Leyendas Urbanas y/o Mitos
+7
seth winchester
mysammy
Melissa
nanu
Mari!
Anna
Gonzalo_G
11 participantes
Página 3 de 5.
Página 3 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
muy buena la leyenda!!
yo la conocia pero la q escuche yo terminaba con q la mujer al atender el telefono se muere de un infarto. Despues cuando van al mausoleo a enterrarla junto a su marido encuantran con q el telefono estaba dentro del ataud del hombre....
yo la conocia pero la q escuche yo terminaba con q la mujer al atender el telefono se muere de un infarto. Despues cuando van al mausoleo a enterrarla junto a su marido encuantran con q el telefono estaba dentro del ataud del hombre....
nanu- Hell´s Angel
-
Cantidad de envíos : 512
Edad : 33
Localización : argentina
Fecha de inscripción : 07/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
Ah... otra versión de la leyenda, me quedo con la tuya, tiene un final más... impactante!!.
Dejo otra leyenda que se llama El Niño del Diablo
Dejo otra leyenda que se llama El Niño del Diablo
Hace mucho tiempo, cuentan que una señora perdió a su esposo en un accidente, y quedó sola con su hijo, un bebé.
Esta señora, se volvió loca porque no podía sacar adelante sola a su niño, y llegó un momento en el que no podía más, y tiró a su hijo a un arrollo, quien murió de hambre y frío.
Después de unos días, unos hombres encontraron el cuerpo del bebé y lo enterraron, pero el llanto se sigue escuchando en aquel arrollo, y se puede ver el cuerpo flotando en el agua.
Todo esto estaba pasando, hasta que un día, un señor que iba en bicicleta, escuchó el llanto de un niño en un árbol de ese arrollo, se acercó al árbol y vio a un bebé que estaba abandonado, lo levantó, lo destapó, y vio que era un bebé hermoso. Luego de esto, el hombre dijo:
- Que bebé tan bonito
Pero al terminar de que diga esto, el niño le respondió con voz de ultratumba:
- No lo soy, si ya tengo colmillitos
El hombre se asustó tanto que arrojó al niño y se subió a la bicicleta gritando atemorizadamente ya que creía que había visto al mismo Diablo. Luego de unos días, este señor murió en extrañas circunstancias.
Las personas que viven cerca del arrollo, siguen escuchando el llanto de aquel niño, y muchos tienen miedo de pasar por allí y encontrarse al bebé abandonado, presagio de su muerte.
Esta señora, se volvió loca porque no podía sacar adelante sola a su niño, y llegó un momento en el que no podía más, y tiró a su hijo a un arrollo, quien murió de hambre y frío.
Después de unos días, unos hombres encontraron el cuerpo del bebé y lo enterraron, pero el llanto se sigue escuchando en aquel arrollo, y se puede ver el cuerpo flotando en el agua.
Todo esto estaba pasando, hasta que un día, un señor que iba en bicicleta, escuchó el llanto de un niño en un árbol de ese arrollo, se acercó al árbol y vio a un bebé que estaba abandonado, lo levantó, lo destapó, y vio que era un bebé hermoso. Luego de esto, el hombre dijo:
- Que bebé tan bonito
Pero al terminar de que diga esto, el niño le respondió con voz de ultratumba:
- No lo soy, si ya tengo colmillitos
El hombre se asustó tanto que arrojó al niño y se subió a la bicicleta gritando atemorizadamente ya que creía que había visto al mismo Diablo. Luego de unos días, este señor murió en extrañas circunstancias.
Las personas que viven cerca del arrollo, siguen escuchando el llanto de aquel niño, y muchos tienen miedo de pasar por allí y encontrarse al bebé abandonado, presagio de su muerte.
mysammy- The Usual Suspect
-
Cantidad de envíos : 162
Edad : 32
Localización : Mdeo, Uruguay
Fecha de inscripción : 10/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
Wuaaa mysammy muy buena!!! nunca la habia escuchado XD
les dejo esta leyenda...
La niña y las monedas de oro
Esta historia es muy conocida en Córdoba, pues existe una antigua casa del centro de las ciudad que se dice está encantada y cuenta que en ella hace mucho tiempo vivía una familia acomodada que tenía una hija pequeña y varias criadas a su servicio.
Una noche mientras la niña dormía escuchó unos ruidos en el pasillo, abrió lentamente la puerta de su cuarto para mirar el pasillo que comunicaba los cuartos, enormemente largo y oscuro, lleno de cuadros y enlosado.
Al final del pasillo la niña vio lo que parecía un niño de su edad levantando una de las losetas y metiendo algo dentro de un hueco en el suelo. La niña no podía creerlo, lo que vió relucir en la mano del muchacho al pasar por la tenue luz que entraba por la ventana eran monedas de oro.
Cuando el niño se fue salió y se dirigió hacia allí; entonces apareció una de las criadas con una vela enorme que también había visto lo que había pasado y quería sacar partido.
Decidieron que no dirían nada a nadie, todas las noches se acercarían y con la ayuda de la luz de la vela levantarían la loseta y sacarían las monedas hasta acabarlas. Todas las noches la niña,que por su tamaño cabía dentro, se metía en el hueco bajo la loseta e iba dando monedas a la criada, quien las iba guardando en un enorme saco. Las noches pasaban y aquel tesoro parecía no acabarse nunca. Cada noche que pasaba la vela iba consumiéndose más y más, pero las monedas seguían saliendo a pares y no querían dejarse ninguna.
Una noche en medio de su labor la vela comenzó a parpadear haciendo amagos de apagarse, la criada le dijo a la niña que saliera del hueco, que ya tenían dinero de sobra. La niña le hizo caso y abandonó el escondrijo, pero en el último momento una moneda cayó del saco al hueco y, en un acto de avaricia y sin pensárselo siquiera, la muchacha se metió de nuevo en el hueco. La criada intentó agarrarla pero no pudo, mientras le gritaba que por favor saliera de allí y dejara la moneda, pero en medio de ese griterío la vela terminó de apagarse. En el momento justo en que el último rayo de luz salió de la vela la loseta se cerró ante los ojos de la criada dejando a la niña dentro.
La criada decidió no decir nada a nadie, los padres dieron a la niña por desaparecida y el tema se fue olvidando con el tiempo. Pero aún en la actualidad dentro de esa casa se siguen oyendo por las noches los gritos de auxilio de la niña que repiten noche tras noche en el pasillo \"Por favor...socorro...sacadme de aquí...\". Incluso la policía ha acudido multitud de veces ante la llamada de los vecinos que oían voces pidiendo ayuda, pero al llegar al viejo caserón lo único que siempre han encontrado es una vela vieja y consumida puesta justo en el centro de una loseta...
les dejo esta leyenda...
La niña y las monedas de oro
Esta historia es muy conocida en Córdoba, pues existe una antigua casa del centro de las ciudad que se dice está encantada y cuenta que en ella hace mucho tiempo vivía una familia acomodada que tenía una hija pequeña y varias criadas a su servicio.
Una noche mientras la niña dormía escuchó unos ruidos en el pasillo, abrió lentamente la puerta de su cuarto para mirar el pasillo que comunicaba los cuartos, enormemente largo y oscuro, lleno de cuadros y enlosado.
Al final del pasillo la niña vio lo que parecía un niño de su edad levantando una de las losetas y metiendo algo dentro de un hueco en el suelo. La niña no podía creerlo, lo que vió relucir en la mano del muchacho al pasar por la tenue luz que entraba por la ventana eran monedas de oro.
Cuando el niño se fue salió y se dirigió hacia allí; entonces apareció una de las criadas con una vela enorme que también había visto lo que había pasado y quería sacar partido.
Decidieron que no dirían nada a nadie, todas las noches se acercarían y con la ayuda de la luz de la vela levantarían la loseta y sacarían las monedas hasta acabarlas. Todas las noches la niña,que por su tamaño cabía dentro, se metía en el hueco bajo la loseta e iba dando monedas a la criada, quien las iba guardando en un enorme saco. Las noches pasaban y aquel tesoro parecía no acabarse nunca. Cada noche que pasaba la vela iba consumiéndose más y más, pero las monedas seguían saliendo a pares y no querían dejarse ninguna.
Una noche en medio de su labor la vela comenzó a parpadear haciendo amagos de apagarse, la criada le dijo a la niña que saliera del hueco, que ya tenían dinero de sobra. La niña le hizo caso y abandonó el escondrijo, pero en el último momento una moneda cayó del saco al hueco y, en un acto de avaricia y sin pensárselo siquiera, la muchacha se metió de nuevo en el hueco. La criada intentó agarrarla pero no pudo, mientras le gritaba que por favor saliera de allí y dejara la moneda, pero en medio de ese griterío la vela terminó de apagarse. En el momento justo en que el último rayo de luz salió de la vela la loseta se cerró ante los ojos de la criada dejando a la niña dentro.
La criada decidió no decir nada a nadie, los padres dieron a la niña por desaparecida y el tema se fue olvidando con el tiempo. Pero aún en la actualidad dentro de esa casa se siguen oyendo por las noches los gritos de auxilio de la niña que repiten noche tras noche en el pasillo \"Por favor...socorro...sacadme de aquí...\". Incluso la policía ha acudido multitud de veces ante la llamada de los vecinos que oían voces pidiendo ayuda, pero al llegar al viejo caserón lo único que siempre han encontrado es una vela vieja y consumida puesta justo en el centro de una loseta...
nanu- Hell´s Angel
-
Cantidad de envíos : 512
Edad : 33
Localización : argentina
Fecha de inscripción : 07/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
Woww!!, está buenísma esa leyenda. Me encantan ese tipo de historias donde se escuchan voces.
Dejo otra que me contaron pero esta vez no es uruguaya sino argentina.
Pintado de sangre
Es la última por hoy, mañana traigo más. Muchos besitooos!!.
Dejo otra que me contaron pero esta vez no es uruguaya sino argentina.
Pintado de sangre
Cuenta la leyenda, que hace mucho tiempo había un payaso llamado "Morfy", que vivía en Misiones(Argentina) y alegraba a todo el pueblo. Tenía una hija de 5 años y había perdido a su mujer en el parto, por una imprudencia del médico.
Un día, al regresar a su casa luego de su función cotidiana, encuentra a su hija tirada en el suelo. Murió de un ataque de asma. Desde ese día, el payaso dejó de sonreír, y deambulaba por el pueblo como un muerto en vida. Después de unos días, no salió más de su casa.
Al cabo de 2 meses, empezaron a desaparecer los chicos del pueblo, y todas las culpas recaían en el payaso.
Seguía pasando esto, hasta que un día los vecinos fueron a la casa del payaso y derribaron la puerta. Se encontraron en el comedor de la casa, todos los cadáveres de los niños, pero no encontraron ningún rastro del payaso. Entonces, sacaron los cuerpos mutilados de las criaturas, e incendiaron la casa, con la excusa de que estaba maldita.
De la casa, sólo quedo un cuadro de un payaso riéndose, que fue enterrada en el mismo lugar.
Actualmente, se dice que donde se encuentra el cuadro enterrado, en los días de tormenta, aparece una nube negra con forma de payaso. Al pasar esto, siempre muere un niño de asma.
Del payaso nunca se supo más nada, ni se ha encontrado el cuerpo.
Un día, al regresar a su casa luego de su función cotidiana, encuentra a su hija tirada en el suelo. Murió de un ataque de asma. Desde ese día, el payaso dejó de sonreír, y deambulaba por el pueblo como un muerto en vida. Después de unos días, no salió más de su casa.
Al cabo de 2 meses, empezaron a desaparecer los chicos del pueblo, y todas las culpas recaían en el payaso.
Seguía pasando esto, hasta que un día los vecinos fueron a la casa del payaso y derribaron la puerta. Se encontraron en el comedor de la casa, todos los cadáveres de los niños, pero no encontraron ningún rastro del payaso. Entonces, sacaron los cuerpos mutilados de las criaturas, e incendiaron la casa, con la excusa de que estaba maldita.
De la casa, sólo quedo un cuadro de un payaso riéndose, que fue enterrada en el mismo lugar.
Actualmente, se dice que donde se encuentra el cuadro enterrado, en los días de tormenta, aparece una nube negra con forma de payaso. Al pasar esto, siempre muere un niño de asma.
Del payaso nunca se supo más nada, ni se ha encontrado el cuerpo.
Es la última por hoy, mañana traigo más. Muchos besitooos!!.
mysammy- The Usual Suspect
-
Cantidad de envíos : 162
Edad : 32
Localización : Mdeo, Uruguay
Fecha de inscripción : 10/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
muy buena mysammy!!
me hiciste odiar mas a los payasos!!! XD jaja
me hiciste odiar mas a los payasos!!! XD jaja
nanu- Hell´s Angel
-
Cantidad de envíos : 512
Edad : 33
Localización : argentina
Fecha de inscripción : 07/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
Nunca me gustaron los payasos porque siempre están sonriendo pero tienen la mirada de diabólicos. Son malos, malos, malos y encima de todo son asesinos.
Odiosos payasos que me asustan al pobre de Sammy.
Los odioooooooooooo!!.
Odiosos payasos que me asustan al pobre de Sammy.
Los odioooooooooooo!!.
mysammy- The Usual Suspect
-
Cantidad de envíos : 162
Edad : 32
Localización : Mdeo, Uruguay
Fecha de inscripción : 10/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
les dejo esta leyenda!!
El bosque de los suicidios
Una noche un hombre iba atravesando por un bosque, donde había ocurrido muchos casos de suicidio. El bosque era tan enorme que apenas se encontraban los restos. El hombre iba en coche, y con un poco de miedo, ya que conocía la fama que tenía ese bosque.
"Dios mío, no me extraña que vengan aquí a suicidarse, esto está más perdido que... eh, ¿qué es eso?"
Notó que había algo en la carretera y cuando estaba ya cerca vio que era una pareja tendida en el suelo. La chica no se movía pero el chico estaba haciendo señal pidiendo ayuda.
El hombre se bajó del coche y le preguntó: "¿Qué os ocurre, en un sitio como aquí?"
"...Vinimos a suicidarnos... Nosotros queríamos casarnos, pero nuestros padres no nos permitieron por eso vinimos aquí, pero estoy arrepentido, por favor llévanos a algún hospital..."
El hombre llevó al coche a la chica que no se movía y le ayudó al chico a subir. Corrió todo lo que podía hasta llegar a un hospital más cercano mientras oía la voz del chico..."¿Está lejos el hospital?...Por favor dese prisa..."
El coche llegó al hospital. "¡¡Socorro, por favor, hay dos que están muy grave!!" El hombre explicó todo lo que había pasado mientras sacaban a los dos de su coche. Parecía que el chico había perdido el conocimiento.
El hombre tuvo que esperar un buen rato hasta que salió el médico que examinaba a los dos. "Doctor, ¿cómo están? ¿Se salvará la vida?"
"Siéntese... Vamos a ver, según lo que explicó los encontró en el bosque, ¿verdad?" "Sí" "¿Hace cuánto tiempo?"
"Hará.. como una hora o un poco más..." "Y dice que habló con el chico." "Sí, la chica no estaba consciente pero el chico me explicó lo que pasó y todo el camino me estaba diciendo que corriera, que me diera prisa."
"Es que... es muy extraño... Los he examinado y los dos están muerto por lo menos desde hace 5 horas..."
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
El bosque de los suicidios
Una noche un hombre iba atravesando por un bosque, donde había ocurrido muchos casos de suicidio. El bosque era tan enorme que apenas se encontraban los restos. El hombre iba en coche, y con un poco de miedo, ya que conocía la fama que tenía ese bosque.
"Dios mío, no me extraña que vengan aquí a suicidarse, esto está más perdido que... eh, ¿qué es eso?"
Notó que había algo en la carretera y cuando estaba ya cerca vio que era una pareja tendida en el suelo. La chica no se movía pero el chico estaba haciendo señal pidiendo ayuda.
El hombre se bajó del coche y le preguntó: "¿Qué os ocurre, en un sitio como aquí?"
"...Vinimos a suicidarnos... Nosotros queríamos casarnos, pero nuestros padres no nos permitieron por eso vinimos aquí, pero estoy arrepentido, por favor llévanos a algún hospital..."
El hombre llevó al coche a la chica que no se movía y le ayudó al chico a subir. Corrió todo lo que podía hasta llegar a un hospital más cercano mientras oía la voz del chico..."¿Está lejos el hospital?...Por favor dese prisa..."
El coche llegó al hospital. "¡¡Socorro, por favor, hay dos que están muy grave!!" El hombre explicó todo lo que había pasado mientras sacaban a los dos de su coche. Parecía que el chico había perdido el conocimiento.
El hombre tuvo que esperar un buen rato hasta que salió el médico que examinaba a los dos. "Doctor, ¿cómo están? ¿Se salvará la vida?"
"Siéntese... Vamos a ver, según lo que explicó los encontró en el bosque, ¿verdad?" "Sí" "¿Hace cuánto tiempo?"
"Hará.. como una hora o un poco más..." "Y dice que habló con el chico." "Sí, la chica no estaba consciente pero el chico me explicó lo que pasó y todo el camino me estaba diciendo que corriera, que me diera prisa."
"Es que... es muy extraño... Los he examinado y los dos están muerto por lo menos desde hace 5 horas..."
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
nanu- Hell´s Angel
-
Cantidad de envíos : 512
Edad : 33
Localización : argentina
Fecha de inscripción : 07/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
Que buena leyenda Nanu!!.
Traigo una leyenda de una niñita un tanto peculiar.
La gemela de Pocitos
Traigo una leyenda de una niñita un tanto peculiar.
La gemela de Pocitos
Una noche calurosa de noviembre a principios de los años 70, un joven se hallaba estudiando en su apartamento de Pocitos, en Bulevar España casi la Rambla. Mientras repasaba sus lecturas junto a un compañero de estudios, tocan a la puerta. El reloj marcaba las 12 en punto, una hora inusual para recibir visitas, por lo que el dueño de casa quedó extrañado.
A través del visor de la puerta, sin embargo, aguardaba un niña de siete u ocho años, de rostro dulce y aspecto inocente, llevando un vaso vacío entre sus manos. Luego que el joven abriera la puerta sin dudar, la niña le pidió en tono suave un poco de leche. Ella aguardó en la puerta durante unos segundos, mientras el dueño de casa llenaba el vaso, agradeciendo posteriormente y retirándose.
A la noche siguiente, el estudiante volvió a reunirse con su amigo para continuar con los estudios. Al caer la medianoche la puerta volvió a sonar con puntualidad implacable, preludio de la aparición de la niña de la noche anterior, que se repitió en esta ocasión con la exactitud de un calco. Llevaba el mismo atuendo, un vestido blanco con puntillas, y volvió a pedir un vaso con leche con muchísima amabilidad. El joven sintió esta vez un cierto cosquilleo incómodo, pero apenado ante la situación la invitó a pasar. Al verla sentada en un sillón de su hogar, con expresión desamparada, el estudiante se animó a preguntar el por qué de sus visitas tan tardías.
Con total simpleza, la niña respondió que vivía un piso más arriba pero que allí, por cierto, no tenían leche. Terminó el vaso, aclaró que debía retirarse y abandonó el lugar una vez más. Al día siguiente, el joven decidió comprar un par de botellas de leche y llevarlas directamente a la niña misteriosa y nocturna que vivía en el piso de arriba.
Eran 2 apartamentos por planta, por lo que al tocar el timbre del primero una mujer le explicó que probara en la puerta de al lado, donde vivía una niña de características similares. En el segundo apartamento atendió una chica de unos 12 años, muy parecida a su cordial visitante nocturna. Al ser preguntada al respecto negó tener una hermana, pero el joven, convencido de las semejanzas e instigado por lo sucedido en las tres noches anteriores, volvió a insistir. La pequeña comenzó a ponerse nerviosa y llamó a su madre. Cuando el joven explicó la situación, la reacción no pudo ser más inesperada: la mujer se abrazó a su hija y comenzó a llorar del mismo modo. Le pidió al estudiante que aguardara unos segundos y volvió a introducirse en la casa. Cuando regresó, tenía una fotografía entre las manos: en ella, podía verse a la mujer un hombre y dos niñitas exactamente iguales. El joven reconoció al instante el rostro y se sobresaltó al ver el vestido blanco con puntillas. Sólo tardó un instante en recomponer las piezas del puzzle, y pudo anticipar el relato de la mujer. El mismo día en que habían sacado la foto, la niña del vestido blanco -la visitante de la medianoche- había muerto, dejando a su familia inundada de tristeza.
El joven, aterrado, pidió disculpas y volvió al apartamento. Llamó a su compañero de estudios, le contó la historia y le pidió que lo acompañara esa noche. Cuando llegó, ambos se dedicaron a la lectura sin olvidar por un momento la marcha inevitable del reloj hacia la medianoche. A las doce en punto la puerta sonó como de costumbre, pero potenciada por el clima enrarecido pareció resonar más fuerte que nunca. El estudiante, conociendo la historia macabra que se escondía detrás de su visitante, prefirió mirar por el visor antes de decidirse a abrir. Del otro lado, sin embargo, no había nadie. Abrió la puerta inquieto y halló a sus pies el vaso, el mismo que la niña llevaba día tras día, sólo que esta vez podía ver un papel enrollado dentro. Al desdoblarlo, el joven pudo leer una simple palabra: “¡Gracias!”. De tanto en tanto, incluso hoy en día, algunos habitantes del edificio se sobresaltan cuando sienten el timbre a medianoche y se enfrentan a la presencia amigable de una niñita de blanco, que recorre los pasillos culminando un paseo inconcluso de 35 años atrás.
A través del visor de la puerta, sin embargo, aguardaba un niña de siete u ocho años, de rostro dulce y aspecto inocente, llevando un vaso vacío entre sus manos. Luego que el joven abriera la puerta sin dudar, la niña le pidió en tono suave un poco de leche. Ella aguardó en la puerta durante unos segundos, mientras el dueño de casa llenaba el vaso, agradeciendo posteriormente y retirándose.
A la noche siguiente, el estudiante volvió a reunirse con su amigo para continuar con los estudios. Al caer la medianoche la puerta volvió a sonar con puntualidad implacable, preludio de la aparición de la niña de la noche anterior, que se repitió en esta ocasión con la exactitud de un calco. Llevaba el mismo atuendo, un vestido blanco con puntillas, y volvió a pedir un vaso con leche con muchísima amabilidad. El joven sintió esta vez un cierto cosquilleo incómodo, pero apenado ante la situación la invitó a pasar. Al verla sentada en un sillón de su hogar, con expresión desamparada, el estudiante se animó a preguntar el por qué de sus visitas tan tardías.
Con total simpleza, la niña respondió que vivía un piso más arriba pero que allí, por cierto, no tenían leche. Terminó el vaso, aclaró que debía retirarse y abandonó el lugar una vez más. Al día siguiente, el joven decidió comprar un par de botellas de leche y llevarlas directamente a la niña misteriosa y nocturna que vivía en el piso de arriba.
Eran 2 apartamentos por planta, por lo que al tocar el timbre del primero una mujer le explicó que probara en la puerta de al lado, donde vivía una niña de características similares. En el segundo apartamento atendió una chica de unos 12 años, muy parecida a su cordial visitante nocturna. Al ser preguntada al respecto negó tener una hermana, pero el joven, convencido de las semejanzas e instigado por lo sucedido en las tres noches anteriores, volvió a insistir. La pequeña comenzó a ponerse nerviosa y llamó a su madre. Cuando el joven explicó la situación, la reacción no pudo ser más inesperada: la mujer se abrazó a su hija y comenzó a llorar del mismo modo. Le pidió al estudiante que aguardara unos segundos y volvió a introducirse en la casa. Cuando regresó, tenía una fotografía entre las manos: en ella, podía verse a la mujer un hombre y dos niñitas exactamente iguales. El joven reconoció al instante el rostro y se sobresaltó al ver el vestido blanco con puntillas. Sólo tardó un instante en recomponer las piezas del puzzle, y pudo anticipar el relato de la mujer. El mismo día en que habían sacado la foto, la niña del vestido blanco -la visitante de la medianoche- había muerto, dejando a su familia inundada de tristeza.
El joven, aterrado, pidió disculpas y volvió al apartamento. Llamó a su compañero de estudios, le contó la historia y le pidió que lo acompañara esa noche. Cuando llegó, ambos se dedicaron a la lectura sin olvidar por un momento la marcha inevitable del reloj hacia la medianoche. A las doce en punto la puerta sonó como de costumbre, pero potenciada por el clima enrarecido pareció resonar más fuerte que nunca. El estudiante, conociendo la historia macabra que se escondía detrás de su visitante, prefirió mirar por el visor antes de decidirse a abrir. Del otro lado, sin embargo, no había nadie. Abrió la puerta inquieto y halló a sus pies el vaso, el mismo que la niña llevaba día tras día, sólo que esta vez podía ver un papel enrollado dentro. Al desdoblarlo, el joven pudo leer una simple palabra: “¡Gracias!”. De tanto en tanto, incluso hoy en día, algunos habitantes del edificio se sobresaltan cuando sienten el timbre a medianoche y se enfrentan a la presencia amigable de una niñita de blanco, que recorre los pasillos culminando un paseo inconcluso de 35 años atrás.
mysammy- The Usual Suspect
-
Cantidad de envíos : 162
Edad : 32
Localización : Mdeo, Uruguay
Fecha de inscripción : 10/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
Muy buena Mysammy!!! me encanto
les dejo esta q tambien tiene como protagonistas a gemelas. Les tarigo dos versiones. A mi me parece mejor la primera no se a ustedes....
La última noche de las gemelas rubias
Había una pareja que era muy feliz, cuando la mujer se embarazó la alegría fue doble porque iba a tener niñas gemelas. Al nacer, las bebés eran adorables y les pusieron como nombres Violeta y Verónica. Como es obvio, las gemelas eran físicamente como 2 gotas de agua, pero de carácter no podían ser más desiguales: Violeta era perfecta, alegre, cariñosa, lista y Verónica era más bien tímida, triste, callada.
Aunque aparentaban llevarse bien y ser muy felices, la realidad era muy diferente. Una noche, los padres decidieron salir a cenar y dejar a las gemelas solas en casa por primera vez. "Yo me encargo de todo" dijo Violeta.
Como la niña siempre había sido muy responsable, los padre accedieron. Se fueron felices mientras las gemelas se quedaban con un montón de juguetes y viendo su serie de tv favorita. Poco después de medianoche los padres regresaron y cuando abrieron la puerta de la casa, escucharon a Verónica muy alegre cantando
"1, 2, 3, 4, a Verónica quieren ahora, 1, 2, 3, 4, Violeta se irá para no volver... ja,ja,ja".
Extrañados pero contentos, porque las niñas parecían divertirse, los señores entraron en el cuarto donde Verónica estaba cantando. Pero, ¿dónde estaba Violeta? De repente, vieron un charco de sangre debajo de la cama de su hija predilecta pero lo peor estaba por venir: al quitar la sábana vieron el cuerpo mutilado de la niña, mientras Verónica seguía tarareando.
Horrorizada por su obra se arrojó por la ventana y murió. La pareja no superó esta tragedia y también falleció al poco tiempo. Todavía no había pasado ni un año desde aquella fatídica noche, cuando una familia se fue a vivir a la casa de las gemelas, donde se escuchan voces raras, como de unas niñas jugando y cantando, pero de repente, la canción se convierte en un desesperado grito de auxilio...
Bueno esta es la otra version!!!
Las hermanas de la muerte
Sarah y Ginger eran dos hermanas, una de 17 y otra de 18. Sarah era buena, bondadosa, era perfecta podríamos decir, en cambio Ginger era odiosa y envidiosa. Como siempre le daban lo mejor a Sarah, Ginger la empezó a odiar y en venganza asesinó a sus padres quedándose ella y su hermana solas.
Años después ellas se pelean y Ginger le confiesa a su hermana que ellá mató a sus padres, eso empeora la pelea, entoces Ginger agarra un cuchillo y la persigue por toda su casa hasta llegar al techo en donde la extrangula y la tira de tercer piso muriendo al instante.....
Enterró el cadáver en su sótano, luego prendió fuego a su casa quedándose ella adentro, donde murió.
En la época actual dicen que si se te aparece Sarah (vestida de blanco) tendrás buena suerte durante toda tu vida, pero si se aparece Ginger (vestida de negro con un látigo en la mano) morirás un viernes 13 al igual que ellas.
Esta historia es cierta por que yo vi a Sarah cuando estaba de viaje con el colegio, y desde ahí he tenido buena suerte.
A mi personalmente me hubiera encantado tener una hermana gemela pero desp de esto lo pensaria mejor jaja XD
les dejo esta q tambien tiene como protagonistas a gemelas. Les tarigo dos versiones. A mi me parece mejor la primera no se a ustedes....
La última noche de las gemelas rubias
Había una pareja que era muy feliz, cuando la mujer se embarazó la alegría fue doble porque iba a tener niñas gemelas. Al nacer, las bebés eran adorables y les pusieron como nombres Violeta y Verónica. Como es obvio, las gemelas eran físicamente como 2 gotas de agua, pero de carácter no podían ser más desiguales: Violeta era perfecta, alegre, cariñosa, lista y Verónica era más bien tímida, triste, callada.
Aunque aparentaban llevarse bien y ser muy felices, la realidad era muy diferente. Una noche, los padres decidieron salir a cenar y dejar a las gemelas solas en casa por primera vez. "Yo me encargo de todo" dijo Violeta.
Como la niña siempre había sido muy responsable, los padre accedieron. Se fueron felices mientras las gemelas se quedaban con un montón de juguetes y viendo su serie de tv favorita. Poco después de medianoche los padres regresaron y cuando abrieron la puerta de la casa, escucharon a Verónica muy alegre cantando
"1, 2, 3, 4, a Verónica quieren ahora, 1, 2, 3, 4, Violeta se irá para no volver... ja,ja,ja".
Extrañados pero contentos, porque las niñas parecían divertirse, los señores entraron en el cuarto donde Verónica estaba cantando. Pero, ¿dónde estaba Violeta? De repente, vieron un charco de sangre debajo de la cama de su hija predilecta pero lo peor estaba por venir: al quitar la sábana vieron el cuerpo mutilado de la niña, mientras Verónica seguía tarareando.
Horrorizada por su obra se arrojó por la ventana y murió. La pareja no superó esta tragedia y también falleció al poco tiempo. Todavía no había pasado ni un año desde aquella fatídica noche, cuando una familia se fue a vivir a la casa de las gemelas, donde se escuchan voces raras, como de unas niñas jugando y cantando, pero de repente, la canción se convierte en un desesperado grito de auxilio...
Bueno esta es la otra version!!!
Las hermanas de la muerte
Sarah y Ginger eran dos hermanas, una de 17 y otra de 18. Sarah era buena, bondadosa, era perfecta podríamos decir, en cambio Ginger era odiosa y envidiosa. Como siempre le daban lo mejor a Sarah, Ginger la empezó a odiar y en venganza asesinó a sus padres quedándose ella y su hermana solas.
Años después ellas se pelean y Ginger le confiesa a su hermana que ellá mató a sus padres, eso empeora la pelea, entoces Ginger agarra un cuchillo y la persigue por toda su casa hasta llegar al techo en donde la extrangula y la tira de tercer piso muriendo al instante.....
Enterró el cadáver en su sótano, luego prendió fuego a su casa quedándose ella adentro, donde murió.
En la época actual dicen que si se te aparece Sarah (vestida de blanco) tendrás buena suerte durante toda tu vida, pero si se aparece Ginger (vestida de negro con un látigo en la mano) morirás un viernes 13 al igual que ellas.
Esta historia es cierta por que yo vi a Sarah cuando estaba de viaje con el colegio, y desde ahí he tenido buena suerte.
A mi personalmente me hubiera encantado tener una hermana gemela pero desp de esto lo pensaria mejor jaja XD
nanu- Hell´s Angel
-
Cantidad de envíos : 512
Edad : 33
Localización : argentina
Fecha de inscripción : 07/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
Están buenísimas las dos!!. Uya.. que ganitas que me vinieron de tener una hermana gemela jeje!!. La verdad que están una mejor que la otra tus leyendas, no sé por cual decidirme.
Dejo otra esta vez de Salto,Uruguay. Es un poco larga pero vale la pena.
La Aparecida de la Ruta 3
Dejo otra esta vez de Salto,Uruguay. Es un poco larga pero vale la pena.
La Aparecida de la Ruta 3
Cierta noche muy lluviosa, un camionero que regresaba a Salto por la Ruta 3 luego de haber dejado en Río Grande un cargamento de naranjas, divisó, poco antes de llegar a la entrada de Belén, a una mujer que gesticulaba y hacía ademanes, presa de notoria ansiedad. El camionero, al principio, no sospechó nada en particular, pues para la gente de su profesión encontrarse con peregrinos que hacen dedo a la vera de los caminos, incluso bajo un diluvio y en medio de la nada, es pan de todos los días. No obstante, y conforme las luces de los focos del camión fueron acercándose al sitio en el que la mujer se hallaba, sus impresiones comenzaron a tomar una dirección muy diferente, más aún cuando pudo comprobar que algunos cuantos metros más adelante, justo en la naciente de una curva, había un auto volcado, con signos de haberse estrellado recientemente y que ya comenzaba a encenderse en llamas.
Al divisar esto, el camionero detuvo violentamente la máquina, y bajó precipitadamente a prestar auxilio a la mujer. Pudo advertir entonces que se trataba de una jovencita seriamente lastimada; sangraba profusamente, cojeaba de una pierna y tenía una herida muy profunda a un costado de la cabeza. No obstante, y para sorpresa del camionero, ésta no parecía mayormente interesada en su propia salud.
-¡Ayude, por favor, a mi hijo! gimió, casi suplicante, la joven-. ¡Mi hijo está atrapado en el auto! ¡Si no sale de allí pronto se va a morir! ¡Por favor, ayúdelo! Al camionero le costó trabajo reaccionar. Dijo entonces lo primero que se le pasó por la mente: le preguntó a la mujer si se encontraba bien, o si había sufrido ella misma algún tipo de herida que necesitara atención inmediata. Pero la mujer no parecía escucharlo.
-¡Mi hijo! gritaba angustiada-. ¡Por favor, salve a mi hijo!
El camionero, todavía perplejo, se alejó entonces de la mujer y salió corriendo a todo galope en dirección al auto accidentado. Al llegar a él, le costó bastante trabajo encontrar algún hueco por donde asomar la cabeza; el auto había dado muchas vueltas y casi no era otra cosa que un puñado de chatarra humeante y retorcida. Además, la fuerza del agua, mezclada con el hedor a nafta desparramada, tornaba casi imposible la respiración. Y hay que sumar a todo esto que la presencia de las llamas auguraba una inminente explosión. De todos modos, y haciendo acopio de su valor, el camionero se las ingenió para llegar a los asientos traseros, luego de romper una ventanilla, donde pudo notar que se hallaba un bulto de color blanco. Prestando mayor atención, pudo advertir también que, envuelto en aquellas mantas, se encontraba acurrucado un niño en su más tierna infancia, casi un bebé, que sollozaba bajito.
El camionero lo sacó del auto presurosamente, tratando de alejarlo del peligro. Sin embargo, y cuando ya comenzaba a creer que su tarea había terminado con éxito, pudo advertir, para su sorpresa, un elemento que no había previsto: un segundo cuerpo yacía atrapado entre los hierros.
En eso, otra camioneta se detuvo en la ruta. Se trataba de una pareja de oficiales de la Policía Caminera que, al advertir el accidente, frenaron a prestar ayuda. El camionero fue a su encuentro con el niño en brazos y en dos palabras, jadeante, les explicó la situación. Puso especial énfasis en la necesidad de obrar con velocidad. Dicho esto, los dos oficiales tomaron de la parte trasera de la patrulla un bomberito y salieron corriendo en dirección al auto a prestar ayuda a la segunda víctima, mientras el camionero aplicaba los primeros auxilios al bebé. Afortunadamente, se encontraba sano y salvo. Cuando por fin pudo cerciorarse de esto, y tener un segundo de descanso y reflexión, es verosímil suponer que el camionero no pudo sin dudas dejar de advertir que la mujer que lo había detenido en medio de la ruta, solicitándole ayuda, hacía ya un largo rato que había desaparecido. Los dos oficiales llegaron al auto, y luego de forzar una puerta, con grave dificultad, consiguieron sacar la segunda víctima al exterior. Se trataba de una mujer, casi completamente desfigurada por las heridas, pero que el camionero pudo reconocer, estupefacto, como la misma que lo había detenido en la ruta. Era, en efecto, la propia madre de la criatura rescatada, salvo el hecho inexplicable de que hacía varios minutos que estaba muerta. Resulta innegable que la Aparecida de la Ruta 3 había sido el propio espíritu o el fantasma de la madre del niño, que una vez muerta en el accidente, y antes de emigrar al reino tenebroso, había querido asegurarse de dejar a buen resguardo la vida del pequeño.
Al divisar esto, el camionero detuvo violentamente la máquina, y bajó precipitadamente a prestar auxilio a la mujer. Pudo advertir entonces que se trataba de una jovencita seriamente lastimada; sangraba profusamente, cojeaba de una pierna y tenía una herida muy profunda a un costado de la cabeza. No obstante, y para sorpresa del camionero, ésta no parecía mayormente interesada en su propia salud.
-¡Ayude, por favor, a mi hijo! gimió, casi suplicante, la joven-. ¡Mi hijo está atrapado en el auto! ¡Si no sale de allí pronto se va a morir! ¡Por favor, ayúdelo! Al camionero le costó trabajo reaccionar. Dijo entonces lo primero que se le pasó por la mente: le preguntó a la mujer si se encontraba bien, o si había sufrido ella misma algún tipo de herida que necesitara atención inmediata. Pero la mujer no parecía escucharlo.
-¡Mi hijo! gritaba angustiada-. ¡Por favor, salve a mi hijo!
El camionero, todavía perplejo, se alejó entonces de la mujer y salió corriendo a todo galope en dirección al auto accidentado. Al llegar a él, le costó bastante trabajo encontrar algún hueco por donde asomar la cabeza; el auto había dado muchas vueltas y casi no era otra cosa que un puñado de chatarra humeante y retorcida. Además, la fuerza del agua, mezclada con el hedor a nafta desparramada, tornaba casi imposible la respiración. Y hay que sumar a todo esto que la presencia de las llamas auguraba una inminente explosión. De todos modos, y haciendo acopio de su valor, el camionero se las ingenió para llegar a los asientos traseros, luego de romper una ventanilla, donde pudo notar que se hallaba un bulto de color blanco. Prestando mayor atención, pudo advertir también que, envuelto en aquellas mantas, se encontraba acurrucado un niño en su más tierna infancia, casi un bebé, que sollozaba bajito.
El camionero lo sacó del auto presurosamente, tratando de alejarlo del peligro. Sin embargo, y cuando ya comenzaba a creer que su tarea había terminado con éxito, pudo advertir, para su sorpresa, un elemento que no había previsto: un segundo cuerpo yacía atrapado entre los hierros.
En eso, otra camioneta se detuvo en la ruta. Se trataba de una pareja de oficiales de la Policía Caminera que, al advertir el accidente, frenaron a prestar ayuda. El camionero fue a su encuentro con el niño en brazos y en dos palabras, jadeante, les explicó la situación. Puso especial énfasis en la necesidad de obrar con velocidad. Dicho esto, los dos oficiales tomaron de la parte trasera de la patrulla un bomberito y salieron corriendo en dirección al auto a prestar ayuda a la segunda víctima, mientras el camionero aplicaba los primeros auxilios al bebé. Afortunadamente, se encontraba sano y salvo. Cuando por fin pudo cerciorarse de esto, y tener un segundo de descanso y reflexión, es verosímil suponer que el camionero no pudo sin dudas dejar de advertir que la mujer que lo había detenido en medio de la ruta, solicitándole ayuda, hacía ya un largo rato que había desaparecido. Los dos oficiales llegaron al auto, y luego de forzar una puerta, con grave dificultad, consiguieron sacar la segunda víctima al exterior. Se trataba de una mujer, casi completamente desfigurada por las heridas, pero que el camionero pudo reconocer, estupefacto, como la misma que lo había detenido en la ruta. Era, en efecto, la propia madre de la criatura rescatada, salvo el hecho inexplicable de que hacía varios minutos que estaba muerta. Resulta innegable que la Aparecida de la Ruta 3 había sido el propio espíritu o el fantasma de la madre del niño, que una vez muerta en el accidente, y antes de emigrar al reino tenebroso, había querido asegurarse de dejar a buen resguardo la vida del pequeño.
mysammy- The Usual Suspect
-
Cantidad de envíos : 162
Edad : 32
Localización : Mdeo, Uruguay
Fecha de inscripción : 10/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
me alegro q te gusten las leyendas q traigo!
Muy buena la de "La Aparecida de la Ruta 3"!!! me encantan las leyendas en la q espiritus antes de irse "al mas alla" tratan de salvar a alguien
Les dejo esta leyenda. Es un poco rara pero me gusto, hasta me rei en el final XD jaja
Laura y las agujas de punto
Hola, me llamo Javier y hace tres meses que perdí a mi esposa Laura en un accidente de automóvil.
Desde ese día no la he podido olvidar. Todavia recuerdo su precioso pelo largo, su aroma fresco y natural, sus preciosos ojos azules, pero sobre todo lo que no he podido olvidar es su preciosa sonrisa.
Todo este tiempo no he dejado de llevarle un ramo de rosas rojas a su tumba, sus flores favoritas. Y no he dejado de pedirle que regrese a mi lado...
En el reloj de pared sonaron las doce de la medianoche y Javier se dispuso a acostarse. En ese instante sonaron unos golpes en la puerta.¿Quien podía ser a esas horas?.Y además Javier no esperaba ninguna visita.
Abrió la puerta y en su cara se dibujó un gesto de estupor. Al otro lado, en el frio de la noche estaba su esposa Laura; no podía ser, pero era ella, mucho más demacrada, pero era Laura. Javier se dispuso a abrazarla y en ese momento, de la boca de Laura salieron estas palabras:
"No me toques, no se te ocurra tocarme. Si he venido ha sido solamente porque tú me lo has pedido".
Laura entró en la casa y se sentó en su sillón favorito, y pidió a Javier:
"Tráeme un ovillo de lana y las agujas de hacer punto".
Javier entró en la habitación y volvió con las cosas que le había pedido su esposa.
Cuando Laura las cogió en sus manos, comenzó a hacer punto frenéticamente; parecía un automata. Javier se quedó absorto mirándola, y no se dio cuenta de algo que se movía en uno de los ojos de Laura; ¡Era un gusano!.
Además tampoco se apercibió de que un trozo de piel de la mejilla de Laura había caído al suelo, y se podía ver el hueso.
Javier estaba cansado .Preguntó a Laura si quería acostarse, ésta negó con la cabeza. Javier se acostó. Despertó a las cinco de la madrugada. Se acercó al sillón y allí estaba Laura, haciendo punto. Parecía algo demoníaco y Javier se abalanzó para quitarle las agujas, y entonces....
A las nueve de la mañana entró en la casa la señora de la limpieza. Y la escena que vio en el comedor no la olvidaría nunca.
En el suelo, en medio de un gran charco de sangre estaba el cuerpo inerte de Javier con el cuello atravesado por dos agujas de punto.
Y en el sillón estaba su esposa Laura....
Muy buena la de "La Aparecida de la Ruta 3"!!! me encantan las leyendas en la q espiritus antes de irse "al mas alla" tratan de salvar a alguien
Les dejo esta leyenda. Es un poco rara pero me gusto, hasta me rei en el final XD jaja
Laura y las agujas de punto
Hola, me llamo Javier y hace tres meses que perdí a mi esposa Laura en un accidente de automóvil.
Desde ese día no la he podido olvidar. Todavia recuerdo su precioso pelo largo, su aroma fresco y natural, sus preciosos ojos azules, pero sobre todo lo que no he podido olvidar es su preciosa sonrisa.
Todo este tiempo no he dejado de llevarle un ramo de rosas rojas a su tumba, sus flores favoritas. Y no he dejado de pedirle que regrese a mi lado...
En el reloj de pared sonaron las doce de la medianoche y Javier se dispuso a acostarse. En ese instante sonaron unos golpes en la puerta.¿Quien podía ser a esas horas?.Y además Javier no esperaba ninguna visita.
Abrió la puerta y en su cara se dibujó un gesto de estupor. Al otro lado, en el frio de la noche estaba su esposa Laura; no podía ser, pero era ella, mucho más demacrada, pero era Laura. Javier se dispuso a abrazarla y en ese momento, de la boca de Laura salieron estas palabras:
"No me toques, no se te ocurra tocarme. Si he venido ha sido solamente porque tú me lo has pedido".
Laura entró en la casa y se sentó en su sillón favorito, y pidió a Javier:
"Tráeme un ovillo de lana y las agujas de hacer punto".
Javier entró en la habitación y volvió con las cosas que le había pedido su esposa.
Cuando Laura las cogió en sus manos, comenzó a hacer punto frenéticamente; parecía un automata. Javier se quedó absorto mirándola, y no se dio cuenta de algo que se movía en uno de los ojos de Laura; ¡Era un gusano!.
Además tampoco se apercibió de que un trozo de piel de la mejilla de Laura había caído al suelo, y se podía ver el hueso.
Javier estaba cansado .Preguntó a Laura si quería acostarse, ésta negó con la cabeza. Javier se acostó. Despertó a las cinco de la madrugada. Se acercó al sillón y allí estaba Laura, haciendo punto. Parecía algo demoníaco y Javier se abalanzó para quitarle las agujas, y entonces....
A las nueve de la mañana entró en la casa la señora de la limpieza. Y la escena que vio en el comedor no la olvidaría nunca.
En el suelo, en medio de un gran charco de sangre estaba el cuerpo inerte de Javier con el cuello atravesado por dos agujas de punto.
Y en el sillón estaba su esposa Laura....
nanu- Hell´s Angel
-
Cantidad de envíos : 512
Edad : 33
Localización : argentina
Fecha de inscripción : 07/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
Jajajajajajajaja!!. Que bueno que estuvo el final, se nota que se querían mucho XD.
Dejo cinco historias casas viejas y misteriosas.
Dejo cinco historias casas viejas y misteriosas.
Casa quinta de Lezica
La historia se desarrolla a principios del Siglo XX. La dueña de casa actuaba despóticamente con sus sirvientes, en especial con una morenita, una niña que trabajaba de criada. Una vez, en castigo a su desobediencia, la pomposa señora decide dejar a la jovencita afuera de la casa, en una crudísima noche de invierno. Los vecinos sintieron ruido y quejidos entre la hojarasca durante la noche, pero no prestaron mayor atención al creer que se trataba de algún perro. A la mañana siguiente encuentran el cuerpo sin vida de la niña, razón por la que su patrona es encarcelada y luego pierde completamente la cordura. Cuentan que incluso hoy en día, si uno pasa frente a la casa en las noches de invierno, pueden sentirse los lamentos y cómo algo o alguien corre entre las hojas secas.
Hospital de Montevideo
Se cuenta que hace tiempo, en un hospital de Montevideo cercano al barrio Brazo Oriental, una enfermera del lugar debió ser internada con una gravísima enfermedad, muriendo finalmente presa de grandes dolores. Al tiempo de su muerte, en la sala en la que la enfermera había fallecido comenzaron a sentirse llantos, súplicas y ruidos de vidrios rotos, a tal punto que la leyenda cuenta que se debió clausurar esa sala. Se relata que desde entonces la enfermera fue vista caminando por los pasillos en más de una ocasión, reprochando a todo aquel con el que se encuentra que no se le dieron suficientes calmantes durante su tormento final.
Antigua casa en Montevideo
Un hombre fallece en su hogar, una gran casona, y pide como último deseo que el lugar se use para dar cobijo a los niños sin hogar, como una suerte de internado gratuito.
Algunos parientes sin embargo, ignoran el pedido, mudándose a la enorme casa.
Al tiempo descubren que es imposible dormir. Puertas que se abren y golpean, cadenas, vaijillas que se rompen, roces en la oscuridad y otros ruidos inexplicables inquietan a la familia.
Cansados, los nuevos habitantes deciden abandonar la casa y acatar las últimas órdenes de su pariente. Cuando se hacen todos los arreglos y los niños se mudan allí, los ruidos cesan por completo y nada vuelve a turbar la paz del hogar.
Casa del Centro
Los dueños de una casa colonial intentan venderla a muy buen precio pero no logran comprador. La razón es que por las noches se sienten espantosos ruidos, cuchillos muebles que se arrastran y goznes que crujen, por lo que los vecinos alertan siempre a los posibles compradores. El más viejo de ellos cuenta que todo se debe al primero de sus habitantes, un prestidigitador denunciado luego de un truco fallido realizado a un discípulo con un estilete. Narran que se encerró en la casa y no volvió a salir jamás. Los ruidos continuaron hasta que mucho tiempo después los restos de su cuerpo fueron encontrados, sin rostro, volviendo definitivamente a la calma.
Casa en la calle Luis de la Torre
Hace muchos años, una hermosa vivienda de Punta Carretas no lograba encontrar comprador a pesar de su precio. Nuevamente son los vecinos los que se encargan de disuadir a los futuros inquilinos al narrar con detalle los gritos desgarradores de mujer que se escuchan por la noche.
Un día aparece una familia dispuesta a arrendarla y resuelta a hacer oídos sordos a los rumores. La casa era antigua y por ejemplo carecía ya de la escalera que condujera al altillo, cuya puerta sin embargo podía verse. Transcurre una semana sin novedades, pero al cabo de esos días, la familia entera se despierta una noche a causa de los gritos que provenían, justamente, de la alta habitación. El padre de familia, valeroso, consigue una escalera móvil para llegar al altillo: cuando ingresa descubre a una mujer ensangrentada, quejándose de dolor. Horrorizado, el hombre baja en busca de auxilio médico, pero la joven herida lo sigue y desaparece raudamente por la puerta.
Jamás vuelven a encontrarla, pero al investigar el caso con la policía encuentran que en ese hogar se había cometido un crimen muchos años atrás, cuando una mujer fue muerta a puñaladas por el marido. Luego del incidente, la familia pudo vivir por largos años sin volver a ser molestada.
La historia se desarrolla a principios del Siglo XX. La dueña de casa actuaba despóticamente con sus sirvientes, en especial con una morenita, una niña que trabajaba de criada. Una vez, en castigo a su desobediencia, la pomposa señora decide dejar a la jovencita afuera de la casa, en una crudísima noche de invierno. Los vecinos sintieron ruido y quejidos entre la hojarasca durante la noche, pero no prestaron mayor atención al creer que se trataba de algún perro. A la mañana siguiente encuentran el cuerpo sin vida de la niña, razón por la que su patrona es encarcelada y luego pierde completamente la cordura. Cuentan que incluso hoy en día, si uno pasa frente a la casa en las noches de invierno, pueden sentirse los lamentos y cómo algo o alguien corre entre las hojas secas.
Hospital de Montevideo
Se cuenta que hace tiempo, en un hospital de Montevideo cercano al barrio Brazo Oriental, una enfermera del lugar debió ser internada con una gravísima enfermedad, muriendo finalmente presa de grandes dolores. Al tiempo de su muerte, en la sala en la que la enfermera había fallecido comenzaron a sentirse llantos, súplicas y ruidos de vidrios rotos, a tal punto que la leyenda cuenta que se debió clausurar esa sala. Se relata que desde entonces la enfermera fue vista caminando por los pasillos en más de una ocasión, reprochando a todo aquel con el que se encuentra que no se le dieron suficientes calmantes durante su tormento final.
Antigua casa en Montevideo
Un hombre fallece en su hogar, una gran casona, y pide como último deseo que el lugar se use para dar cobijo a los niños sin hogar, como una suerte de internado gratuito.
Algunos parientes sin embargo, ignoran el pedido, mudándose a la enorme casa.
Al tiempo descubren que es imposible dormir. Puertas que se abren y golpean, cadenas, vaijillas que se rompen, roces en la oscuridad y otros ruidos inexplicables inquietan a la familia.
Cansados, los nuevos habitantes deciden abandonar la casa y acatar las últimas órdenes de su pariente. Cuando se hacen todos los arreglos y los niños se mudan allí, los ruidos cesan por completo y nada vuelve a turbar la paz del hogar.
Casa del Centro
Los dueños de una casa colonial intentan venderla a muy buen precio pero no logran comprador. La razón es que por las noches se sienten espantosos ruidos, cuchillos muebles que se arrastran y goznes que crujen, por lo que los vecinos alertan siempre a los posibles compradores. El más viejo de ellos cuenta que todo se debe al primero de sus habitantes, un prestidigitador denunciado luego de un truco fallido realizado a un discípulo con un estilete. Narran que se encerró en la casa y no volvió a salir jamás. Los ruidos continuaron hasta que mucho tiempo después los restos de su cuerpo fueron encontrados, sin rostro, volviendo definitivamente a la calma.
Casa en la calle Luis de la Torre
Hace muchos años, una hermosa vivienda de Punta Carretas no lograba encontrar comprador a pesar de su precio. Nuevamente son los vecinos los que se encargan de disuadir a los futuros inquilinos al narrar con detalle los gritos desgarradores de mujer que se escuchan por la noche.
Un día aparece una familia dispuesta a arrendarla y resuelta a hacer oídos sordos a los rumores. La casa era antigua y por ejemplo carecía ya de la escalera que condujera al altillo, cuya puerta sin embargo podía verse. Transcurre una semana sin novedades, pero al cabo de esos días, la familia entera se despierta una noche a causa de los gritos que provenían, justamente, de la alta habitación. El padre de familia, valeroso, consigue una escalera móvil para llegar al altillo: cuando ingresa descubre a una mujer ensangrentada, quejándose de dolor. Horrorizado, el hombre baja en busca de auxilio médico, pero la joven herida lo sigue y desaparece raudamente por la puerta.
Jamás vuelven a encontrarla, pero al investigar el caso con la policía encuentran que en ese hogar se había cometido un crimen muchos años atrás, cuando una mujer fue muerta a puñaladas por el marido. Luego del incidente, la familia pudo vivir por largos años sin volver a ser molestada.
mysammy- The Usual Suspect
-
Cantidad de envíos : 162
Edad : 32
Localización : Mdeo, Uruguay
Fecha de inscripción : 10/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
muy buenas mysammy!!!
me gusto mucho la de Casa en la calle Luis de la Torre !!!
les dejo esta q es sobre la ouija, como pueden ver mi tema favorito XD jaja
La verdad es que no me paso el hecho directamente a mí, y aunque pueda sonar a leyenda urbana aseguro que no lo es, la persona en cuestión me contó lo que paso, me mostró los hechos y yo no pude hacer mas que rendirme ante las evidencias que no era una broma ni una invención de esa persona por llamar la atención.
Un grupo de amigos de mi ex-novio se junto una noche tormentosa en una casa de campo de una chica del grupo, y decidieron hacer una noche del terror para pasarlo bien. Empezó todo con una fiesta de disfraces, y después una sesión de terror de películas de serie B, hasta que a uno de ellos le dio por bromear con la idea de hacer una ouija con una que tenia la anfitriona colgada de la pared de su habitación. Todos rieron ante la broma y se animaron a hacer un poco el tonto con el espiritismo, aunque a la dueña no le hacia demasiada gracia en principio. La convencieron que solo seria un poco de diversión más en la fiesta, y trajo el tablero ouija. Todo el mundo se sentó alrededor de este, y solamente 5 personas decididos a suertes ser los que posaran sus dedos sobre el indicador, incluida la anfitriona. Apagaron las luces y decidieron ponerse frente a la chimenea resplandeciente y comenzaron la sesión. Los diez primeros minutos fueron de concentración, entre los cuchicheos, risas nerviosas, tontos sustos entre los que escuchaban... y demás tonterías varias. Al final uno de grupo desistió ya aburrido y con el brazo medio dormido. Entonces todos separaron el dedo del indicador y empezaron a comentar que era una estupidez sin sentido y a reírse del hecho, mientras uno intentaba encender la luz en vano... al parecer la tormenta había dejado sin luces la casa, o eso pensaron ellos, pero en cuanto una de las amigas de la dueña vio el indicador moverse soltó un grito espeluznante apartándose de un salto del tablero. Todos miraron como el indicador se movía en círculos pequeños sobre la tabla, y no podían dar crédito a lo que pasaba. Uno de los chicos, se animó a preguntar que si quería comunicarse con ellos, y el indicador corrió rápidamente al YES (la ouija estaba en inglés) a lo que el temor se expandió por el grupo de amigos. La dueña pregunto que si era alguien bueno o malo, y el indicador sin decir nada se quedó moviéndose en círculos pequeños nuevamente. Uno de los presentes mas alejados pregunto en voz alta que dijera el nombre de quien había contactado, y el negro indicador tras unos segundos empezó a deletrear su nombre: B-E-L-C-E-B-U... ¡No podía ser! Los gritos empezaron a inundar la sala al oír como las puertas y ventanas del piso de arriba se abrían y cerraban con violencia. Uno de ellos actuó rápidamente sin dejar tiempo a la ouija a seguir formando la nueva palabra que sugería el indicador y la agarro tirándola al fuego de la chimenea, donde ardió rápidamente, y al instante volvió la luz, los ruidos cesaron y todos se fueron tranquilizando poco a poco al pasar de las horas... dieron el hecho como por olvidado hasta el día siguiente... porque al salir de la casa por la mañana para dar de comer al perro, la dueña se quedó pálida en la puerta y solo puso salir de su garganta un grito ahogado de terror. Los amigos que iban saliendo le preguntaban que sucedía y ella sin mediar palabra sólo señalaba una silla de mimbre en el porche, donde estaba el tablero de ouija que quemaron por la noche totalmente intacto.
Ese tablero que tirado en un descampado de basura a unos 10 Km de la casa de campo de esta chica, y al día siguiente el tablero estaba de vuelta en esa misma silla de mimbre.
He visto ese tablero, esta intacto, solo con un olor a chamuscado que tira para atrás. Desde entonces ese tablero se haya encerrado en un baúl en el altillo... incluso yo le regale una cadena y un candado a la dueña para que no lo abriera nadie...
me gusto mucho la de Casa en la calle Luis de la Torre !!!
les dejo esta q es sobre la ouija, como pueden ver mi tema favorito XD jaja
La verdad es que no me paso el hecho directamente a mí, y aunque pueda sonar a leyenda urbana aseguro que no lo es, la persona en cuestión me contó lo que paso, me mostró los hechos y yo no pude hacer mas que rendirme ante las evidencias que no era una broma ni una invención de esa persona por llamar la atención.
Un grupo de amigos de mi ex-novio se junto una noche tormentosa en una casa de campo de una chica del grupo, y decidieron hacer una noche del terror para pasarlo bien. Empezó todo con una fiesta de disfraces, y después una sesión de terror de películas de serie B, hasta que a uno de ellos le dio por bromear con la idea de hacer una ouija con una que tenia la anfitriona colgada de la pared de su habitación. Todos rieron ante la broma y se animaron a hacer un poco el tonto con el espiritismo, aunque a la dueña no le hacia demasiada gracia en principio. La convencieron que solo seria un poco de diversión más en la fiesta, y trajo el tablero ouija. Todo el mundo se sentó alrededor de este, y solamente 5 personas decididos a suertes ser los que posaran sus dedos sobre el indicador, incluida la anfitriona. Apagaron las luces y decidieron ponerse frente a la chimenea resplandeciente y comenzaron la sesión. Los diez primeros minutos fueron de concentración, entre los cuchicheos, risas nerviosas, tontos sustos entre los que escuchaban... y demás tonterías varias. Al final uno de grupo desistió ya aburrido y con el brazo medio dormido. Entonces todos separaron el dedo del indicador y empezaron a comentar que era una estupidez sin sentido y a reírse del hecho, mientras uno intentaba encender la luz en vano... al parecer la tormenta había dejado sin luces la casa, o eso pensaron ellos, pero en cuanto una de las amigas de la dueña vio el indicador moverse soltó un grito espeluznante apartándose de un salto del tablero. Todos miraron como el indicador se movía en círculos pequeños sobre la tabla, y no podían dar crédito a lo que pasaba. Uno de los chicos, se animó a preguntar que si quería comunicarse con ellos, y el indicador corrió rápidamente al YES (la ouija estaba en inglés) a lo que el temor se expandió por el grupo de amigos. La dueña pregunto que si era alguien bueno o malo, y el indicador sin decir nada se quedó moviéndose en círculos pequeños nuevamente. Uno de los presentes mas alejados pregunto en voz alta que dijera el nombre de quien había contactado, y el negro indicador tras unos segundos empezó a deletrear su nombre: B-E-L-C-E-B-U... ¡No podía ser! Los gritos empezaron a inundar la sala al oír como las puertas y ventanas del piso de arriba se abrían y cerraban con violencia. Uno de ellos actuó rápidamente sin dejar tiempo a la ouija a seguir formando la nueva palabra que sugería el indicador y la agarro tirándola al fuego de la chimenea, donde ardió rápidamente, y al instante volvió la luz, los ruidos cesaron y todos se fueron tranquilizando poco a poco al pasar de las horas... dieron el hecho como por olvidado hasta el día siguiente... porque al salir de la casa por la mañana para dar de comer al perro, la dueña se quedó pálida en la puerta y solo puso salir de su garganta un grito ahogado de terror. Los amigos que iban saliendo le preguntaban que sucedía y ella sin mediar palabra sólo señalaba una silla de mimbre en el porche, donde estaba el tablero de ouija que quemaron por la noche totalmente intacto.
Ese tablero que tirado en un descampado de basura a unos 10 Km de la casa de campo de esta chica, y al día siguiente el tablero estaba de vuelta en esa misma silla de mimbre.
He visto ese tablero, esta intacto, solo con un olor a chamuscado que tira para atrás. Desde entonces ese tablero se haya encerrado en un baúl en el altillo... incluso yo le regale una cadena y un candado a la dueña para que no lo abriera nadie...
nanu- Hell´s Angel
-
Cantidad de envíos : 512
Edad : 33
Localización : argentina
Fecha de inscripción : 07/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
Si que te gustan las leyendas de la Ouija eh, a mi también!!.
Dejo otra La Dama de Azul
Dejo otra La Dama de Azul
En los albores del siglo XX, Margarita Salvo vivía en un caserón ubicado en Agraciada casi Buschental, acompañada de una numerosa servidumbre con la que guardaba una relación de afecto poco usual para la época.
Los vecinos del barrio recordaban sus largos paseos por las calles del Prado. Todos los días, las cuatro estaciones del año, el movimiento azul de sus vestidos se anunciaba indefectiblemente por la Avenida Buschental, que solía recorrer de un extremo a otro en sus periplos vespertinos.
En el caserón de los Salvo, sobre una chimenea amplia en la sala de estar, colgaba un cuadro particularmente vívido. En él, Margarita Salvo posaba debajo de un árbol con las hojas marchitas. Era otoño, y el vestido azul de la mujer se estremecía con el viento, resaltando el color de la tela en contraste con un cielo plomizo.
Lo habían mandado pintar muchos años atrás, y desde entonces dominaba la sala en lo alto de la chimenea, donde las llamas del fuego daban una curiosa impresión de movimiento a la figura impasible del retrato.
En 1920 una enfermedad comenzó a consumir a Margarita por dentro. Recluida en su cama, rodeada por sus criados fieles y preocupados, el azul de su vestido dejó de verse en su recorrido usual de la calle Buschental. Una docena de doctores visitó el caserón de los Salvo, comprobando con perplejidad cómo la vida de la mujer se extinguía sin causas aparentes. Era una suerte de tristeza reptando desde adentro, conquistando terreno mientras Margarita parecía sufrir más el calvario de su propio encierro obligado que la decadencia de su cuerpo.
En los últimos días de octubre del 20, los lamentos de la Dama Azul se hicieron más prolongados, oyéndose en ocasiones desde la calle Agraciada, cuando el ventanal de su cuarto permanecía abierto. Ese mismo mes, Margarita expiró sin volver a las calles del Prado. Como un guante oscuro, un profundo pesar envolvió la casa donde aún habitaban los sirvientes.
El silencio ganó poco la sala de estar, donde la figura de la Dama dominaba aún desde el retrato los largos corredores antiguos y el ventanal enorme que daba a un fondo poblado de transparentes y palos borrachos.
Dos de los criados debían permanecer en la casa con el objetivo de mantener el lugar hasta que se dilucidara su destino, evitando el abandono y protegiéndola de posibles intrusos.
Sólo permanecieron un mes. Los sirvientes narraban con espanto que solían encontrar la reja del portón entreabierta por las noches y juraban haber visto el movimiento fugaz del vestido azul alejándose por Buschental. La chimenea aparecía prendida cuando nadie había iniciado el fuego y alumbrados por el resplandor trémulo de las llamas, los criados aseguraban que el cuadro de la Dama Azul aparecía vacío en aquellas ocasiones. Allí seguían los árboles de Buschental, mecidos por el viento, pero no había rastros de su señora en la pintura, como si la figura espectral escapara del marco que la contenía.
Pero entonces, el rumor comenzó a circular entre la vecindad. Algunos habitantes de la zona continuaban viendo la figura de Margarita Salvo con su vestido azul, pero evitaban comentarlo a los demás, como si el solo hecho de mencionarlo convirtiera en pavorosa y sobrenatural una situación común por tantos años.
La casa fue abandonada, el tiempo pasó, se cerraron los postigos y las rejas y lo que antaño fuera un portento arquitectónico pasó a ser un viejo caserón más en esa zona del Prado. La leyenda languideció un tanto con el transcurso del tiempo, pero jamás murió totalmente.
Hay quien narra que aún puede hallarse el portón entreabierto algunas noches, y que desde el jardín se escucha de tanto en tanto el lamento triste de Margarita. Hay quien jura que entró cuando niño en la casa, topándose con la silueta azul enmarcada en el gran ventanal del fondo, mientras un retrato vacío era testigo de la escena.
Los vecinos del barrio recordaban sus largos paseos por las calles del Prado. Todos los días, las cuatro estaciones del año, el movimiento azul de sus vestidos se anunciaba indefectiblemente por la Avenida Buschental, que solía recorrer de un extremo a otro en sus periplos vespertinos.
En el caserón de los Salvo, sobre una chimenea amplia en la sala de estar, colgaba un cuadro particularmente vívido. En él, Margarita Salvo posaba debajo de un árbol con las hojas marchitas. Era otoño, y el vestido azul de la mujer se estremecía con el viento, resaltando el color de la tela en contraste con un cielo plomizo.
Lo habían mandado pintar muchos años atrás, y desde entonces dominaba la sala en lo alto de la chimenea, donde las llamas del fuego daban una curiosa impresión de movimiento a la figura impasible del retrato.
En 1920 una enfermedad comenzó a consumir a Margarita por dentro. Recluida en su cama, rodeada por sus criados fieles y preocupados, el azul de su vestido dejó de verse en su recorrido usual de la calle Buschental. Una docena de doctores visitó el caserón de los Salvo, comprobando con perplejidad cómo la vida de la mujer se extinguía sin causas aparentes. Era una suerte de tristeza reptando desde adentro, conquistando terreno mientras Margarita parecía sufrir más el calvario de su propio encierro obligado que la decadencia de su cuerpo.
En los últimos días de octubre del 20, los lamentos de la Dama Azul se hicieron más prolongados, oyéndose en ocasiones desde la calle Agraciada, cuando el ventanal de su cuarto permanecía abierto. Ese mismo mes, Margarita expiró sin volver a las calles del Prado. Como un guante oscuro, un profundo pesar envolvió la casa donde aún habitaban los sirvientes.
El silencio ganó poco la sala de estar, donde la figura de la Dama dominaba aún desde el retrato los largos corredores antiguos y el ventanal enorme que daba a un fondo poblado de transparentes y palos borrachos.
Dos de los criados debían permanecer en la casa con el objetivo de mantener el lugar hasta que se dilucidara su destino, evitando el abandono y protegiéndola de posibles intrusos.
Sólo permanecieron un mes. Los sirvientes narraban con espanto que solían encontrar la reja del portón entreabierta por las noches y juraban haber visto el movimiento fugaz del vestido azul alejándose por Buschental. La chimenea aparecía prendida cuando nadie había iniciado el fuego y alumbrados por el resplandor trémulo de las llamas, los criados aseguraban que el cuadro de la Dama Azul aparecía vacío en aquellas ocasiones. Allí seguían los árboles de Buschental, mecidos por el viento, pero no había rastros de su señora en la pintura, como si la figura espectral escapara del marco que la contenía.
Pero entonces, el rumor comenzó a circular entre la vecindad. Algunos habitantes de la zona continuaban viendo la figura de Margarita Salvo con su vestido azul, pero evitaban comentarlo a los demás, como si el solo hecho de mencionarlo convirtiera en pavorosa y sobrenatural una situación común por tantos años.
La casa fue abandonada, el tiempo pasó, se cerraron los postigos y las rejas y lo que antaño fuera un portento arquitectónico pasó a ser un viejo caserón más en esa zona del Prado. La leyenda languideció un tanto con el transcurso del tiempo, pero jamás murió totalmente.
Hay quien narra que aún puede hallarse el portón entreabierto algunas noches, y que desde el jardín se escucha de tanto en tanto el lamento triste de Margarita. Hay quien jura que entró cuando niño en la casa, topándose con la silueta azul enmarcada en el gran ventanal del fondo, mientras un retrato vacío era testigo de la escena.
mysammy- The Usual Suspect
-
Cantidad de envíos : 162
Edad : 32
Localización : Mdeo, Uruguay
Fecha de inscripción : 10/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
muy buena mysammy!!! me encanto la parte en la q la mujer sale del cuadro!!
La última fechoría del loco de Ciempozuelos
En Ciempozuelos hay un famoso manicomio al cual van a parar individuos de todas partes de España con todo tipo de problemas mentales, algunos de ellos son realmente peligrosos. Un sabado por la tarde corria por el pueblo el rumor de que se habia escapado del manicomio un "loco" de los mas transtornados y peligrosos.
Esa misma noche, una pareja de enamorados de un pueblo vecino y a punto de casarse, se disponia a volver a casa despues de una noche de juerga. A un par de kilometros de su casa el coche se les queda sin gasolina y se detiene en el arcen de la carretera. Despues de estar un tiempo esperando a que alguien les pudiese socorrer sin fortuna, el novio decide acercarse a por una lata de gasolina ya que la gasolinera estaba cerca, quedandose la novia al cuidado de el coche.
Habian pasado ya 2 horas, el novio aun no habia regresado y estaba ya muy nerviosa cuando de repente comienza a escuchar unos sonidos fuertes, secos y entrecortados en el techo del coche, como si lo estuviesen aporreando. Aterrorizada, decide salir corriendo del coche y cuando esta un tanto alejada gira la cabeza y observa que sobre el coche hay una persona dando golpes sobre el techo con una cabeza humana: LA DE SU NOVIO.
A partir de esa noche la chica cayo en una profunda crisis nerviosa que no superó y fue internada en el manicomio, donde aun permanece. Esa misma noche, un par de horas mas tarde, la Guardia civil de Ciempozuelos detuvo al "loco" que se habia escapado con las manos y la ropa completamente empapada en sangre...
Esta leyenda es muy conocida, yo la habia escuchado pero con final diferente, q cuando la chica sale del auto de su novio estaba atado de los pies y lo q la chica escuchaba eran los rasguños del novio sobre el auto….
La última fechoría del loco de Ciempozuelos
En Ciempozuelos hay un famoso manicomio al cual van a parar individuos de todas partes de España con todo tipo de problemas mentales, algunos de ellos son realmente peligrosos. Un sabado por la tarde corria por el pueblo el rumor de que se habia escapado del manicomio un "loco" de los mas transtornados y peligrosos.
Esa misma noche, una pareja de enamorados de un pueblo vecino y a punto de casarse, se disponia a volver a casa despues de una noche de juerga. A un par de kilometros de su casa el coche se les queda sin gasolina y se detiene en el arcen de la carretera. Despues de estar un tiempo esperando a que alguien les pudiese socorrer sin fortuna, el novio decide acercarse a por una lata de gasolina ya que la gasolinera estaba cerca, quedandose la novia al cuidado de el coche.
Habian pasado ya 2 horas, el novio aun no habia regresado y estaba ya muy nerviosa cuando de repente comienza a escuchar unos sonidos fuertes, secos y entrecortados en el techo del coche, como si lo estuviesen aporreando. Aterrorizada, decide salir corriendo del coche y cuando esta un tanto alejada gira la cabeza y observa que sobre el coche hay una persona dando golpes sobre el techo con una cabeza humana: LA DE SU NOVIO.
A partir de esa noche la chica cayo en una profunda crisis nerviosa que no superó y fue internada en el manicomio, donde aun permanece. Esa misma noche, un par de horas mas tarde, la Guardia civil de Ciempozuelos detuvo al "loco" que se habia escapado con las manos y la ropa completamente empapada en sangre...
Esta leyenda es muy conocida, yo la habia escuchado pero con final diferente, q cuando la chica sale del auto de su novio estaba atado de los pies y lo q la chica escuchaba eran los rasguños del novio sobre el auto….
nanu- Hell´s Angel
-
Cantidad de envíos : 512
Edad : 33
Localización : argentina
Fecha de inscripción : 07/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
Wwooww!!! me le lei de corrido las ultimas 2 hojas de leyendas ke pusieron......
Estan wenisimas todas, y sta ultima ke pusiste Nanu, yo tb la habia oido pero cn el primer final.
El segundo final es mas cmo el capitulo del hombre del garfio.
----------------------------------------------------
Weno ya de camino les dejo una leyenda de Granada, que ha tenido bastante repercusión en la ciudad y ha sido objeto de varias investigaciones.
El fantasma de la Diputación
En Granada existe un edificio que con solo pronunciar su nombre, a las gentes de aquí se le ponen los pelos de punta. Un lugar donde el horror estuvo presente entre sus paredes y suelos, pero hace muchos años atrás.
Hablo del inmueble de la de Diputación de Granada, hoy catastro municipal.
Remontándonos muchos años atrás, hubo en ese mismo lugar una iglesia, “La Iglesia de la Magdalena”, pero poco se sabe de ella, era un templo pequeño, pero en la puerta de la misma sucedió un trágico accidente cuando un coche fúnebre tirado por caballos, salió desbocado sin razón aparente y mató a varios viandantes.
En 1836 fue vendido y paso a ser un almacén de telas hasta 1973 que fue vendido de nuevo a una multinacional llamada “Woolwolrths”. El inmueble llevaba la etiqueta de ser un lugar negro y macabro. Aunque lo peor estaba por llegar, ya que uno de los trabajadores se ahorco con una cuerda atada a una de las viejas vigas de la iglesia. Aunque todo no había echo más que empezar, ya que cuando empezaron las obras de remodelación otro de los trabajadores murió extrañamente al caerle una grúa encima.
El dueño del almacén decidió reformarlo y al hacerlo encontró debajo de sus cimientos cientos de restos humanos, detrás de un muro encontraron una habitación repleta de esqueletos de niños. Los cientos de huesos, fueron a parar a un basurero.
De esa forma esas almas no descansaran en paz jamás.
Cuando finalizaron las obras, se abrieron las puertas del inmueble, pero no daba los beneficios suficientes y se cerró en 1980. A su cierre muchos de los trabajadores contaron que por las noches se oían ruidos extraños y lamentos de niños.
Permaneció cerrado hasta que en el año 1985 se compra para hacer en el la Diputación de Granada. El arquitecto encargado de la obra encontró un muro de ladrillos de otra época y detrás del muro, al derribarlo se encontraron con otros restos humanos, pero esta vez de recién nacidos y de una persona adulta. De nuevo volvía todo ese pasado macabro. En 1986 el edificio estaba totalmente reformado y pasó a ser la sede de la Diputación de Granada.
Por todos los acontecimientos antes descritos el investigador Juan Burgos se dirigió alli para poder averiguar lo que sucedió detrás del muro donde se habían encontrado los restos de los recién nacidos. Cuando pasó su medidor de alteraciones por el muro, un rayo salió de la pared, el rayo impacto en su mano y a consecuencia de ello el medidor cayó al suelo. De repente salió un humo muy denso de ningún sitio y durante unos segundos se pudo vislumbrar un rostro dentro de esa nube de humo. Joan Rodríguez Galindo prestigioso cirujano, se encontraba al lado de Juan Burgos. Le examinó la mano para saber si no estaba herido por el rayo y lo curioso fue ver que en la mano, entre el dedo pulgar y el índice tenía marca de unos incisivos, una mordedura, pero de niño pequeño. Más tarde el dibujante del periódico “Ideal” realizo un retrato robot de la cara que apareció dentro de esa nube de humo.
Esto no solo se publicó en el periódico, sino que también lo trasmitieron por la televisión y lo sorprendente es que muchos vecinos de la calle Mesones y alrededores dijeron que la cara era del Padre Don Benito, antiguo sacerdote.
Hoy en día este edificio es la sede del catastro de la ciudad de Granada y los ruidos y lamentos siguen oyéndose, al igual que se pierden herramientas, los ascensores y luces funcionan solos, los papeles vuelan o teclean las máquinas de escribir y ordenadores.
Hasta hoy nadie ha vuelto a investigar el asunto, aunque es muy común que aquello que se monte en ese edificio termine cerrando pues los que allí trabajan se mueren de miedo. En Granada todo el mundo conoce la historia y no se olvida, pues cada cierto tiempo, hay "noticias" del ya conocido como "el fantasma de la Diputacion".
Estan wenisimas todas, y sta ultima ke pusiste Nanu, yo tb la habia oido pero cn el primer final.
El segundo final es mas cmo el capitulo del hombre del garfio.
----------------------------------------------------
Weno ya de camino les dejo una leyenda de Granada, que ha tenido bastante repercusión en la ciudad y ha sido objeto de varias investigaciones.
El fantasma de la Diputación
En Granada existe un edificio que con solo pronunciar su nombre, a las gentes de aquí se le ponen los pelos de punta. Un lugar donde el horror estuvo presente entre sus paredes y suelos, pero hace muchos años atrás.
Hablo del inmueble de la de Diputación de Granada, hoy catastro municipal.
Remontándonos muchos años atrás, hubo en ese mismo lugar una iglesia, “La Iglesia de la Magdalena”, pero poco se sabe de ella, era un templo pequeño, pero en la puerta de la misma sucedió un trágico accidente cuando un coche fúnebre tirado por caballos, salió desbocado sin razón aparente y mató a varios viandantes.
En 1836 fue vendido y paso a ser un almacén de telas hasta 1973 que fue vendido de nuevo a una multinacional llamada “Woolwolrths”. El inmueble llevaba la etiqueta de ser un lugar negro y macabro. Aunque lo peor estaba por llegar, ya que uno de los trabajadores se ahorco con una cuerda atada a una de las viejas vigas de la iglesia. Aunque todo no había echo más que empezar, ya que cuando empezaron las obras de remodelación otro de los trabajadores murió extrañamente al caerle una grúa encima.
El dueño del almacén decidió reformarlo y al hacerlo encontró debajo de sus cimientos cientos de restos humanos, detrás de un muro encontraron una habitación repleta de esqueletos de niños. Los cientos de huesos, fueron a parar a un basurero.
De esa forma esas almas no descansaran en paz jamás.
Cuando finalizaron las obras, se abrieron las puertas del inmueble, pero no daba los beneficios suficientes y se cerró en 1980. A su cierre muchos de los trabajadores contaron que por las noches se oían ruidos extraños y lamentos de niños.
Permaneció cerrado hasta que en el año 1985 se compra para hacer en el la Diputación de Granada. El arquitecto encargado de la obra encontró un muro de ladrillos de otra época y detrás del muro, al derribarlo se encontraron con otros restos humanos, pero esta vez de recién nacidos y de una persona adulta. De nuevo volvía todo ese pasado macabro. En 1986 el edificio estaba totalmente reformado y pasó a ser la sede de la Diputación de Granada.
Por todos los acontecimientos antes descritos el investigador Juan Burgos se dirigió alli para poder averiguar lo que sucedió detrás del muro donde se habían encontrado los restos de los recién nacidos. Cuando pasó su medidor de alteraciones por el muro, un rayo salió de la pared, el rayo impacto en su mano y a consecuencia de ello el medidor cayó al suelo. De repente salió un humo muy denso de ningún sitio y durante unos segundos se pudo vislumbrar un rostro dentro de esa nube de humo. Joan Rodríguez Galindo prestigioso cirujano, se encontraba al lado de Juan Burgos. Le examinó la mano para saber si no estaba herido por el rayo y lo curioso fue ver que en la mano, entre el dedo pulgar y el índice tenía marca de unos incisivos, una mordedura, pero de niño pequeño. Más tarde el dibujante del periódico “Ideal” realizo un retrato robot de la cara que apareció dentro de esa nube de humo.
Esto no solo se publicó en el periódico, sino que también lo trasmitieron por la televisión y lo sorprendente es que muchos vecinos de la calle Mesones y alrededores dijeron que la cara era del Padre Don Benito, antiguo sacerdote.
Hoy en día este edificio es la sede del catastro de la ciudad de Granada y los ruidos y lamentos siguen oyéndose, al igual que se pierden herramientas, los ascensores y luces funcionan solos, los papeles vuelan o teclean las máquinas de escribir y ordenadores.
Hasta hoy nadie ha vuelto a investigar el asunto, aunque es muy común que aquello que se monte en ese edificio termine cerrando pues los que allí trabajan se mueren de miedo. En Granada todo el mundo conoce la historia y no se olvida, pues cada cierto tiempo, hay "noticias" del ya conocido como "el fantasma de la Diputacion".
Anna- Moderador
-
Cantidad de envíos : 2570
Edad : 39
Localización : Granada
Fecha de inscripción : 26/03/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
muy buena anna!!!
me mato eso de los cuerpos de los adultos y niños en las paredes
me mato eso de los cuerpos de los adultos y niños en las paredes
nanu- Hell´s Angel
-
Cantidad de envíos : 512
Edad : 33
Localización : argentina
Fecha de inscripción : 07/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
Estuvo muy buena la leyenda Anna!!. Me pregunto cómo habrán muerto los niños y por qué el sacerdote se manifiesta así. Me gustan las leyendas que encierran misterios, son... mágicas.
Dejo otra de dos enamorados con un trágico final.
El Árbol del Prado
Dejo otra de dos enamorados con un trágico final.
El Árbol del Prado
Se conocieron entre los árboles de los campos del Prado. Él pertenecía a una clase social muy baja, pero ella era adinerada, hija de una familia de alcurnia. En la época en que les tocó vivir, la década del 30, su joven edad y la diferencia social que los separaba convirtió su relación en una situación prohibida de antemano.
A pesar de ello, sus encuentros furtivos fueron haciéndose cada vez más frecuentes. Paseaban a la sombra de los árboles de un arroyo Miguelete aún cristalino, bordeando luego los parques y las rosaledas del antiguo hotel del Prado. Con el verde de un barrio sin mancillar como telón de fondo, fue creciendo una pasión tan prohibida como inevitable y que jamás pudieron disimular.
Poco a poco, a medida que la relación se hacía más evidente, su presencia allí fue una mancha incómoda para una sociedad conservadora, encorsetada y llena de prejuicios. En el vecindario corrieron rumores sobre ambos, transformados luego en una serie de chistes maliciosos. Como resultado, los jóvenes sufrieron el escarnio público y una censura violenta por parte de sus padres, inmersos en el corrillo hipócrita de chismes barriales. De un modo shakesperiano y melodramático, la familia de la joven prohibió terminantemente que volvieran a verse, intentando generar en la pareja un sentimiento de culpa y una profunda vergüenza.
Un día de primavera, los jóvenes volvieron a verse por última vez en el Prado, cuando el sol caía y las sombras de los árboles jugaban con la vieja fachada del hotel. Sabían que el suyo era un vínculo que no podían mantener, y antes de perder para siempre la relación que había pasado a constituir el sentido último de sus vidas, decidieron acabar con su existencia. Se suicidaron juntos, al pie de uno de los tantos árboles, donde fueron hallados recién a la madrugada siguiente.
El árbol aún sigue en pie en esa zona del Prado, y aunque cuando despunta la mañana es imposible identificarlo, narran los vecinos que al caer la tarde, si uno se acerca lo suficiente, pueden escucharse los suspiros finales de los jóvenes amantes. Por las noches, algunas veces, aparece extrañamente iluminado y quien pasa por allí tiene la inquietante sensación de que alguien o algo lo observa, y que no es sólo el árbol lo que respira en esa zona mágica del Prado.
A pesar de ello, sus encuentros furtivos fueron haciéndose cada vez más frecuentes. Paseaban a la sombra de los árboles de un arroyo Miguelete aún cristalino, bordeando luego los parques y las rosaledas del antiguo hotel del Prado. Con el verde de un barrio sin mancillar como telón de fondo, fue creciendo una pasión tan prohibida como inevitable y que jamás pudieron disimular.
Poco a poco, a medida que la relación se hacía más evidente, su presencia allí fue una mancha incómoda para una sociedad conservadora, encorsetada y llena de prejuicios. En el vecindario corrieron rumores sobre ambos, transformados luego en una serie de chistes maliciosos. Como resultado, los jóvenes sufrieron el escarnio público y una censura violenta por parte de sus padres, inmersos en el corrillo hipócrita de chismes barriales. De un modo shakesperiano y melodramático, la familia de la joven prohibió terminantemente que volvieran a verse, intentando generar en la pareja un sentimiento de culpa y una profunda vergüenza.
Un día de primavera, los jóvenes volvieron a verse por última vez en el Prado, cuando el sol caía y las sombras de los árboles jugaban con la vieja fachada del hotel. Sabían que el suyo era un vínculo que no podían mantener, y antes de perder para siempre la relación que había pasado a constituir el sentido último de sus vidas, decidieron acabar con su existencia. Se suicidaron juntos, al pie de uno de los tantos árboles, donde fueron hallados recién a la madrugada siguiente.
El árbol aún sigue en pie en esa zona del Prado, y aunque cuando despunta la mañana es imposible identificarlo, narran los vecinos que al caer la tarde, si uno se acerca lo suficiente, pueden escucharse los suspiros finales de los jóvenes amantes. Por las noches, algunas veces, aparece extrañamente iluminado y quien pasa por allí tiene la inquietante sensación de que alguien o algo lo observa, y que no es sólo el árbol lo que respira en esa zona mágica del Prado.
mysammy- The Usual Suspect
-
Cantidad de envíos : 162
Edad : 32
Localización : Mdeo, Uruguay
Fecha de inscripción : 10/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
muy buena mysammy!! triste pero buena...
les dejo esta leyenda, es larga pero vale la pena.
La niña de las iglesias
No sé si este relato realmente pasó, pero aquí en México es muy sonada esta historia:
Siendo una noche como todas, pero en especial, ésta era una noche un poco más fría, más obscura, cerca de la 1 de la madrugada, un taxista regresaba a su casa después de todo un día de arduo trabajo, en la calle ya no había ni alma de gente, pero al pasar frente al cementerio general de la ciudad se percató que una chica le hacía la parada, éste se siguió pensando que ya estaba muy cansado y que era muy tarde para hacer otra dejada.
Sin embargo reflexionó y pensando en su sobrina de 17 años que fué violada y asesinada 3 años atrás, dijo, "pobre chica, no la puedo dejar ahí expuesta a no se qué miserable".
Retrocedió su taxi y llegó hasta ella, tenía aproximadamente entre 18 - 19 años. Al contemplar su rostro, el taxista sintió un frío intenso y cierto sobresalto, al que no le dió importancia, pues la niña era dueña de un rostro angelical, inspiraba pureza, de piel blanca, muy blanca, cabello sumamente largo, era delgada, facciones finas, con unos ojos grandes, azules, pero infinitamente tristes, tenía un vestido blanco, de encaje, y en su cuello colgaba un relicario bellísimo de oro, que se veía de época.
El taxista acongojado le preguntó adónde la dejaba, y le dijo que quería que la llevara a visitar 7 iglesias de la ciudad, las que él quisiera, su voz era suave, muy triste, pero dejaba notar un timbre muy extraño, que le dejó una sensación de miedo y misterio.
Para no hacerla larga, el taxista la llevó a cada una de las siete iglesias sin replicar, en cada una pasaba cerca de 3 minutos y salía con una expresión de serenidad, de tranquilidad, pero sin abandonar de sus ojos esa mirada de infinita tristeza.
Al final del paseo, ella le pidió un favor. "Discúlpeme si he abusado mucho de su bondad, mi nombre es Alicia, no tengo dinero para pagarle ahora, sin embargo le dejaré éste relicario, y podría hacerme un último favor? Vaya a la colonia Jazmines 245, ahí vive mi padre, entréguele mi relicario y pídale que le pague su servicio, ah, y dígale que lo quiero y que no se olvide de mí. Déjeme donde me recogió por favor."
El taxista se sintió como en un trance, en donde actuaba automáticamente a la petición de la chica, y la dejó ahí, frente al cementerio. El hombre se fue a su casa, se sentía mareado, le dolía intensamente la cabeza, y su cuerpo le ardía por la fiebre que empezaba a tener, su esposa lo atendió de ese repentino mal, duró así casi 3 días.
Cuando al fín pudo reaccionar y se sintió mejor, recordó su última noche en el taxi, recordó a la niña angelical de las iglesias, y recordó su última petición, que le hizo sentir un escalofrío intenso que hizo que se simbrara de pies a cabeza, aunque él no comprendía nada, pensó "que raro fue todo, seguro se fue de su casa, o tiene problemas, pero, ¿por qué en el cementerio? ¿quién era?, ¡¡El relicario!!", sí ahí estaba, sobre su mesita de cama, el relicario de Alicia, que ahora tenía restos de tierra.
Se paró como un resorte, tomó su taxi y fue a la dirección que le diera la chica, pero no con la intención de cobrar, sino de descubrir, conocer, aclarar la verdad detrás de ese misterio que le inquietaba, que le estremecía, que no quería ni pensar.
Tocó, era una casa grande, estilo colonial, vieja, entonces abrió un hombre, de edad avanzada, alto, de aspecto extranjero, con unos ojos, si los ojos de Alicia, así de tristes. El taxista le dijo "Disculpe señor, vengo de parte de su hija Alicia, ella solicitó mis servicios, me pidió que la llevara a visitar siete iglesias, así lo hice y me dejó su relicario como penda para que usted me pagara". El hombre al ver la joya rompió en llanto incontrolable, hizo pasar al taxista y le mostró un retrato, el de Alicia, idéntica a la de hace 3 noches.
¿Es ella mi Alicia?, le dijo el hombre, "Sí ella, con ese mismo vestido".
"No puede ser, hace tres noches cumplió 7 años de muerta, murió en un accidente automovilístico, y este relicario que le dió fue enterrado con ella, y ese mismo vestido, su favorito... hija, perdón, debí hacerte una misa, debí haberme acordado de tí, debí...."
El hombre lloró como un niño, lloró y lloró, el taxista estaba pálido, pasmado de la impresión,"había convivido con una muerta" eso lo explicaba todo.
Volviendo de su estupor, le dijo al padre de Alicia, "señor, yo la ví, yo hablé y conviví con ella, me dijo que lo amaba, que lo amaba mucho, y que no se volviera a olvidar de ella, creo que eso le dolió mucho".
Se dice que el padre de Alicia recompensó al taxista, le regaló toda una flotilla de taxis para que iniciara un negocio, todo en agradecimiento por haber ayudado a su niña adorada a visitar las iglesias en su aniversario fúnebre.
les dejo esta leyenda, es larga pero vale la pena.
La niña de las iglesias
No sé si este relato realmente pasó, pero aquí en México es muy sonada esta historia:
Siendo una noche como todas, pero en especial, ésta era una noche un poco más fría, más obscura, cerca de la 1 de la madrugada, un taxista regresaba a su casa después de todo un día de arduo trabajo, en la calle ya no había ni alma de gente, pero al pasar frente al cementerio general de la ciudad se percató que una chica le hacía la parada, éste se siguió pensando que ya estaba muy cansado y que era muy tarde para hacer otra dejada.
Sin embargo reflexionó y pensando en su sobrina de 17 años que fué violada y asesinada 3 años atrás, dijo, "pobre chica, no la puedo dejar ahí expuesta a no se qué miserable".
Retrocedió su taxi y llegó hasta ella, tenía aproximadamente entre 18 - 19 años. Al contemplar su rostro, el taxista sintió un frío intenso y cierto sobresalto, al que no le dió importancia, pues la niña era dueña de un rostro angelical, inspiraba pureza, de piel blanca, muy blanca, cabello sumamente largo, era delgada, facciones finas, con unos ojos grandes, azules, pero infinitamente tristes, tenía un vestido blanco, de encaje, y en su cuello colgaba un relicario bellísimo de oro, que se veía de época.
El taxista acongojado le preguntó adónde la dejaba, y le dijo que quería que la llevara a visitar 7 iglesias de la ciudad, las que él quisiera, su voz era suave, muy triste, pero dejaba notar un timbre muy extraño, que le dejó una sensación de miedo y misterio.
Para no hacerla larga, el taxista la llevó a cada una de las siete iglesias sin replicar, en cada una pasaba cerca de 3 minutos y salía con una expresión de serenidad, de tranquilidad, pero sin abandonar de sus ojos esa mirada de infinita tristeza.
Al final del paseo, ella le pidió un favor. "Discúlpeme si he abusado mucho de su bondad, mi nombre es Alicia, no tengo dinero para pagarle ahora, sin embargo le dejaré éste relicario, y podría hacerme un último favor? Vaya a la colonia Jazmines 245, ahí vive mi padre, entréguele mi relicario y pídale que le pague su servicio, ah, y dígale que lo quiero y que no se olvide de mí. Déjeme donde me recogió por favor."
El taxista se sintió como en un trance, en donde actuaba automáticamente a la petición de la chica, y la dejó ahí, frente al cementerio. El hombre se fue a su casa, se sentía mareado, le dolía intensamente la cabeza, y su cuerpo le ardía por la fiebre que empezaba a tener, su esposa lo atendió de ese repentino mal, duró así casi 3 días.
Cuando al fín pudo reaccionar y se sintió mejor, recordó su última noche en el taxi, recordó a la niña angelical de las iglesias, y recordó su última petición, que le hizo sentir un escalofrío intenso que hizo que se simbrara de pies a cabeza, aunque él no comprendía nada, pensó "que raro fue todo, seguro se fue de su casa, o tiene problemas, pero, ¿por qué en el cementerio? ¿quién era?, ¡¡El relicario!!", sí ahí estaba, sobre su mesita de cama, el relicario de Alicia, que ahora tenía restos de tierra.
Se paró como un resorte, tomó su taxi y fue a la dirección que le diera la chica, pero no con la intención de cobrar, sino de descubrir, conocer, aclarar la verdad detrás de ese misterio que le inquietaba, que le estremecía, que no quería ni pensar.
Tocó, era una casa grande, estilo colonial, vieja, entonces abrió un hombre, de edad avanzada, alto, de aspecto extranjero, con unos ojos, si los ojos de Alicia, así de tristes. El taxista le dijo "Disculpe señor, vengo de parte de su hija Alicia, ella solicitó mis servicios, me pidió que la llevara a visitar siete iglesias, así lo hice y me dejó su relicario como penda para que usted me pagara". El hombre al ver la joya rompió en llanto incontrolable, hizo pasar al taxista y le mostró un retrato, el de Alicia, idéntica a la de hace 3 noches.
¿Es ella mi Alicia?, le dijo el hombre, "Sí ella, con ese mismo vestido".
"No puede ser, hace tres noches cumplió 7 años de muerta, murió en un accidente automovilístico, y este relicario que le dió fue enterrado con ella, y ese mismo vestido, su favorito... hija, perdón, debí hacerte una misa, debí haberme acordado de tí, debí...."
El hombre lloró como un niño, lloró y lloró, el taxista estaba pálido, pasmado de la impresión,"había convivido con una muerta" eso lo explicaba todo.
Volviendo de su estupor, le dijo al padre de Alicia, "señor, yo la ví, yo hablé y conviví con ella, me dijo que lo amaba, que lo amaba mucho, y que no se volviera a olvidar de ella, creo que eso le dolió mucho".
Se dice que el padre de Alicia recompensó al taxista, le regaló toda una flotilla de taxis para que iniciara un negocio, todo en agradecimiento por haber ayudado a su niña adorada a visitar las iglesias en su aniversario fúnebre.
nanu- Hell´s Angel
-
Cantidad de envíos : 512
Edad : 33
Localización : argentina
Fecha de inscripción : 07/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
Uff.... que buena que estuvo Nanu!!. El taxista era una especie de intermediario para hacerle llegar a su padre el mensaje de que estaba bien. Fue como si a través de él le estuviera obsequiando su perdón pese a lo mucho que le dolió que no le hiciera una misa. Muy buena leyenda!!.
Dejo dos leyendas más que sucedieron en la ruta.
La dama del puente
Muchos besitos!!.
Dejo dos leyendas más que sucedieron en la ruta.
La dama del puente
A fines de los años 40, la localidad de Vergara, ubicada entre Treinta y Tres y Cerro Largo, distaba mucho de ser el centro arrocero de exportación en que se convertiría luego; por aquella época, era más un pueblo que una ciudad, con unos cuantos cientos de habitantes. La población se había originado a orillas del Parao, un arroyo o más bien un río de llanura- agreste y con muchos bañados. Quiso el infortunio que culminando la década del 40 el Parao fuera testigo de una desgracia que sacudió al pueblo: una mujer, que paseaba sobre el puente ferroviario que cruzaba las aguas, fue atropellada por un tren que hacía su ruta a un horario desacostumbrado.
Al tiempo de este suceso, los pobladores que vivían cerca del puente comenzaron a escucharen forma cíclica los ruidos de la tragedia. Todas las noches, a la distancia, se repetían los ecos amortiguados de los sonidos de aquella noche: el traqueteo del tren, los gritos, el murmullo de la gente y la ambulancia improvisada. Durante años, a través de la repetición sonora del accidente, los habitantes de la zona debieron revivir el impacto de la tragedia que había conmocionado a la tranquila población de Vergara. Aunque en la noche no pudiera percibirse un solo movimiento, la mujer del puente recordaba su propia desgracia a través de la recreación de los sonidos que precedieron y continuaron a su propia muerte.
Las tragedias ocurridas en puentes, muy comunes en el interior del país, dejan de tanto en tanto sus propias historias de fantasmas y regresos. El relato del espectro femenino que recorre el lugar donde perdió la vida se repite en más de una localidad. En el puente de la Barra de Santa Lucía, a altas horas de la madrugada, el ocasional peatón podrá sentir la presencia de otros transeúntes caminando a su lado, una pequeña multitud conformada por quienes fallecieron en los accidentes de la zona.
Estas entidades no se visualizan jamás, excepto por la aparición de una mujer joven con un vestido ligero. Con el rostro desenfocado, ligeramente borroso, la dama de Santa Lucía acompaña a quien cruza el puente de punta a punta y a una prudente distancia. Una vez cumplido el objetivo, la figura se desvanece, como si su tarea fuera oficiar de custodio a quienes cruzan el puente a horas poco seguras, las mismas en que la joven encontró la muerte.
Los Zapatos Cambiados
En una plaza céntrica de Montevideo, hace algunas décadas, ocurrió un accidente que terminó con la vida de un joven de buena posición económica. El hombre regresaba de una fiesta, con unas copas de más, y estrelló el auto al tomar una curva demasiado pronunciada, muriendo en el acto.
El lugar comenzó a llenarse de curiosos rápidamente, por lo que la policía, intentando mantener el control, realizó un vallado de seguridad, salió en busca del forense y dejó a un agente a cargo del cuerpo. El policía, que era de origen humilde, vio las ropas carísimas del finado y no tuvo mejor idea que realizar un cambiazo de zapatos. Le quitó al joven muerto sus finísimos mocasines y los sustituyó por su calzado, consistente en un par de gastadísimos y maltratados zapatos viejos. Al regresar, los demás agentes se sorprendieron al ver al conductor del coche con una ropa tan refinada y un calzado tan estrafalario, completamente roto, pese a lo cual decidieron no mencionar el caso. Las operaciones de rutina culminaron, el asunto quedó en la interna y el policía pudo volver al hogar con sus zapatos lustrosos y recién adquiridos.
Ese mismo día, guardó el calzado en el ropero y se fue a dormir, pasando una noche intranquila. A la mañana siguiente, cuando el agente abrió la puerta del placard con el objetivo de ponerse sus zapatos nuevos, vio algo que jamás hubiera imaginado: donde antes estaban los relucientes mocasines del finado se encontraban los zapatos viejos, gastados y rotos que el día anterior había puesto en los pies del joven fallecido. La historia va más allá de este final de tuerca, agregando que el policía sufrió un shock y terminó sus días hospitalizado en un manicomio.
El relato del muerto que regresa por la noche a recuperar lo que le fue robado, que circula en formato ADUA desde hace un tiempo, cambia ligeramente los detalles y las características del accidente pero no olvida mencionar nunca el par de zapatos recuperado desde la tumba.
Al tiempo de este suceso, los pobladores que vivían cerca del puente comenzaron a escucharen forma cíclica los ruidos de la tragedia. Todas las noches, a la distancia, se repetían los ecos amortiguados de los sonidos de aquella noche: el traqueteo del tren, los gritos, el murmullo de la gente y la ambulancia improvisada. Durante años, a través de la repetición sonora del accidente, los habitantes de la zona debieron revivir el impacto de la tragedia que había conmocionado a la tranquila población de Vergara. Aunque en la noche no pudiera percibirse un solo movimiento, la mujer del puente recordaba su propia desgracia a través de la recreación de los sonidos que precedieron y continuaron a su propia muerte.
Las tragedias ocurridas en puentes, muy comunes en el interior del país, dejan de tanto en tanto sus propias historias de fantasmas y regresos. El relato del espectro femenino que recorre el lugar donde perdió la vida se repite en más de una localidad. En el puente de la Barra de Santa Lucía, a altas horas de la madrugada, el ocasional peatón podrá sentir la presencia de otros transeúntes caminando a su lado, una pequeña multitud conformada por quienes fallecieron en los accidentes de la zona.
Estas entidades no se visualizan jamás, excepto por la aparición de una mujer joven con un vestido ligero. Con el rostro desenfocado, ligeramente borroso, la dama de Santa Lucía acompaña a quien cruza el puente de punta a punta y a una prudente distancia. Una vez cumplido el objetivo, la figura se desvanece, como si su tarea fuera oficiar de custodio a quienes cruzan el puente a horas poco seguras, las mismas en que la joven encontró la muerte.
Los Zapatos Cambiados
En una plaza céntrica de Montevideo, hace algunas décadas, ocurrió un accidente que terminó con la vida de un joven de buena posición económica. El hombre regresaba de una fiesta, con unas copas de más, y estrelló el auto al tomar una curva demasiado pronunciada, muriendo en el acto.
El lugar comenzó a llenarse de curiosos rápidamente, por lo que la policía, intentando mantener el control, realizó un vallado de seguridad, salió en busca del forense y dejó a un agente a cargo del cuerpo. El policía, que era de origen humilde, vio las ropas carísimas del finado y no tuvo mejor idea que realizar un cambiazo de zapatos. Le quitó al joven muerto sus finísimos mocasines y los sustituyó por su calzado, consistente en un par de gastadísimos y maltratados zapatos viejos. Al regresar, los demás agentes se sorprendieron al ver al conductor del coche con una ropa tan refinada y un calzado tan estrafalario, completamente roto, pese a lo cual decidieron no mencionar el caso. Las operaciones de rutina culminaron, el asunto quedó en la interna y el policía pudo volver al hogar con sus zapatos lustrosos y recién adquiridos.
Ese mismo día, guardó el calzado en el ropero y se fue a dormir, pasando una noche intranquila. A la mañana siguiente, cuando el agente abrió la puerta del placard con el objetivo de ponerse sus zapatos nuevos, vio algo que jamás hubiera imaginado: donde antes estaban los relucientes mocasines del finado se encontraban los zapatos viejos, gastados y rotos que el día anterior había puesto en los pies del joven fallecido. La historia va más allá de este final de tuerca, agregando que el policía sufrió un shock y terminó sus días hospitalizado en un manicomio.
El relato del muerto que regresa por la noche a recuperar lo que le fue robado, que circula en formato ADUA desde hace un tiempo, cambia ligeramente los detalles y las características del accidente pero no olvida mencionar nunca el par de zapatos recuperado desde la tumba.
Muchos besitos!!.
Última edición por mysammy el 12/07/08, 01:31 pm, editado 1 vez
mysammy- The Usual Suspect
-
Cantidad de envíos : 162
Edad : 32
Localización : Mdeo, Uruguay
Fecha de inscripción : 10/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
mysammy muy buenas las dos!!!
la q mas me gusto es la segunda!! nunca la habia escuchado XD jaja
ah y yo opino lo mismo q vos con respecto a la de la niña de las iglesias
les dejo esta leyenda.....
Nueve veces Verónica
Esto es justo lo que nunca debes hacer: ponerte frente al espejo y repetir nueve veces seguidas el nombre de Verónica. No serías el primero que se ríe al conocer esta historia, que lleva circulando por el mundo desde hace varias décadas. Muchos antes que tú han pensado que se trataba de un cuento chino y se han burlado, pero otras personas aseguran que quienes no han hecho caso de la advertencia y han aceptado el desafío, han cargado con una maldición terrible.
¿Quien es Verónica? O mejor dicho: ¿quien era? Se trataba de una chica de 14 años que, estando en el pueblo con sus amigos, hizo espiritismo en una casa abandonada. Todo el mundo sabe que es algo tremendamente peligroso y que jamás debe tomarse como un juego. Ella no siguio las reglas de los fanatasmas, se burló durante toda la invocación y una silla que habia en la habitacion cobró vida y la golpeó mortalmente en la cabeza.
Sin embargo, Verónica aun no descansa en paz. Su espíritu está condenado y vaga buscando venganza entre aquellos que no saben respetar el Mas Allá, como le sucedía a ella en la vida real.
Ana era una chica de la edad de Verónica que conoció la leyenda en su instituto. Sus amigos la picaron, diciedole que no se atrevía a decir 'Verónica' nueve veces ante el espejo. A ella le daba miedo, pero venció su terror porque le avergonzaba quedar mal ante todo el mundo. Una compañera fue a los servicios de esa planta del instituto para comprobar, entre risas, si cumplia la prueba.
Lo hizo, no pasó nada y el grupo lo olvido enseguida. Menos Ana. Para ella, la autentica pesadilla comenzó esa misma noche. Estaba en la cama, cuando un sonido la despertó. No se trataba de un estrépito, sino de una especie de susurro indescifrable que oia cerca de la nuca, mientras sentia como si alguien respirara en su cuello. Aterrada, se levantó y encendió la luz. Allí solo estaba ella. A pesar de eso, no pudo dormir en toda la noche.
Al día siguiente, no se atrevió a contárselo a nadie. Estaba muerta de miedo, y en medio de la clase tuvo que salir al servicio para mojarse la cara y despejarse. Pero cuando entró al baño, hacía mucho frío (como estaban en invierno no le dio importancia) y una capa de vaho cubría el espejo. Ana lo limpio con la mano para comprobar horrorizada que tras ella había una chica que no habia visto jamas, con una expresion de espanto y sangre en la cabeza. Fue solo un instante. Cuando se volvio a mirar, ya no había nadie. Ana rió nerviosamente, pensando que todo era fruto de su imaginación, los nervios y el cansancio. Sin embargo, cuando se volvio hacia el espejo vio algo que la dejo helada. Al borrarse el vaho una frase había permanecido escrita: 'Soy Veronica. No debiste invitarme a volver'.
Ana no pudo soportarlo. Hoy pasa sus dias encerrada en un manicomio, y solo habla para jurar y perjurar que el fantasma de Verónica la sigue atormentando.
la q mas me gusto es la segunda!! nunca la habia escuchado XD jaja
ah y yo opino lo mismo q vos con respecto a la de la niña de las iglesias
les dejo esta leyenda.....
Nueve veces Verónica
Esto es justo lo que nunca debes hacer: ponerte frente al espejo y repetir nueve veces seguidas el nombre de Verónica. No serías el primero que se ríe al conocer esta historia, que lleva circulando por el mundo desde hace varias décadas. Muchos antes que tú han pensado que se trataba de un cuento chino y se han burlado, pero otras personas aseguran que quienes no han hecho caso de la advertencia y han aceptado el desafío, han cargado con una maldición terrible.
¿Quien es Verónica? O mejor dicho: ¿quien era? Se trataba de una chica de 14 años que, estando en el pueblo con sus amigos, hizo espiritismo en una casa abandonada. Todo el mundo sabe que es algo tremendamente peligroso y que jamás debe tomarse como un juego. Ella no siguio las reglas de los fanatasmas, se burló durante toda la invocación y una silla que habia en la habitacion cobró vida y la golpeó mortalmente en la cabeza.
Sin embargo, Verónica aun no descansa en paz. Su espíritu está condenado y vaga buscando venganza entre aquellos que no saben respetar el Mas Allá, como le sucedía a ella en la vida real.
Ana era una chica de la edad de Verónica que conoció la leyenda en su instituto. Sus amigos la picaron, diciedole que no se atrevía a decir 'Verónica' nueve veces ante el espejo. A ella le daba miedo, pero venció su terror porque le avergonzaba quedar mal ante todo el mundo. Una compañera fue a los servicios de esa planta del instituto para comprobar, entre risas, si cumplia la prueba.
Lo hizo, no pasó nada y el grupo lo olvido enseguida. Menos Ana. Para ella, la autentica pesadilla comenzó esa misma noche. Estaba en la cama, cuando un sonido la despertó. No se trataba de un estrépito, sino de una especie de susurro indescifrable que oia cerca de la nuca, mientras sentia como si alguien respirara en su cuello. Aterrada, se levantó y encendió la luz. Allí solo estaba ella. A pesar de eso, no pudo dormir en toda la noche.
Al día siguiente, no se atrevió a contárselo a nadie. Estaba muerta de miedo, y en medio de la clase tuvo que salir al servicio para mojarse la cara y despejarse. Pero cuando entró al baño, hacía mucho frío (como estaban en invierno no le dio importancia) y una capa de vaho cubría el espejo. Ana lo limpio con la mano para comprobar horrorizada que tras ella había una chica que no habia visto jamas, con una expresion de espanto y sangre en la cabeza. Fue solo un instante. Cuando se volvio a mirar, ya no había nadie. Ana rió nerviosamente, pensando que todo era fruto de su imaginación, los nervios y el cansancio. Sin embargo, cuando se volvio hacia el espejo vio algo que la dejo helada. Al borrarse el vaho una frase había permanecido escrita: 'Soy Veronica. No debiste invitarme a volver'.
Ana no pudo soportarlo. Hoy pasa sus dias encerrada en un manicomio, y solo habla para jurar y perjurar que el fantasma de Verónica la sigue atormentando.
nanu- Hell´s Angel
-
Cantidad de envíos : 512
Edad : 33
Localización : argentina
Fecha de inscripción : 07/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
Aaayyy ke linda la del arbol del prado!!! es cmo muy Romeo y Julieta xDxD
Y la de la niña de las iglesias....... solo buscaba perdon....ke bonita!!!!
Las otras me pusieron los pelos de punta!!!! jajajaja
Muy wenas!!!
Les dejo stas 4, son cortitas y no muy wenas xDxD
La Cruz De Las Ánimas
Un tirano presta dinero a los padres de una muchacha comprometida con un joven de su pueblo, y como ellos no pueden devolverle el dinero, él les exige el honor de la joven. La víspera de la boda se encuentra al prometido de ella, muerto a puñaladas.
Aunque al principio se sospecha del tirano, luego se descubre que fue la propia chica quien le había matado con intención de suicidarse después, pero que había enloquecido al ver el cadáver de su novio y no había tenido fuerzas para suicidarse, vagando loca por los campos.
En el sitio en el que había muerto el novio de la muchacha se levanta una cruz de piedra, y un día encuentran el cuerpo de la joven abrazado a la cruz, donde había muerto de dolor.
En las noches de ánimas se oye la voz del joven llamando a su novia, y la sombra de ella que se acerca a la cruz. Los caminantes, al pasar, rezan una oración ante ella y le arrojan una piedra.
El Pozo Amargo de Toledo
La hija de un rico judío y un joven cristiano se enamoran, pero temiendo la cólera del padre de ella por amar su hija a alguien que no es de su religión, se contentan con mantener su romance en secreto celebrando sus citas al lado de un pozo.
Una noche son descubiertos por un pretendiente desdeñado de ella, un judío amigo de su padre. Éste va a ver al padre y se lo cuenta todo, y ambos planean una venganza contra el cristiano. Esa noche van al lugar de las citas, donde el cristiano esperaba a su novia, y al verlo solo los dos judíos se echan sobre él y lo matan.
La joven judía, al ir a encontrarse con su enamorado y hallarlo muerto, enloquece de dolor, y aunque su padre arrepentido intenta cuidarla todo lo que puede, una noche se escapa y se mata arrojándose al pozo que estaba en el lugar de sus citas. Ese pozo tomó desde entonces el nombre de “Pozo Amargo”.
El Lago De Sanabria
Según la leyenda, el lugar que ahora está ocupado por el lago era antes un próspero valle donde había un pueblo llamado Valverde de Lucerna. Una noche llegó allí un pobre peregrino que llamó a todas las puertas suplicando comida y cobijo, pero nadie le prestó atención, excepto el panadero y su familia que le proporcionaron todo lo que necesitaba. Pusieron una pequeña masa en el horno y salió un pan enorme. El peregrino, que era Jesucristo, antes de irse clavó su bastón en el suelo, del que empezó a brotar agua, y lanzó una maldición sobre el pueblo, advirtiendo al panadero y a su familia que se marcharan de allí inmediatamente, para evitar el desastre que iba a caer sobre el pueblo. Así lo hicieron, y cuando miraron atrás vieron que el valle se había convertido en un lago. Y en la noche de San Juan, según los sanabreses, aún se oye en el fondo del lago el tañido de la campana de la iglesia del pueblo.
El Cazador Negro
Un sacerdote descuida sus deberes por su afición a la caza. Un día el diablo, para hacerle caer, se le aparece en forma de conejo, y el cura deja interrumpida la misa que estaba oficiando para salir detrás del conejo. No se le vuelve a ver, pero mucho tiempo después aún se oyen los ladridos de los perros y los disparos en esa cacería eterna que sólo podrá parar cuando el sacerdote pueda terminar aquella misa que interrumpió por la caza.
Y la de la niña de las iglesias....... solo buscaba perdon....ke bonita!!!!
Las otras me pusieron los pelos de punta!!!! jajajaja
Muy wenas!!!
Les dejo stas 4, son cortitas y no muy wenas xDxD
La Cruz De Las Ánimas
Un tirano presta dinero a los padres de una muchacha comprometida con un joven de su pueblo, y como ellos no pueden devolverle el dinero, él les exige el honor de la joven. La víspera de la boda se encuentra al prometido de ella, muerto a puñaladas.
Aunque al principio se sospecha del tirano, luego se descubre que fue la propia chica quien le había matado con intención de suicidarse después, pero que había enloquecido al ver el cadáver de su novio y no había tenido fuerzas para suicidarse, vagando loca por los campos.
En el sitio en el que había muerto el novio de la muchacha se levanta una cruz de piedra, y un día encuentran el cuerpo de la joven abrazado a la cruz, donde había muerto de dolor.
En las noches de ánimas se oye la voz del joven llamando a su novia, y la sombra de ella que se acerca a la cruz. Los caminantes, al pasar, rezan una oración ante ella y le arrojan una piedra.
El Pozo Amargo de Toledo
La hija de un rico judío y un joven cristiano se enamoran, pero temiendo la cólera del padre de ella por amar su hija a alguien que no es de su religión, se contentan con mantener su romance en secreto celebrando sus citas al lado de un pozo.
Una noche son descubiertos por un pretendiente desdeñado de ella, un judío amigo de su padre. Éste va a ver al padre y se lo cuenta todo, y ambos planean una venganza contra el cristiano. Esa noche van al lugar de las citas, donde el cristiano esperaba a su novia, y al verlo solo los dos judíos se echan sobre él y lo matan.
La joven judía, al ir a encontrarse con su enamorado y hallarlo muerto, enloquece de dolor, y aunque su padre arrepentido intenta cuidarla todo lo que puede, una noche se escapa y se mata arrojándose al pozo que estaba en el lugar de sus citas. Ese pozo tomó desde entonces el nombre de “Pozo Amargo”.
El Lago De Sanabria
Según la leyenda, el lugar que ahora está ocupado por el lago era antes un próspero valle donde había un pueblo llamado Valverde de Lucerna. Una noche llegó allí un pobre peregrino que llamó a todas las puertas suplicando comida y cobijo, pero nadie le prestó atención, excepto el panadero y su familia que le proporcionaron todo lo que necesitaba. Pusieron una pequeña masa en el horno y salió un pan enorme. El peregrino, que era Jesucristo, antes de irse clavó su bastón en el suelo, del que empezó a brotar agua, y lanzó una maldición sobre el pueblo, advirtiendo al panadero y a su familia que se marcharan de allí inmediatamente, para evitar el desastre que iba a caer sobre el pueblo. Así lo hicieron, y cuando miraron atrás vieron que el valle se había convertido en un lago. Y en la noche de San Juan, según los sanabreses, aún se oye en el fondo del lago el tañido de la campana de la iglesia del pueblo.
El Cazador Negro
Un sacerdote descuida sus deberes por su afición a la caza. Un día el diablo, para hacerle caer, se le aparece en forma de conejo, y el cura deja interrumpida la misa que estaba oficiando para salir detrás del conejo. No se le vuelve a ver, pero mucho tiempo después aún se oyen los ladridos de los perros y los disparos en esa cacería eterna que sólo podrá parar cuando el sacerdote pueda terminar aquella misa que interrumpió por la caza.
Anna- Moderador
-
Cantidad de envíos : 2570
Edad : 39
Localización : Granada
Fecha de inscripción : 26/03/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
me alegro q te hayan gustado!
muy buenas las leyendas!! las q mas me gustaron son las de La Cruz De Las Ánimas y El Pozo Amargo de Toledo son tragicas pero lindas
Les dejo estas leyendas breves.
La Dama del Cementerio
Cuentan que un hombre quedó encerrado en el cementerio al terminar el horario de visitas. Inquieto comenzó a dar vueltas por el lugar en busca del sereno para que le abriera la puerta. No lo encontró pero advirtió que frente a una tumba estaba una mujer de pie (según las variantes del relato, puede tratarse de una niña, una adolescente o una mujer adulta). El hombre se le acercó entonces y le contó su situación, alegrándose de ver a alguien más por allí. La mujer le respondió que a ella le había ocurrido lo mismo y que no se preocupara, ya que conocía un lugar desde donde podrían salir.
Con la dama como guía, el sujeto la siguió entre las lápidas, hasta que ella se detuvo indicándole una de las paredes perimetrales del cementerio. Al comprobar que no había ninguna puerta, el hombre le preguntó cómo hacer para salir por ese lugar inaccesible. –Así le respondió la mujer mientras atravesaba el muro.
Nota personal: La verdad es q a mi me encantaría quedarme encerrada en un cementerio (sola no obvio jaja) igual creo q desp de pasar una noche ahi quedaría media trastornada pero bue un poco mas de lo q estoy no importa XD jaja
El Vampiro de Flores
Tiene como protagonista a Belek, un enano que llegó a Buenos Aires con el Circo de los Zares proveniente de la zona de los Cárpatos. Al igual que el conde Drácula, Belek fue expulsado luego de que Boris Loff, el dueño del circo, junto a dos testigos: la Mujer Barbuda y el Hombre Bala, lo encontraran prendido al cuello de una mona integrante de la trouppe circense.
Pero el mito, apenas comienza aquí. El verdadero horror se desató cuando Belek se refugió en una casa abandonada del Bajo Flores y comenzaron a desaparecer misteriosamente todos los gatos del barrio. El relato cuenta que los vecinos protegieron sus casas con ristras de ajo mientras portaban crucifijos por las calles, por temor a ser atacados. Una noche de invierno, cerca de la estación Flores, los hombres del barrio lograron cazar al vampiro con una improvisada red, fabricada con la malla de un arco de fútbol, pero éste se les escapó furtivamente. Algunos aseguran que aún vive en el cementerio de Flores y sale de tanto en tanto a producir estragos entre los desprevenidos transeúntes
Nota personal: ni loca me gustaría cruzarme con ese bicho XD jaja
muy buenas las leyendas!! las q mas me gustaron son las de La Cruz De Las Ánimas y El Pozo Amargo de Toledo son tragicas pero lindas
Les dejo estas leyendas breves.
La Dama del Cementerio
Cuentan que un hombre quedó encerrado en el cementerio al terminar el horario de visitas. Inquieto comenzó a dar vueltas por el lugar en busca del sereno para que le abriera la puerta. No lo encontró pero advirtió que frente a una tumba estaba una mujer de pie (según las variantes del relato, puede tratarse de una niña, una adolescente o una mujer adulta). El hombre se le acercó entonces y le contó su situación, alegrándose de ver a alguien más por allí. La mujer le respondió que a ella le había ocurrido lo mismo y que no se preocupara, ya que conocía un lugar desde donde podrían salir.
Con la dama como guía, el sujeto la siguió entre las lápidas, hasta que ella se detuvo indicándole una de las paredes perimetrales del cementerio. Al comprobar que no había ninguna puerta, el hombre le preguntó cómo hacer para salir por ese lugar inaccesible. –Así le respondió la mujer mientras atravesaba el muro.
Nota personal: La verdad es q a mi me encantaría quedarme encerrada en un cementerio (sola no obvio jaja) igual creo q desp de pasar una noche ahi quedaría media trastornada pero bue un poco mas de lo q estoy no importa XD jaja
El Vampiro de Flores
Tiene como protagonista a Belek, un enano que llegó a Buenos Aires con el Circo de los Zares proveniente de la zona de los Cárpatos. Al igual que el conde Drácula, Belek fue expulsado luego de que Boris Loff, el dueño del circo, junto a dos testigos: la Mujer Barbuda y el Hombre Bala, lo encontraran prendido al cuello de una mona integrante de la trouppe circense.
Pero el mito, apenas comienza aquí. El verdadero horror se desató cuando Belek se refugió en una casa abandonada del Bajo Flores y comenzaron a desaparecer misteriosamente todos los gatos del barrio. El relato cuenta que los vecinos protegieron sus casas con ristras de ajo mientras portaban crucifijos por las calles, por temor a ser atacados. Una noche de invierno, cerca de la estación Flores, los hombres del barrio lograron cazar al vampiro con una improvisada red, fabricada con la malla de un arco de fútbol, pero éste se les escapó furtivamente. Algunos aseguran que aún vive en el cementerio de Flores y sale de tanto en tanto a producir estragos entre los desprevenidos transeúntes
Nota personal: ni loca me gustaría cruzarme con ese bicho XD jaja
nanu- Hell´s Angel
-
Cantidad de envíos : 512
Edad : 33
Localización : argentina
Fecha de inscripción : 07/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
Wow Nanu, que tremeda que estuvo la leyenda de Verónica, me encantó!!.
Yo por la dudas no lo haría, si se me aparece algo escrito en el espejo me da un infarto!!.
Las tuyas Anna también estuvieron buenísimas, la que más me gustó fue la de La Cruz de las Ánimas. Y la de El Pozo Amargo de Toledo es muy tierna, se parece a la del Árbol del Prado, es muy triste pero le inspira mucho al lector.
Dejo otra leyenda de un Barrio de Montevideo
La Carreta de Melilla
Besitos!!
P.D.: Nanu me mataron tus notas personales jajajaja!!.
Yo por la dudas no lo haría, si se me aparece algo escrito en el espejo me da un infarto!!.
Las tuyas Anna también estuvieron buenísimas, la que más me gustó fue la de La Cruz de las Ánimas. Y la de El Pozo Amargo de Toledo es muy tierna, se parece a la del Árbol del Prado, es muy triste pero le inspira mucho al lector.
Dejo otra leyenda de un Barrio de Montevideo
La Carreta de Melilla
Por la zona de Melilla circula desde hace muchos años una historia que es casi el reverso de un mito infantil muy popular, como el viejo de la bolsa , una leyenda que tiene equivalentes en todo el mundo(por ejemplo, el cuco o the Boogeyman , en países angloparlantes, con características parecidas).
Tras el cuento del viejo de la bolsa se escuda una advertencia admonitoria y un fin educativo incentivado por los propios padres, la misma idea subyacente en la leyenda de la carreta de Melilla. La figura es utilizada para infundir miedo en los niños, como amenaza para inducir una conducta determinada y también para remarcarles desde chicos una máxima preferida por los padres: nunca hables con extraños . La imagen universal es casi invariable: un viejo vagabundo con una bolsa de lona o arpillera a la espalda. La descripción está inspirada probablemente en los pordioseros norteamericanos en épocas de la depresión que, en busca de trabajo, llevaban sus escasas pertenencias en una bolsa.
Dejando de lado las fantasías paternales, el único viejo de la bolsa que hizo méritos para ganar merecidamente esta mítica mala fama fue Albert Fish. Se trataba de un viejito estadounidense con aspecto de mendigo- que fue ejecutado en 1936 tras confesar el asesinato de 100 niños, a los que engañaba entregando las golosinas que llevaba en su bolsa.
En Melilla, hace ya muchos años, circulaba a diario por las calles uno de los tantos viejos de la bolsa a los que Montevideo ha logrado acostumbrarse en los últimos tiempos. De aspecto bondadoso, recorría con su carreta el camino Melilla y hablaba con los niños que encontraba, regalándoles en ocasiones las pocas cosas que hallaba en los tachos de basura.
Cargando el peso de una leyenda con mala reputación sobre sus espaldas, el viejo de la carreta era muy mal visto por los vecinos del lugar, sobre todo por su costumbre de acercarse a los niños. Sin embargo, y contra todos los clichés de este tipo de historias, el protagonista de este cuento era exactamente lo que parecía: un viejo pobre y bondadoso.
En una ocasión, cuando el hombre quiso regalarle a una niña una muñeca maltrecha, ésta se puso a llorar y regresó corriendo junto a su madre. A partir de allí, el rumor corrió como una bola de nieve entre los habitantes del lugar, a tal punto que el incidente de la niña fue exagerándose cada vez más hasta convertirse en un episodio de acoso.
Fue entonces cuando tres o cuatro de los vecinos decidieron darle un susto al viejo, con el objetivo de que no volviera más por el lugar. Un 31 de octubre, al caer la noche, se acercaron a una calle cortada junto al camino Melilla, donde el vagabundo solía dejar su carreta. La rociaron con querosén y la prendieron fuego, esperando que el viejo entendiera el mensaje. Pocos segundos después, al escuchar una serie de gritos, entendieron que algo había salido mal. Entre la montaña de bolsas y trapos no habían visto al anciano, que dormía en la carreta tal cual era su costumbre. El fuego se desperdigó con tanta rapidez entre sus ropas sucias que los hombres, asustados por el espectáculo, no pudieron hacer nada. Atemorizados ante la posible llegada de la policía, se marcharon de lugar helados de espanto, dejando al viejo incinerándose junto a su carreta.
La policía catalogó el hecho como un accidente y archivó el caso, la historia quedó en el olvido rápidamente y los vecinos de Melilla no extrañaron la presencia diaria del viejo de la carreta. Así fue, al menos, hasta que transcurrió un año exacto. El 31 de octubre siguiente, un incendio se produjo en una zona de eucaliptus, lindera con el lugar de la tragedia. Al extinguir el fuego, los bomberos hallaron la causa del siniestro: una carreta vieja y destartalada, la misma que el hombre usaba en sus interminables paseos por Melilla. Desde entonces, los vecinos cuentan que todos los 31 de octubre la carreta aparece en llamas, recordando con puntualidad un asesinato que tuvo como cómplices la indiferencia y la mala reputación.
Tras el cuento del viejo de la bolsa se escuda una advertencia admonitoria y un fin educativo incentivado por los propios padres, la misma idea subyacente en la leyenda de la carreta de Melilla. La figura es utilizada para infundir miedo en los niños, como amenaza para inducir una conducta determinada y también para remarcarles desde chicos una máxima preferida por los padres: nunca hables con extraños . La imagen universal es casi invariable: un viejo vagabundo con una bolsa de lona o arpillera a la espalda. La descripción está inspirada probablemente en los pordioseros norteamericanos en épocas de la depresión que, en busca de trabajo, llevaban sus escasas pertenencias en una bolsa.
Dejando de lado las fantasías paternales, el único viejo de la bolsa que hizo méritos para ganar merecidamente esta mítica mala fama fue Albert Fish. Se trataba de un viejito estadounidense con aspecto de mendigo- que fue ejecutado en 1936 tras confesar el asesinato de 100 niños, a los que engañaba entregando las golosinas que llevaba en su bolsa.
En Melilla, hace ya muchos años, circulaba a diario por las calles uno de los tantos viejos de la bolsa a los que Montevideo ha logrado acostumbrarse en los últimos tiempos. De aspecto bondadoso, recorría con su carreta el camino Melilla y hablaba con los niños que encontraba, regalándoles en ocasiones las pocas cosas que hallaba en los tachos de basura.
Cargando el peso de una leyenda con mala reputación sobre sus espaldas, el viejo de la carreta era muy mal visto por los vecinos del lugar, sobre todo por su costumbre de acercarse a los niños. Sin embargo, y contra todos los clichés de este tipo de historias, el protagonista de este cuento era exactamente lo que parecía: un viejo pobre y bondadoso.
En una ocasión, cuando el hombre quiso regalarle a una niña una muñeca maltrecha, ésta se puso a llorar y regresó corriendo junto a su madre. A partir de allí, el rumor corrió como una bola de nieve entre los habitantes del lugar, a tal punto que el incidente de la niña fue exagerándose cada vez más hasta convertirse en un episodio de acoso.
Fue entonces cuando tres o cuatro de los vecinos decidieron darle un susto al viejo, con el objetivo de que no volviera más por el lugar. Un 31 de octubre, al caer la noche, se acercaron a una calle cortada junto al camino Melilla, donde el vagabundo solía dejar su carreta. La rociaron con querosén y la prendieron fuego, esperando que el viejo entendiera el mensaje. Pocos segundos después, al escuchar una serie de gritos, entendieron que algo había salido mal. Entre la montaña de bolsas y trapos no habían visto al anciano, que dormía en la carreta tal cual era su costumbre. El fuego se desperdigó con tanta rapidez entre sus ropas sucias que los hombres, asustados por el espectáculo, no pudieron hacer nada. Atemorizados ante la posible llegada de la policía, se marcharon de lugar helados de espanto, dejando al viejo incinerándose junto a su carreta.
La policía catalogó el hecho como un accidente y archivó el caso, la historia quedó en el olvido rápidamente y los vecinos de Melilla no extrañaron la presencia diaria del viejo de la carreta. Así fue, al menos, hasta que transcurrió un año exacto. El 31 de octubre siguiente, un incendio se produjo en una zona de eucaliptus, lindera con el lugar de la tragedia. Al extinguir el fuego, los bomberos hallaron la causa del siniestro: una carreta vieja y destartalada, la misma que el hombre usaba en sus interminables paseos por Melilla. Desde entonces, los vecinos cuentan que todos los 31 de octubre la carreta aparece en llamas, recordando con puntualidad un asesinato que tuvo como cómplices la indiferencia y la mala reputación.
Besitos!!
P.D.: Nanu me mataron tus notas personales jajajaja!!.
mysammy- The Usual Suspect
-
Cantidad de envíos : 162
Edad : 32
Localización : Mdeo, Uruguay
Fecha de inscripción : 10/05/2008
Re: Leyendas Urbanas y/o Mitos
muy buena Mysammy! es la primera vez q leo una leyenda del estilo del hombre de la bolsa, la verdad apenas la conocia jaja me dio lastima el viejito
Me alegro q te gustaran las leyendas y las notas personales (me salieron del alma XD jaja)
les dejo esta leyenda.....
En Capital Federal, mas precisamente en Congreso, en la línea “A” del Subterráneo, se corre una leyenda urbana conocida como “La Media Estación”…
Entre las estaciones Pasco y Alberti, corre un rumor que habla de que cuando se apagan las luces del subte, muchas personas han visto una misteriosa estación más.
Pero, no es cualquier estación, esta tiene compañía, dos obreros que formaron parte de los trabajadores empleados en la construcción de esa línea. Sentados en el andén, miran pasar a los viajantes.
Pero, hay un detalle, ellos están muertos, fallecieron a causa de un desprendimiento del terreno.
Según dicen las autoridades del Subte, el terreno no daba y tuvieron que realizar las estaciones de esa manera.
Las obras de creación de las estaciones en su mayoría habrían estado realizadas por trabajadores inmigrantes, se dice que los que fallecieron durante el derrumbe eran inmigrantes Italianos, no extrañaría por eso que no haya datos de los mismos y que nadie halla reclamado nada…
El arquitecto que estuvo a cargo de la obra, se dice que oculto bien todo, como para que no halla sospechas…
Según las personas que dicen haber visto la “media estación”, todas coinciden en lo mismo… Estaban atravesando un pésimo momento sentimental…
Será que la carga negativa de las personas atraerá a las entidades del lugar ¿?
El Viernes pasado estuve en el lugar tratando de agregar un poco mas de datos y conseguí hablar con un Guarda y esto fue lo que me dijo “Con tal de decir que el servicio es malo inventan cualquier cosa, seguro que la gente no viajara por culpa de los fantasmas…”.
Cada vez que uno pregunta por el tema, las autoridades se hacen las desentendidas…
En fin… Será que no pueden hablar sobre el tema????
Si tienen la posibilidad de pasar por el lugar, no duden en tener los ojos bien abiertos, y si por las dudas están mal y no quieren pasar un mal rato…
Tomen un Taxi…
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Me alegro q te gustaran las leyendas y las notas personales (me salieron del alma XD jaja)
les dejo esta leyenda.....
En Capital Federal, mas precisamente en Congreso, en la línea “A” del Subterráneo, se corre una leyenda urbana conocida como “La Media Estación”…
Entre las estaciones Pasco y Alberti, corre un rumor que habla de que cuando se apagan las luces del subte, muchas personas han visto una misteriosa estación más.
Pero, no es cualquier estación, esta tiene compañía, dos obreros que formaron parte de los trabajadores empleados en la construcción de esa línea. Sentados en el andén, miran pasar a los viajantes.
Pero, hay un detalle, ellos están muertos, fallecieron a causa de un desprendimiento del terreno.
Según dicen las autoridades del Subte, el terreno no daba y tuvieron que realizar las estaciones de esa manera.
Las obras de creación de las estaciones en su mayoría habrían estado realizadas por trabajadores inmigrantes, se dice que los que fallecieron durante el derrumbe eran inmigrantes Italianos, no extrañaría por eso que no haya datos de los mismos y que nadie halla reclamado nada…
El arquitecto que estuvo a cargo de la obra, se dice que oculto bien todo, como para que no halla sospechas…
Según las personas que dicen haber visto la “media estación”, todas coinciden en lo mismo… Estaban atravesando un pésimo momento sentimental…
Será que la carga negativa de las personas atraerá a las entidades del lugar ¿?
El Viernes pasado estuve en el lugar tratando de agregar un poco mas de datos y conseguí hablar con un Guarda y esto fue lo que me dijo “Con tal de decir que el servicio es malo inventan cualquier cosa, seguro que la gente no viajara por culpa de los fantasmas…”.
Cada vez que uno pregunta por el tema, las autoridades se hacen las desentendidas…
En fin… Será que no pueden hablar sobre el tema????
Si tienen la posibilidad de pasar por el lugar, no duden en tener los ojos bien abiertos, y si por las dudas están mal y no quieren pasar un mal rato…
Tomen un Taxi…
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
nanu- Hell´s Angel
-
Cantidad de envíos : 512
Edad : 33
Localización : argentina
Fecha de inscripción : 07/05/2008
Página 3 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Página 3 de 5.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.