a Ginny que insistió en quedarse en casa, como Peter no la dejaba empezó a dar pataletas y a llorar hasta que consiguió lo que quiso, quedarse conmigo.
Mi tío se marchó a trabajar mientras Peter y yo hablábamos en la puerta de casa, aún echándonos esas miraditas mientras la pequeña le contaba algo en el oído a su hermano George, Peter y yo fuimos hacia el coche y dándole un beso en la cabeza a la pequeña se despidió de ella, nos quedamos allí hasta que pedimos de vista el coche. La niña me miró con una sonrisa de oreja a oreja corriendo hacia la casa escaleras arriba conmigo detrás suya.
Llegamos hasta la habitación y la cogí en brazos tirándola en la cama mientras le hacía cosquillas.
- Sois novios, verdad?? – me preguntó de pronto – mi hermano y tú.
- No, que yo sepa.
- Pues me gustaría, nunca se a reído con nadie como lo ha hecho contigo.
- No eres demasiado pequeña para pensar en esas cosas??
- Me reocupa la felicidad de mi hermano.
- Bueno, tendremos que aclararlo con él, no crees?? – la niña asintió sonriendo.

Esa noche cenamos bocadillos mientras veíamos una película de miedo que la niña llevó.
A media noche la pequeña se quedó dormida y yo adormilada con la televisión a toda voz, la apagué y cogí a la niña en brazos, subí las escaleras mirando bien el escalón que pisaba para no caerme, cuando llegué a mi habitación eche ala niña ala cama y me recosté a su lado quedándome dormida con la ropa puesta.

Omg!!
Ya sabes que me encantaaa!!!
Y que quiero un Peter en mi vidaaa! jjajajajajaja
Continualooo!!!
Hablamos si?
Un besoteee!!!
Muuuuaks!

Awwwww!!!! Yo tmb quiero un Peter!!!! Jajajajaja!

Está buenisimo nena!!! Seguilo!!!!!

Bsoooooossss!!!

CAPÍTULO 8: UN MAL SUEÑO

Me encontraba tumbada en la cama, me levanté sin necesidad del despertador, como de costumbre, hice lo de todas las mañanas pero notaba algo raro, algo extraño, baje corriendo las escaleras terminando de abrocharme los vaqueros, la casa estaba vacía, cosa rara siendo sábado.
Entré en la cocina y llamé al primer número que se me vino a la cabeza.
- Vamos, Martha, coge el teléfono – no había señal, volvía intentarlo llamando a Rebecca, lo mismo, sin señal, colgué el teléfono y salí a la calle.
Salí de la casa cogiendo tan solo las llaves cerrando bien la puerta, aunque dudaba de que necesitara hacer eso.
Llegué casi sin aliento al parque, se encontraba vacío, la brisa caliente me alborotaba el cabello, saqué una gomilla del bolsillo de la chaqueta y me recogí el pelo como pude, salí corriendo del parque dirección al instituto.
Cogí por la carretera donde un mes antes unos tipos raros vestidos de cuero me taponaron el paso, camino a paso lento, después de media hora de caminata llego al recinto, el cual está vacío, entró al edificio y me recorro el lugar, me abrazo a mi misma, empezaba a hacer frío en ese lugar solitario, salgo de allí lo más rápido que puedo.
Caminé durante todo el día por ese pueblo solitario, sollozando, con frío, miedo, estaba aterrada, no podía ser que en el pueblo no hubiera nadie, que estuviera yo sola.
No podía ser, mi mayor temor echo realidad, eso no podía ser verdad y era imposible de que fuese la única con vida en todo el pueblo, eso no podía ser real, claro que no, tenía que ser un mal sueño del que pronto despertaría. Un pueblo vacío así como así era imposible y si estuvieran muerto todavía más, tendría que haber cuerpo por todos los rincones pero no había ni un alma.
Eché a correr hacia casa sin mirar atrás, sollozando, llorando, con frío, hambre, pánico, si pánico por quedarme sola, entré en casa sin preocuparme de cerrar la puerta y me dirigí al teléfono, llamé a mi madre, dejé que sonará cuatro pitidos hasta que salió el contestador, le di un puñetazo a la pared, me sorprendió de que no me doliera.
Sí, se había confirmado todo era un maldito sueño, un sueño del que pronto despertaría, volvería a ver a mi tío, a Tom y a su queridísima amiga Bianca, podría sentir, ver, tocar a Peter, sentir sus labios, sus caricias, escuchar esa risa que tanto me gustaba, ver juguetear a su hermana pequeña.
Me subí ami dormitorio y me tumbe en la cama mirando el techo, había algo que antes no estaba, era como una luz, si una luz que cada vez se iba haciendo más grande a medida que se acercaba a mi, esa luz me envolvió, me quede para sin reaccionar, solo mirando la luz.

Escuché voces a mi alrededor.
- Ya despierta.
Fui abriendo poco a poco los ojos, la luz del día me cegaba pero aún así los fui abriendo, todo estaba borroso, notaba un fuerte dolor en la cabeza, volví a cerrar los ojos colocando mi mano sobre la cabeza, volví a abrir los ojos, fui a incorporarme pero me lo impidieron.
- Qué pasó?? – pregunté.
- Te diste un golpe en la cabeza.
- Cuánto tiempo llevo así??
- Tres días, si vas a preguntar que dónde estás, estás en tu casa.
- Ahm, gra-gracias.
Martha me miraba preocupada desde los pies de la cama , Rebecca estaba apoyada en el escritorio mirándome con la misma mirada que Martha.
Fui a volverme a incorporar pero Gisele me lo impidió.
- No te muevas, como te dije te diste un golpe en la cabeza, tienes que estar en reposo.

Me daba igual que no me dejara levantarme, la miré y le abracé entre llantos, me levante y abracé también a mis otras dos amigas aún llorando, las chicas me miraba con cara extraña, no sabía que me pasaba hasta que le conté ese mal sueño.

Esa noche mis amigas se quedaron a dormir en mi casa para no dejarme sola, esa noche le conté con todo lujo de detalle sobre mi peor pesadilla, vimos películas de terror y pusimos la música toda voz bailando como unas cabras, nos divertimos
más de lo que nunca lo habíamos echo.

Nena...esta geniaaal! es estupendoo!!!
Me encanta! Continualoo!!